La respuesta corta es sí, sin duda. Uno de los puntos flacos de Marcelino es el escaso uso de los suplentes en partidos trascendentes, y cuando lo ha tenido que hacer, en numerosas ocasiones obligado por la lesiones. Si bien es cierto que la actual temporada es corta competitivamente hablando –sólo Liga y Copa del Rey-, también que si se quiere aspirar a lo máximo, o por lo menos no renunciar a ello, se antoja fundamental la aportación de la segunda unidad para llegar a tope a la recta final de Liga. Se habla mucho del mercado de invierno, empero la plantilla está infrautilizada. Además, la mayoría de suplentes teóricos ha rendido en los minutos de los que ha dispuesto. Futbolistas como Nacho Vidal, Vezo, Lato, Maksimovic, Nacho Gil o Mina (además de la presumible aparición de Ferran Torres) pueden aportar mucho al buen quehacer del conjunto; de hecho, cuando se ha contado con ellos, han respondido a las mil maravillas. Entre muchos aficionados che se ha impuesto la moda de etiquetar de forma indeleble a los futbolistas que no gustan (en realidad, esta manía ya venía de serie) y da lo mismo lo que rindan sobre el césped, que siempre serán carentes de nivel a sus ojos. Mas ello no deja de ser un prejuicio, una debilidad del propio opinante.

Por lo tanto: ¿es imprescindible fichar en el mercado de invierno? Si sirve para mejorar la competitividad, bienvenido sea. Pero salvo plaga de lesiones y teniendo en cuenta que el VCF está inmerso únicamente en dos competiciones, ni mucho menos es imprescindible. Creo firmemente que Nacho Vidal puede igualar o mejorar las prestaciones de Montoya; Vezo ha rendido como el que más en el centro de la zaga, dando un buen hostiazo a los que se burlaron de él; Lato, con luces y sombras esta temporada, ha demostrado compromiso, capacidad física y mucha garra; Maksimovic, en lo poco que le hemos apreciado, ha demostrado una inteligencia inusual en un chico de su edad; le costó a Nacho Gil, en parte por la falta de continuidad, pero ya en el último encuentro ofreció destellos de su clase y calidad para resultar determinante; Mina es el jugador con mejor ratio goles por minuto del equipo; Ferran es la joya de la corona, y a priori, ideal para el esquema y la filosofía de juego de Marcelino. Todos ellos jóvenes aunque sobradamente preparados. Que no perfectos, ojo. Seguro que cometerán errores, pero también los cometen los más veteranos. Es momento de aplicar las rotaciones, de que en la cabeza de Marcelino surja la posibilidad de introducir dos o tres variantes individuales por partido (no es necesario cambiar el equipo casi al completo). Y quién sabe si algún teórico suplente le roba la “plaza” a un teórico titular. Porque lo merecen y van a responder.

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