Peris

Carlos Corberán va presentar-se en societat davant el món del futbol espanyol enfront el Real Madrid, en Mestalla, allà pel mes de gener. I per poc, no rasca victòria, escapant-se en els minuts del descompte la opció de sumar punts. Dissabte passat, en eixe camp on passen coses estranyes, va llevar-se l’espineta amb una victòria de l’equip en els minuts més bonics que es poden demanar per a guanyar. Els cronistes ens freguem les mans. Perquè guanyar aixina dona per a glosar de tot. De Diakhaby, xillant gol i tindre un nus a la gola per marcar un gol en pròpia porta. I tragar, després de ser anul·lat per fora de joc. De Mamardashvili per tornar a demostrar que és un dels millors porters d’Europa, malgrat les èpoques de baixes intervencions. De Almeida, que va mostrar un nivell superlatiu i que, amb eixa regularitat, seria decisiu i no una moneda a l’aire. De Duro, per ser l’executor d’un treball coral. I aixina, poc a poc, nomenar a tots i cadascú per a cridar victòria en un camp on passen coses estranyes sempre. Fins i tot que un Valencia CF de mínims guanye en el descompte.

Juan Martín Querol Rodríguez

En economía llamamos “cisne negro” a los sucesos inesperados que ocurren por sorpresa, sin que ningún analista lo haya previsto por ser improbable, y que tienen repercusión en la sociedad. Y aunque generalmente se asocia a la economía, es aplicable a cualquier otra área. El sábado, con el Valencia CF vestido de negro en toda una casa blanca, vivimos eso.

Un equipo que no ganaba a domicilio desde hacía un año, diecisiete años que no lo hacía en el Bernabéu, con una plantilla bisoña de 25 años de media, de 70 M € contra una galaxia de jugadores de 500 M €, con tres de nuestros titulares baja por sanción, luchando por la permanencia mientras el Real Madrid luchaba por el campeonato, consiguió la victoria. INSÓLITO.

Pero es que, además, se logró como gana el Madrid a sus rivales, a la heroica con el “espíritu de Juanito” y sus famosas remontadas en el minuto 90. No dejándose intimidar ni amilanar por decisiones arbitrales contrarias al reglamento. Ni David se atrevió a tanto frente a Goliat. Lo imposible se hizo posible.

Para conseguir esto se necesita una gran personalidad y mucha confianza en tus compañeros y entrenador. No seria justo destacar a nadie, ayer triunfó lo colectivo ante lo individual, el sacrificio frente al derrotismo, el orden al desequilibrio. Todos desempeñaron su papel exitosamente, TODOS. Ese es el camino para la permanencia, y quién sabe si después acometer otras motivaciones más ambiciosas.

Porque hoy la euforia está permitida, incluso obligada viniendo de dónde venimos, pero aún no se ha conseguido el objetivo. Quedan ocho jornadas con 24 puntos en liza y, cometeríamos un grave error si consideráramos que ya lo tenemos hecho. Ha costado mucho llegar hasta aquí y el precio ha sido alto, demasiado.

“Llaneza, muchacho, no te encumbres, que toda afectación es mala”.

Las notas de Korvin.

Mamardashvili: Más allá del penalti parado, que para mí es más el demérito del monguer ese al que pitan ya hasta en su propia casa, dos paradas valor gol y otras muchas donde ha estado impecable. También tuvo dos acciones algo grises pero tras el partidazo que ha marcado cualquiera se pone tiquismiquis. ¡Salvador! Un 8,5.

Max Aarons: Sorprende pero no le he visto muy exigido atrás, con el balón en los pies me ha dejado algo frío. Un 6.

Mosquera: Gran trabajo, atento, rápido y concentrado. Tras el cambio del inglés le tocó jugar de lateral y también ha cumplido. Un 7.

Tárrega: No le voy a bajar la nota por el penalti cometido porque solo ha sido el penalti para el caraculo este que llevaba el pito.
Cada día soy más de Tárrega, solo le falla una cosa, tiene cara de buen chaval, por lo demás es un central que todo equipo quiere tener en sus filas: alto, rápido, fuerte, dominante en el juego aéreo y con una increíble capacidad de concentración.
¡Ave, Cesar! Un 7,5.

Diakhaby: El destino y el fútbol le debían todo esto, golazo, gol anulado en propia y victoria en el Bernabéu luciendo el brazalete. Lo merece más que nadie. ¡PAPÁ! Un 7,5.

Jesús Vázquez: Ha tenido bastantes llegadas, unas cuantas incluso pisando la línea de fondo, todas ellas se han quedado en nada y es donde eché de menos a Gaya.
Ahora, hay que decir que ha estado muy bien atrás y sobre todo sorprendentemente acertado en las transiciones, jugando con mucho criterio. Gran partido del chaval. Un 7.

Barrenechea: Impecable una vez más, sin rifarla, sin cometer errores, roba, conduce cuando es necesario, juega fácil cuando no lo es, y siempre está en el sitio. Un 7.

Javi Guerra: Muchas veces escribí aquello de «hace lo difícil pero falla lo fácil», pues va a Bernabéu y juega como si estuviera en el campo de Burriana. Es muy buena señal cuando un chaval se crece en partidos grandes porque demuestra que aparte de tener potencial y clase (algo que ya sabemos), también tiene madera de jugador de verdad, de estos que llegan lejos. Un 7,5.

Almeida: No soy muy de André porque es de estos jugadores que necesitan un contexto idóneo para brillar y cuando no lo tienen hacen rabiar y mucho.
André lleva años aquí y casi siempre es un «sí, sí, sí… pero no».
Dicho esto, si no es por la actuación de Mamardashvili, merecía MVP.
¡Increíble su partidazo!
¡INCREÍBLE!
¡No se puede tener más personalidad y más acierto jugando contra un rival tan poderoso!
¡Lo hizo todo bien! ¡TODO!
Os invito a poner el partido y focalizar vuestra atención en este chico.
¡Con la chorra fuera!
Un 8.

Diego López: Lo que es este chaval se resume muy fácil en sus dos últimas jugadas. Una cuando tras correr como un loco durante todo el partido agarra la pelota casi en el descuento y al estar encerrado en la banda por dos rivales aún así saca petróleo: se va de Alaba, llega a la linea de fondo y mete un pase buenísimo a la frontal que remata Rafa Mir.
Otra es el pase que mete a Rafa en la jugada de 1-2.
No es un futbolista que enamora pero si es un futbolista que merece todo el amor del mundo. Un 7.

Sadiq: Me gustó mucho su primera parte, bajó balones, ayudó a progresar, jugó mucho entre líneas, ayudó a defender. En la segunda le costó más. Un 6,5.

Rafa Mir: El míster necesitaba piernas y si algo tiene Rafa es esto. Ha presionado, ha pegado desmarques y puso un gran balón a la cabeza de Hugo. Un 6,5.

Pepelu: Lleva unos cuantos partidos aportando bastante desde el banquillo. Me ha gustado una vez más. Un 6,5.

Fran Pérez: No me explico ni yo como puede ser que por un lado opine que es un jugador que puede tener futuro y por otro quiero estrangularlo cada vez que termina un partido. Lo del resbalón habilitando a Rudiger es una cosa que solo puede pasar a él o a Guillamón. Lo de pisar el área para darse la vuelta es algo que se está convirtiendo en su sello. Un 4.

Hugo Duro: ¡Tocó! Un 6,5.

Guillamón: sin tiempo

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