Una de las principales pegas que puede tener un equipo de fútbol es la falta de seguridad en aquello que se propone sobre el tapete verde. Pues bien, el VCF es lo que desprende una vez acabada esta floja pretemporada. A un equipo hecho de la temporada pasada, con el único cambio del portero y la sangre joven fresca sentada en el banquillo esperando su oportunidad, se le debe exigir un mayor nivel de acoplamiento y sinergias que en ningún momento del partido (y casi de la pretemporada) han aparecido. Es más, parece que hay cierta involución en los puntos fuertes (los defensivos) mientras que los puntos débiles (la capacidad realizadora, la creación en el centro del campo o las pérdidas absurdas en zonas comprometidas) no se ven mejorados de forma convincente.

El único cambio táctico apreciado en Nuno es la utilización de un 3-5-2 «mentiroso». Es decir, los laterales tienen una posición más adelantada mientras que el mediocentro defensivo queda habitualmente anclado entre los centrales. No es del todo nuevo, pues la temporada pasada fue utililzada en alguna ocasión buscando mayor presencia en ataque. Y aparentemente es así, da mayor salida al balón por bandas y por tanto más presencia en ataque y la consecuente posibilidad de gol, hecho que ni la temporada pasada ni en esta pretemporada ha ocurrido. Quizás sea porque ni los delanteros ni los medios atacantes son buenos en ese sistema. Nuno verá. Sin embargo este sistema deja vendido a la «tripleta» defensiva puesto que nuestros centrales titulares muestras sus carencias en el repliegue defensivo mientras son unos cracks en la defensa estática y la anticipación. Si a eso le añadimos que el mcd muchas veces está desubicado y los laterales en el centro del campo, abrimos una debilidad en nuestro punto fuerte. Es decir, intentamos vestir un santo pero desvistiendo al que tenemos. Nuno verá.

Ni el sacrificio posicional de Enzo, jugador versátil y pulmón en el centro del campo, anclado atrás con pocas posibilidades de ir hacia arriba; ni la tremenda voluntad y trabajo de Javi Fuego; ni por supuesto los reiterados y habituales errores de pase de Parejo (cosa que no mejora a pesar de la suculenta subida de contrato), son motor suficiente para unas bandas ambiciosas tanto por la subida de los laterales como por la calidad y fuerza de los que juegan por banda, bien sea Rodrigo (se le ve con ganas), De Paul o Feghouli. Alcácer o Negredo siguen siendo islas desiertas de gol.

Incertidumbre. Esa es la sensación que me ha transmitido el equipo estas semanas. Ante el próximo rival, y este sí que va en serio, no soy capaz de vislumbrar lo que puede hacer el VCF. Da la impresión que el manager/mano-derecha-de-Lim/entrenador Nuno (que cada uno ponga el cargo en el orden de preferencia que quiera) tiene todavía mucho trabajo para resolver a última hora. Y ya se sabe lo que se ha dicho de los estudiantes que se dejan todo para última hora….

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