Hoeman
Partido, por fin, para disfrutar, gozar, reír, hacer coñas, vibrar, chillar de alegría, salir a comerse el mundo, etc., etc.
Si bien es cierto que en la mayoría de partidos de la era Neville los 20 primeros minutos de los che eran buenos o muy buenos, en este encuentro además, acompañó la puntería. Y con el marcador a favor y el inestimable apoyo de la grada de Mestalla los futbolistas fueron en volandas. Especial relevancia a la actuación de Mina que volvió a vestirse del Piojo y ofreció un recital de velocidad, inteligencia e instinto y que a su vez, hizo caer alguna lagrimita a algún gurú que otro. También portentosamente eficaz estuvo Vezo; serio, sin aspavientos ni gestos de cara a la galería, regalando una lección en la anticipación, y permitiéndose el lujo de ofrecer una asistencia de gol de mucha calidad. Bien acompañado por Santos, que tuvo más responsabilidad en la salida de la pelota. El que también lo pasó muy bien en el banquillo es Mustafi: debería continuar ahí. El centro del campo también carburó y hasta Negredo parecía más delgado y rápido, marcó y dejó ver su calidad.
No me parece día para sesudos análisis: carpe diem, muchachos, y que siga la racha.
Toni Calatrava
Buen partido del VCF anoche en su debut en Europa League, a pesar de que el pelotón de cenizos que puebla las RRSS y los medios valencianistas piensen lo contrario. Hablar del Rapid como un equipo de tercera división es no entender cómo pasan las cosas en el fútbol cuando todo sale bien: me remito al Celta 1-Valencia 5. Por mucho que haya oráculos que solo ven las miserias del equipo, yo me reafirmo en que Danilo, Mina, Vezo, Ryan o Cancelo son buenos jugadores cuyo único pecado es ser demasiado jóvenes para dar un rendimiento 100% en cada partido. Dudo que en partidos de Liga se repitan muchas actuaciones como ésta, los equipos manejan otras armas para contrarrestar al rival; pero al menos , veámosla como indicativo del potencial de la plantilla, para mi muy grande a 2-3 años vista. ¿Seremos capaces de (dejar) construir sobre estos cimientos? Supongo que no, demasiados histéricos por metro cuadrado.
Drakul
Un partido de ciencia ficción. No cabe otra frase para calificar un partido mayúsculo del equipo del equipo donde brilló especialmente el hombre de la noche, Santi Mina. Brillante en todos sus movimientos y clave en cinco de los seis goles del Valencia. Sí, seis goles, solo mi mujer, en su bendita locura por estos colores creyó que esto podía pasar. Y tanto lo creyó que aposto dos euros en una casa de apuestas. No era su apuesta mas complicada. Una vez incluso creyó en mi y se casó conmigo.
Este Valencia nos lo han cambiado. Con algún ajuste interesante, como que en el trivote de mediocampo, por fin vimos a Danilo haciendo de Danilo por delante de la defensa y a Parejo haciendo de Parejo en funciones de organizador nato. Ambos mejoraron. Interesante también los movimiento tácticos de Mina, llegando dentro, donde hace daño, donde deben llegar los dos que juegan en los lados de arriba y que han vivido muy pegados a banda esta temporada.
Para redondear el partido hasta el respetable tuvo a bien ovacionar a Santos (quien nos lo hubiera dicho) y Vezo volvió a ser el central solvente de tiempos pasados. También Gayá sigue mejorando, esta vez con buenos centros en ataque y un mencionable Ryan, quien tuvo que hacer su primera intervención de mérito en el 82. Y la hizo. Detalle de gran portero.
Todo está como debe, el Valencia en la siguiente fase y mi mujer pagándose una cena próximamente.
Jomi Lavarías
Bueno, pues ya había ganas de darnos un festín con este equipo. Todo el sufrimiento de este calamitoso año parece que anoche se borró de un plumazo, y el Valencia, al fin, nos ofreció una noche de buen fútbol y una victoria tan necesaria como balsámica. En una primera parte primorosa de fútbol dejamos sentenciada la eliminatoria y el partido del próximo jueves en Viena será un trámite, que no nos viene nada mal estando inmersos en esta vorágine de partido cada tres días.
Quizás el efecto Ayestarán se dejó notar, y ya no hablo de lo puramente táctico o técnico. Es muy probable que hayan tenido que pasar tres meses para que finalmente el entrenador del Valencia pueda comunicarse con sus futbolistas. Si al ya consabido error, con el que todos estamos de acuerdo, de poner a un entrenador novel a dirigir la nave valencianista le sumas el hándicap del idioma, tenemos un doble error que ya ha sido restañado, al menos en lo que al idioma se refiere. Solo queda que lo de anoche no sea un espejismo y el equipo gane partidos y vaya hacia arriba. La Europa League, esa competición que nos parecía más un estorbo que otra cosa, si somos capaces de ganar en Granada este domingo, podría ser la tabla en la cual agarrarse para tratar de salvar la temporada. Yo al menos así lo pienso. Victoria en Granada –> a saco a por ella.
El silencio de algunos, los comentarios forzados de otros. Valenciastán, donde las derrotas a algunos les alegran y las victorias escaldan. Amunt.
Jamacuco
Explosión de fútbol en Mestalla. Hacía meses que no se veía un VCF tan confiado en sus posibilidades desde el minuto 1. Un comienzo arrollador, con buen juego y unos excelsos Cancelo, Negredo, André Gomes y sobre todo un pletórico Santi Mina, pusieron el 5- 0 en el marcador en poco más de media hora de juego. A partir de ahí el nivel e intensidad bajó de forma lógica, pero en ningún momento hubo relajación ante los vieneses y todo el equipo (Ryan haciendo una gran parada también) firmaron un buen partido.
