El VCF ha cosechado un insuficiente empate ante el VILL y desperdicia 2 puntos muy necesarios para seguir luchando por una carísima plaza de UCL. Así han visto el partido los integrantes de la tertulia del Café Mestalla.
Jomi Lavarías
Tenía la mosca detrás de la oreja, pues el parón liguero intuía que podía afectarnos. Nos llegó cuando estábamos en el mejor momento de la temporada. Habrá influido o no, no lo sé, pero lo bien cierto es que hoy el VCF ha sido un equipo espeso, lento, previsible, sin chispa, muy decepcionante durante al menos 70-75 minutos. A ello quizás Nuno también ha podido poner su granito de arena. Excepto el obligado cambio de Gayá por lesión, los otros dos cambios no han aportado nada tácticamente al equipo. El Villarreal vino con la lección bien aprendida. Sin apenas aspiraciones Champions para esta temporada, su cometido ha sido el de fastidiar el 3er puesto al VCF, y lo ha conseguido. Si hay un equipo en esta liga que deseaba haberlo hecho, sin duda ellos, y su entrenador, son los más indicados. En definitiva, partido gris y la Champions cara no, carísima, aunque eso ya lo sabíamos, aun habiendo ganado hoy. Hay que seguir remando. Y por cierto, aunque no me vayan los lloriqueos, penalty claro a Negredo. Si lo hay se dice y no pasa nada. Ahora, San Mamés.
Hoeman
La batalla táctica defensiva se impuso por el temor a encajar goles. Valencia y Villarreal bien asentados aunque con poca ambición ofensiva, parecían conformarse con el resultado antes de empezar. No fue hasta el minuto 70 cuando el encuentro se rompió definitivamente, cayendo la balanza de ocasiones y llegadas hacia el lado de los ches, que no estuvieron finos pero tuvieron para marcar. El respeto en el juego entre los dos mejores entrenadores tácticos de la Liga, Nuno y Marcelino, quizá fuera la clave en el desarrollo deportivo. Un punto que hace mantener la distancia con el Villarreal pero desvanece la ilusión de la pelea por la Liga y pone al rojo vivo la lucha por los puestos Champions. Faltó ambición.
Arias4ever
No esperéis en esta entrada, grandes conocimientos tácticos ni análisis profundos de los partidos. A mí no me alcanza, cierto que el VCF-Paletoreal es bastante sencillo de diseccionar; entregas la primera parte y te entran las prisas al final. Como vosotros con vuestros deberes en vacaciones.
En twitter la gente se cortaba las venas, yo miraba la clasificación pensando que estábamos cerca del descenso como un Levante cualquiera. Ni siquiera podían culpar a Enzo .
Al final empate, y no lo vamos a negar; deja un regusto amargo, y más contra los aldeanos.
Pero no todo va a ser negativo, seguimos en puestos Champions. Y ahora a San Mames con bajas, sanciones y sin Parejo. Vamos, que ganamos fijo .
Lo mejor vino en la rueda de prensa. Marcelino lloraba y lloraba y daban ganas de darle un bofetón (antes se hacía eso con los niños), Nuno se la sacaba y acababa llorando por el arbitraje ( con razón), pero lo estropeaba .
Y todo el mundo hablaba del césped…y Xavi sonreía.
Lobo
Decepción en Mestalla. Partido muy malo del VCF que acusó el parón liguero de las narices, y bastante mejor del Villarreal buscando solo rascar algo, afortunadamente. La 1º parte ha sido pésima. El VILL ha controlado el juego jugando fácil, dominando el centro del campo sin alardes pero ganando todas los balones divididos y cortando el poco empuje de un VCF muy impreciso y sin juego de bandas, e imponiendo su calidad, mucho menor en teoría. Afortunadamente no han tenido profundidad, pero probablemente han ganado la posesión por más del 70%. En la 2ª se han igualado las cosas, y solo cuando el VILL ha dado por bueno el empate, y no por desfonde físico, es cuando el VCF ha tenido alguna oportunidad de llevarse el partido. Parejo ha sido protagonista en lo negativo, desesperantemente espeso, fallón y lento. Nuno muy romo en los cambios y soprebasado tácticamente por el tontorrón de Marcelino. Lástima del penalty palmario no pitado a Negredo, porque el VCF habría ganado un partido que en todo caso no merecía ganar. 2 puntos que vuelan, pero no queda más que seguir luchando para ganar esa plaza de UCL carísima como pocas últimamente.
Decepcionante retorno liguero en Mestalla, más allá del resultado; por la pobre impresión del VCF hasta mediada la segunda parte. Sólo una recta final con el acelerador pisado ha maquillado la tarde.
Me cuesta entender la primera parte del equipo, muy apático, con las líneas muy retrasadas y buscando solo jugadas de contraataque. No ha habido ninguna recuperación en campo contrario que pudiera facilitar un ataque con el rival descolocado, solo incursiones desafortunadas por la banda derecha. La mayoría de balones divididos se los ha llevado el Villareal, con sus jugadores más activados desde el inicio.
La banda izquierda, habitual punto fuerte del equipo, tampoco ha brillado, con Piatti desacertado y un Gayà que ha bajado su rendimiento en los últimos partidos: se nota que los rivales le tapan más que en la primera vuelta, donde jugaba muy suelto. Solo la entrada de Rodrigo ha encendido la chispa que necesitaba el partido, sus diagonales han sido constante peligro. Es curioso lo de Feghouli y Rodrigo: como titulares no suelen rendir bien, pero funcionan muy bien como revulsivo en ataque.
