Drakul
Era un partido para ver solo si no tenías nada mejor que hacer. Con nada que disputar, a la hora de la siesta del día de la madre y con un sol radiante era factible que mucha gente ni se presentará. El propio rival vino, pero fue ese invitado que no quiere molestar y pasa tan inadvertido que al final nadie está seguro de si alguna vez nos visitó. Así todo transcurrió tan placenteramente como pudo transcurrir para el Valencia. Garay, que cosas tiene el fútbol, pudo dedicar en el día de la madre dos goles a su esposa finalmente embarazada. Rodrigo salió en la segunda parte para marcar un gol y dar una asistencia con la que ganar cierto crédito para buscar un puesto en la plantilla de la temporada próxima. Es un jugador que debe quedarse, pese a sus errores anteriores, siempre ha demostrado ser un gran profesional, un buen chaval amén de tener una exquisita técnica y potencia física, que es lo que nos importa. Sus fallos, que los tuvo, los encuadro dentro de la mala dinámica de este Valencia que lleva tiempo sin dar una a derechas.
Al final el partido fue entretenido como una película de domingo por la tarde, de las que divierte sin emocionar, una forma como otra de relajadamente esperar al lunes y nuestros quehaceres.
Jomi Lavarías
¿Hay mejor homenaje a las madres que en un día como hoy viniera Osasuna con once madres en el equipo titular?
Pachanga de las de verdad jugada bajo un sol achicharrante y con las gradas medio despobladas. Esta es, sin duda, la imagen de una temporada aciaga. El resultado obtenido por Meriton y su gestión durante estas dos últimas temporadas. Si no aprenden de esta de una vez por todas…
Pocas o ninguna conclusión se puede extraer de un partido como este. Un equipo muerto y descendido contra otro equipo medio muerto y que por momentos estuvo luchando por no descender. El Valencia, andando, ha goleado a Osasuna, y por destacar algo el partido de Gayá tras la lesión, la reaparición goleadora de Rodrigo y el incansable Zaza, que le da igual jugar contra Osasuna que contra el Bollullos, la brega y la pelea la tienes asegurada.
En fin, partido intrascendente jugado entre dos equipos cuyas temporadas ya finalizaron hace demasiadas jornadas. Lo mejor de todo es que ya solo nos quedan dos partidos. Y lo que pase en el verde poco importa ya. La temporada 17-18 debería estar ya en buena parte cocinada. Falta saber el nombre del chef, que espero no se demore demasiado. Es lo único que nos queda por saber.
Arias4ever
2 años desastrosos+horario infame+Día de la Mámaaaaaaaaa+calor ¿Resultado? Pobrísima entrada en Mestalla. La verdad es que era difícil encontrar alicientes para seguir el partido y para ser sinceros, no fui capaz de encontrarlos. Hasta los amistosos de verano tenían el atractivo de las tánganas contra el Peñarol de turno.
Al menos el partido, con un ritmo de película jarronil, mostraba a un Valencia muy superior ante un inoperante y pardillo Osasuna. Esto último es lo que más me sorprendió; los rojillos han sido inoperantes en muchas momentos de su historia pero pardillos nunca. Como sería la cosa, que los dos primeros goles fueron obra de Garay. Os lo juro.
La nota positiva fue la vuelta de Rodrigo con gol y asistencia, para alegría de la gente que sabe de fútbol y de sus haters que así tienen algo de que hablar. Y poco más la verdad… ¡ostras, si i¡ me gustó Sergio León.
Y nada más. Otro día hablaremos de las oscuras razones que llevan a jalear las tarjetas a Zaza ( delantero) y rajar de las de Enzo (mediocentro defensivo).
Lobo
Mero trámite en Mestalla que da para pocos análisis. Enfrentado a un rival ya descendido con toda justicia visto lo visto, el VCF se ha conformado con dejar pasar los minutos aprovechando bien, eso sí, las pocas oportunidades. Muchos jugadores debían tener marcado en rojo este partido para reivindicarse cara al final de temporada, pero a la hora de la verdad se han dedicado a sestear, y lo cierto es que ni siquiera Garay que ha marcado dos goles puede ponerse medallitas. Osasuna da para pocos lucimientos. La victoria ante un equipo tan endeble, tan inconsistente, patético por momentos, cuyo único peligro es un delantero vistoso pero más solo que la una, sirve para engordar estadísticas y poco más. Así que el partido incluso con los cinco goles ha sido más bien aburrido, un bodrio al que solo hemos acudido unos 20.000 aficionados, y gracias. Poco más se puede pedir en este final de temporada sin nada en juego, con la solana de las cuatro de la tarde y la comida a medio digerir.
El único interés real es el final del reality El Entrenador que se ha montado la prensa, que no el VCF, que, estoy convencido, apenas suelta prenda sobre lo que se está cociendo. De quién salga ganador depende buena parte de lo que se nos depara la temporada que viene, y solo pido que no cometan la locura de poner a otro Pako Ayestarán al frente del equipo, y que Voro no tenga que volver a enfundarse el traje de súper héroe y salvarnos de nuevo el culo.
A ver qué pasa, y a ver si por una vez acertamos y nos traemos al bueno.
Ilustración del artículo vía www.valenciacf.es