Un VCF desesperante volvió a empatar en Mestalla ante otro recién ascendido y se aleja de los primeros puestos de la tabla. Las cosas se empiezan a complicar para Nuno que escuchó las primeras protestas generalizadas. Así lo hemos visto.

 

VCFBET

JomiLavaríaspajaro-twitter

Cuando dentro de un rato empiecen todos los valenciólogos a decir que la afición del Valencia es muy mala, y que no sabemos nada más que silbar y protestar contra los entrenadores, todos chitón, ¿eh? Tenemos lo que nos merecemos. Y hoy hemos demostrado ser una afición que deja mucho que desear.

No saldré yo hoy a defender a Nuno, pero tampoco saldré al cuarto partido de liga a pedir su cabeza. Todo esto es resultado del verano convulso que hemos llevado, entre unas cosas y otras. Jamás en este club vamos a tener tranquilidad. Siempre hemos de andar entre follones y cachondeos, porque sí, esto es un cachondeo. Hoy todo el mundo cabreado mientras otros, valencianistas se dicen llamar, estarán esbozando una sonrisa alegrándose de que esto no funcione. Conmigo que no cuenten. Cierto es que cada vez son menos los motivos para estar optimista cara al futuro más inmediato, pero al cuarto partido de liga no podemos empezar a echar los trastos al entrenador y directiva clamando que esto es un desastre.

Hoy de fútbol nadie hablará. Solo va a quedar el «Nuno, vete ya» y a partir de ahí a despellejarnos todos. Esto es el Valencia CF, lo compre Lim o cualquier mecenas a lomos de un camello.

 

hoemanpajaro-twitter

El resumen del partido podría ser algo así como #AndreGomesdependencia o «No Gomes, no party». Por él pasaron prácticamente todas las sitaciones de peligro, especialmente en transiciones ofensivas en las que conducía el balón a velocidad de Flash. Fue marcharse y caer la noche sobre Mestalla, el Valencia se empeñó en posesiones estériles (¡para marcar gol hay que chutar!) y buscar centros laterales a la búsqueda del rematador que se encontraba en la grada. Son preocupantes los síntomas que desprende este equipo: pongo varios ejemplos: la lentitud en el juego de posesión, la inexistente presión, la escasa llegada desde segunda línea, los exiguos movimientos de desmarque, etc. Frente a 10, que jugó toda la segunda parte, no hizo más que recordar a los peores Valencias de los últimos tiempos, que tocaban y tocaban en la frontal, mareaban la perdiz, para después irse con las manos vacías (al menos ahora no te roban la cartera y acabas con una derrota).

Desde un punto de vista más positivo: me gustó el cambio de sistema de Nuno, aunque de nuevo le faltó escoger mejor alguna pieza para resultar más provechoso: 1-4-4-2/1-4-3-3 «renunciando» a banda izquierda: es decir, André Gomes ejercía a priori de interior escorado a banda izquierda pero a la hora de la verdad era un interior central más (especialmente en fase ofensiva), dejando toda la banda para… ¡Orban! Y aquí el error garrafal de Nuno, que por el temor a Joaquín, supongo, que impidió que viésemos a Gayà ejerciendo de Leonardo Nascimento de Araujo.

Hoy sí jugó con dos delanteros claros.

Y ya. Creo que Nuno estuvo nuevamente lento y desacertado en el último cambio (una de las pocas ocasiones en las que no debía quitar a Rodrigo (¡jugabas con uno más! ¡en casa! ¡quedando diez minutos!)… lo hace).

Mi mayor deseo es que la pobre imagen que está mostrando el equipo sea por tema físico, aunque sería demasiado iluso por mi parte: es evidente que las sensaciones que muestra son malas y esto no tiene nada que ver con los tejemanejes extradeportivos que abundan en el entorno del Valencia CF.

 

jamacucopajaro-twitter

No hay mucho que comentar del partido de hoy. Al menos nada nuevo, tan solo certificar la ruptura entre Mestalla y Nuno. Se nos rompió el amor. C’est fini mon amour.

Un VCF inoperante, desordenado, carente de chispa y con la sempiterna falta de liderazgo sobre el césped fue incapaz de superar a un modesto Betis, que a más inri jugó toda la segunda parte con un jugador menos. El VCF apenas tiró 5 o 6 veces a portería y sólo recuerdo una parada de mérito del portero bético a tiro de Feghouli. Excepto las arrancadas del argelino y André Gomes (que no sea grave su lesión), el saber estar de Fuego (el verdadero capitán del VCF pues ordena, felicita y reprime a los compañeros, rivales y árbitro) o la bocanada de aire fresco que supuso el desparpajo de Bakkali, se podría decir que el VCF es una ruina de equipo. Una sombra que vaga por el vetusto Mestalla.

