Otro viejo conocido vista Mestalla en el banquillo rival, Quique Sánchez Flores, esta vez comandando a un Sevilla con los mismos problemas que tuvimos nosotros el año pasado. Y lo hace apostando por el 4-4-2 “cerrado” que le ha hecho sacar 7 de 9 puntos posibles. Posiblemente nos visita en su mejor momento de la temporada.
Baraja también apuesta con el 4-4-2, esta vez con Canós por la izquierda y Yaremchuk de punta, con la “necesidad” de puntuar para despejar dudas de cara al próximo partido en Granada, tras la derrota de la semana pasada en Las Palmas en los minutos finales.
Y empezó el partido el Valencia CF en tromba, atacando por la derecha con Foulquier y por la izquierda con Canós y Gayà. Tanto es así que en el min 20, Yaremchuk dispuso de la mejor ocasión del partido al rematar en semifallo un centro de Gayà que el meta sevillista se encargó de sacar bajo palos. Ya en el min. 40, otro centro de Gayà fue despejado por la defensa andaluza y acabó a los pies de Foulquier que, cuando iba a disparar, fue derribado por Isaac. Todo Mestalla pidió penalti, pero el árbitro se desentendió de la jugada. Y así marchamos al descanso con 0-0.
La segunda parte demostró la solidez defensiva de nuestra pareja de centrales, tanto Diakhaby como Mosquera no dieron opción a los delanteros a marcharse de ellos, y a la vez volvió a poner de manifiesto nuestra falta de acierto de cara a gol. Se convirtió en una partida de ajedrez en donde los dos técnicos sólo cambiaban piezas con los banquillos, eso sí, el Sevilla varió a 5-3-2 para defender el punto que les sabe a victoria en la situación por la que atraviesan. 0-0 al final.
Reparto de puntos en una partida de ajedrez táctica en donde, tanto Quique como Baraja, no quisieron ceder ni un milímetro sus planteamientos, queriendo asegurar el punto que les permita sumar en busca de cotas más altas.
En los tres últimos partidos tenemos una victoria, Almería, una derrota, Las Palmas, y un empate, Sevilla, el próximo partido ante el Granada servirá para ver la tendencia de este equipo.
De vegades, quan no es pot guanyar, el millor és no perdre. Sembla fàcil i obvi, encara que no ho és. Un Valencia CF que no cal oblidar està en construcció i formació va fer un partit molt correcte davant un Sevilla FC que no cal oblidar va iniciar la temporada sent equip de Champions. De fet, si el penal clar a Foulquier s’arriba a pitar, probablement estariem parlant d’altre desenllaç. Un partit molt correcte el plantejat per Baraja que va fer que els sevillistes no crearen quasi gens de perill, ben tapats per un entramat defensiu coral, amb Pepelu i Guillamón de controladors totals.
El pròxim partit a Granada pot certificar la permanència quasi matemàtica i poder permetre mirar amb els dos ulls altres objectius, alliberats de la tensió. I, després, ja saben, Falles i futbol. Amb tot el que això significa per a la ciutat.
EL TERCER TIEMPO
Las notas de Korvin
Mamardashvili: Las pocas veces que tuvo que intervenir, lo hizo bien. Un 6.
Foulquier: Está de dulce, otro partidazo. Un 7,5.
Gayà: Puso el balón de gol a Yaremchuk. Un 7.
Mosquera: Es un escándalo. Un 8.
Diakhaby: Gran partido. Un 7,5.
Pepelu: En su línea. Un 7.
Guillamón: Bastante mejor que contra Las Palmas. Un 6.
Fran Pérez: De nuevo muy desacertado. Un 4,5.
Canós: Su vuelta a la titularidad es muy buena noticia. Un 6,5.
Hugo Duro: No estuvo fino. Un 5,5.
Yaremchuk: Entiendo las críticas porque un delantero está para meterlas. Dicho esto, me quedo con que ha tenido dos ocasiones y ambas son fruto de muy buenos desmarques. Correcto en la asociación. Un 6.
Peter Federico: Le faltó 10 centímetros para meter un gran gol, y aún habiéndolo metido, diría lo mismo: este chico está muy verde. Un 4,5.
Jesús Vázquez: Intrascendente. Un 4,5.
Javi Guerra: Debe volver a su mejor versión, lo necesitamos y mucho. Un 4,5.
Alberto Marí: Un día más, no tocó bola. Un 4.