Jomi Lavarías

Vaya, cuando todo parecía indicar que íbamos a palmar el partido contra el colista del grupo III de 2ªB, llega Santi Mina y les agua la fiesta a todos los que ya estaban, por qué no decirlo, disfrutando con este nuevo fracaso del fracasado y negligente Marcelino. 1-2 y expediente cubierto.

Que sí, el partido ha sido un desastre, que el equipo no está bien y hoy ha sido el reflejo de lo que viene siendo la temporada. Partido típico de copa contra un equipo de inferior categoría, en el que normalmente la intensidad y la motivación suelen brillar por su ausencia, pese a que tradicionalmente participen jugadores con pocos minutos y que justamente su actitud debería ser otra. Pero esto es, ha sido y será una constante en el mundo del fútbol. No me preguntéis por qué.

Pocas cosas que destacar, salvo los dos goles de Mina que sigue siendo el mismo futbolista efectivo que fue el año pasado, pese a lo malo que es.

A ganar al Girona el próximo sábado.

Amunt!


 

Peris

Poques conclusions grupals es poden traure, més enllà del treball funcionarial de deixar enllestida la ronda de Copa. I això que la cosa pintava bé, mal i normal, si narrem els fets de manera minimalista. Qui ho anava a dir que contra un equip de 2aB que va, inmerescudament, colista al seu grup es posara per davant tenint un jugador menys des del minut 29. Però açò és el Valencia que tenim ara. Un equip bloquejat, horitzontal, amb vora 600 passades sense apenes perill, on un partit de Copa és més una distracció que altra cosa. Però Mina amb el seu encert va deixar les coses al seu lloc natural.

Evidentment, la victòria suma per vore amb altres ulls els pròxims compromisos a la lliga. I per començar a preparar la disposició tàctica sense Parejo, pedra filosofal de tots els debats al bar. I qui diu bar, diu Twitter.

El que serà segur és que Parejo serà Trending Topic el pròxim partit. No tant segur el resultat contra el Girona. Esperem que, si el físic li ho permet, Mina acompanye a Rodrigo. A vegades, els elements aliens a les dinàmiques negatives aporten frescor. I, malgrat el fred que cau a València i comarques del voltant, la calor estancada del vestidor necessita aire.


Sergi Calvo

Imaginemos por un momento que el partido de hoy, contra el voluntarioso Ebro, se hubiera jugado en un contexto emocional y dinámica completamente diferentes a las actuales: nada habría que decir más que un trámite olvidable, partido intrascendente y a pensar en la liga. Tal vez sea esto lo más oportuno y justo para hablar del partido de hoy porque en realidad, no ha sucedido nada que no sea normal y previsible en este tipo de enfrentamientos. Trámite resuelto y a casa.

El mal juego forma parte del guión habitual de estas noches coperas: titulares habituales comparten verde con suplentes habituales y canteranos fuera de posición en rotación. No es el equipo de liga ni tan siquiera homologa como examen. Pasa en todos los duelos desequilibrados de estas primeras rondas de copa, salvo morronazo épico, es lo que hay.

Porque si objetivamos el partido extrayéndolo de su contexto, ni tan siquiera la pronta expulsión (merecida, además) de un jugador aragonés en el minuto veinte de partido se sale de lo previsible: equipo inferior hipermotivado, con exceso de revoluciones y un arbitraje cómodo que favorece al más fuerte… no hay más lectura, además de, repito, ser perfectamente justa la expulsión.

El Valencia ya controlaba el partido y lo siguió controlando de manera absoluta, sólo la inoperancia habitual en ataque evitó un resultado positivo ya antes del descanso.

Sin embargo, y ésto también pasa a veces en estos partidos, un arrebato de pundonor y estalla la sorpresa: gol del Ebro y se encienden las alarmas. Debo confesar que en grupos y redes internas, la inquietud se hace manifiesta, me viene la preocupación y la duda hasta que, haciendo un esfuerzo máximo se intenta enfriar al máximo la sensación…imposible, mucho ruido. Hasta que el guión vuelve a un territorio habitual con el gol del empate y luego el de la victoria.

Alivio objetivo, aunque para muchos insuficiente: no se despejan las dudas mas se resuelve el trámite.

En el plano individual destacar, obviamente el afortunadísimo regreso de un Santi Mina que está a años luz de la calidad y nivel del resto de jugadores ofensivos de la plantilla pero que sin embargo posee un don del que los otros carecen: Garra, pundonor y gol entre ceja y ceja… hay que rematar, cómo sea y con agresividad y ésto es (tal vez la única) gran especialidad del gallego. En estos momentos Mina es maná caído del cielo para los de Marcelino.

Muy discreto partido de algunos (Lato o Wass), irregular de otros (Soler, Ferrán o las intermitencias de Kangin Lee) y la confirmación de que Diakhaby es un proyecto de central de notable jerarquía amén del ya habitual despliegue de autoridad de Coquelin.

El debate semanal: Parejo, sigue abierto. La lectura en las redes muestra un enfrentamiento hirviente. Tras el gol del Ebro los aduladores del capitán saltan a la palestra en defensa de la memoria de su ídolo, con la victoria, los detractores echan mano de datos objetivos (la victoria) pero no concluyentes (el juego). Tablas.

Ahora viene el Girona, ahí el equipo será el de la liga, será un partido homologable a la realidad, esperemos  el plus de Guedes y los ímpetus de un Mina que parece ser el único superviviente de la 2017/18. Soler y Kongdobia a los mandos y todo Mestalla empujando.

Será otra historia.


 

jamacuco

Que la victoria ante un colista de segunda B que jugaba con 10 desde el minuto 27 no enmascare la tremenda crisis en el remate, en el juego, o en el liderazgo que está sufriendo este equipo.

Rozando el ridículo, el VCF volvió a cometer los mismos errores. El equipo no funciona, y la vendas que pone el entrenador no lo están solucionando. Una vez más, como casi siempre en la etapa «Marcelino», una individualidad solucionó la papeleta. En este caso fue un bravo Mina, que en unos minutos de furia consiguió hacer un buen gol de jugada individual que sorprendió al portero, y pocos después consiguió rematar con rabia y fuerza el enésimo centro por banda que ninguno de sus compañeros supo cazar a lo largo del partido.

Destacaría también a Coquelin, revulsivo después del inicial gol del Ebro que cambió el ritmo del partido. Hoy en día debe ser titular indiscutible, en cualquier posición.

A destacar, en este caso en negativo, las actuaciones de Lato, Jaume, Gameiro o Murillo. Si se tienen que reivindicar así, ya está todo dicho. Puerta. Wass también tiene mucho que mejorar, y su mejor posición no es de mediocentro.

Ojalá este partido calme los ánimos e insufle mordiente al equipo. Pero las muestras vistas hoy durante más de 70 minutos son inadmisibles. Y Marcelino ya no tiene ni un céntimo de crédito en su tarjeta.

Amunt.


 

Ilustración del artículo vía valenciacf.com

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