Jomi Lavarías

El mes de enero nos está hundiendo. Un calendario cargadísimo de partidos entre y liga y copa, aderezado con las bajas por lesión, están condenando a un Valencia que a pesar de intentarlo no está consiguiendo buenos resultados. Y sin visos de hacerlo a corto plazo.

Y es que así no podemos seguir. Encajas gol en todos los partidos y arriba se nos ha hecho de noche por completo. Inoperantes. Rodrigo ha bajado un tanto su rendimiento y el equipo lo está notando en forma de claridad de ideas. Zaza ha desaparecido en su totalidad (ni goles ni juego) y Mina a lo suyo, a trompicones. No hemos tirado a puerta en todo el partido. Los rivales apenas nos crean ocasiones, eso es cierto, pero el golito encajado no nos lo quita ni Dios. Siguiendo de esta manera vamos a sufrir muchísimo para poder entrar en champions. Y gracias que en esta jornada todos los de atrás han perdido.

Poca capacidad de desborde, fútbol plano, no generamos acciones en ataque… qué poco nos parecemos al equipo del primer tercio de liga. Estamos atascados.

Y no se puede discutir la actitud de los jugadores, al menos yo no puedo. Pienso que se lo dejan todo, pero no es normal que en un partido de la intensidad con la que se supone que se juega contra el Atlético cometas cuatro faltas en todo el encuentro. No es ni medio normal. Es para que los que dominan las estadísticas echen mano de datos y averigüen cuál fue el último partido en el que sólo hicimos cuatro faltas en 90 minutos.

Próxima parada: Mestalla, el jueves, contra el Barça.

Amunt!


Lobo

Dificil valorar lo acontecido en el Wanda. Primera parte magnífica del VCF, creciendo poco a poco en un planteamiento muy bueno que se hizo casi perfecto con la gran precisión en los pases y haciéndolo siempre fácil. Lástima que eso sólo funcionara hasta los tres cuartos, porque a partir de ahí el VCF no estaba. La segunda parte empezó similar pero cambió con la entrada de Godín por Juanfran, que mejoró al Atlético. A partir de ahí los locales se nos echaron encima sin, todo hay que decirlo, gran peligro. Pero un zapatazo casi prodigioso de Correa, imparable de todas todas, decantó la balanza. Entonces reapareció el gran ATM que controla a placer los partidos, siempre intensos, corresosos, duros (gracias a la habitual permisividad arbitral) e inteligentes. Y de poco sirvió el semi arreón visitante que se limitó a poco más que rondar el área rival sin que se recuerde parada de mérito alguna de Oblak. Resultado, Genialidad + Oficio 1 – Orden sin llegada + bajón generalizado 0.

Supongo que todos coincidiremos en que ganar un partido sin chutar a puerte es imposible salvo gol en propia. Y aunque reconozco y aplaudo la batalla táctica igualada por Marcelino, con delanteros muy limitados técnicamente que aportan trabajo y poco más, interiores que raramente hacen un centro o asistencia decentes, y un canalizador que apenas canaliza y se queda a la sombra del teórico defensivo, es difícil. Así que, bueno, nos quedaremos con que el partido sin la maravilla de Correa habría sido un empate a 0 claro, y nos centraremos en la batalla de Copa para intentar rentabilizar con una Final estas derrotas que van a hacer dudar a algunos.

Yo sigo creyendo, pese a todo.


Hoeman

Los atléticos salieron con más ritmo que el Valencia en los primeros 20 minutos: querían adelantarse rápido en el marcador; aún así, el Valencia se defendió bien y sólo concedió una ocasión de Diego Costa a balón parado. Tras estos minutos de relativo agobio ganó en posesión de pelota, aunque sin inquietar al Atlético. La segunda mitad transcurría de forma similar, parecía un partido abonado al 0-0, pero Correa, con un gran disparo DESDE FUERA DEL ÁREA adelantó al Atlético, que ahora sí, mucho más cómodo, se podría recluir en su campo cómodamente. El Valencia abusó de pases intrascendentes sin apenas mirar a portería. Si no puedes tener ocasiones claras desde dentro del área, lo lógico es probarlo desde fuera. Reseñable es la desaparición de Parejo en la segunda parte: se escondió y nuevamente Kondogbia -el mejor del VCF- tuvo que multiplicarse y ser más multitarea todavía, echándose el equipo a la espalda. Si ya en la primera parte lo bordó, en la segunda, con más responsabilidades (fortuitas), sostuvo al equipo. Entraron Soler -discreto- y Rodrigo -algo mejor- en la segunda mitad pero no fueron capaces de influir en el resultado.