La dicotomía Alcacer/Negredo continua: Paco se demarca muy bien pero necesita un «lanzador», por sí solo no genera peligro. Negredo ofrece mas alternativas al juego colectivo como «receptor». Debieron terminar los dos el partido, Nuno estuvo conservador ahí.
Hay que recuperar el pulso el jueves en Bilbao
Drakul
Este Valencia es un púgil fajador. Los aficionados al boxeo sabrán de que hablo. Es ese tipo de boxeador que se pasa el combate con la guardia alta, sabiendo que los golpes de su rival no le van a tirar y esperando al mas mínimo despiste, consciente de que un golpe al mentón del rival le dejará KO.
Hoy el Villarreal también ha estado bien plantado y ha dejado pocas opciones para que el Valencia le derribará. Por eso he echado de menos que Nuno mandara a los suyos, mucho antes, dejar knock-out al rival. Pudo haberlo hecho. Espero al último asalto y fue tarde, no llegó ese golpe.
Cuando uno combate así, el rival suele creerse que ha ganado a los puntos, como dijo Marcelino, pero en realidad no es así. Si alguien se alegró de que sonase la campana en el último asalto fue el Villarreal, quien paró el combate cada vez que pudo.
El entrenador amarillo, sigue tratando de ser un aprendiz de Mourinho. El portugués puede permitírselo por que ha demostrado ser uno de los mejores. La antipatía del asturiano mas que acercarlo al luso, lo convierte en un iluso con aires de amargado.
jamacuco
Quiero un derbi o lo más parecido. Siempre he envidiado las ciudades con derbi. Y por lo que ayer se vio en Mestalla, creo que voy a seguir haciéndolo un añito más. Que sí, que ya sé que los equipos no son de la misma población, pero me niego a los artificios lingüísticos de clásico o similares, y como lo del Levante parece que no cuela por dejación de funciones a pesar de algunos nostálgicos y otros más advenedizos, esperaba con cierta ilusión que la «germanor» dejara paso a un derbi en mayúsculas. Chasco!! Ni por ambiente entre las aficiones, que a pesar de la buena afluencia de público local y visitante (silencioso a más no poder; cualquiera que hubiera ido a empinar el cachirulo este domingo de Pascua se habría hecho más de notar). Ni por tensión en el terreno de juego, pues las siete amarillas no fueron por una lucha «cuerpo a cuerpo». Ni desgraciadamente por fútbol, eso a lo que teóricamente acudimos a ver a los estadios. Fútbol que al final de la primera parte señalaba un empate a nada, fruto de la nada vista sobre el terreno de juego: equipos bien posicionados pero sin ideas, salvo ligeros destellos de Vietto o de André Gomes, siempre presentes aún en los peores desiertos futbolísticos. Parejo se empeñó en seguir dejando mal a aquellos que lo defienden como piedra angular de este proyecto; y los renovables Piatti y Feghouli demostraron una vez más que sus puestos son mejorables.
La segunda parte empezó más animada, con mayor presión por parte del VCF, pero no fue suficiente para superar al Villarreal a pesar de la gran ocasión de Rodrigo-Piatti-Alcácer o del punch final con Negredo de protagonista. Lástima que el árbitro decidiera sumarse al homenaje a la afición del Madrigal un año más tarde cuando no pitó un clarísimo penalti al delantero valencianista.
En definitiva, 0-0 y esperando un derbi de verdad para la próxima temporada.
Mario Selma
El importuno receso liguero en mitad de una incontinencia triunfal y la alerta por los resultados de los inmediatos perseguidores advirtieron, como oráculo agorero, que este domingo el único vector resucitador de una creación mediocampista encapirotada y una finalización ofensiva penitente efigiaría en las contingencias del silbador, quien rehuyó sus obligaciones caseras en Mestalla.
Esta vez el equipo no lució tan bien el traje de «méteme la punta que yo te sodomizaré a mi hora», aculando las líneas sin conseguir domar su yo contragolpeador-no posesional, pese a la enésima tentativa de Nuno de hacernos ver lo que solo él -dichoso- ve en su libreta ultravioleta. El Valencia no salió a comerse al Villarreal, sino más bien a mostrar una inusitada reverencia en la fecha roja del calendario, como quien titubea coger el último trozo de tarta. Parejo, horriblemente desconocido, y el detallista André no fueron capaces de argamasar ni un solo mortero consistente, mientras las bandas, como las musicales hace poco, no pisaron el reseco verde.
Me embarga la duda de a quién perjudicó más la exógena estrategia del aspersor. Quizá solo fuera una declaración de intenciones, el introito a merendar una mona sin na que regar la boca. En feudo fetiche, este empate significa dejarse dos puntos por el camino, y no otra cosa, y de paso para que alguno pliegue velas y disimule la tontá de la Liga, que acaparó más focos de lo debido. Sobre todo cuando los indicadores numéricos del líder y la sintomatología de los propios jugadores nunca te llevaron a ser candidato real, sí imaginario. Despierte, en San Mamés continúa la partida Champions, con menos manos y fichas. Ya habrá tiempo de saltar a la otra mesa.
Ilustración del artículo vía @lazaroftherock