Sergi Calvo
Recuerdo, no una sino varias, victorias del Barcelona en tiempo de descuento o incluso fuera de tiempo. No recuerdo ahora mismo ninguna del Valencia.
Recuerdo una tarjeta amarilla a uno de los nuestros por demorarse en el saque de banda unos segundos. No recuerdo ninguna tarjeta a los jugadores del Barcelona por esto mismo.
Recuerdo varias tarjetas a los nuestros por protestas, en ocasiones leves, pero protestas según el reglamento y también recuerdo tarjetas a los nuestros por recibir empujones y agresiones… sí, he escrito “recibir”. No recuerdo tarjetas por protestas ni penalización en forma de roja, como marca el reglamento a los jugadores rivales.
Recuerdo revisiones de VAR para roja directa, incluso habiendo sido ya amonestada por el árbitro, rojas directas que fueron después sancionadas por el comité de manera “ejemplarizante” (Ya saben, aquello de “Este año nos vamos a poner muy duros con estas acciones). No recuerdo revisiones en VAR para rojas directas en enfrentamientos contra el Barcelona, pese a recordar, esto sí lo recuerdo bien, alguna entrada rozando lo criminal.
Recuerdo arbitrajes sibilinos, y me remonto a hace unos minutos. Con el VAR ya no se pueden hacer las de Soriano Aladrén, ahora la carga se introduce en las jugadas que no van a salir por la televisión. No recuerdo contra estos equipos ningún arbitraje exasperante a favor.
Es la historia de siempre… ¿hablamos del partido? ¿Para qué? Es como el combate final de Gladiator, se lucha en inferioridad de condiciones, con reglamento y normas diferentes…. Todo para el espectáculo.
Y el romanticismo de buscar siempre la heroica, sinceramente ya cansa.
Recuerdo imágenes de aficionados, en la puerta de otros estadios, teniendo que entregar las camisetas de sus equipos por cuestiones de seguridad. No necesito recordar, porque ha sucedido hace escasamente minutos, el estar en Mestalla rodeado de camisetas del equipo rival, vestidas por aficionados que ensucian el escudo que llevan en el pecho con su actitud y pueden encender la mecha de problemas graves de seguridad. Sin embargo hay que quitarle la camiseta a un niño de diez años en su visita a otro estadio… protocolos.
Lo mejor es que YA hemos jugado partido contra el Barça, nos quedan pocos trámites esta temporada ya para aguantar todas estas cosas.
Los nuestros intentaron defender el escudo con dignidad, ni un reproche. Vendrán resultados y tiempos mejores.
Miren: recuerdo el Mundial de 1982. Y más ahora que las administraciones parecen empeñadas en repetir aquel evento. La federación y esas mismas administraciones obligaron al Valencia y a otros clubes (Pero al Valencia especialmente por ser sede de la selección española) a una serie de carísimas reformas en el viejo Luis Casanova. El compromiso hacía referencias a cuantiosas ayudas para acometer el astronómico coste de aquellas reformas. El Valencia descendía tres años después ahogado en deudas letales… ¿adivinan cuales fueron los únicos clubes que recibieron esas cuantiosas ayudas?
Yo sí que lo recuerdo.
Drakul
A ver, que el Barça te domine y te gane en el último minuto no es ningún drama. Han gastado lo que tienen y lo que tendrán en tener un equipo mejor que el nuestro. Vale. Pero el partido de hoy es el resumen de todo lo que estamos viviendo en el Valencia desde que está Rubiales en la Federación:
El mismo árbitro que expulsó a Cömert hoy no ve la expulsión de Marcos Alonso.
¿Se acuerda de que a Lino le sacaron nada menos que una segunda amarilla por tirarse? Hoy Gavi se tira escandalosamente a la piscina y ni siqueira sacan amarilla.
¿Qué tal el gol anulado a Yunus contra el Atleti por falta en la recuperación? Pues hoy, pese a la clarísima falta de Pique a Marcos André en la recuperación del gol del Barça ni se revisa.
Que sí, que estábamos cogidos con pinzas, que la sanción de Yunus se ha sumado a la lesión de Illaix en el mismo partido en que Nico no podía jugar por razones contractuales. Que sí, que somos unos desgraciados que se lesiona Cavani y que su sustituto comete unas innecesarias manos que nos evitan ponernos por delante. Pero es que siempre jugamos contra todo y sí, en ese contra todo están también incluidos los árbitros que nos manda Rubiales todas las jornadas.
Peris
En la prèvia, no era fàcil. I més, vivint l’orgull de la tornada a casa de Villa, tancant qualsevol debat absurd i ficant-nos la pell de gallina a la seua eixida. A Bilardo no li agraden estes coses abans dels partits. Poden desconcentrar, diu. No era fàcil, amb un centre del camp sense actors principals on tocava córrer més. I el 7 actual, referent ja, deixa el camp abans d’hora. Un poc menys fàcil encara. Calia córrer i esperar el moment. Es va tindre, amb André provocant targetes, alguna potser d’altre color, el remat de Gabriel a l’eixida d’un córner i Lino amb el gol anul·lat, ja en la segona part. Semblava que els baixons de les segones parts s’havien superat, malgrat els gestos de cansanci físic. L’eixida de Ferran va calfar l’ambient al que va ajudar també el jugador amb els gestos i participant en algun enfrontament. Quan l’empat semblava un bon botí, un vell rocker del gol va ficar la puntilla, celebrada amb eufòria per la banqueta visitant.
No era fàcil. I, com sempre, no queda altra que seguir. Este equip s’està coent a foc lent. Com un bon putxero valencià. No és el millor escenari per a un club com el Valencia CF. Però és el que ens toca viure ara