Holgada victoria valencianista que deja la eliminatoria vista para sentencia. Triplete de Negredo y buenas sensaciones en el día de Reyes .

 

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Jomi Lavarías

Si a uno que no sepa en qué día vive le dicen que el Valencia ha ganado 4-0 con tres goles de Negredo y uno de Rodrigo, lo primero que pensaría es que es una inocentada. Pero no, ha sido en el día de Reyes. Por fín, aunque dos goles hayan sido de penalti, la delantera de los 60 millones de euros ha metido 4 goles en un partido. Queremos más partidos así. Exigimos más partidos así.

Se confirma la mejoría del equipo y además con victoria. Y con portería a cero, doblemente importante. Por momento hemos visto un juego rápido, fluído, presionante arriba. La apuesta de Gary Neville por este fútbol me gusta. Y creo que el equipo tiene jugadores idóneos para poder desarrollarlo. Hoy, a pesar, de que el Granada ha tenido sus opciones (grande Ryan, el poco trabajo que ha tenido lo ha resuelto brillantemente) el Valencia ha demostrado que este equipo puede dar mucho más de lo que ha dado hasta este momento. Ya no es aquel equipo que a pesar de ganar partidos las sensaciones que dejaba no eran las mejores. Ahora este equipo, aunque no gane, las sensaciones que dejaba eran otras.

Hoy en lineas generales todos los futbolistas han dado una buena imagen pero creo que hay que destacar a Santi Mina. Muy buen partido del chaval. Muy participativo, muy rápido, muy generoso con los compañeros. Seguro que hoy aunque no haya marcado la dosis de confianza que debe haber adquirido le será más que beneficiosa.

Una reflexión respecto al horario…yo más que quejarme del horario, que también, me quejo que esta competición no sea a eliminatorias a un partido. La Copa recuperaría el prestigio y el interés entre los aficionados, aparte de que el calendario se descongestionaría mucho. Y en eso no tiene la culpa ni Tebas ni la Federación. La tienen los propios clubes, que son unos cagones y unos hipócritas.

 

Mario Selma

Receso liguero, en fecha señalada y horario prohibitivo, para calmar la sed de resultados de un equipo nuevamente en construcción táctica, física y emocional. Rival menor que no se olvidó de nuestros regalos, en un partido de trazo no rectilíneo y vaivenes por parte de los contendientes.

Sobre el verde, Gary adelantó un poco la línea de presión, pero no en bloque, sin arrastrar a la zaga, que continúa siendo el punto más vulnerable del equipo. A excepción del guardameta, que siempre da el callo y se alza como la demarcación más regular del plantel. En esta ocasión con un Ryan felino que solventó con exquisita perfección sus dos intervenciones providenciales. Con la defensa teóricamente suplente, Vezo y Orban sufrieron más de lo previsto ante los atacantes del Granada, con un Santos sobrio y cumplidor y un Barragán muy prodigado por su carril. El mediocampo no carburó como conjunto, dejando espacios y sin conseguir llevar la manija, con un Fuego alejado de su mejor rendimiento y al que se le empieza a ver pieza poco compatible con la idea genuina que quiera inculcar el técnico inglés -en breve habrá que tomar una decisión sobre su futuro (contrato hasta junio de 2017)-, un Parejo que pasó el corte como elemento individual y un notable Enzo que ensancha su potencial, y se gusta en fase ofensiva, en el rol de interior no anclado, sorprendiendo a todos al trazar varios pasillos imposibles cual jugón de kilates. Arriba Rodrigo estuvo activo y centrado, quizá más voluntarioso que efectivo como figura atacante trascendente, pero acaba de regresar y dejó mejores maneras y sensaciones que las que guardaban nuestras retinas, mientras Negredo se desquitó sobradamente con un regenerador hat-trick, consiguiendo superar -en próximas ocasiones descubriremos si flor de un día o no- su particular reto negado solo contra el portero y además, sin verlo fino, ágil ni similar -no nos vengamos arriba tan rápido- participando en el juego colectivo. Desapercibido, una vez más, un Piatti que regresa a la versión mediocre de tiempos pasados, con un aporte insignificante, dejando para el final a Santi Mina, para mí el hombre más destacado del encuentro; el mejor socio del tridente ofensivo, sacando rédito al espacio -algo no fácil siendo segundo delantero y jugando volcado en este Valencia-, incisivo en cada una de sus acciones, sin arrugarse, solidario y con alguna individualidad destacable. Evoluciona, que no es poco. Dejémonos las etiquetas, esas que a otros tardamos más en colocar por simple predilección, amistad u otra causa arbitraria similar. Ay.

El resultado, posiblemente más holgado de lo merecido y reflejado por ambos equipos, deja sentenciada la eliminatoria, la portería a cero, lo que abre un hueco en el apretadísimo mes de enero destinado a aliviar piernas y foguear canteranos y jugadores con menos protagonismo. Neville recoge el premio a sus mejoras, leves, que iban asomando y, de paso, le da un chute anímico a todo el grupo cara a un calendario propicio para recortar puntos en Liga. Aprovéchenlo, que se acabaron las fiestas.

 

Lobo

Se presumía una eliminatoria complicada, o, como poco, trabajada. El modesto Granada CF es un equipo currante y poco más, pero para el actual VCF no hay rival pequeño. Sin embargo se ha resuelto en 4 papirotazos de un equipo más inspirado que brillante, y con algo de la suerte que no ha tenido hasta ahora, que no es baladí.

