Peris

Un punt que sap a recuperació. L’equip, on probablement menys s’esperava que demostrara personalitat, va presentar les credencials que tot aficionat del Valencia CF vol. No va perdre en cap moment la cara al partit i només la determinació de Messi va impedir que els tres punts sumaren per als de Marcelino. En altres circumstàncies i davant altre rival potser es parlaria de no traure el 100% dels punts. Però este Barça de Messi t’exigeix no tindre cap error perquè al mínim forat te la lia el de Rosario. Els jugadors semblen altres. Més dinàmics, més ràpids, més enxufats. Tant bo dure fins a final de temporada i l’afició puga fer èxode finalístic. Ara, la Copa. A dos partit de la il·lusió. Quasi res, qui ens ho anava a dir.


 

Sergi Calvo

“Muy buen partido del Valencia”… así comenzarán la gran mayoría de las crónicas referentes al duelo de hoy en el Nou Camp y acertarán, pues es una más que correcta afirmación.

El Valencia tiró, en realidad, de manual: Esperar atrás y salir a la contra. Es lo que los de Marcelino mejor saben hacer (incluso en casa); este equipo es letal con velocidad arriba, es ahí donde encuentra su identidad y rendimiento.

Pero el manual no es suficiente, para puntuar en el Nou Camp: es necesario acierto y, en la primera parte, el Valencia lo tuvo. Rodrigo parece, por fin, haber salido de las sombras y hoy completó otro encuentro sensacional en Barcelona. Cheryshev es el mejor Cheryshev de la temporada: desespera en su ritmo siempre constante pero cuando ese ritmo y el partido combinan, siempre aporta y suma. Y Kevin Gameiro sigue corriendo, con el añadido de que cada vez lo hace mejor. Tres jugadores muy cuestionados en la primera vuelta y que sin embargo, están empezando a concretar y sumar de veras arriba.

Muy serio también el equipo atrás, sin concesiones, con los únicos puntos débiles de un bisoño Lato y un muy gris Coquelin. Parejo se erigió en el dominador del centro del campo gran parte del partido y el Valencia dio en todo momento, la sensación de tener muy claro a qué juega y, sobre todo, y repito, con acierto.

En la segunda parte el Valencia se vio obligado por las circunstancias a replegar líneas y aguantar el chaparrón de Messi. Sin embargo, bien sea por el riesgo de sobrecarga del argentino o por el buen trabajo defensivo de los de Marcelino, el Valencia no solo frenó la hemorragia (bueno, no la de Piqué) tras el empate sino que incluso estiró líneas en el último cuarto buscando un susto que podría haber sido letal para los de Valverde.

Muy buenos minutos de Kongdobia. Vendrá muy bien en centroafricano en este sobrecargado tramo de partidos.

Un empate que es merecido y justo y que deja un buen sabor de boca. Todo parece indicar que el Valencia ha entrado, por fin, en dinámica positiva. Aún queda tiempo, ojalá estas buenas sensaciones se prolonguen el máximo tiempo posible.

Pd. Neto. Extraordinario. Siempre se dirá poco.


 

Hoeman

Empate justo a tenor de los méritos del Valencia y de Messi, que volvió a aparecer para salvar al Barcelona. Aun así, da la sensación de que el Valencia podría haber logrado la victoria. El Barcelona como es habitual, excesivo en la posesión (aunque durante tramos de 10-20 minutos el Valencia le ganó en esta batalla), con poca profundidad excepto por la llegada de los laterales y los centros envenenados (un par de palos). El Valencia a la contra fue mortífero, e incluso Rodrigo las tuvo para sentenciar. Rodrigo que volvió a brillar, su pase para el primer gol de Gamiero (¡qué mala suerte, cuando mejor está, como contra el Getafe, se lesiona!) fue excelso, dio oxígeno al equipo ejerciendo de tercer centrocampista y mejorando las opciones ofensivas de los che. Soberbio partido de Parejo, ejerciendo ahora sí de todocampista: recuperando, presionando, distribuyendo, llegando, etc. Creo que hubo (al menos) un par de momentos claves en el devenir del encuentro: la lesión de Gameiro afectó mucho al juego del Valencia, su sustituto Ferran estuvo apagado. La entrada de Kondogbia volvió a dar unos minutos de dominio al Valencia, hoy Coquelin por debajo de su nivel habitual. Su recuperación y la presumible de Guedes, más la puesta a tono de Parejo y Rodrigo, invitan a soñar. Con los pies en el suelo. (PS. Lato, pese a los errores, no hizo mal partido, e incluso tuvo varias acciones salvadoras (evitó y posteriormente tapó un remate a bocajarro de Suárez; cortó una contra peligrosísima del Barcelona). ¡Y partidazo de Neto, que se me olvidaba!).


 

jamacuco

Buen partido del VCF. El empate, en este caso, nos sabe bien. Con un pelín más de suerte, o con el equipo titular completo sobre el césped, incluso nos hubiéramos llevado los tres puntos.

