Hoeman

Con la cara de tonto se resume el partido, que por otra parte, salvo los primeros 12 minutos, no ha sido malo. Empezó Jaume Costa muy nervioso y ello fue aprovechado por la Real Sociedad, atacando desde el inicio por su banda, hasta que Coquelin decidió coger la manija, con ayuda intermitente de Garay, cuando el Valencia tenía el balón. Jugando a pocos toques y con inteligencia liberó de la presión (también bajó) inicial de los vascos (aunque hubo muchos minutos sin balón con repliegue marcado). No fue un dominio claro pero sí que tuvo el Valencia alguna ocasión clara para anotar, principalmente vía Guedes. También se fueron entonando con el paso de los minutos Rodrigo y Soler, y se notó para bien. Soler tocó poco ofensivamente pero lo hizo con gran inteligencia, fue clave para habilitar la subida de Wass que pasó con precisión para que rematara Gameiro a gol. A partir de entonces el equipo se replegó más en busca de una contra y es ahí cuando Rodrigo se topó con el palo tras un gran pase de Guedes, aprovechando que Moyà estaba jugando fuera del área y la Real muy adelantada. También  dispuso de un penalty Gameiro también para sentenciar (provocado por Cheryshev, que salió en los minutos finales) pero lo mandó a las nubes. Después, con apenas un minuto del añadido por jugar, Kondogbia disparó a la grada en una jugada colectiva donde estaban reteniendo el balón, y en la posterior erró al no despejar, se la robaron y Garay cometió falta en la frontal. Una falta que en principio era fácil para Cillessen… pero que Coquelin interceptó con la mano. Penalty dentro del área, expulsión por segunda amarilla del francés y gol de Oyarzábal, además de la desilusión. Preocupante el partido de Kondogbia, espeso con el balón, desacertado en la toma de decisión. Y lamentable que el VAR tarde 4 ó 5 minutos en determinar si un gol es fuera de juego o no.


Jomi Lavarías

Una pretemporada ajetreada se merecía un partido como este, claro que sí. Pocas cosas hay tan emocionantes como ser del Valencia, las cosas como son. Y eso nos distingue y nos hace diferentes.

El partido, salvo los últimos diez minutos de descuento, ha sido el típico de principios de temporada. El Valencia ha jugado a impulsos, condicionado por una forma física acorde al primer partido liguero. Faltos de ritmo en ocasiones, deslavazados en otras, con la Real controlando el partido. Pero en otros momentos las salidas meteóricas de los tres de arriba, Guedes – Gameiro – Rodrigo, deshacía a los donostiarras como si fueran azucarillos. El primer tiempo fue aburrido a mi parecer. Tan solo acercamientos por ambos equipos y remates a puerta siempre desde fuera del área. Espesa, diría yo, por parte nuestra.

La segunda fue otra cosa. Más descontrolada, mas de pensar que uno u otro equipo podía marcar en cualquier momento. Y todos pensábamos que el que marcara primero se llevaba el gato al agua. Y marcó el Valencia, en una de esas contras. Gol de Gameiro que estaba siendo, y ha sido, de los mejores. Y ese gol, paradójicamente, jugó en contra del Valencia por culpa de un dubitativo VAR. Todo el tiempo que tardó en decidirse si el gol era legal o no, propició que se viviera un tiempo de descuento que ni el mejor guionista de Hollywood habría escrito.

Antes Rodrigo pudo sentenciar pero fue en esos 8 minutos donde dio tiempo a que Gameiro fallase un penalti y la Real tuviera una falta en la frontal que acabó en penalti y expulsión de Coquelin. Penalti que con suma tranquilidad transformó Oyarzabal.

Empate final y desazón en Mestalla.

Amunt!

Sergi Calvo

Comienza la liga y comienza sin tregua. Nada de calentamiento, de preparación de suave despegue… no, directo al mentón con la más desagradable de las emociones y sentimientos al bajar la escalera del viejo Mestalla, la vieja duda: “¿Compensa?”.

Ahora toca unos días, unas horas algunos, más para otros, de cabreo, de preguntas sin respuesta y de sabor amargo. El sabor que queda en el corazón del dueño del fútbol, del auténtico protagonista de este maldito juego: el aficionado.

¿Merece la pena? Se supone que sí, que lo merece y que la alegría que se siente en el triunfo  no sólo todo lo borra sino que si es especial lo es por estos momentos agrios… pero hoy la respuesta es que NO. Una tarde/noche de verano de enfado, de mala leche, de no querer leer ni ver nada por televisión nada referente a Mestalla. Olvidar rápido y volver a ilusionarse cuando se va diluyendo el recuerdo de hoy… pero cuesta y no es agradable estar de mal humor.

Y el mal humor es justificado porque jugó el Valencia como nos tiene acostumbrados y funciona: esperando atrás y buscando, gracias a una progresiva subida de ritmo a la contra, marcar primero y esperar o bien el final del partido o bien la sentencia. No soy especialmente crítico con el partido del Valencia, hizo lo de siempre: lo mismo que no funcionó a principio de curso pasado y que cuajó y disparó al equipo hacia el éxito en la segunda mitad de la temporada.

Sensación de equipo hecho y que sabe a lo que juega aunque mucha gente no lo comprenda todavía y con buenos destellos de un Coquelin excelente, de un Soler que cuando desborda es más que peligroso, una defensa compactada y en especial de un Kevin Gameiro que ya ha compensado su discutido fichaje y sólo aporta ya beneficios. Incluso en el descuento (pese a que la semilla del drama ya estaba sembrada con una justa pero perniciosa prolongación) se vio que Cheryshev sigue a lo suyo, que es sumar y hacer méritos de protagonismo en el equipo.

