Lobo

Che, no os lo toméis tan mal, no vale la pena ni enfadarse. A estas alturas debemos estar acostumbrados, es lo de siempre, lo de toda la santa vida.

El VCF empezó mal, pero poco a poco fue tomando la posesión del juego y mejorando aparentemente, en realidad una trampa que tendió el RM y funcionó a las primeras de cambio. Tras encajar un primer gol el equipo se vino abajo, y temí que nos cayera un saco. Pero cuando el árbitro les regaló el segundo gol en un evidentísimo fuera de juego, el RM vio el partido tan cómodamente ganado que se vino más abajo aun. A partir de ahí fue una pachanga vistosa pero indecente, un partido de solteros contra casados sin tensión ni táctica alguna, con un festival de ocasiones y paradones de dos muy buenos porteros, Alves y Casilla. Pero, para variar, cuando el VCF parecía tener acorralado al RM y podía conseguir el empate, el insigne Fernández Borbalán se sacó de la manga otra vacilada, la expulsión de Rodrigo por hablar. Y arreglado, se acabó el peligro, no fuera a dejar con el culo al aire al homenajeado Arbeloa y el odioso VCF le jodiera la Liga al equipo local.

Vaya, lo de siempre, sin novedad en la Cueva de Alí Babá. No sé de qué os extrañáis. En el fondo ellos también son conscientes de que ganan robando, por más que se hagan los idiotas negando lo que todo el mundo puede ver.

En fin, en esta temporada de mierda yo me conformé con salvarnos, y sigo dando gracias. Así que, bueno, ya nos vengaremos, siempre lo hemos hecho.


 

Drakul

Lo de siempre, donde siempre. ¿Termino ya la crónica? Casi es un ejercicio de lo obvio decir que hemos visitado el Bernabeu y el árbitro descaradamente la ha regalado la victoria al equipo local. No debería ni enfadarme, menos en esta jornada donde la lamentable temporada del Valencia le había dejado fuera de cualquier lucha. Pero es que se hace insufrible. Esta liga está preparada desde todos los estamentos para proteger por siempre el duopolio Real Madrid-Barcelona, y así seguirá. Empezando por una televisión de pago, que yo pago mensual y religiosamente, y que pone a uno de mayores hinchas madridistas a comentar un partido contra mi equipo. Pero también, y esto es más importante, siguiendo por un arbitraje tan soez y parcialmente casero que desprestigia la liga.

El hecho es que por primera vez en toda la temporada el Valencia ha sido muchísimo mejor en la segunda parte que en la primera. Seguramente azuzado por la injusticia arbitral pero con un valiente Pako Ayestarán que con su fulminante cambio explicó a Cancelo lo que es ser un profesional. Lo digo en la derrota, para traer a Quique Sánchez o a un entrenador portugués, prefiero mil veces a este hombre que está aportando sentido común a la dirección técnica del equipo.

Se va la liga, se acaba, por fin, debo decir, pero nos quedará en el regusto que se pudo y se debió haber hecho mucho más. Con el mismo bloque, algunos pocos refuerzos y algunas más salidas, este equipo puede competir más que dignamente el año próximo si en el banquillo se sienta un entrenador con ideas claras que aporte, que enseñe y que compita.


 

jamacuco

Partido de contrastes en el Bernabéu, donde la nefasta actuación arbitral volvió a ser determinante (a favor de los madridistas) en el resultado final.

El VCF empezó flojo, sin tensión. Parecía que estaba bien colocado, que incluso movía el balón pero era tan solo un espejismo. El R. Madrid, sin hacer nada del otro mundo daba peligrosos zarpazos que un siempre atento Alves salvaba. Así llegó el primer gol ante la cada vez más patente pasividad valencianista.

Sin embargo el VCF se fue desperezando, incluso tuvo una ocasión magnifica para empatar (¿qué quisiste hacer Cancelo?) pero un grosero error arbitral, con fuera de juego claro de más de un metro, acabó dando un gol más de ventaja a los madridistas.

En la segunda parte Pako Ayestarán hizo una pequeña revolución. Pako es un entrenador valiente y honesto que, independientemente si va a seguir o no en el banquillo, el valencianismo debería valorar más. Y es que quitar a un central (Abdennour) para que ocupe su puesto Enzo Pérez y meter en el campo a André Gomes, y Santi Mina por Cancelo, no es algo muy habitual de ver y mucho menos en el Bernabéu.