El equipo lleva seis meses sin jugar a nada (calculo que desde el partido con el Villarreal en Mestalla en el que empezaron a temblarle las piernas a jugadores y entrenador), en una absoluta involución de juego al que tan solo ciertas individualidades han sido suficientes para sacar resultados. Repasando notas y comentarios, los últimos partidos de liga, la pretemporada y lo que llevamos de partidos oficiales en la 15/16 las crónicas podían ser un corta y pega, independientemente de la alineación. La única diferencia las encontraríamos en los aciertos individuales de algunos jugadores de cara a puerta, en defensa o incluso bajo palos.

Si bien el juego propuesto por Nuno nunca se ha caracterizado por ofrecer un fútbol que enamore, el VCF tenía varias cualidades positivas que hacían decantar la mayoría de partidos a nuestro favor. Por un lado estaba la seguridad defensiva. Los cuatro en defensa, los apoyos de los mediocentros y el portero eran difícilmente franqueables, sin embargo ahora somos más vulnerables.

Por otro lado el equipo era mucho más contundente en ataque; no teníamos muchas ocasiones pero las aprovechábamos y nos dejaba la puerta abierta a que en el momento en que Negredo, Rodrigo o Alcácer estuvieran un poco más compenetrados con el estilo de juego de Nuno golearían con mayor asiduidad. Desgraciadamente ha sido todo lo contrario.

También se destacaba la juventud del grupo y por tanto su discontinuidad en el juego. Había fases de los partidos en los que el VCF arrollaba a sus rivales pero, quizás por la inexperiencia de muchos jugadores y del técnico, o quizás por falta de una mayor calidad en la plantilla, este dominio no podía extenderse a la mayor parte de los encuentros. Sin embargo solía ser suficiente para decantar los partidos de nuestro lado. Todos suponíamos que un mayor trabajo y una mayor experiencia harían mejorar estas cuestiones. Como se ve, nada de eso está ocurriendo, y hasta es posible que físicamente el equipo esté peor trabajado, o al menos lo parece.

No comparto los «Nuno vete ya» que se dejaron oir ayer. Creo que surgen demasiado pronto. Sí comprendo los pitos y quejas de una afición que quiere ver algo más que centros sin sentido al área (mejor dicho sobre el área, pues no son rematados habitualmente) o arrancadas de pundonor de André, Sosó o Bakkali. De todas formas Nuno debería hacer un humilde acto de contrición. Y posiblemente algo así debería hacer alguien de más arriba (me refiero al que corta o los que cortan el bacalao en Meriton). La fama de soberbio y trepa ganada por Nuno no es casual, y si bien las quejas del público son futbolísticas fundamentalmente (si hubieramos ganado todos los partidos no hubiera habido cánticos), no hay que ser muy listo para saber que lo ocurrido en el mes de junio con Salvo y Rufete o la patética planificación deportiva de este verano (tengo dudas de que sea el único culpable) van en la mochila de castigo del portugués. Y como en el fútbol no hay justicia sino resultados, es lo que hay, nos guste o no. Le guste o no a Nuno. Le guste o no a Lim.

Es posible que al portugués aún le queden un par de balas en la recámara antes de ser sentenciado definitivamente por Mestalla. Las victorias suelen ser bálsamos que curan muchos males. Ahora bien, no puede tardar mucho en reaccionar, e incluso así, difícil será que el amor surja de nuevo.

 

Lobopajaro-twitter 

Mal color tiene el enfermo. Las cosas se complican para el VCF tras el 2º empate en 2 partidos de Liga en Mestalla, amén de la dolorosa derrota ante el Zenit del miércoles pasado. Algo pasa, el equipo no carbura, no define, ni tan solo convence aun ganando la posesión del balón. Antes el Betis ha sido más de lo mismo. En la 1ª parte juego plano, sin profundidad, sin ocasiones, y solo alguna jugada individual de Feghouli ha puesto el ‘ay’. La 2ª, tras la expulsión de Ceballos, ha sido de acoso y derribo, pero solo en apariencia, porque el Betis se ha defendido casi sin agobios ante un ataque local inoperante. Me ha parecido más un partido de balonmano que de fútbol, con todo el VCF al borde del área rival pasándose la bola de un lado a otro sin encontrar la forma de meterle mano a Adán, un remedo de aquél famoso limpiaparabrisas de Marcelinho Carioca.

