Carta abierta a Anil Murthy

Señor Murthy, me dirijo a usted ya que en estos momentos creo que es la única persona con relación directa con el señor Peter Lim y que a su vez habla castellano para poder entender todo sin necesidad de traducciones subjetivas e intencionadas de los que le rodean. Dudo de que usted llegue a leer esto, pero en estos momentos creo al menos necesario poner de manifiesto mi opinión sobre lo que acontece en el Valencia Club de Fútbol a día de hoy.

Yo apoyé y pedí la llegada de Peter Lim durante el proceso de venta. Y si el proceso de venta se volviera a repetir en las mismas circunstancias lo volvería a hacer, ya que entre todas las opciones presentadas fue la única (junto a Wanda, antes de que decidiera retirarse del proceso al ser modificadas las condiciones intentando favorecer a Cerberus) que no contaba con gente del pasado, políticos y/o corruptos deseando utilizar el club para beneficio propio. A nivel económico, el señor Lim ha invertido 200 millones de euros en el club, que es algo más de lo que todos los que pretenden hacerse con él de forma gratuita para luego obtener un beneficio propio, han hecho. Pero el hecho de haber realizado una gran inversión económica no significa que tenga carta blanca para poder gestionar el club de una manera tan dañina y hasta tal punto negligente como viene haciendo desde hace varios meses.

Desde que en Julio de 2015 se diera la salida de Amadeo Salvo, Rufete, Ayala y Salvans, el club se encuentra en una deriva institucional, deportiva y social que no se recuerda desde hace mucho, mucho tiempo. Sin entrar a valorar los nombres o capacidad de los antes mencionados, queda claro que desde que el señor Peter Lim decidió apostar por darle plenos poderes al señor Nuno Espiríto Santo junto a Jorge Mendes para controlar el club, todo ha sido una sucesión de decisiones desafortunadas hasta llegar al punto donde nos encontramos hoy. Después de una primera temporada donde se consiguieron 77 puntos y el club acabó entrando en Champions League, Peter Lim consideró que dichos logros se consiguieron por su acierto de elegir al señor Espírito Santo como entrenador, prescindiendo así de Pizzi. Y esa consideración supuso apostar por destruir todo lo que en ese momento existía como estructura de club. El tiempo ha demostrado que dicha decisión no solo fue equivocada en aquel momento sino que ha ido desembocando en el actual caos y desgobierno presente en el club en estos momentos.

Como digo, esto va más allá de nombres. Se trata de la forma de gestionar un club de fútbol. El señor Lim ha demostrado que, si bien económicamente puede tener nociones y conocimientos necesarios para gestionar una empresa, es incapaz de gestionar un club de fútbol por sí mismo. Para poder gestionar un club de fútbol hace falta disponer de personas que sepan cómo funciona y cómo se vive el día a día en un entorno de fútbol. Un club de fútbol no es una empresa más que pueda ser gestionada por gente de números o por personas ajenas. En una empresa cualquiera no hay miles de personas que sufren y viven cada partido o cada gol como parte de ellos, como una forma de vida. Mientras el señor Lim y los que actualmente se encargan del día a día del club sean incapaces de comprender eso, y se siga viendo al Valencia Club de Fútbol como una empresa más que debe ser gestionada desde la frialdad de un despacho sin tener en cuenta el sentimiento y la pasión que lo rodea, será difícil dar pasos hacia adelante.

Yo soy de los que piensa que tanto el señor Lim como los que les rodea quieren realmente que el Valencia Club de Fútbol funcione. No es cuestión de ser valencianista o de pasión por el club. Desde el punto de vista económico es inviable poder obtener un beneficio con lo actualmente invertido sin que el club funcione a todos los niveles. Y en el mundo del fútbol, si un club no funciona a nivel deportivo, el resto importa poco. Por tanto, el señor Lim debe querer que el club funcione si quiere obtener un beneficio o, al menos, no perder lo ya invertido. Pero hasta el momento las decisiones tomadas hacen que sea difícil pensar en que el club funcionará si se sigue decidiendo como se ha hecho hasta ahora.

Señor Murthy, desde su llegada a Valencia parece haber querido conocer las versiones de la gente que rodea al club. Desde empleados de dentro del club, a la prensa que rodea al mismo. Ha querido conocer su punto de vista para intentar realizar los cambios necesarios para que el club funcione. Me parece importante conocer distintos puntos de vista para formar una opinión y en base a ella decidir los cambios a seguir. Pero usted debería tener algo en cuenta. La verdadera opinión real y sin filtros es la de los aficionados, la de la gente que vive y sufre con y por el equipo, y los que no tienen ningún interés personal más allá de poder disfrutar de su equipo. El de alegrarse con las victorias y celebrar los títulos. Ahí reside la verdad de la gente, aquellos que piensan que el escudo está por encima de cualquier nombre o persona, y que lo único que quieren es que se hagan las cosas bien y poder sentirse orgulloso de su club, de su equipo.

