Toni Calatrava

Una mala decisión de un joven inexperto dio al traste con el esfuerzo de un Valencia que, hasta ese momento, estaba compitiendo contra un muy buen rival. No sabemos qué hubiese ocurrido de mantenerse el equilibrio numérico, pero está claro que este tipo de decisiones se pagan muy caras en una liga como la española.

La primera parte había sido muy disputada, con el equipo de Voro en el mismo papel que en su visita a Villareal: lineas juntas, presión escalonada y contraataques. Con esta receta se adelantó en el marcador en una excelente llegada por la izquierda. A partir de ahí el equipo canario se fue poco a poco imponiendo ante un centro del campo donde Parejo y Enzo simplemente no daban la talla. El gol de Viera hizo justicia en el descanso. En el minut0 51 Munir hizo la novatada y reventó el partido. Dos goles en los minutos siguientes condenaron a una nueva derrota, esta vez sí, peleada con dignidad hasta el pitido final.

Viendo al equipo me da la sensación de que con una pieza más en el centro del campo en este mercado invernal, se hubiese podido dar guerra en la segunda vuelta: el equipo se adivina mejorado en el aspecto anímico,  se ve esfuerzo colectivo y algo más de compromiso; pero hay jugadores que simplemente «no están». Enzo corre mucho, pero si fuese más inteligente posicionalmente no necesitaria hacerlo y, posiblemente, se evitaría muchas tarjetas. Parejo sigue siendo una losa -lento, parsimonioso-, que solo te ofrece dos o tres destellos por partido. Se ha perdido una buena oportunidad de vender a uno de los dos (o a ambos) en este mercado y haber reforzado la medular en la que Soler sigue muy destacado sobre el resto de centrocampistas.

Queda un día para maquillar una plantilla con carencias evidentes. Al menos, creo que con la actitud de estos tres partidos, se puede aspirar  a una segunda vuelta menos lamentable que lo visto hast ahora.


Drakul

¿Quién está mas empanado, Parejo o la directiva del Valencia? Meditemos esta difícil cuestión en la que dirimir si la apatía del diez supera en memez a una directiva del Valencia cuya poca exigencia con los árbitros nos perjudica casi todas las jornadas,. Me decía mi abuela en su valenciano natal que “una cosa es ser bó i altra ser dos voltes bó, que es ser bobo”. La directiva del Valencia, es buena dos veces. O mas.

Siendo justos ver jugar al ataque de Las Palmas es una delicia. Combinan en corto, doblan como flechas y se crean espacios hasta en su pequeño campo. No quiero restar un ápice de valor a su temporada por que lo cierto es que apetece verles jugar. Sin embargo mi visión es la del valencianista y estos asuntos están lejos de importarme. Me importa más ver cómo el portero que juega en el Valencia mas por su veteranía que por sus actuales condiciones, trate de sacar a mano cambiada un balón que le va a la derecha. El balón era difícil de todos modos, seguro, pero intentar sacar un disparo duro con la mano mas lejana al balón, dificulta o imposibilita la parada. También me sigue importando ver el gran peso que están teniendo los arbitrajes en la pésima temporada del Valencia. ¿Cuántas veces hemos oído aquello de que “no le expulsa porque le acaba de sacar la primera”? Pues a Munir lo expulsa a los dos minutos de reloj de sacarle una amarilla sin mas razón que el gusto del árbitro por el amarillo. Para gustos, los colores y la diferencia de criterio que mostró el colegiado entre ambos contendiente no hace mas que reafirmar que al señor Latre le gusta el color áureo. Esta semana está en boga el tema de ayudas técnicas a los colegiados por un error contra el Barça… uno… ¡que envidia! No creo en ello. Los arbitrajes al Valencia, por reincidentes están lejos de ser errores de apreciación. Un árbitro con tele y cierta premeditación podrá perjudicarnos todavía mas.

Y bien preocupante es que el Valencia todavía no haya fichado al mediocentro defensivo que necesita. Una vez, otra vez, la enésima vez que sin Enzo no hubo Valencia. Sin ser un mediocentro defensivo específico, por garra, solidez y sobriedad es el único capaz de desarrollar esa función. Orellana es buen jugador, una oportunidad de mercado, pero si llega sin mediocentro no solucionará nuestros problemas.


jamacuco

Partido con muchas aristas el visto anoche en Gran Canaria. El VCF perdió fruto de sus errores e incapacidad, de la labor arbitral y de grandes goles del rival.

