Lobo
Grandiosa victoria ante el Villarreal más por lo que significa que por el juego en sí. En justicia no se puede decir que el VCF haya hecho un gran partido, pero sí han hecho el que hacía falta, mucha falta. Jugadores creyendo en sí mismos, metiendo la pierna con fe, corriendo como locos, defendiendo con intensidad, atentos a cada balón, presionando de forma ordenada y con fuerza, una barbaridad de partido pleno de oficio, pelea y acierto, quizá hasta con una pizca de suerte, un partido que hacía mucho no disfrutaba el sufridísimo aficionado che y que ha supuesto una emocionante victoria con portería a 0. Casi un sueño tal como estábamos y un cambio de 180 grados en la dinámica horrible que llevaba el equipo. Seguimos hundidos en el fondo de la clasificación y no vale venirse arriba, pero esto debe ser el cambio en la mentalidad que todos necesitábamos.
No voy a abundar en los elogios a Carlos Soler, que los merece a capazos, pero sí quiero destacar el enorme esfuerzo de los centrales sacando todo lo que les ha llegado, a Nani que ha sido un dolor de cabeza para el rival, y hasta a Munir y Mina, que sin haber estado ni mucho menos brillantes se han dejado los huevos corriendo por todas partes y se han ganado el sueldo a base de bien.
Lo de Voro es increíble. Algo tiene ese hombre que cuando se pone el traje de entrenador todo lo que era un desastre total comienza a encajar y funcionar como un reloj. Mi aplauso sin reservas. #GraciasVoro
Drakul
¿Cómo era aquello? ¿Que lo que tenía que hacer Lim era fichar un entrenador contrastado? Si es que se tenía que poner la parcela deportiva en manos de un tipo serio como Prandelli; uno que supiera de esto tanto como el italiano y que ya dijo bien claro que lo que este equipo necesitaba era gente experimentada y no mas jóvenes. Embelesados, los valencianistas le aplaudimos y dijimos que este sí sabía de fútbol. Hoy, después de haber dicho y escuchado en todas y cada una de las tertulias que ese era el único camino de sacar el club del pozo, llegan Voro y Soler y nos dan una lección de humildad. El entrenador de urgencias sin mas experiencia en primera nos ha dado el mejor fútbol de la temporada y sus estadísticas partidos/puntos son casi de milagro. El chico que ni había jugado en segunda división le ha cambiado la cara al centro del campo donde hoy son todos mejores que lo eran hace 15 días.
“Bueno sí, pero Mina no vale, porque no tiene gol”. Y marca dos goles en dos partidos trabajados ambos con el alma.
“Nani está acabado” y la asistencia del gol de Soler es una jugada de tanta calidad que ya casi no recordábamos que los nuestros fueran capaces de eso.
“¿Como no vamos a encajar goles con Cancelo y Gayà de laterales? ¡Para juntarlos hay que poner tres centrales!” Y al final conseguimos dejar la puerta a cero, con defensa de cuatro y ellos de laterales.
“Si es que el 1-4-5-1 no vale” y tras pasar por todos los dibujos tácticos posibles hemos encontrado la senda de las victorias con aquel que no dábamos pie con bola.
Así que si esperan que yo les explique el porqué de todo esto… sigan esperando. Tengo tan poca idea como ustedes.
Hoeman
Chocó ver a Cancelo de lateral titular, pero tenía una base lógica más allá de las molestias de Montoya: los jugadores de ataque de banda ofensivos del Villarreal (Soriano, Dos Santos) tienen una marcada tendencia ofensiva interior, por lo que a priori, ni el luso ni Gayà sufrirían defendiendo por fuera, que es lo que más daño hace a este tipo de laterales ofensivos (que en realidad son extremos reconvertidos), por dentro es más sencillo recibir ayudas y quedan menos expuestos. Asimismo, con sus subidas les obligarían a defender por fuera.
Podemos afirmar que el Valencia fue superior a su rival durante la mayor parte del partido, salvo en 10-15 minutos con el marcador empatado a cero donde el triángulo defensivo conformado por Garay, Mangala y Enzo (¡esas faltas, qué importantes han sido!) fue fundamental para mantener el equipo vivo. Además, el equipo fue inteligente: lanzaban balones en largo intentando recoger el rechace, algo que consiguieron en bastantes ocasiones. Deshacerte de la presión obteniendo el balón pasado el centro del campo. Maximizar esfuerzos. El equipo en fase defensiva utilizó un 4-4-2 con Mina y Parejo ejerciendo de delanteros y presionando muy bien, en general notablemente secundados por el resto de líneas. Con una recuperación, en una gran jugada colectiva e individual, llegó el primer gol de Carlos Soler, que retrató una vez más la contumacia en el error del operetero Prandelli. Voro, sin fichajes, ha conseguido lo que el italiano creía imposible. Es lo que tiene aplicar la lógica y cordura en el fútbol. Para colmo, Mina jugando en su posición (¡qué cosas!) volvió a marcar: un gol que sólo futbolistas como él, que se desfondan en un partido, son capaces de marcar. Esos goles no se cosiguen regulando esfuerzos. El baño del Valencia fue suave, y sólo los 10-15 minutos posteriores a la entrada de Samu Castillejo -un jugador de banda que sí encara por fuera, superó a Gayà en bastantes ocasiones- el Valencia sufrió como un condenado. Supo sufrir y tuvo la pizca de suerte (y acierto, Alves hizo paradas meritorias, como antaño) que en otras ocasiones le ha sido esquiva (en el palo de Pato, por ej.). Eso sí, la sensación de peligro en cada córner en contra sigue siendo preocupante. Nuevamente Garay, Mangala y Enzo se agigantaron en pilares defensivos. Y el Valencia (¡por fin!) mantuvo su portería cero.
