Jomi Lavarías
El verano pasado, quien más quien menos, nos echamos las manos a la cabeza cuando el Valencia conseguía la cesión por parte del Getafe de Hugo Duro. El Getafe cediéndote un futbolista del cual solo teníamos el recuerdo del famoso «tocó en Hugo Duro». Pero el fútbol es impredecible. Y la buena muestra de ello es Hugo. El Valencia tiene en él un auténtico tesoro. Hugo Duro es un ejemplo para todos sus compañeros. Un jugador que dignifica el escudo que porta en el pecho. Un jugador que lo da todo, que se deja hasta la última gota de sudor en el terreno de juego. Con sus carencias, porque las tiene, pero es una mina para el Valencia y, casualidad o no, se ha convertido en uno de los puntales del equipo.
Hoy, Hugo Duro, ha clasificado al Valencia. Literal. Un primer gol de listo, en el que incomoda lo justo y necesario al central para robarle la cartera y asistir a Guedes. Y el segundo gol, obra suya, que clasifica para semis al Valencia CF, cazando de cabeza un balón tras un córner
¿El partido? pues flojo en líneas generales. En la primera mitad solo el gol fue lo mas destacado mientras que en la segunda volvimos a salir con la empanada. Otro penalti absurdo para seguir incrementando la estadística y un balón al palo nos puso el corazón en un puño. El Cádiz era mucho mejor. Menos mal que las entradas de Moriba y Maxi revitalizaron al equipo, los cambios esta vez sí surtieron efecto y el Valencia CF se lanzó a por la victoria, que llegó tras el gol de Hugo. Minutos finales con algo de agobio en superioridad numérica y al final clasificados, que era de lo que se trataba, para semis. Pero mucho habrá que mejorar. Muchísimo, diría yo.
Jugaron los tres nuevos fichajes y tanto Bryan Gil como Moriba dieron muy buena impresión. De Bryan lo esperábamos pero quizás Moriba me sorprendió un poco más. Aparentemente tiene bastante facilidad para romper las líneas rivales por su verticalidad y nos puede venir bien cara a la segunda mitad de la temporada. Por contra a Cömert se le vio algo más nervioso, sobre todo en la primera mitad, para entonarse algo más en la segunda, estropeada por el penalti absurdo cometido. De todas maneras no hay que sacar, con ninguno de ellos, conclusiones apresuradas.
Contento por el resultado, semifinales tres años después y a dos partidos de una nueva final. Hay que ir a por ella.
Amunt 4ever.
Sergi Calvo
De manera inexplicable e inesperada el Valencia ha superado hasta cinco matchballs de cagada en esta Copa del KO a partido único. Todos sabemos que la historia del Valencia es un sufrimiento eterno hasta la gran cagada final, así que, siendo cenizos, no será en un campo de divisiones inferiores ni en un partido único en Mestalla contra el Cádiz… ¡hagan sus apuestas!
No fue un partido excesivamente emocionante en verdad, el espectador neutral abrazó a Morfeo en antes de la media hora de juego y es que ambos equipos no lograron conectar con un juego preciso y completo. Si es algo cierto que el Valencia dominó la primera parte, si a lo que hizo se le puede llamar dominar, claro, y que en la segunda parte adelantó la torrija habitual al inicio de la represa.
Y es que este equipo tiene abierta una cruzada contra las casas de apuestas: Es ganancia segura apostar al gol encajado porque diez minutos antes ya se barrunta el gol rival y esta vez, así fue, con el inevitable complemento de un preciso cual cirujano sistema VAR que no pasa ni una… ni una… ni una.
Aliciente especial, por si el partido en sí mismo no los tuviera ya fue ver el debut de los tres fichajes de invierno: Gustó Bryan Gil, jugador diferente que captará la atención de los defensas permitiendo más espacio y libertad a los delanteros; a poco que le salgan las cosas, se meterá a la grada y tal vez a Luis Enrique en el bolsillo. También gustaron los minutos de Ilaix Moriba, al que se vio pasmosamente sobrado en el manejo de pelota y aportó frescura y calidad en un centro del campo hoy muy discreto. La de arena fue la de Eray Cömert, nervioso, impreciso y blando generó más dudas que esperanzas… tampoco ayuda compartir línea con Mouctar Diakhaby y ser vigilado al milímetro por un VAR que en Mestalla funciona en HD-BluRay-8K.
No es un decir, es un hecho, el Valencia está a ganar tres partidos de alzar un título. La ilusión tiene que ser máxima, aunque, eso sí, si queremos estar en Sevilla, habrá que ser más precisos y contundentes.
Entramos en una nueva fase, hemos salvado los matchballs pero ahora entramos en Deuce… veremos qué pasa. Ilusión… hayla.
Pd. Hugo Duro.
Lobo
Partido regulero, compromiso del bueno y eliminatoria resuelta. Hay que estar contentos y lo estamos. No es fácil plantarse en unas semis de Copa aunque los cruces hayan sido benévolos, así que la felicidad es lógica. No completa, porque el equipo lo ha dado todo pero no ha hecho un gran partido, y de hecho podría haberse torcido en esa empanada total del comienzo de la segunda parte. Pero valga el ejemplo de Hugo Duro para ilustrar el logro de este VCF limitado, apocado, dubitativo y con demasiados altibajos que pese a todo compìte y va logrando, a trancas y barrancas, ir avanzando.
Los debutantes Bryan Gil y Moriba han traído nuevas expectativas, aunque Comert ha tenido un debut preocupante que esperemos sea solo fruto de los nervios, y no de falta de calidad, como por momentos ha parecido. Algunos jugadores no han tenido su día, como Gayá, Foulquier o especialmente Guillamón, al que sigo sin ver nada de nada. Pero otros como Hugo Duro demuestran que el esfuerzo, el trabajo y el compromiso suplen con creces la falta de otras aptitudes más pintureras. Con Hugo Duro al fin del mundo. Y a Cala que le den con un palo de escoba roto. Palante!! Amunt!!!
Peris
Un partit de copa té estes coses. Muntanya rusa d’emocions, partit canchero, un pessic de polèmica, un mal de pel·licula personificat en Juan Cala, en la retransmissió en anglés l’han nomenat com ‘the villian of the night‘, i una grada entregada una vegada resolta l’eliminatòria que, fins al cap del més optimista, plantejava ja amb certa resignació no descartar patir trenta minuts més quan n’han vist set d’afegit. L’equip té ara més rotació, més alternatives per a fer mal dalt i cal encaixar les peces del passadís central per aconseguir la desitjada solidesa defensiva, fonamental per arribar a bon port. Tres incorporacions a les que cal sumar, vist el treball de hui, a Maxi Gómez i a tot aquell que vulga sentir-se important. El Valencia CF necessita jugadors determinants i de regat, com Gil i Guedes, amb cor com Duro i Gayà i ofici i força amb tota la resta. ‘Cosas bonitas‘ ha dit Bordalás. El llibre ja té més opcions, ja hi ha més variants. I esta plantilla jove, s’ha de creure que pot. I alçar-se quan la colpegen, que ho faran. Cal cuallar-se. Ja pensarem demà que haguera passat si el baló de Cala no pega en el pal. O igual no, que collons.