Lo que parecía un suicidio resultó ser una apuesta de coraje para dar la vuelta al marcador, con un juego pocas veces visto esta temporada (que mal retratados están quedando bastantes jugadores…); cosa que no ocurrió debido a las buenas intervenciones del portero madridista así como el escudo protector suministrado por el trío arbitral. Realmente no es nada nuevo, ocurre todas las temporadas. Sin embargo fue sorpresivo primero por inesperado (la mayoría de la afición valencianista no esperaba esa reacción del equipo) y segundo por el descaro de los trencillas; el linier que expulsó a Rodrigo y no vio el fuera de juego de Benzemá da el perfil correcto para la caverna mediática española y debería tener sobre la mesa un jugoso contrato del Chiringuito o Movistar plus para «comentar» las maravillas del fútbol español…

Y a todo esto, y ya cada vez queda menos, aún no sabemos nada del próximo entrenador y el proyecto a desarrollar. Lim… que se te pasa el arroz…


 

Mario Selma

En una previa salpimentada de quinielas sobre futuribles tanto en el verde como en la banqueta, y en una jornada en la que se ha consumado el peor registro porcentual y numérico del equipo en una liga de formato de 3 puntos (y si no gana este viernes la 4ª peor de toda su historia), fuimos testigos de un Madrid-Valencia más acorde a un Trofeo Santiago Bernabéu; descafeinado en cuanto a tensión particular en cada parte -ni que se estuvieran jugando uno la Liga y el otro el amor propio, 4 millones de euros aparte-, con las añejas equivocaciones arbitrales en feudo desventajoso (sobre las que no circundaré el análisis) y con poco fútbol que echarse a la boca por las circunstancias en el desarrollo del encuentro.

A una primera mitad de decepcionante tónica, siguió una segunda en la que supieron aprovechar la relajación de los de Zizou y percutir sobre la autovía que habilitó Danilo. Por llegadas el Valencia pudo traerse los 3 puntos, llegó a dominar la parcela ancha y generó múltiples ocasiones de gol con pasmosa facilidad. El equipo sigue adoleciendo de problemas serios en el entramado defensivo, le cuesta imponer su criterio en mediocampo cuando el rival encima y arriba no es capaz de conexionar sus piezas atacantes como mordiente sinérgico -casi todo se reduce a individualidades inusuales-. El partido dejó algunas evidencias; Cancelo corre riesgo de quedarse únicamente en competencia directa de freestylers si nadie lo mete en cintura y, a la vez, aclimata tácticamente al equipo para sacar el potencial que atesora. Cuando el dedo acusador y el rodillo de influencers mediáticos dejan de señalarlo con saña, el excapitán se libera internamente y regala actuaciones notables como la de ayer. André, que pasó de ser descarte médico el viernes a subirse al avión para sorpresa de todos -“milagros” de última hora- se cascó unos minutazos en el escaparate idóneo. Si la dinámica acompañara, se encontrara consigo mismo y puliera algunos detalles -jugador que más balones pierde de toda la plantilla-, futbolista susceptible de valer 60 kilos.

Por último, dos lecturas rápidas sobre las polémicas de Rodrigo y Cheryshev. El hispano-brasileño no sé qué esperaba tras improperar al asistente en tono despectivo y recriminatorio. ¿Un abrazo amoroso, una carantoña o ponerle la otra mejilla? Reglamento en mano le caerán 2 partidos. A mi modo de ver, justos. Y encima sale en zona mixta a airearlo con cara de extrañado. Dice mucho de alguien que lleva a sus espaldas 212 partidos en la élite y el escenario donde lo profirió. Si bien, la temporada pasada ya dejó al equipo con 10 en 3 ocasiones (todas expulsiones absurdas y evitables). Así que esos que se empeñan en defender lo indefendible, sujetados bufanda en mano a ese gran argumento de que a otros no se les expulsó por una acción similar, alimentan la irreverencia a las normas -desvirtuando el debate, el cual debería dirigirse en otro sentido- y de propina dan alas a un reincidente en lugar de proponer su severa corrección desde el propio club. Respecto al hispano-ruso, el tuit fue desafortunado de todas todas, por el momento y la estampa -exégesis de la frase mediante-. Y por eso acabó borrándolo. Ahora, no debería sorprendernos tanto cuando hablamos de alguien que lleva desde los 12 años en la casa blanca y solo tres meses y medio aquí. Una cosa son las formas y el respeto debido al club que le paga, y otra pretender que sienta el escudo blanquinegro como Alcácer. Dramas los que uno quiera montarse. Y justificaciones también. Al final solo se trataba de un cedido sin opción de compra.

 

 

Ilustración del artículo vía www.valenciacf.es

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