Jomi Lavarías
Victoria sin brillo ante Osasuna, pero victoria al fin y al cabo, y muy necesitada.
Se repitió el guión del partido del pasado jueves en Madrid. Buena primera mitad y muy mala segunda parte.
Además del buen juego, a secas, en los primeros cuarenta y cinco minutos, se unió a la fiesta nuestro gran amigo el VAR. Gol anulado a Rodrigo nada más empezar que, aparentemente, parecía claro. Pero qué pasará en esa sala que tardan un mundo en sacar las imágenes y con unas rayas echadas un tanto extrañas. El colmo ya fue cuando intervino buscando no sé sabe muy bien el qué en el golazo que metió Guedes. Estas cosas, y otras muchas en otros partidos, son los que te hacen dudar de una herramienta que lejos de acabar con las polémicas las alimenta. Y uno no quiere pensar en conspiraciones, pero es que no te dan otras opciones.
El segundo gol de Rodrigo pareció sentenciar el partido, pero no.
La segunda mitad fue un calco de Madrid. El Osasuna se lanzó arriba, cambiando el sistema, y por momentos el equipo estuvo embotellado y sin capacidad de reacción. Prácticamente no se pasó de medio campo y fue un milagro que se acabara con la portería a cero. En otros partidos, con menos, se encajaba.
Tres puntos que al menos sirven para no descabalgarse de la lucha por una plaza europea.
Amunt.
Peris
De més a menys. Marcant dos gols per validar-ne un. Una aparició de Guedes amb un gol i una assistència van ser prou per finiquitar el partit. Encara que és preocupant la desescalada mental que pateix l’equip de Celades en els partits. La tranquilitat de Kondogbia per davant de la defensa, unit a la tornada de Gabriel fan que el sistema defensiu millore globalment amb actuacions individuals. Fins i tot, Cillessen que semblava estar amortitzat i més fora que dins, resol amb solvència les seues actuacions. Amb Guillamón i el seu tercer partit sense desentonar. Sense targeta. I Soler, amb menys lluentor que altres, demostra que és capaç de sostindre un centre del camp quan no és creatiu. Parejo sembla patir vellea prematura i, es vulga o no, no és positiu. Imaginen que no em trobat a faltar a Gayà, pedra angular del geni blanquinegre. Potser, com sempre, el camí per fer fort a l’equip estiga en la genètica de casa.
Sergi Calvo
Necesaria y solvente victoria del Valencia sólo ensombrecida por un VAR que ya no oculta sus intenciones. No es casualidad, no puede ser casualidad.
Y fue una lástima porque la indignación generada por las kafkianas decisiones federativas fue una interferencia en el disfrute de una primera parte en la que los de Celades trituraron sin piedad a un bisoño Osasuna. Es cierto que el equipo se deshinchó en una segunda parte más que discreta, en la que ni los cambios ni el estado físico fueron suficientes para suministrar algo de oxígeno al juego valencianista. Al final no hubo mayor incidencia más que algún susto moderadamente grave y el partido acabó apagándose como una vela, con tres puntos balsámicos que permiten cierta recuperación anímica al grupo.
Estamos muy cansados del tema VAR, pero es imposible hacer la vista gorda. No queremos gastar tiempo y bilis en esta circunstancia pero lo de hoy ha sido una manifestación clara y pública de una manipulación intencionada. El fuera de juego del gol anulado a Rodrigo es torticero. La imagen (que en TV ha sido proyectada apenas unas décimas de segundo) ofrece dudas severas, muy severas, por ser blando con la decisión tomada. La inexplicable revisión del gol(azo) de Guedes confirma lo evidente: no es casual. Castigo por chutar trallón: una tarjeta posterior igualmente inexplicable.
En la parte llena del vaso, la confirmación de la solvencia de Guillamón… que aguante su dupla con Paulista. Un aceptable Florenzi y un buen Cilessen. El estado de Kongdobia es superlativo: Kongdo cuándo está bien… está muy bien. Rodrigo está de dulce cara a puerta y cara a apertura a bandas y el gol de Guedes, sin duda, podría ser la deseada pero inesperada ya inflexión del luso. Ojalá su “escuadrazo” sea poción mágica de galo irreductible.
Hay, no obstante, una parte del vaso que sigue preocupantemente vacía: Parejo al frente, no hay justificación posible. Ferran parece haber perdido el punto dulce y Carlitos Soler está encerrado en una campana gris. No obstante, a los canteranos se les espera. Su trabajo e implicación están fuera de toda la duda, en el caso de Soler: lustre o calafate pero siempre suma.
Y seguimos, como es habitual en estos barrios: habrá debate, desprecio o aprecio según tendencias e intencionalidades públicas o subterráneas, lo de siempre.
Bueno…
Ganó el Valencia.
Y al final (ya hacía tiempo, ¿eh?) es lo que nos queda.
Lobo
Hacía falta ganar como fuera, y se ha ganado como se ha ganado. Primera parte muy solvente aprovechando la enorme fragilidad del visitante Osasuna, que no se enteró de nada. El infame VAR pudo anular el tempranero gol de Rodrigo, a su estilo, tirando rayas milimétricas y manipulando imágenes por sus cojones morenos, pero ya no pudo encontrar nada para anular el extraordinario de Guedes, y eso que buscó y rebuscó, sin éxito. Luego Rodrigo encontró puerta de nuevo, haciendo buena su racha. 2-0. La segunda parte fue otra cosa. Nunca había visto un triple cambio al descanso, y algo tan extraño fue para que Osasuna cambiara por completo su sistema yendo más al ataque y reforzando la presión. Entre eso y que los nuestros parecieron conformarse con verlas venir, el partido se hizo algo soso. Pero aunque lo escribo y me parece casi insólito, no vi peligrar el resultado en ningún momento. El VCF defendió razonablemente bien aun con los cambios de Celades que desorganizaron bastante, creo yo, y aun a pesar de que algunos de los nuestros no parecían ayudar mucho, puede que al contrario. Paulista y Guillamón no tuvieron excesivos problemas para sacar casi todo, ayudados por Costa y FLorenzi que también estuvieron bien. Mención para Guedes, que parece volver al fin por sus fueros, para Rodrigo que lleva una estupenda racha manipulada por el maldito VAR, Cillesen que de nuevo mostró seguridad, y para Kondogbia que fue eje, motor, canalizador, lanzador y referencia del equipo mientras estuvo. Los demás, flojos pero pasables.
Primeros tres puntos tras el parón del Covid, y no creo que haya que dar muchas más vueltas. El equipo está bastante en cuadro, falrto de forma, con demasiados jugadores lesionados o cogidos con pinzas, la autoconfianza grupal está tocada y lo importante era y es ganar, ganar y volver a ganar. Pues ya está. Seguimos.