Parece que, a pesar de poner en liza a algunos jugadores no habituales, o que presumiblemente no lo serán en el futuro, Gary Neville, y por ende el VCF, se toman en serio la Copa del Rey. Y a mi me parece una noticia magnífica. La Copa es una competición bonita y agradecida que en unos pocos partidos te puede plantar en un Final, con lo que eso conlleva. Y al VCF le vendría muy bien una Final de algo, lo que sea, y la Copa es asequible. Ganarla, como diría aquél, sería la hostia, pero solo con llegar se movería algo el árbol de la ilusión, que falta nos hace. Además comienza a parecerme que Gary sí tiene ese algo capaz de contagiar a vestuario y afición. No sé si es liderazgo, pero sí estoy seguro que tiene una gran ambición que se nota en el césped y mucha inteligencia en su discurso motivador capaz de aglutinar a todos para tirar del carro.

El equipo parece ir mejor que iba, que sí, era fácil, pero era el objetivo y parece encaminado. Si empieza a cambiar la suerte, las dinámicas de algunos jugadores que ahora realmente saben a qué juegan, y Gary es tan entusiasta y conocedor de los entresijos del fútbol y las claves del vestuario como parece, todo va a ir a mejor. Yo, tras ver el primer partido de una eliminatoria que con Nuno habría sido una tortura y a estas horas estaría casi perdida, soy optimista.

 

Jamacuco

Como podría suponerse en una tarde de Reyes (Tebas nos la tienes jurada), el VCF nos regaló un partido plácido y alegre pero cuyo marcador es más abultado que lo que podría haber sido la realidad. Y ésta no es otra que un equipo aún en fase de construcción, con carencias y desequilibrado.

De mediocampo hacia adelante se ve clarísimamente que los jugadores han entrado en otra dinámica: juego combinativo, cambios de orientación, paciencia, no rifar el balón, velocidad en las acciones, presión… es decir, todo lo contrario del patadón a las bandas con el que nos hacían sufrir en la etapa Nuno. Ya se viene viendo durante varios partidos. A poco que aumente el ritmo de juego y se ajusten las sinergias positivas entre todos los componentes del equipo a la hora de atacar (y con buenos jugadores es más fácil), el VCF puede empezar a asentar una potente máquina de destrucción de equipos rivales. Si los Santi Mina (ayer hizo su mejor partido hasta la fecha) y Rodrigo empiezan a tomar confianza y el sr Negredo rinde lo más parecido a sus supuestas cualidades (enhorabuena por el hat trick), añadiendo al resto de componentes que ayer no actuaron, el valencianismo empezará a sonreír muy pronto.

Caso diferente es de mediocampo hacia atrás. La inseguridad, los despistes y la falta de contundencia son demasiado habituales. De no ser por un acertado Ryan (sólo un error en el partido, sin consecuencias, haciendo además un par de buenas paradas) el VCF no hubiera dejado su casillero en contra a 0. Vezo estuvo muy nervioso y fallón, Aderlán cumplidor pero sin ideas en construcción, Orban missing y Barragán en su línea. Si a esto le añadimos un Javi Fuego falto de ritmo y excesivamente fallón, junto a los típicos errores de pase de Parejo, nos queda un equipo con muchas dificultades en la salida de balón y con continuas pérdidas a la mínima presión ejercida. Desde mi punto de vista, es la zona dónde más tiene que cambiar el juego, ya sea con fichajes (o desfichajes, lo de Piatti es para llorar) o con un adecuado entrenamiento. La falta de seguridad que transmite el equipo cuando se encuentra en campo propio es un lastre que mina todo el conjunto. Que ayer faltaran varios titulares, es quizás el resquicio de esperanza a una pronta recuperación en este aspecto. En el momento que eso se consiga y equilibre el juego de ataque, creo, modestamente, que el VCF podrá apretar el acelerador y plantearse metas a corto y medio plazo más acordes con los intereses e ilusiones de la afición.

 

Drakul

Que raro se hace esto de sentarse frente a la pantalla del ordenador sin tener nada de lo que rajar tras un partido del Valencia. El equipo ha estado sobrio, ha movido el balón y pese a ciertos nervios en la zaga, el nivel general ha sido bueno.

El Granada venía pensando que esta no era su batalla, que la vida se la están jugando en otra competición, pero aún con ello tuvo el acierto de dar algún susto que podría habernos costado la vuelta a los nervios y a la duda. No pasó, estaba Ryan. Que injusto es que cualquiera de los dos porteros tenga que sentarse en el banquillo. Ambos merecen la titularidad y supongo que mantendrán una bonita pelea por el puesto de aquí al final del campeonato, más aun cuando a la pugna se incorpora un tercer hombre, Diego Alves, posiblemente el mejor portero de la Liga durante la pasada temporada.

Parece que la salida de Nuno ha revivido a varios jugadores. Ya lo vimos con De Paul, hoy con el triplete de Negredo, pero también con Santi Mina, que día a día empieza a justificar el alto precio que invirtió el Valencia. Y no puedo terminar sin mencionar al que ha sido el mejor hombre sobre el campo. Enzo Pérez ha sumado a su pundonor habitual un acierto con el balón del que el anterior entrenador nos privó al alejarle del área contraria. Este equipo pinta bien; Gary Neville pinta bien.

 

Ilustración del artículo vía LFP

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