VCF 2 – ECF 2 | Tropezón inesperado El doblete de Cavani no fue suficiente. Así lo vimos

Jomi Lavarías

Nada hacía presagiar, vista cómo se desarrolló la primera parte, que el partido acabara en una tremenda decepción, dejando escapar dos puntos ante un rival de la parte de abajo de la tabla.

En la primera mitad el Valencia fue muy superior al Elche. Practicando un fútbol alegre, rápido, vertical, con buen trato de balón, el Valencia arrollaba al Elche. En una jugada aislada, los ilicitanos se encontraban con un penalti a favor que no fue obstáculo para el Valencia que, con mucho ímpetu, siguió buscando la meta contraria y conseguía lo más complicado, voltear el resultado antes del descanso con doblete de Cavani. La falta de puntería nos privó de irnos a vestuarios con una ventaja mayor y quizás con el partido ya resuelto.

Cambiaron las tornas en el segundo tiempo aunque hasta el 60 el Valencia mantuvo la superioridad. Se pasó del 3-1 al 2-2 tras una ocasión clara de Hugo Duro que pudo sentenciar el partido. Y a partir de ahí, tras el 2-2, el Valencia se vino abajo. Desapareció del terreno del juego y bien pudo el Elche llevarse el partido si no hubiera sido por la incontinencia del árbitro que no supo esperar a dar una ley de ventaja que acababa en las mallas valencianistas. De ahí al final se apretó pero más con el corazón que con la cabeza y llegaron las prisas y las imprecisiones.

En definitiva, un empate que sabe a derrota. Un empate de esos de los que recuerdas a final de temporada, puntos que acabas echando de menos ante un rival propicio para haber sumado tres y asomarte a los puestos de arriba.

Amunt 4ever.

Peris

Decepció final pel resultat i gràcies. Ningú pensava a l’hora de berenar, o siga, al descans, que el Valencia CF no anara a sumar de tres i ficar-se en la part alta de la classificació. Però el futbol té estes coses i, malgrat la doble imatge, es pot donar gràcies pel punt aconseguit. Són les coses de tindre una plantilla amb tanta joventut que a la mínima sembla que tot cau com un castell de cartes. Un exemple clar, la jugada de Yunus i Pere Milla, que va sonar prou als mitjans este estiu com a reforç i que després, a la flash interview, va demostrar una empatia i un saber estar que ja agradaria al 90% de la gent que rodeja este esport negoci. Errades que tenen peatge i que si no es trauen ensenyances, no valen per a res. I si cal quedar-se amb coses possitives, Cavani, Almeida i Nico, protagonista mediàtic involuntari de la setmana.

En definitiva, mal gust de boca. La sort, o no, és que dimarts hi ha partit per a canviar el gustet. Encara que no serà fàcil. Però ningú va dir que ho anava a ser.