Aunque habrá teorías para todos los gustos no creo que nadie sepa exactamente si es un problema de preparación física, déficit táctico, mala elección de jugadores o que simplemente nos han cogido el truco y ya saben cómo pararnos. Quizá sea un poco de todo. Lo cierto es que dos equipos recién ascendidos nos han amargado el comienzo de Liga, y el ambiente comienza a ser de funeral. El #nunismo toca fondo, y hasta se han escuchado los primeros cánticos, casi unánimes, contra el entrenador portugués, más debido a la frustración por el resultado que a otras consideraciones que solo son el caldo de cultivo. Porque por mucho que suene a manido argumento, es cierto que si la bola decide entrar, sea como sea, estaríamos celebrando la victoria y pocos se plantearían que el VCF no juega a nada, no hay calidad, ni ideas, ni carácter ni recursos tácticos, nada de nada. Una pobreza de juego alarmante en la 2ª temporada de un entrenador que, teóricamente, debía haber conseguido ya que el equipo jugara de cabeza, sobre todo teniendo en cuenta que no hemos fichado titulares y las incorporaciones apenas juegan.

No quiero personalizar en Parejo, Barragán o Rodrigo por esta vez, pero si me he fijado en Alcácer. El de Torrent es un gran delantero finalizador, pero algo le pasa, no encuentra desmarques, no está nunca donde le puede llegar el balón, en general lo veo muy perdido, corriendo como pollo sin cabeza y muy lejos de ser resolutivo. Para mi ejemplifica el síntoma de este VCF tan decepcionante.

Esto se pone feo. Las 3 primeras plazas UCL parecen adjudicadas, y el VCF tendrá que luchar de nuevo por la 4ª contra un buen puñado de equipos. Y si bien la temporada pasada sonó la flauta, todo parece indicar que esta va a ser más difícil, mucho más difícil. O el barco endereza el rumbo rápido, o los nervios van a ir a más. Yo, desde luego, espero no saber hasta dónde llega la sangre fría oriental de Lim.

 

Toni Calatravapajaro-twitter

No merece la pena hablar mucho del partido, simplemente por soslayar la cadena de errores cometidos antes y durante el partido. Mejor obviar los absurdos descartes en la convocatoria y el penoso espectáculo sobre el césped. Hablemos de Nuno.

Apenas terminado septiembre, tras cuatro partidos jugados y con seis puntos en la clasificación, Mestalla clama contra el portugués. Viendo como viene la prensa escrita hoy domingo e imaginando los noticieros televisivos del mediodía, se puede afirmar que la leyenda continúa, la tribu de Mestalla protesta, de nuevo, contra su entrenador.

Cómo hemos llegado hasta aquí es sencillo de explicar, desde la salida de Salvo-Rufete se inició una cuenta atrás para Nuno, repudiado y sentenciado por una buena parte de la afición por propiciar dicha situación. Si le añades a la salsa una política de fichajes errónea (niguna mejora en el once), y falta de liderazgo en la dirección del Club, tienes La Tormenta Perfecta: un entrenador sólo, sin apoyos mediáticos ni escudo protector en los despachos. Un propietario sin voz ni mensajero, poco ayuda en estas situaciones.

Pedir sensatez y paciencia a una afición que nunca ha tenido esas virtudes es razonable, pero carente de utilidad. Mestalla es como es, Nuno tiene pocas posibilidades de recuperar el crédito.

Aparte de mejorar los resultados, ayudaría el nombramiento de un portavoz o presidente honorario -o como lo quieran llamar-, con credibilidad ante el valencianismo que, con un discurso sólido, le diera un nuevo relato a este etapa post-Salvo. Hay una crisis de liderazgo, paralela a los resultados deportivos, que tampoco beneficia al Club.

 

ARIAS4EVERpajaro-twitter

Para análisis tácticos y demás supuestos, en las ventanillas de enfrente. Los compis los hacen estupendamente. A mi no me alcanza ( ya lo avisé), y hoy menos .

