Jomi Lavarías
La vida (no) sigue igual. Podría parecerse este verano al pasado, pero no todo es igual. Cierto es que solo ha venido un refuerzo, Alderete, porque nos empeñamos en ignorar a Mamardashvili como refuerzo de la primera plantilla, pero todo parece indicar que quitarle la titularidad va a costar un mundo a los Cillesen y compañía. Pero el gran refuerzo, sin duda, es el del técnico. En cinco semanas el equipo tiene otra cara, otra actitud, es pura intensidad, la misma que él demuestra en la banda.
Que a los 30 segundos (otro récord para el VCF) te quedes con un hombre menos desarma a cualquiera. Durante 80 minutos hemos jugado con un hombre menos, todos los planes iniciales a la la basura. Pues bien, el equipo, con lucha, garra y coraje ha minimizado esa pérdida, siendo capaz de sobreponerse y en una lección de solidaridad entre compañeros ha conseguido aguantar el 1-0 logrado por el medallista Soler, que ha lanzado un penalti de 10.
Hemos tenido suerte, claro que sí, pero la suerte se busca y se consigue. Nada que reprochar en absoluto a todos los que han defendido hoy el escudo del Valencia.
Tres puntazos.
Amunt.
Mestalla1923
Por la tarde, antes de salir para Mestalla, en casa me preguntaban si “tenía ganas de volver al fútbol”. Necesité apenas un segundo para contestar afirmativamente, desde 1986 que soy socio de manera continuada, jamás había tenido que soportar una ausencia mayor de los habituales dos meses entre el final de liga y el inicio de temporada siguiente. Una parada de año y medio ha sido mucho tiempo, y aunque el ambiente previo en los aledaños de Mestalla era soso -para lo que es habitual-, al salir desde al vomitorio a la grada la sensación por dentro fue de alegría y emoción.
En el verde, la puesta en escena de este nuevo Valencia fue totalmente opuesta al equipo del que hace unos meses renegábamos; aquellos jugadores blandengues y sin capacidad de competir, que deseábamos, en muchos casos, no volver con el murciélago en el pecho, se tornaron un bloque sólido y aguerrido, capaz de hacer 25 faltas y complicar la existencia a un rival que se llevo un premio excesivo con la expulsión de Guillamón (para mi juego peligroso, pero no hay violencia, ni agrede al rival, ni hay riesgo de lesionarlo), que pagó su inexperiencia con una roja rearbitrada por el VAR.
El desarrollo del partido quedó condicionado por la inferioridad numérica del Valencia, que ajustó piezas y se posicionó con solidez y defendiendo muy encima del rival en cada jugada; especialmente después del gol de Soler -culminando otra jugada rearbitrada por el VAR- sin apenas espacios y situaciones de peligro, salvo las faltas al borde de área que Gil Manzano concedió hasta en cuatro ocasiones en la primera parte.
El segundo tiempo fue muy diferente, con un Getafe más agresivo arriba y con más jugadores de ataque, puso en aprietos a un Valencia siempre solidario, con un bloque en el que destacaría a Maxi que, con su estilo bronco y competitivo consiguió sacar del partido a Cavaco (doble amarilla) y generar segundo jugadas para el equipo, la pareja de centrales Gabriel-Alderete, sin fallos y con una determinación total de alejar el peligro rápido y sin florituras, y al joven portero Mamardashvili, ese boleto de lotería que le ha tocado al equipo casi sin pretenderlo; un auténtico diamante que aúna las cualidades de los grandes porteros: colocación, seguridad, dominio aéreo, rapidez bajo palos. Incluso consiguió marcar el ritmo del partido que interesaba con sus saques, estirando el tiempo y sin llevarse tarjeta.
Un solo partido es poco para evaluar el trabajo de Bordalás, pero de lo que era el Valencia hace tres meses, a lo que se adivina puede ser este año; hay una distancia sideral. Se está hablando mucho de recuperar el “ADN Valencia”, por el que suspiramos la mayoría de los valencianistas; todo parece indicar que hemos encontrado al entrenador más preparado para dar continuidad al estilo de los Espárrago, Ranieri, Cúper, Benitez y Marcelino: el Puto Valencia, ese equipo duro e incómodo que nunca debimos dejar de ser, y al que siempre hay que mirar en los tiempos difíciles.
Sergi Calvo
El Valencia!!!
Volvió el fútbol a Mestalla, con algo más de sabor que el experimento contra el Eibar y la verdad es que la canícula estival y los focos sobre el verde fueron el escenario de una noche que deja, para el futuro, más de una luz de esperanza.
Gente, gentecilla… ambiente y ganas de fútbol ganas de ilusionarse y los de Bordalás parecen empeñados en dar ese necesario paso al frente en intensidad y trabajo para ello.
