Por lo visto hasta ahora, y a falta de algunos refuerzos, a priori Marcelino no contará en muchos partidos con Soler como mediocentro, y en su lugar le ubicará en una de las bandas de su inamovible 1-4-4-2. Si bien es cierto que dónde le hemos visto brillar es en zonas centradas del campo, también lo es que no debería ser una demarcación desconocida para él. Quizá partir desde banda perjudique el número de veces que toque el balón, así como las transiciones tras recuperación del equipo; mas el Valencia ganará en variantes a la hora de la elaboración. Con Parejo fijo en el centro del campo -¿una ruleta rusa?- y a la espera de que llegue su acompañante, el Soler de la banda será otra pieza primordial para facilitar el juego de y con posesión; en temporadas anteriores muchos de los equipos aprehendieron a tapar a Parejo para imponerse al Valencia y provocar el robo o la incapacidad de salir con criterio: en estas situaciones será Soler el que tenga que abandonar la teórica ubicación lateral para ofrecerse en la base de la jugada y ser un elemento fundamental para la elaboración de la jugada de ataque con posesión. Más: empero Parejo no sea tapado por el adversario, la tendencia de Soler será ir hacia adentro y servir de apoyo o catalizador de la jugada, y si lo hace en metros más adelantados, muchas veces tendrá el rol de mediapunta de último pase, combinativo o finalizador. Asimismo este movimiento táctico se ve beneficiado por la presencia de un lateral de largo recorrido (presumiblemente Gayà o Lato) que se incorpore buscándola al espacio: aunque Soler se desplace a posiciones interiores, el equipo no pierde capacidad ofensiva por banda. Entre otras cosas, por ello Marcelino está buscando un central rápido capaz de hacer la cobertura lateral en caso de ser necesario, así como un mediocentro con despliegue físico. El Valencia con posesión será todo lo contrario al Valencia sin posesión: un equipo asimétrico (aunque si continua Cancelo y se centra mentalmente, tiene nociones y condiciones para ir por dentro y por fuera) . La diferencia entre Soler o Orellana/Nacho Gil/Nani en banda es que éstos últimos no tienen el temple y la clarividencia para ser pilares en la base de la jugada, si bien en zona de mediapunta pueden dar un plus de juego directo.

Todo ello teniendo en cuenta que la prioridad de Marcelino es el comportamiento defensivo y sin balón del equipo: conseguir que el equipo se mueva como una onda y esté perfectamente organizado, algo que minimiza la importancia de los posibles fallos técnicos individuales -no así los de concentración, que tiran por tierra el trabajo colectivo-. Soler tiene capacidad mental y física sobrada -además de menos exigencia- para defender escorado a banda.

Foto: Juan Manuel Serrano (Getty) (El País)

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