Voro vuelve a demostrar que más vale hacer pocas cosas bien que muchas cosas mal. Al final no era tanto «marrón», como vociferaron muchos, cuando tienes los conocimientos y los huevos para llevarlos a cabo.
Y respiramos.
Arias4ever
El mismo Voro que cerró la noche como el gran triunfador, era el Voro al que se atizaba por alinear a Cancelo en detrimento de Montoya para complacer a Meriton. Luego ya nos enterábamos que era por molestias del ex azulgrana, pero el palo por parte de algunos tuiteros y algún periodista ya se lo había llevado. Los primeros rectificaron, los segundos….
El partido significó la confirmación de lo visto frente al Apañó; presión, lucha, pelear cada pelota, mayor orden defensivo.. Hubo momentos en los que el VCF bailó a los paletitos en su «nuevo» ¿estadio? Incluso la suerte ya está de nuestro lado; pifia de Asenjo, balones que se estrellan en nuestro palo, etc.
Salvo 25 minutos de la segunda parte donde el Villarreal se puso las pilas y achuchó de lo lindo, el resto fue un monólogo del Valencia. Mangala imperial, Garay espectacular, Enzo y Parejo correctos y con otra actitud, Nani demostrando que fútbol tiene para dar y tomar cuando le pone ganas… y así casi todos.
De Carlos Soler no comentaré nada, pero que va a caer camiseta con su nombre lo saben hasta en la Conchinchina.
A disfrutar.
¡¡Paletos NO, España no es un zoo¡¡ (c) @jos_toms
jamacuco
Gran victoria. El VCF ha hecho un partido soberbio. Como si todo lo que ha ocurrido (y está ocurriendo) en el vestuario, club y entorno fuera una pesadilla, un mal sueño pasajero cuyos recuerdos esperas ahuyentar cuando amanece. Nada de lo vivido en estos tristes últimos meses tuvo reflejo en el alicatado escenario de ayer noche. El VCF fue un equipo firme, con dominio del juego en buena parte del encuentro, sabiendo sufrir en momentos puntuales de acoso local, cometiendo pocos errores y al que sólo faltó un poco de serenidad en algún contraataque para asestar una sonrojante estocada a los de la Plana en forma de goleada.
¿Quién o qué ha sido el artífice de esta transformación de las sensaciones que transmite el equipo en tan corto espacio de tiempo? Todo apunta a un hombre, Voro, que con su naturalidad, con su forma de hacer las cosas de forma normal y sin estridencias es capaz de revertir situaciones difíciles. Y no es la primera vez que lo hace. La lógica decía que había que cerrar la defensa, y para eso, dispone que los laterales cumpla un papel de lateral y no de extremo. Gayà vuelve a por su fueros pero Cancelo transmite poca templanza en ese puesto; el jugador es un caos para el rival pero también para el propio equipo. Ayer ayudaron unos mejores conceptos defensivos de los jugadores de banda, Munir y Nani (gran bicicleta la suya en el primer gol), que supieron entender su rol y dieron mucho equilibrio defensa-ataque al equipo.
Los centrales, imperiales. Retener a Mangala (de alguna manera) debería ser un objetivo, mientras que Garay empezó a dar muestras de que puede convertirse en un jerarca de la parte de atrás del equipo.
Mina tuvo su premio a la lucha y presión, a veces demasiado alocada, con un gol que hizo mucho daño al rival. Su cambio por Zaza, simple anécdota. Veremos si se acopla rápido.
El centro del campo parece mucho más compensado con Soler, el chico maravilla del valencianismo, dejando a Enzo y Parejo en un segundo plano y al que deberían darle millones de gracias porque está haciendo lo que ellos no han sido capaces de hacer. El chaval destila calidad en su juego, madurez en la toma de decisiones, energía en su despliegue físico. Y la confianza que desprende; confianza dada por alguien que ha apostado firmemente por él, Voro, y que el chaval la comparte generosamente con sus compañeros. Huele a madera de líder a kilómetros. Si nada se tuerce puede convertirse en piedra angular de un futuro proyecto si se quiere tener la ambición de siempre. Por favor señores de Meriton, si siguen estando, no la caguen.
Amunt coño!
Muy buen articulo de opinion, es muy interesante.. Amunt Valencia!!
Gracias! 🙂