La metamorfosis cuasi kafkiana del equipo es toda una evidencia. Y si queremos personalizarlo, lo podríamos hacer en las figuras de Parejo y de Rodrigo. Durante cuatro meses se han arrastrado, sin dar una a derechas. Pero llevan un inicio de año brutal, al más alto nivel. Neto, Gabriel o Garay han estado como siempre, imperiales. Hasta Wass, Piccini, Cheryshev o Gameiro están en el momento más dulce de la temporada. Ojalá puedan aguantar este nivel de intensidad y juego, añadiéndoles dos baluartes como Kondogbia (buenos minutos hoy) y Guedes.

El VCF salió al Camp Nou con las ideas muy claras. Desde el primer instante la intención era la presión sobre los infinitos pases de los jugadores del Barça y salir rápido a la meta contraria. Ya en el minuto 3 el VCF pudo adelantarse tras combinar un gran contrataque que acabó con parada espectacular a tiro de Parejo y posterior poste al rechace de Cheryshev. La carta de presentación estaba encima de la mesa.

El primer gol del VCF surge de un robo de Parejo y una cabalgada espectacular de Rodrigo, que corrió todo el Nou Camp conduciendo el balón y superando la presión de varios jugadores para finalmente meter un pase al hueco para Gameiro. Mel de romer.

El segundo vino tras un claro penalty a Wass, al que le iba centrada la pelota, en otra jugada al contraataque. Parejo, 0-2 y el Barça temblando. Desgraciadamente una infantil falta de Lato en el área supuso el penalty en contra que supuso el recorte en el marcador antes del descanso.

La segunda parte empezó oscura para el VCF. Demasiado atrás, un poco laxo en defensa y excesivamente timorato. Apenas podíamos salir de la cueva. El acoso del Barça hacia previsible el empate. Y paradojas de la vida, tras el único ataque del VCF en la segunda parte que pudo cerrar el partido, la jugada posterior ocurrió lo prácticamente ineludible: gol del de siempre desde la frontal, superando un bosque de piernas, colocadita al palo y tras un inadecuado despeje de Lato. El chaval de la Pobla de Vallbona es todo corazón, valencianismo en vena, ganas e ilusión, pero quizás le falte algo más para poder jugar de forma continuada. Una cesión próximamente le podría venir de perlas y poder calibrar más justamente sus posibilidades al más alto nivel.

El VCF no se amilanó en los últimos minutos. Incluso pudo volver a marcar otra vez. Messi, ligeramente tocado en sus isquios, desapareció y eso, hoy por hoy, es la muerte futbolística en el Barça. Empate final sin agobios.

Ahora toca reafirmar esta gran mejoría mostrada por el equipo en los dos próximos partidos de liga en casa y en la anhelada semifinal ante el Betis.

Amunt.


 

Lobo

Antes del partido no tenía ninguna esperanza de sacar algo positivo del Camp Nou, mis compañeros de Café Mestalla lo pueden atestiguar. Así que debería estar muy contento. Y lo estoy. Creo. Pero bajo la pátina de alegría y sensatez subyace un sentimiento, otra vez, de oportunidad perdida. Es algo habitual cuando enfrentamos a los más poderosos. El VCF lucha de tú a tú, lo intenta con ganas, lo tiene ahí, a punto de caramelo, pero al final la miel en los labios. En fin, no sé, es solo una sensación quiza injusta o excesivamente exigente. El caso es que los nuestros han hecho un partidazo ante el todopoderoso FCB. Una primera parte excelsa en la que hemos podido hundirles en la miseria y dejarlo todo muy resuelto. No ha sido así, porque dos goles ante un equipo que tiene a Messi son renta corta.

El FCB ya sabemos a qué juega. Simplificando, su poderío les permite tener a los jugadores con más calidad del planeta, que además saben tener la humildad de trabajar como perros. Y su fútbol es sencillo a más no poder, a saber, un rondo continuo fiando todo a la inspiración de sus cracks, muy especialmente el argentino, que cuando la pierden presionan como animales para robar el balón y volver a la carga. Es así de sencillo. No creo que el entrenador haga nada de verdad muy inteligente ni muy táctico, solo dejarles jugar como les dé la gana mientras la tienen, que es casi todo el tiempo, y convencerles para trabajar como posesos cuando la pierden, lo que pasa solo de vez en cuando. Ante eso el VCF tiró de solidez, también mucho esfuerzo, calidad e inteligencia, hoy sí, y una velocidad endiablada cuando pudieron salir al contragolpe. Fue tan bueno el trabajo qur ninguna estrela del FCB brilló especialmente, todos estuvieron grises. Todos, no, claro. Ese portento que es Messi se bastó para crear los únicos problemas y empatar el partido. Sin él les ganamos fácil. Pero bueno. Buen punto en un campo en que lo normall es salir trasquilado, que le pregunten al bobo de Machín, y tras la derrota del Sevilla a solo, solo, 6 puntos de la UCL, y con 2 partidos en casa que hay que ganar sí o sí para seguir la ascensión.

Lo cierto es que si las dudas son un enemigo temible, la confianza es un aliado poderosísimo. Y ahora mismo el VCF está a tope de confianza y seguridad en sí mismos. La dinámica por fin se ha dado la vuelta, y ya solo podemos ir haca arriba. Vamos pues!


 

 

Ilustración del artículo vía valenciacf.com

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