Creo sinceramente que el Valencia mereció algo más hoy. Más por juego, sobre todo en la primera parte, donde el gol del Athletic fue el culmen de una desgracia en la que los bilbaínos, sin ninguna llegada peligrosa a la puerta de Jaume cogían ventaja en el marcador.

La segunda parte comenzó con un regusto feo, parecía que el Valencia se disponía a obsequiarnos con una de sus habituales pájaras, no obstante fue un pequeño espejismo, afortunadamente. El empate de certero cabezazo de Paulista solo hizo media justicia a los de hoy azul Sorolla.

Pudo pasar todo y al final, reparto de puntos.

Otro debe en la cuenta infinita de Gracia: dos únicos cambios hasta el minuto 87 parecen muy poca cosa, siendo además cambios posición por posición. Otro cantar es el hecho que los bilbaínos disputaron una larguísima eliminatoria que no sólo en lo físico sino en lo mental y en cuanto a preparación estratégica, debería haber aprovechado algo mejor un Gracia que tuvo mucho más refresco y tiempo para preparar el match.

Se necesita un punto extra de aportación en forma de libro para ganar definitivamente partidos y puntos que el equipo necesita como agua de mayo.

Seguimos!


 

Jomi Lavarías

Empate con sabor a derrota, bajo mi punto de vista. Creo que un entrenador, aunque tenga pocos recursos, ha de tratar de maximizar el rendimiento de sus jugadores. Hoy «Gracia I, el mártir» ha dado la enésima muestra de incapacidad para estar al frente, no ya solo del Valencia, si no de cualquier equipo. Dos cambios (no cuento el de Álex Blanco, que para mas inri ha sido para perder tiempo), dos, cuando el máximo permitido son cinco. Si hubiera sido hoy la excepción… pero es que esa es su norma. Vale que en la mayoría de las ocasiones miraba a la banqueta y no tenía nada, pero hoy sí tenía. ¿Y qué es lo que ha hecho? Dos sustituciones para no cambiar nada del sistema, como se suele decir, hombre por hombre. Siete días para preparar un partido ante un rival que el pasado jueves disputó un partido muy duro, prórroga incluida, y en ningún momento el Valencia ha demostrado más poderío físico, más poderío táctico y más ambición. Gracia, en ningún momento, ha sabido refrescar al equipo y darle otro aire, desestimando la posibilidad de hacer cinco cambios, como sí ha hecho el entrenador rival, que con las sustituciones hizo que su equipo acabara mucho mejor el partido que nosotros.

Es lo que hay.


 

Lobo

Dirán que el VCF ha hecho un partido serio, y sí, lo ha hecho. Que han podido ganar, y sí, han podido, y perder también. Dirán que el empate no es malo, y no, no lo es. Pero no sé si dirán que tras tantos meses de ‘trabajo’ el VCF es un equipo poco, poco, poco trabajado. La verdad es que este VCF tiene menos automatismos que un Exin castillos. Entre ellos no se entienden, falta entendimiento por un tubo, no saben dónde mandar un rechace ni dónde ir a buscarlo, no saben cubrir el hueco de un compañero que ha salido de su demarcación ni saben moverse entre líneas y trazar pases largos que nadie busca ni nadie envía. Los balones que podrían ser ganados se regalan de nuevo al rival porque se sacan a puro boleo, sin pensar, sin mirar, sin una intención. Nadie protesta nada, no hay gen ganador, no hay un poco de inteligencia competitiva o al menos una previsión de circunstancias y movimientos coordinados. No saben salir de la presión rival por tímida que sea porque nadie ha previsto cómo hacerlo. Por si no fuera bastante apenas nadie dispara para probar a los porteros. Los partidos consisten en salir con un dibujo más o menos razonable pero a partir de ahí es todo improvisación, malas decisiones y suerte, también mala habitualmente.

Y así, claro, el empate no es malo. Pero un partido que se intuye que podrías haber ganado con suficiencia lo empatas y ‘estamos contentos’. Pues vale. Pues estamos contentos, eh sr. Gracia? Contentísimos. BIBA.


 

Peris

Resulta prou estrany que davant un equip que ha jugat copa dijous passat, Javi Gracia no haja esgotat els cinc canvis per tractar de portar el partit a l’aspecte físic. Ni tan sols donar opció a Kang In per tindre més protagonisme en la pilota davant un equip que és generador d’ocasions més en el joc directe que en el combinatiu. No deixa de ser un reflexe de l’entrenador. Probablement basat en la seua gestió de vestidor i de plantilla que, tal volta, no li dona per a pegar-li un mos a un Athletic amb la jugular a l’aire. Gràcies a una bona intervenció de Jaume, podem lamentar la de Cutrone per haver tingut el gol average a favor i pegar un gran bot. Ara, a pegar la campanada al camp que porta el nom del padrí de Quique Sánchez Flores, que tampoc van molt alegres per allà al centre. Com cantaria la seua cosina «Que bonito sería».


