Lobo

Es innegable que la percepción está condicionada por el resultado final. La diferencia entre ganar o no son los 3 puntos pero también un punto de vista más magnánimo y conformista a la hora de analizar el partido en cuestión. En este caso, haber dormido como un lirón con la cabeza libre de malos presagios y temores fundados, hace que mi visión sea muy distinta a la de ayer, y por tanto también esta mini crónica.

Pese a todo, la victoria del VCF ayer en Málaga sigue siendo poco convincente. La 1ª parte fue la misma mierda de todo el año, un equipo insulso, deslavazado, sin cohesión ni solidez alguna, histérico ante la presión rival e incapaz de tres pases seguidos, con un centro del campo rebasado, sin profundidad arriba y como flanes abajo. El gol del MAL al cuarto de hora nos hizo presagiar a todos una nueva e indignante derrota. Pero, ay, fútbol es fútbol, y es a menudo imprevisible. Un increíble y sorprendente gol en propia puerta de Kameni al final de la 1ª parte, que no se disculpa ni con el pisotón de Cheryshev, metió al VCF de nuevo en el partido. Para facilitar las cosas, al comienzo de la reanudación, un buen robo de A. Gomes, que hizo un partido más que discreto, y un remate acertado del ruso, puso a los nuestros por delante para sorpresa de todos. A partir de ahí, el MAL, que estaba haciendo un buen partido y no se creía su mala suerte, se desquició y entró en barrena, facilitando que el VCF hiciera un fútbol más práctico, que no brillante, y se llevara los puntos en juego. Una gran noticia, sin duda, más cuando habíamos temido lo peor.

El fútbol no es justo, eso ya se sabe, y creo que apenas merecimos la victoria, pero he dormido muy a gusto, y eso es lo que queda. Los aficionados, que no tenemos porqué ser coherentes, somos resultadistas por necesidad, y esta victoria era muy necesaria. Gary Neville ha conseguido la difícil tarea de no convencer a nadie, excepto, supongo, a su amigo Peter Lim, pero al menos, con algo de suerte o como sea, parece que va consiguiendo resultados. Algo es algo, aunque sea con tantas dosis de patiment y división de opiniones, y hasta, a ratos, vergüenza ajena. Lo malo es que esto puede servir para endosarnos su renovación, incomprensible a todas luces a día de hoy. No hay bien que por mal no venga. O era al revés?

Drakul

Acostumbrados a topar de bruces con la realidad cada vez que el Valencia parece levantar el vuelo, no sé si hoy debiera poner el acento en la victoria que reafirma el mejor momento de puntuación del Valencia en toda la temporada, con nueve puntos de doce, o en el mal juego del equipo, porque lo cierto es que este Valencia no puede gustarme.
El Valencia, con balón, juega al ritmo que marca Parejo y este es un ritmo lento, impreciso, tedioso y que proporciona esa sensación de que en cualquier momento la vamos a liar y vamos a recibir el gol. Sin balón, jugamos muy atrás, como le gusta a Fuego que, con ese espacio cedido al rival, saca las mejores de sus virtudes y esconde sus defectos.
Hoy es fácil destacar la falta de juego, el bajo nivel de Barragán pero también el alto nivel de concentración y compromiso de un Mustafi que volvió a ser el del año pasado y esta vez sí, lidero a la defensa. En este aspecto, el del liderazgo, cabe destacar a Diego Alves. Si bien por condiciones no es mi portero preferido en la plantilla, no puede haber ninguna duda de que su presencia aporta un plus de competitividad. Hacer cuento en uno de esos “fregados” dentro del área, perder tiempo y romper el ritmo rival, son algunos de esas tretas futbolísticas que se echan muchas veces de menos en esta imberbe plantilla que hemos confeccionado.
Tres puntos. Al final esto es lo que importa y lo que necesitábamos para endurecer la frágil confianza de la plantilla que nos ha dado tantos quebraderos de cabeza. Y quien quiera divertirse, dijo Di Stefano, aunque yo no esté muy de acuerdo con el mito, que se vaya a ver al bombero torero.

 

jamacuco

Debemos estar agradecidos a Kameni. El portero malaguista metió al VCF en el partido antes de acabar el primer tiempo. Y es que, una vez más, el equipo parecía perdido en el campo: no se podía decir que estuviera jugando mal pero el hecho es que no creó ni una sola oportunidad y, por contra, la única que tuvo el Málaga la metió, un tiró desde la esquina del área que con cierta fortuna coge una parábola imparable ante la estirada de Alves.

El VCF empezó nervioso y fallón. Paradójicamente una vez encajado el gol en contra empezó a entonarse, pero la falta de claridad de ideas y la exasperante lentitud de pases y movimientos hacían temer a la afición que, una vez más, íbamos a palmar en un insulso encuentro.

Pero, ¡¡Oh Fortuna!! Un centro lateral de Alcácer, que iba pasado y no había rematador, fue «rematado» de un tremendo puñetazo por Kameni después de una estirada y media vuelta en el aire. ¡¡Ché, lo nunca visto!! Y más todavía al comprobar que Cheryshev pudo haber cometido falta, pues le toca en el pie de apoyo, aunque no fuera excusa para condicionar la salida del portero.

En el segundo tiempo el VCF se desperezó y empezó a jugar bien, con velocidad e intención. Fruto de ello, en una buena arrancada de Gomes le metió un balón cruzado en profundidad a Cheryshev para que marcara, a diferencia de lo realizado por Negredo o Alcácer en partidos pasados. Incluso el VCF pudo incrementar su renta en un par de jugadas más pero sin tanta fortuna.

Desgraciadamente a partir del minuto 25 tocó sufrir, una vez más. Fue un asedio malaguista más con agobio que por juego y realmente no puso en aprietos al VCF, pero con la endeble mentalidad que tienen nuestros jugadores nunca se sabe lo que puede pasar.

Es de destacar, en positivo, la actuación de varios jugadores que, sin brillo, estuvieron a buen nivel: Mustafi en defensa, Gayà volvió a subir la banda, André Gomes tuvo varias acciones de calidad, Fuego el ancla y equilibrio del equipo, Alcácer sin gol pero dando mucho juego a los compañeros, Cheryshev con gol, velocidad y frescura…. Por contra hay ciertos jugadores como Barragán, Parejo, Rodrigo…. con bastantes más sombras que luces.

La dinámica también parece que ha cambiado. No estamos para tirar cohetes; falta mucho para decir que se juega bien y con solvencia. Pero algo parece que se está enderezando el rumbo….¿Renovar a Neville? Ni de broma, Peter…

En definitiva, tres puntos menos para conseguir la tranquilidad. Afilando la katana me encuentro….

Ilustración del artículo vía Agencia Efe

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