Del partido de ayer no salvo (perdón), a nadie; todos los que saltaron al campo son culpables.  No voy a perder un puto segundo en defender, justificar o apoyar a ninguno de los jugadores. Me da igual si el entrenador se equivoca en el once, en los cambios, en el planteamiento o en las comparecencias postpartido.  No puedes empatar un partido  en Mestalla contra un recién ascendido que juega con 10 prácticamente toda la 2ª parte. PUNTO.

Sabemos el caldo de cultivo donde se va cociendo el VCF ; rescoldos de la venta, marcha de Salvo&Rufo, fichajes discutidos, etc., etc. Me da lo  mismo; al Betis se le gana como sea .

No voy a negar que  lo que se ve en el campo es reflejo de dirigentes, planificaciones, entrenadores, trabajo semanal y bla, bla,bla. Pero como balance con cierta perspectiva y tiempo. Lo de ayer  tarde  no puede justificarse obviando a los que saltaron al césped.  Ese partido lo ganas si quieres ganarlo.

Y hasta aquí. No tengo ganas de más . Ahhhhh, ¡¡ojo¡¡…son 11 cabrones, pero son mis 11 cabrones  No nos confundamos.

 

 Mario Selmapajaro-twitter

Veníamos tocados de una dolorosa derrota en el estreno Champions, con una preocupante dinámica descendente en cuanto a juego y efectividad (ver tabla) y un ambiente tenso y enrarecido. La única manera de voltearlo era cuajar un gran partido ante un rival asequible en casa y empezar a sellar las primeras fisuras de un equipo que ha ido dejando impronta involutiva desde pretemporada -esa fase donde hacer valoraciones puntuales te convertía directamente en profano perdido-.

En cuanto al encuentro, más de lo mismo, ergo falta de fluidez, presión, velocidad e ideas arriba -llegar se llega, pero hay apagón general-, lo que irremediablemente se traduce en un equipo lento, ramplón y laxo, haciéndote previsible y fácil de defender, entrando en escena los comodines de la individualidad o la estrategia/jugada ensayada. En el primero solo salvamos algún fogonazo de un Feghouli entonado, de un impetuoso Bakkali o del siempre diferencial André, que aun estando en su particular pretemporada ya es capaz de generar superioridades por su carril central. Y en el segundo la carencia de la pizarra es tal que no se ha conseguido encontrar soluciones ante distintos escenarios futbolísticos, amén que cuesta recordar haber sacado petróleo a balón parado. Si a ello restamos el enorme aporte anotador de la segunda línea y los centrales de la temporada pasada, queda en cueros el baluarte resultadista y asoma una preocupante falta de pegada. Lo cierto es que los homólogos de Nuno han tomado nota en sus libretos y ceden terreno aposta para que encarnemos el rol protagonista, circunstancia que no estamos sabiendo aprovechar y dando la sensación que nos queda grande al no dibujar alternativa eficaz. En realidad la concepción futbolística de Nuno es exactamente la misma desde que vino, el cambio está en la ejecución, a la hora de materializarla. Y ahí es donde se están resquebrajando los cimientos de un equipo sólido, solidario y milimétrico con su plan. Este es el Valencia de los 77 puntos cuando se desajusta y la pizca de suerte necesaria te da la espalda.

Se abrió la caja de Pandora un 19 de septiembre, ensanchando el apodo y para regocijo ajeno. En la jornada 4, a una sola victoria del Atlético y con toda la Champions por delante. Respeto máximo a los que entonaron el inhóspito estribillo, aunque no lo comparta por la sencilla razón que no hemos dejado siquiera que el barco colisione contra el iceberg. Una cosa es el palo preventivo en formato silbido, y otra la frase lapidaria por antonomasia en Mestalla al unísono. La falla se plantó el pasado junio -calando hondo-, muchos se prendían encima y ahora se llega al clima irrespirable entre las masas de «hagas lo que hagas te quiero fuera de aquí, y a cada oportunidad que me den se lo iré recordando al mundo». Desistiendo entrar, por mero hartazgo, en la concatenación de sucesos que pusieron la primera piedra de un edificio construido a base de deudas pendientes, guerras de poder y personalismos de bajos fondos, ahora esos mismos no deberían fingir extrañeza inopinada cuando ven desprenderse la cornisa, dejando el camino intransitable. Todos somos igual de valencianistas, pero algunos más fariseos que otros. Y a lo hecho, pecho, valientes cobardes.

 

 

 

La fotografía que ilustra el artículo es propiedad de @valenciacf

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