 

Hoeman

Sensaciones agridulces tras el empate en San Mamés. Dulces por sumar un punto fuera de casa y por algún brote verde en forma de actuación ofensiva de Correia; agria porque nos enfrentábamos a un rival diezmado, por las no-decisiones incomprensibles de Gracia o por el bajo estado de forma y la falta de confianza de Maxi Gómez, que por rendimiento, debería pisar más el banquillo.

El partido comenzó con una presión adelantada del Athletic, intentando robar arriba, apoderándose poco a poco el Valencia del dominio, incluyendo aproximaciones, sin gol. Fue en una contra, condimentada con una serie de errores individuales y de concepción, mediante la cual el Athletic se adelantó cuando quedaba poco por finalizar la primera parte. En la segunda parte el Valencia salió «empanado» y el Athletic disfrutó de varias ocasiones, hasta que se fue igualando, y un córner lanzado por Soler fue rematado de forma magistral por Paulista. Gracia sólo introdujo dos cambios y nos tocó sufrir a Maxi Gómez hasta el final.

Particularmente, me resulta inaceptable que un jugador de la capacidad técnica y calidad de Kangin no haya disfrutado de un mísero minuto: a estos jugadores que pueden cambiar un partido en cualquier momento y necesitan asentarse, y ello implica cometer errores, en una temporada de transición (¿o algo peor?) como la actual para el Valencia, hay que ganarlos para la causa y formarlos. Pareciera que Gracia quiere mantenerse al filo del alambre, haciendo lo justo para no ser destituido sin que por ello su credibilidad se vea menguada. Perp pese a los esfuerzos de algunos periodistas en convertirle permanentemente en mártir, gran parte de la responsabilidad de que el equipo sea tan irregular y tenga tan pocos puntos, es suya.


 

jamacuco

Empate. El mal menor. En un partido muy igualado que se podría haber decidido por detalles, por errores puntuales, y dado que esta temporada cualquier pequeña suerte nos es esquiva de forma recurrente, el empate podríamos considerarlo un mal mínimo. Una derrota hubiera sido un castigo excesivo. Una victoria hubiera sido demasiado premio para la poca ambición que muestra el equipo en muchos momentos. El VCF da la impresión de jugar atemorizado, con el peso de la responsabilidad de las circunstancias en las piernas y en la mente; cuando llega el último tercio del encuentro el equipo se torna muy conservador y piensa más en defender que en atacar, olvidando fundamentos de juego ofensivo que a modo de espejismo en muchos momentos parece que practica.

La verdad es que la primera parte que terminó con victoria parcial del equipo vasco era un resultado bastante engañoso. El Athletic, sin chutar a puerta, se adelantó con un autogol de Guillamón aunque habría que buscar en Jaume, que salió muy mal y despistó a todos, gran parte de la culpabilidad. No es la primera vez que los errores de Jaume nos lastran, aunque bien hay que decir que en la segunda parte se redimió con un paradón a bocajarro a lo que podía haber sido la puntilla al encuentro.

El VCF fue dominador en muchas partes del encuentro excepto en los principios de ambas partes. Sin embargo no conseguimos ser contundentes en ataque. Maxi hace ya varios partidos que no está bien. Aporta lucha y poco más. Las bandas, sobre todo Gayà, no están tan finas como hace unas semanas. Y Vallejo y Guedes aunque aportan no tienen la pólvora lista para el disparo. Tan solo Racic y Soler, junto al trabajo de Wass, Paulista (gran gol el suyo a centro magnífico de Soler) y en el fondo casi todos los jugadores hacen que no se pierda la cara al partido y a la temporada en general. Pero los errores en defensa y la falta de contundencia en ataque están marcando esta triste temporada.

Gracia parece haberse enrocado en un sistema con pocos cambios. Hace ya mucho que no cambia el ritmo de los partidos con jugadores o con esquemas de juego. No agota los cambios, que suelen ser en los últimos minutos y la capacidad de sorpresa al rival cada vez es menor. Son cosas a valorar al final de temporada, pero igual que al principio parecía verse cierta mano del entrenador, últimamente parece apostar por buscar una roca y una mentalidad esencialmente conservadora.

En definitiva un punto más que afianza al club en la parte media-baja de la clasificación pero a cierta distancia del fuego infernal.

Amunt!!


 

 

La fotografía que ilustra el artículo es propiedad de www.valenciacf.com

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