Por Johann Gambolputty

“Hoy, cinco años después, con Lim al frente de la gestión la línea roja ha aumentado en 200 millones”.

Escuchando a parte de la prensa valencianista durante esta semana, no nos quedaría otra que empezar a pensar en un nombre nuevo para la refundación del club. Afortunadamente para nosotros las cifras sueltas no suelen aportar certezas suficientes para realizar diagnósticos y es necesario un cierto análisis adicional. Espero no ser demasiado pesado.

Lo primero que me gustaría es aclarar ciertos conceptos que suelen llevar a confusión. El Valencia Club de Fútbol (VCF) no tiene 529 millones de deuda, el VCF tiene 529 millones de pasivo y ese pasivo está formado por distintos elementos, que pueden ser deuda o no. Si nos atenemos a una clasificación contable, el pasivo se clasifica por una mera cuestión temporal, el Pasivo Corriente y por el Pasivo No Corriente, esto es, aquel exigible a menos de un año o el exigible a más de un año. Pero afortunadamente la contabilidad llega hasta donde llega y para analizar la salud económica de una empresa hay que emplear una visión más financiera y, no nos olvidemos, por mucho que no nos guste el VCF es eso, una empresa. Con esta otra visión el pasivo de una sociedad, básicamente y simplificando a las partidas más significativas, se clasifica entre Deuda Financiera y Pasivo Circulante. La Deuda Financiera estaría formada por todas aquellas fuentes de financiación fuera de la operativa normal de tu negocio, principalmente bancos o accionistas, y el Pasivo Circulante que estaría formado por todas aquellas fuentes de financiación propias de tu actividad, principalmente proveedores, impuestos y demás etcéteras. ¿Por qué todo este rollo? Porque no tiene ningún sentido ver el pasivo de una sociedad con una visión estática de un todo. Cada partida hay que analizarla por separado y de forma particular, es decir, la deuda financiera se ha de analizar teniendo en cuenta su estructura y qué es lo que financia y el pasivo circulante de forma conjunta con el activo circulante, formando una partida agregada que se denomina capital circulante (CC) o working capital. Normalmente se tiende a asimilar el CC con el famoso fondo de maniobra que también ha generado diversas alarmas pero, desde un punto de vista financiero, no es así. El análisis del CC te informa sobre si con la operativa normal, es decir lo que tarda la empresa en cobrar a sus clientes la venta de sus productos o la prestación de sus servicios y si en el tiempo que tarda en pagar a sus proveedores, a sus trabajadores, sus impuestos, etc. la empresa es capaz de generar dinero o necesita financiación externa. ¿Porqué esto es tan importante? Porque si queremos montar un negocio preferiremos que sea uno en el cual vendamos nuestros productos al contado y podamos pagar a nuestros proveedores a 90 días, que uno en el cual tengamos que pagar a nuestros proveedores al contado y cobrar nuestros productos a 90 días. Está es la gran diferencia con el FM. En el primer caso nuestro, CC será positivo y no requeriremos de deuda adicional para nuestro negocio y en el segundo necesitaremos financiación para pagar a nuestros proveedores antes que cobremos a nuestros clientes y esta financiación del Capital Circulantes se incluye dentro del FM. De nuevo, ¿y todo este rollo? Primero, para argumentar que el hecho de tener un FM negativo no es una señal de una mala situación financiera, de hecho es común en los equipos financieros debido a su estructura de ingresos y gastos, y segundo, tratar de explicar por qué la partida de proveedores, incluida en el pasivo, no ha de verse como parte de esa deuda de 529 millones, ya que forman parte del ciclo operativo de la empresa, es decir hay cuentas a pagar porque hay actividad.

Por lo tanto, vamos a ir matizando esa cifra de 529 millones de deuda del VCF. De momento, quitemos el importe de acreedores y periodificaciones que, como hemos dicho, forma parte del CC y quitemos también los casi 48 millones de provisiones, ya que estas provisiones no se pueden calificar como deuda. Son posibles contingencias que se podrán convertir en un futuro en deudas o impactos negativos pero, por el principio de prudencia, se han de contabilizar. Es decir, tras realizar estos pequeños ajustes nos encontramos con una Deuda de 389 millones, de los cuales 41 millones son con deuda contraída con Meriton. Adicionalmente, cuando se realiza una revisión de la deuda de una empresa, se introduce el concepto de Deuda Financiera Neta, que no es otra cosa que restar al importe total de la deuda el importe que dispone la empresa de tesorería. Es importante entender que no es lo mismo una empresa que tenga 200 millones de deuda y 300 millones en tesorería que una empresa que tenga 200 millones de deuda y 10 de tesorería. Por lo que, volviendo a la situación del VCF, descontando la tesorería a 30 de junio de 2019, nos situaríamos en una deuda financiera neta (DFN) de 373 millones.