La primera parte valencianista fue buena. Después del titubeante comienzo el VCF se plantó bien sobre el campo. Y se adelantó, una vez más, en el marcador. Las Palmas se estiró pero la defensa estaba bien plantada. Como punto de mejora se podría destacar, también una vez más, la falta de liderazgo y contundencia para saber controlar el partido en el centro del campo, además con el marcador a favor. Sin embargo lo peor del primer tiempo estaba por venir en los minutos finales: gol, una vez más, en los últimos minutos antes del descanso y la lesión de Enzo Pérez.

Y es que, de nuevo, la desaparición del argentino sacó a reducir las ya de por sí escasas luces del centro del campo valencianista. Mario Suárez, con poquísima garra y el inefable Parejo (sentí asco al ver lucir, una vez más, el brazalete de capitán a este personaje) con su carácter de ameba habitual, pastaron al trote por el verde campo canario sin tomar el pulso al equipo. Soler esta vez no pudo solo. La historia pondrá al de Coslada en el lugar que merece, en uno de esos rincones oscuros y hediondos de la memoria, como uno de los jugadores más nocivos en la historia valencianista. Lo sorprendente es ver los apoyos que ha tenido este elemento entre afición y prensa por un puñado de faltas y penalties marcados. Cosas veredes, amigo Sancho…

En ese caldo de cultivo llegaron los errores clave del partido: los arbitrales y los de los jugadores valencianistas. Munir fue receptor del error arbitral en la primera tarjeta amarilla; pero cometió él otro al hacer unos minutos después una escandalosa falta que le costó la segunda amonestación. A la calle con casi todo el segundo tiempo por delante. Y para más inri, al poco tiempo y en otra falta que no era al borde del área, Las Palmas dio la vuelta al marcador. A esta fiesta del error se unió Mangala, el mejor central de esta temporada, cometiendo un error absurdo que dejó rematar al delantero centro canario solo a placer. 3-1 y el VCF knockeado. Buen trabajo de los canarios y el cuerpo arbitral ante, una vez más, un VCF con poquísimo carácter e inteligencia futbolística.

El equipo, con los cambios de Voro, intentó reaccionar en los minutos finales con cierto orgullo pero con mucha imprecisión. El árbitro nos regaló varias faltas (compensó su lamentable actuación de errores y tarjetas a los nuestros, fruto de su culpabilidad consciente) pero ni así, pues Parejo parece que tampoco se está tomando en serio la faceta por la que tantos le defendían: el balón parado.

Veremos el próximo partido cómo respira el equipo. Comprobaremos si este ha sido fruto de la fatalidad y la desvergüenza arbitral (consentida por Meriton y su falta de trabajo al respecto) o el efecto Voro se diluye como los polvos de gaseosa.

Por cierto… la negligencia de Meriton en la gestión deportiva sigue acrecentándose. A 30 de enero y el equipo sigue sin reforzarse en los puestos más necesarios. Y hay aún quien piensa que Prandelli no tenía razón a la hora de dimitir…


 Arias4ever

No vimos anoche al Valencia de Paletolandia pero tampoco vimos al Valencia de Prandelli o de Ayestarán.

Pese adelantarse en el marcador con el gol de Mina ( si, ese que llamabais  “Ruina”), la U.D. se mostraba dominadora del encuentro pero sin crear apenas peligro.  Esto no debió gustarle a Cancelo y  decidió tomar cartas en el asunto. Dicho y  hecho; Viera controla al borde del área y el portugués ni encara, ni encima ni nada..se queda mirando y el canario la enchufa.

Al descanso nos vamos con el 1-1,  siendo sinceros era lo más justo . A todo esto, Enzo se había vuelto a lesionar y la segunda parte traía la novedad de Mario Suárez. Recordemos;  con Enzo íbamos 1-1 .

Todo cambió cuando Munir y el árbitro decidieron mostrar lo peor de si mismos. Una primera  tarjeta que no era y casi a continuación otra que solo a un descerebrado como el azulgrana se le ocurre buscar .  A la calle y casi  toda la segunda parte con 10. Con golazo de falta se acabó el partido y solo quedó ver el fallo de Mangala ( no lo merecía), para cerrar el resultado. Lo único positivo ( dentro de una muy mala segunda parte), es que el equipo mostró cierta dignidad y no se dejo ir . Es lo mínimo, pero como otras veces no lo han hecho…lo destacamos.

¿Parcial sin Enzo? 2-0 . Mimimimimi “jugamos con 10” mimimimi. Si, pero esos fueron los parciales.

Total, que volvemos sin puntos de Canarias, con lesionados, con sancionados y disgustados.  Maravilloso.


Ilustración del artículo vía www.valenciacf.com

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