Que ha habido (al menos) un error en la planificación de Suso García Pitarch se demuestra viendo los laterales disponibles del Valencia. En la izquierda Gayà, que muchas veces juega con molestias, Siqueira, lesionado crónico, y Lato, prometedor lateral aunque sin experiencia en la élite (por otra parte, la experiencia se coge jugando minutos…). En la derecha Cancelo, con innumerables carencias defensivas a nivel táctico, técnico y de concentración, y Montoya, muy limitado con balón y mediocre defensivamente. Porque Montoya no suma en ataque, Pako ha apostado en estos primeros encuentros en casa con Cancelo de lateral derecho Y SIN AYUDAS, como si la grada pudiera defender, o ganar o perder partidos por sí sola, strictu sensu. Muy joven y anárquico, sería conveniente analizar las cualidades y características, así como sus debilidades, para sacar el máximo provecho a un futbolista que tiene un talento indudable, pero que está más verde que cualquiera de los futbolistas subidos este año del filial. Tras lo visto, está claro que Pako no ha hecho los deberes con Joao. A día de hoy, la demarcación ideal del portugués es la de volante de ida y vuelta, es decir, en un 4-3-3 jugaría como el interior más retrasado, mientras en un 4-4-2 lo haría escorado a banda. En un dibujo con defensa de 5 podría actuar tanto de carrilero como en el centro del campo. Porque Cancelo tiene un físico portentoso, tanto a nivel aeróbico como anaeróbico es destacado: es decir, tiene la capacidad para hacer sprints y a su vez para hacer un ida y vuelta (box-to-box) constante, otra cosa es la voluntad y la inteligencia. La voluntad es a priori lo más sencillo de solventar, porque el luso es un futbolista que NECESITA DIVERTIRSE para dar todo y ofrecer un rendimiento acorde a su calidad; de hecho sus mejores minutos en el conjunto che han coincido con los mejores minutos del equipo en este último año. La lástima es que sólo hayan sido destellos. A mi juicio, gran parte de responsabilidad corresponde a su entrenador, que como en el caso de Paco Alcácer, se muestra incapaz de potenciar sus atributos, y no hace si no mostrarse como un ser obtuso y cerrado, anteponiendo “su sistema” a todo y a todos. Volviendo a Cancelo, no cabe duda que técnicamente es brillante (aunque debe mejorar la precisión de algunos de sus pases, especialmente los centros al área) y que aunque en ocasiones abusa de la acción individual también se asocia de maravilla. En el rol de volante se potenciaría lo comentado, con más posibilidades y compañeros para asociarse. Además, en general, no hace falta ser superlativo tácticamente si lo sabes suplir con físico y esfuerzo, y es a su vez es la demarcación ideal para aprehender tácticamente (mejora táctica significa menos esfuerzo físico defensivo) de qué va este juego. Un error táctico defensivo de un volante no tiene por qué suponer una oportunidad clara de gol, ejerciendo de lateral el peligro es mayor.

Sin embargo, incluso podría rendir de lateral con la estrategia adecuada: es decir, libertad ofensiva y coberturas y/o ayudas defensivas constantes, para ello el papel ofensivo del lateral de nuevo tendría que ser potenciado. Echando la vista unos años atrás, los mejores años de Daniel Alves fueron en el Sevilla de Juande Ramos y se produjeron en gran parte gracias a la “variante Poulsen”: Alves podía hacer prácticamente lo que se le antojara en ataque porque el mediocentro Poulsen ocupaba la demarcación de lateral derecho con el brasileño arriba; cobertura in extenso. Así en caso de pérdida y contraataque por parte del rival, el carril derecho no era débil. Otra opción, compatible, para minimizar los errores defensivos de Cancelo es el empleo de un “extremo defensivo”, como el denostado Piatti. Precisamente el mejor rendimiento de Gayà se dio acompañado del argentino, porque es un jugador que si se lo pide el entrenador defiende hasta la frontal del área, hace coberturas e incluso puede permutar posición con el lateral que ha subido; por lo tanto, no es tan sencillo que el lateral defensivamente débil reciba muchos 2×1, y a su vez le “empuja” a realizar una mejor labor táctica.

El anarquista Cancelo sí, pero con condiciones.

Foto: Christof Koepsel/Getty Images Europe (Zimbio)

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