Llegados a este punto quiero pedir disculpas por la turra, pero creo que era necesaria para poder ordenar ciertos conceptos.

Entremos a analizar la evolución del VCF respecto a su deuda, para ello incluyo el último año en el que el VCF estuvo libre de las garras de Lim:

201420152016201720182019
DFN     287.921     298.458     260.685     249.392     297.022     331.735
Deuda con socios                –       40.318       22.972       27.382       39.861       40.989
DFN total     287.921     338.776     283.657     276.774     336.883     372.724

 

Haciendo un número rápido vemos que bajo las garras de LIM el VCF ha aumentado su DFN en 85 millones de euros. ¡Mierda! ¿Pero qué pasa aquí? ¿Para qué queríamos a Lim?

Retomemos lo dicho al principio del artículo, o del torrazo máximo como queráis llamarlo, las cifras sueltas no aportan nada:

201420152016201720182019
DFN     287.921     298.458     260.685     249.392     297.022     331.735
Deuda con socios                –       40.318       22.972       27.382       39.861       40.989
DFN total     287.921     338.776     283.657     276.774     336.883     372.724
Ingresos       93.122       81.651     119.004     102.267     110.084     187.823
sobre Ingresos             3,1             4,1             2,4             2,7             3,1             2,0
VNC Plantilla       48.860       94.591     141.826     110.975     139.509     176.442
sobre valor plantilla             5,9             3,6             2,0             2,5             2,4             2,1

 

La deuda en sí misma, como concepto, ni es mala ni es buena, no hay una cantidad buena de deuda en valor absoluto, no es como el colesterol. Para poder analizar la situación de endeudamiento de una sociedad hay que analizar esa cifra en función de varios ratios y sobre todo analizar qué está financiando. Puedes tener 200 millones de deuda para financiar una nueva fábrica o 200 millones para financiar un reparto de dividendos. Evidentemente, la foto cambia.

Pero veamos la evolución de la deuda del VCF desde antes de la entrada de Lim en función del valor neto de tu plantilla. Antes de la entrada de Lim, el valor de la plantilla era de 49 millones. A 30 de junio de 2019, el valor de la plantilla es de 176 millones. Esto implica una revalorización de 127 millones de euros. Más, la deuda del VCF ha pasado a representar 5,9 veces el valor de la plantilla antes de la entrada de Lim a representar 2,1 veces este último año.

Sin entrar en más análisis más profundos, ya podemos aventurar que parece que el incremento del endeudamiento ha tenido un destino claro, pero las palabras se las lleva el viento:

201420152016201720182019
Deuda con EF LP       42.108     196.792     195.923     176.970     182.722     149.100
Deuda con EF CP     213.820         5.963         6.261       20.067       14.501       14.579
Deuda Bancos     255.928     202.755     202.184     197.037     197.223     163.679
Deuda Meriton                –        40.318       22.972       27.382       39.861       40.989
Deuda por jugadores +1año         2.150       32.803       28.263       28.032       64.011     115.152
Deuda por jugadores -1año       35.911       64.178       36.635       36.575       47.301       70.216
Deuda jugadores       38.061       96.981       64.898       64.607     111.312     185.368
Deuda Financiera total     293.989     340.054     290.054     289.026     348.396     390.036
Tesorería        (6.068)        (1.278)        (6.397)      (12.252)      (11.513)      (17.312)
DFN Total     287.921     338.776     283.657     276.774     336.883     372.724
Evolución deuda bancos      (53.173)      (53.744)      (58.891)      (58.705)      (92.249)
Evolucón deuda Meritón       40.318       22.972       27.382       39.861       40.989
Evolución deuda fichajes       58.920       26.837       26.546       73.251     147.307

 

 

 

 

 

 

 

Veamos el cuadro anterior, en el cual he tratado de desglosar la deuda financiera por distintas partidas:

  • La deuda con bancos, tanto a corto como a largo plazo.
  • La deuda con Meriton.
  • La deuda con clubes por la compra de jugadores (es curioso porque en las CCAA del VCF se clasifican en deudas a corto plazo y no en acreedores como en otras cuentas de clubes de fútbol).