El partido tuvo varios aspectos que dejo a mis compañeros cafemestalleros su desarrollo, sólo diré un elemento:
Sector 30 cubierto, se escuchan los gritos y las órdenes de Bordalás. Intensidad y sacrificio.
Así… SI.
Este es mi Valencia.
Nuestro Valencia.
Te echábamos de menos, ojalá hayas vuelto para quedarte.
Pd. Soler (…) “ A este equipo, si se pone delante en el marcador va a ser muy difícil ganarle”
jamacuco
Siempre los inicios son complicados. Más todavía después de este año largo de pandemia (y lo que queda). El VCF estrenaba la liga con nuevo entrenador y escasas caras nuevas justamente contra el anterior equipo de Bordalás, el siempre duro y antipático Getafe. Pues los tres debutantes (Bordalás, Mamardashvili el portero georgiano fichado para el Mestalla y el contundente central paraguayo Alderete) han sido claves en la primera y justa victoria del Valencia en esta temporada 21/22.
Bordalás porque ya ha conseguido dotar al conjunto del equipo de algo de lo que ha carecido durante mucho tiempo: carácter. Saber sobreponerse a los avatares de la competición, como que te expulsen en el segundo 45 a un jugador, y jugar todo el partido con concentración. El VCF supo sufrir sin balón y supo administrar la escasa renta conseguida con la transformación de un penalti a cargo del olímpico Soler.
Alderete, ya que se ha mostrado como un buen defensor. Duro pero no tosco en el toque de balón. Expeditivo pero no violento. Y sobre todo una torre por alto, un excelente defensa cabeceador. Aguantó incólume el asedio madrileño y la excesiva vigilancia arbitral desde los primeros minutos de partido. Si sigue así puede hacerse un sitio fijo en el once titularísimo del VCF.
Y Mamardashvili. Ese desconocido que produjo la sonrisa malintencionada de algún miembro del entorno valencianista y que venía al Mestalla a probar. Un joven de casi 21 años que durante la pretemporada ya ha mostrado buenas maneras y que en este partido inicial ha dado un puñetazo en la mesa de la titularidad en la portería valencianista con una actuación memorable, mostrando calidad y aplomo, seguridad y tranquilidad para sus compañeros, desesperando a sus rivales con un portentosa actuación.
Como menos bueno, aparte de la inefable actuación arbitral, quedó la expulsión tempranera de Guillamón que cometió un error infantil en un partido y un rival con mucho colmillo torcido. No les duró ni un minuto. También este hecho hizo vislumbrar mucho más la falta de juego por el centro. El VCF necesita mediocentros de corte defensivo pero con buen trato de balón, con experiencia y oficio en estas lides. Y necesita alguien que aporte más por bandas. No estuvo mal Cheryshev o Soler o Wass, pero necesitamos otra cosa. Y también necesitamos más gol. Guedes nos da un punto de locura y Maxi nos da mucho trabajo; trabajo subterráneo que desquicia rivales, pero también necesitamos gol. El VCF con tres refuerzos de calidad podría plantearse dar algún disgusto en esta liga a quien menos se lo espera.
Veremos cómo acaba el mercado de fichajes y cómo evoluciona la transformación de un VCF que parece querer volver a su estilo más bronco y copero. Como lo es esta afición.
Amunt!!
Lobo
Volvió el fútbol a Mestalla. Y yo estuve allí, como siempre. Y vi al VCF luchar, correr y dejarse la piel. Vi un equipo ambicioso, intenso y solidario, correoso. Un equipo que rascaba y metía la pierna, como debe ser y no era. Vi jugadores renacer que parecían desahuciados . Vi a la grada animar ayudando al equipo y protestar como es su derecho, un ambiente mucho mejor del que vaticinaban los apóstoles del todomalismo. Vi el debut oficial de un portero joven que parece veterano, un portero como hace tiempo no veía, y un equipo en el que todos aportaron y nadie lo hizo mal. Un equipo que creyó en lo que hacía pese a las grandes dificultades y al rival, y puso todo para que el primer partido de la temporada acabara bien. Vi al míster desgañitarse en banda ordenando a sus jugadores, nervioso, malhumorado o alegre, soltando maldiciones cuando las cosas no eran como quería pero felicitando y apoyando a los suyos en todo momento. Vi una expulsión a los 2 minutos pero un equipo que no se vino abajo y supo sobrevivir.
Vi un partidazo de fútbol con mayúsculas. Vi lo que todos deseamos ver, un VCF competitivo que cree en lo que hace. Algunos seguirán enmerdando y cruzando los dedos para que las cosas se tuerzan, pero yo, y otros muchos, vamos a apoyar a este equipo esté quien esté en el palco. Vamos coño! AMUNT!!