Y entonces, la concatenación de errores. Terribles todos ellos: un penalti sin tensión (sumemos tres minutos para su lanzamiento), unos  minutos finales de precipitación y tensión nerviosaen lugar de control y descabello y dos errores groseros por parte de Kongdobia en no despejar un balón que era evidente finiquitar al Anfiteatro y un inexplicable penalti de Coquelin que solo agranda la leyenda de NOparapenalties de un hoy (buen debut oficial) de Cilessen.

Como el año pasado hay signos positivos a los que agarrarse (digno Jaume Costa, Cilessen y el excelente estado de forma de Gameiro) pero no son suficientes para evitar la mala leche, la sensación de regalar puntos y el no querer saber nada de fútbol hasta la semana que viene.

PD: Los vicios del fútbol moderno y español se están cebando especialmente con nosotros: el mareo del no cierre del libro de pases al inicio de liga, la descoordinación Federación, CSD y Liga por el tema sanciones de la temporada pasada (problema que en su planteamiento resulta absurdo) y la surrealista revisión del gol en VAR, han enrarerecido el partido y, seguramente, condicionado parte de él.


Peris

Nou curs, velles sensacions. Llevat del gran detall de la Reial fent passadís al campío de Copa, la lectura completa, una vegada viscuts els 100 minuts de partit, és aquella que el Valencia CF no acaba de tancar els partits. Oportunitats es van tindre, Guedes va fer treballar de valent a Moyà moltes vegades, Rodrigo, a qui la parròquia el vol més enllà del tancament del mercat, i el seu pal i el penal errat de Gameiro son bona mostra. El que Gameiro et dona, Gameiro t’ho lleva. I clar, en una d’aquelles de no saber retindre la pilota, falta vora de l’àrea, tap de Coquelin, que va ser un dels millors en tasques de destrucció, segona groga, penal i empat.

La pilota. Eixe element que no es va tindre prou per poder fer el que tothom deia en acabar el partit. Poques transicions. No demanem rondos eterns, però si calma. S’ha trobat en falta a Parejo. Sempre es troba en falta al que no juga. Però no haguera tingut tanta presència l’absència del capità si les de Guedes, Rodrigo o Gameiro hagueren anat dins. Com sempre, la pilota mana. I, tal vegada, un substitut de perfil semblant a Parejo siga l’absència més significativa. Que no sembla que siga Rafinha, ara que molts es fan castells de fum després d’una hora de joc del fill menut de Mazinho.

Benvinguts de nou, patidors.

jamacuco

Hay una frase atribuida al genial científico Albert Einstein que dice algo así como que «es una locura hacer una y otra vez la misma cosa esperando obtener diferentes resultados». No sabemos si el bueno de Einstein sería valencianista (seguro que sí, era un tipo listo); lo que seguro que no sería es marcelinista. El técnico asturiano, ayer volvió a sacar a la luz todas sus carencias y, como escorpión malherido, todo su veneno para desviar en cierta medida su incompetencia en la gestión de una plantilla de alto nivel.

Elevado en su trono futbolístico por encima del bien y del mal por un entorno y prensa que no analiza más allá del dato concreto del título de Copa o la clasificación de Champions pero no cómo se desarrolló la temporada, la gestión del vestuario o la optimización de recursos a la hora de completar la plantilla (que no su cuerpo técnico), Marcelino volvió a plantear anoche un partido de juego ramplón, sin ideas, sin imaginación, sin inteligencia… Dejándolo todo a la contención defensiva y la calidad e improvisación de varios grandes jugadores. Con su visión timorata del fútbol (no hace falta ser un kamikaze al estilo Unai, pero un poquito más de alegría jugando en casa tampoco sería nada raro), con un juego plano, repetitivo y falto de contundencia, el VCF volvió a cometer los mismos pecados que el 80% de estos últimos dos años (sí, dos años). El resumen: falta de control de los tempos del partido, periodos de «locura» ofensiva en que el equipo suele tener algunas ocasiones (ayer un par de Guedes) que no marca, después de conseguir el gol el equipo se tira irremisiblemente atrás, no aprovechas las pocas oportunidades para sentenciar (palo de Rodrigo o penalty) y finalmente el rival aprovecha una de sus pocas ocasiones, en este caso de forma más dramática al tratarse de un penalty en el último segundo por un mano estúpida después de una falta también estúpida por no haber sacado el balón previamente y por no saber (porque no se entrena) aguantar el balón en posesión de ataque más de 40 segundos. Poco más que decir, como poco más se podía decir en la mayoría de partidos que pepetró la temporada pasada.

Después de las vacaciones, los partidos de cara o cruz están de vuelta, señoras y señores. El marcelinato vuelve a por sus fueros (OH! Dios Marcelino tú que vives y reinas por los siglos de los siglos…). Paciencia y qué les aproveche!! que la temporada no acaba más que comenzar.

Amunt Valencia!!


Ilustración del artículo vía www.valenciacf.es

 

 

 

 

Un comentario en “VCF 1 – RSO 1 | Cara de tontos. Rodrigo, penales, expulsiones, el VAR y un gol en el minuto 100. Nada mal para empezar, salvo por el resultado. Así lo hemos visto.

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