Con este desglose podemos ver claramente como ha sido esa evolución de la deuda:

  • La deuda con bancos ha descendido en 92 millones de euros, quita incluida.
  • Lim ha financiado al VCF en 41 millones de euros.
  • La deuda por fichajes ha aumentado en 147 millones de euros.

Es decir, el efecto neto de incremento de la deuda ha sido de 96 millones que, descontando la tesorería disponible en el cierre de junio, nos da un incremento neto de 85 millones.

Tras esta exposición me gustaría tratar de contestar a dos preguntas:

  • ¿Estamos mejor que antes de la entrada de Lim, financieramente hablando?
  • ¿Es bueno este incremento de deuda?

A la primera pregunta en mi opinión y creo que incluso sin ella, sí. Por varios motivos:

  • Has reducido tu deuda tóxica, entendida como la que te forzó a llegar al proceso de venta y que no podías hacer frente en 92 millones de euros.
  • Se ha producido un cambio en tu estructura financiera, has cambiado deuda no operativa (estadio) por deuda operativa (jugadores).
  • Tienes el apoyo financiero de un máximo accionista que ha invertido casi 100 millones en una ampliación de capital que te reforzó patrimonialmente y que ha metido 40 millones más de financiación en el club, y que no lo olvidemos, sin su entrada no podrías haber refinanciado esos 214 millones que en 2014 te vencían en un año.
  • Tienes crédito ante los clubes de fútbol. En 2014 todas tus deudas por compra de jugadores las tenías que atenderlas antes de 1 año, prácticamente tenías que fichar al contado, los clubes no se fiaban de tu capacidad de pago. Ahora mismo debes 115 millones de euros por jugadores a más de 1 año.

 

Respecto a la segunda pregunta, la respuesta no es tan objetivable:

201420152016201720182019
DFN     287.921     298.458     260.685     249.392     297.022     331.735
Deuda con socios                –       40.318       22.972       27.382       39.861      40.989
DFN total     287.921     338.776     283.657     276.774     336.883    372.724
Ingresos       93.122       81.651     119.004     102.267     110.084    187.823
sobre Ingresos             3,1             4,1             2,4             2,7             3,1            2,0

 

 

 

 

Creo que la clave está en el primer punto de la respuesta anterior. En 2014, el VCF tenía una deuda totalmente garantizada por un activo que te impedía cualquier posible solución vía dación en pago. En la actualidad, esa deuda está reduciéndose y acercándose la deuda pendiente al posible valor de mercado del activo que está garantizando. Ahí lo dejo. Y, en cambio, la deuda que está aumentando es una deuda operativa, es una deuda que has destinado a mejorar tu activo fichando nuevos jugadores y que, en teoría, va a repercutir en tu desempeño y por tanto en la capacidad del VCF de generar más ingresos. Eso unido a que es una deuda más “manejable”, es decir, es fácilmente reducible mediante la venta de activos (jugadores). Adicionalmente, ahora mismo la deuda del VCF es 2 veces los ingresos operativos del club, es decir, estás aumentando la deuda pero has aumentado en mayor proporción los ingresos. Por decirlo de alguna forma, ha aumentado la deuda pero es más sostenible. Es cierto que el ratio anterior se suele realizar respecto al EBITDA pero considero que sería hacer algo de trampa dado que el EBITDA de este último año se ha disparado a los 35 millones y desvirtuaría un poco el análisis. Por todo esto, considero que el incremento de deuda no es una mala noticia, sino es una muestra de una mayor fortaleza, una mejor estructura financiera y de una mayor confianza por parte de tus acreedores.

Por finalizar, he tratado de poner algo de luz a parte de la gestión financiera de Meriton desde su entrada. Todos sabemos que Meriton ha hecho auténticas barbaridades en muchos ámbitos, no hace falta que me ponga a enumerarlos aquí, pero creo que su desempeño en términos financieros ha sido objetivamente bueno. ¿Quiere decir esto que estamos en una situación óptima? No, ni mucho menos. Comparando nuestra situación con la de otros equipos rivales, aún nos queda mucho camino por recorrer. Eso quizá se pueda analizar en otro artículo pero hay que saber de donde venimos, que no es otro sitio que de la miseria total y absoluta. Desde la dirección del VCF se ha de tratar de consolidar los niveles de EBITDA alcanzados y continuar en la reducción de la deuda tóxica y tratar de lograr, de una vez por todas, la ansiada solución al Nou Mestalla.

 

 

 

 

 

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