Si bien lo más llamativo fue el contundente resultado, creo que lo más ilusionante para el valencianismo fue ver resurgir al equipo y volver a contemplar las bonanzas actuales y la proyección de futuro que desprenden la mayoría de ellos. Todos sabíamos que no era un equipo perfecto, que no se reforzó adecuadamente y que estaba descompensado en varios aspectos, pero que no podía ser la sombra que vagaba durante meses. ¿Habrá sido Ayestarán el que en un par de días les ha puesto a tono y les ha insuflado la vitalidad perdida? ¿Habrá sido finalmente Neville? ¿Suso? ¿Lay Hoon? Quién sabe… Hay ciertos secretos en el fútbol que son imposibles de descifrar. Lo importante es que el equipo volvió a funcionar como eso, un equipo, y que a los jugadores se les vio sueltos, con determinación y con ganas de ganar.
Ahora toca reafirmar la mejoría en Liga y ahuyentar los malos rollos. Estamos a tiempo de enderezar una temporada hasta ahora nefasta y plantar las bases de un futuro mejor, Lim mediante. Eso sí, si los agoreros y sabihondos del entorno no se pasan de listos. Aunque bien es cierto, que para esto siempre habrá un lado oscuro en el que poder desahogar sus más íntimos e inconfesables intereses.
ARIAS4EVER
Sobre las seis de la tarde el tuiter valencianí era un drama. El once no gustaba a nadie. El VCF tiraba la EL. La gente se rasgaba las vestiduras, subía a las azoteas para poder lanzarse al vacío con la suficiente altura….Tremendo
Me sorprendió que a esas horas ya se conociera la alineación. ¡¡Espérate¡¡, ¡¡que no se sabía¡¡. ¿Qué me dices?, como os lo cuento. Eran todo suposiciones. Eso si, los «palos» todos a Neville, nadie se acordaba de Ayestarán. En esas que se anuncia el equipo…..y no tenía nada que ver con lo previsto. No os quiero contar cuando a los 35 minutos íbamos 5-0. Ya era cosa de Ayestarán, la autogestión y por supuesto nadie hacía chistes sobre la amplitud del banquillo local.
Al final 6-0, partidazo, la gente feliz, Mina se salió, Negredo volvió a marcar y hasta goleó Rodrigo. Bueno, pues ni así; » es que son muy malos», » ni que fueran el Bayern».
A ver, yo tampoco fornico todos los días pero intento disimularlo. No se puede vivir siempre amargado. En serio, anoche era para gozarla, y más aún con la temporada que llevamos.
En fin, cada uno es cada uno. Me quedo con estos dos tuitazos que resumen a la perfección lo vivido ayer. A por el Granada.
Irse a dormir con una sonrisa, recuperar el orgullo, ver sorprendidos a tus hijos. Eso me ha dado hoy el Valencia.
— Vicent C. (@VicenteManuelCM) February 18, 2016
Sigan quitándole méritos al partidazo, con todas las letras, que ha hecho el VCF. Yo he disfrutado como un gorrino. No es día de 'peros'.
— Abel Muela Guerrero (@abelmuela) February 18, 2016
Fútbol, set y eliminatoria. Júbilo. Próximo jueves ahórrense pesadumbres innecesarias con el posible once que los dieciseisavos están vistos para sentencia. Ni el Rapid era un Gandía de la vida, ni saquemos los billetes para Basilea. Tampoco tiren de tópicos como el efecto Ayestarán movidos por su aversión solapada hacia el inglés, que no cuela. Sabemos que el becario tiene muchas barreras arquitectónicas que superar, pero Pako no es apóstol ni obra milagros en 3 entrenos. Guarden su biliar guadaña aguafiestas para cuando toque, porque el Valencia hizo un partido completo y con ramalazos de equipo cañón. Mención especial para Mina, superlativo en cada una de sus intervenciones, que confeccionó variopintas mantas para sus detractores, que con el frío que asoma les vendrán que ni pintado.
Con 8 cambios respecto a la última jornada liguera, los hombres -ayer nadie se acordó de sus edades o inexperiencia- de Neville salieron enchufados desde el pitido inicial, imprimiendo dos características inéditas este curso; verticalidad y eficacia. Reconociendo que enfrente había un rival laxo en la medular y permisivo atrás, el equipo carburó y dio rienda suelta a su calidad, latente bajo el hachazo resultadista y juego abortado. Esta vez todos al alimón supieron interpretar la partitura de Gary y reproducirla con exactitud de manera majestuosa, lo que llevó a concatenar jugadas de vértigo que levantaron del asiento a una grada famélica, siendo además resueltas con un tino que batió récords europeos y casi casca los nuevos luminosos de Mestalla. El cual acabó siendo el lugar reservado para celebrar el cumpleaños del first coach.
De la fulminante victoria me quedo con una lectura que poco tiene que ver con las botas, pero no por ello menos importante; las declaraciones postpartido de algunos jugadores confesando abiertamente el bloqueo mental que habían sufrido, como sintiéndose liberados y hasta aliviados de poder quitarse un corsé psíquico que atenazaba sus capacidades. Esa hipotética catarsis sería el verdadero efecto, y no tanto otros temas secundarios de tertulias acérrimas y superfluas.
Excelentes análisis, tetes. Qué grandes!