En los últimos tiempos se ha comentado que el actual objetivo es el de crear una estructura deportiva fuerte para intentar revertir la situación actual. Me parece una decisión acertada, ya que desde que se disolvió la anteriormente comentada en Julio de 2015, no ha existido algo similar. La decisión de contratar al señor García Pitarch ha sido probada como un error más. Sería importante conocer quién fue la persona que propuso su contratación, algo que ayudaría a hacerse una idea global de lo que puede estar pasando en este club. Pero este club no solo necesita una dirección deportiva para intentar fichar buenos jugadores a un buen precio. Además, obviamente, ha de tener poder de decisión propio y que sus decisiones no tengan que ser vinculadas a una aprobación última del dueño (más allá del presupuesto propuesto). Eso es solo una de las cosas, pero no todo. Lo primero que necesita este club es un núcleo fuerte, con poderes suficientes para ejercer de forma autónoma y no depender del visto bueno del señor Lim en cada decisión a tomar. Y ese núcleo debería estar formado por una persona o personas que entiendan de fútbol y, a poder ser, del Valencia Club de Fútbol. Solo sabiendo y entendiendo todo lo que rodea al deporte y a este club se pueden tomar decisiones acertadas y con la sensibilidad y empatía necesaria hacia el aficionado y la gente que vive este club con pasión. Usted podrá llegar a entender lo que supone y significa este club para la gente algún día, pero esto no sucederá si no se rodea de gente que vive y respira lo que significa este club.

Señor Murthy, debería usted preguntarse si se está dejando aconsejar y considerando cómo válidas las opiniones de ciertas personas. Debería usted preguntarse cómo es posible que gente que criticó, insultó e incluso sugirió que el señor Lim estaba utilizando el club de manera ilícita para enriquecerse, ahora le propongan las soluciones “para que el club funcione”. Debería preguntarse si cierta gente del club que ha sobrevivido a multitud de cambios de presidentes y que ha aconsejado a los mismos son los más adecuados para ser tenidos en cuenta, vista la situación actual a la que todas las decisiones tomadas nos ha llevado. Debería preguntarse si todos esos consejos que usted recibe son por el bien del club y no por el interés propio de los que los dan. Debería preguntarse si realmente la única opinión a ser tenida en cuenta es la de “profesionales” cuyo trabajo y salario depende del Valencia Club de Fútbol de forma directa o indirecta, sin tener en cuenta la de los aficionados. Aficionados que en lugar de vivir económicamente del club o de la información que lo rodea, pagan para poder ver los partidos de su equipo. Debería preguntarse si el verdadero interés de aquellos que le aconsejan es el de mejorar la situación del club o el de contar con gente de su confianza dentro de él para poder contar con información y cierto poder de control del mismo. Debería preguntarse si aquellos que le aconsejan no son los mismos que se reúnen con gente próxima y relacionada directamente con anteriores responsables del club que, en mayor o menor medida, fueron los que propiciaron que el club tuviera que ser vendido al señor Lim. Debería usted preguntarse por qué la opinión de gente con intereses personales y profesionales debería tener más peso que la de aficionados cuyo único objetivo es el de disfrutar con su equipo. Si usted se preguntara todo esto, seguramente llegaría a conclusiones diferentes y entendería lo que realmente está pasando en este club. Quizás entonces empezaría a creer a aquellos que le dicen que no están contentos con la actual marcha de este club, y que se necesitan cambios urgentes. Quizás entonces entendería que decisiones como la de prescindir del señor Kempes van más allá de la no renovación del contrato de un empleado. Quizás entonces empezaría a considerar que para que las cosas funcionen hay que escuchar más a los que sienten y viven POR EL CLUB y no a los que viven DEL CLUB. Quizás entonces volveríamos a sentir orgullosos de nuestro equipo en lugar de sentirnos decepcionados y con pocas esperanzas de que las cosas vayan a mejorar.

Señor Murthy, soy consciente de que usted quizás nunca llegue a leer este escrito y de que, si lo hace, seguramente lo considerará irrelevante y seguirá dando más valor a los consejos de otras personas. No considero que mi opinión sea más válida que la de otros, pero como aficionado de este club desde que tengo uso de razón, considero responsable expresarla. Como alguien que creyó en la llegada de Peter Lim al Valencia Club de Fútbol y que a día de hoy se siente decepcionado y falto de optimismo por lo que está por llegar, considero necesario explicar lo que creo que está mal y lo que hay que cambiar.

Señor Murthy, si usted realmente quiere cambiar este club y quiere encontrar las mejores soluciones, escuche más a la gente de la calle. Quizás no tengan tanto poder o influencia como aquellos que le aconsejan, pero siempre buscarán algo que es clave: el bien del Valencia Club de Fútbol por encima de todo.