Peris

Si vemos el vaso medio lleno, podemos decir que el equipo, con las ausencias y con el horizonte copero, cumplió correctamente y tan solo un zurriagazo en un despiste al borde del área decantó el partido ante el segundo clasificado y uno de los equipos que mejor defiende de Europa. Tan solo cerca de veinte minutos, donde embotella geográficamente al Atleti sin generar ninguna ocasión de gol, generaron una sensación en este que les escribe de esperar un destello, una aparición de esas a las que nos tenían acostumbrados en el primer tramo de liga.

Si lo vemos medio vacio, podemos decir que el equipo fue romo como un cuchillo de mantequilla ante un equipo que juega al contragolpe como los ángeles y que no se atrevía a lanzarse a tumba abierta porque tenía dos centrales que no lo eran, sabiendo de la vulnerabilidad y el peligro del tercer clasificado de La Liga. Es decir, estuvo temeroso y el Valencia no olió la sangre. O no la pudo oler. O no quiso.

Vajilla aparte, el equipo demuestra cierto cansancio, quizá condicionado, quizá previsto, porque la cuesta de enero no es solo en nuestras carteras, también en el calendario futbolero. Pero cuando acabe el jueves noche, o no habrá copa o solo quedará la final, por lo que los partidos ya serán de semana entera, con todo lo que eso conlleva. Trabajo pausado, descansos controlados y recuperación de jugadores, tanto en el modo mental como en el físico. Conviene recuperar conceptos como la movilidad cuando el equipo posee la pelota para así facilitar al poseedor de las opciones de seguir poseyéndola y multiplicar las alternativas de hacer daño al equipo rival, trabajar con solvencia para aumentar las opciones de la plantilla para que nadie se acomode en esta segunda vuelta en la que deportivamente se juega mucho el club. El equipo sigue tercero, sin margen ya para el error, a tres puntos del quinto y con unos meses apasionantes donde se ha de demostrar la medida de los jugadores, se juegue o no una final de copa en abril.


 

jamacuco

Qué mes de Enero más largo se le está haciendo al VCF. Tan largo, que empezó en Noviembre y estamos en Febrero y el equipo no carbura. No es sólo el partido de hoy, es una trayectoria de los últimos dos meses en los que se ve claramente que el VCF ha pegado un bajón tremendo. Los de Marcelino «parece» que juegan bien, incluso aparentan dominar en ciertos momentos el juego; pero la realidad es que hemos perdido la contundencia de las 12 primeras jornadas de liga: en ataque sobre todo, pero también en defensa (nos crean pocas ocasiones claras pero siempre nos marcan) y en el centro del campo, donde rara vez nos hacemos con las riendas del partido en los momentos que toca y suministrando balones a nuestros delanteros.

No, no es cuestión de hacer dramas. Simplemente es de ver la realidad, sin engaños, sin espejismos arbitrales, sin zarandajas…. ¿Plantilla corta? ¿bajón de forma de varios futbolistas? ¿errores en las alineaciones? Supongo que de todo un poco. No se le puede achacar falta de actitud a los jugadores como ha ocurrido estos últimos años. Para nada es eso. Sin embargo cada día queda más claro que nos falta algo  (¿calidad?,¿inteligencia? ¿experiencia? ¿compenetración?) para poder competir en la parte noble de liga y copa.  Hoy en el Metropolitano ha vuelto a ocurrir. A pesar de una gran actuación de Neto y un buen partido de Kondogbia, que se ha vuelto a tirar el equipo a la espalda buena parte del tiempo con su amplio despliegue desde un área a la otra, luchando todos los balones y moviéndolos de un lado a otro, pocos jugadores más han estado destacados. Tampoco es que fueran un desastre, pero eso es insuficiente para plantar cara a uno de los gallitos de la liga. El Atleti ha estado cómodo en todo momento, sin sufrir, y esperando su momento como suele hacer en la mayoría de veces. Lo mismo ha ocurrido con otros partidos grandes y, desgraciadamente, contra otros no tan grandes como Villarreal, Las Palmas, Getafe, Eibar…

El equipo no carbura. Es un hecho. Espero que una vez pasada la semifinal en Mestalla, sea cual sea el resultado, nos pongamos a hacer los deberes y no tiremos las expectativas que hemos sembrado.


 

 

Ilustración del artículo vía valenciacf.com

2 comentarios en “ATM 1 – VCF 0 | Sábana corta para tan poco colchón Partido muy táctico del VCF en el Wanda a nivel defensivo pero nulo ofensivamente, que se decidió por una genialidad de Correa. Estas son nuestras impresiones.

  1. Somos un buen equipo. No tan bueno como creíamos o nos hicieron creer. El grupo no está a la altura de las expectativas que creó. Es difícil saber aguantar esto porque el aficionado del Valencia se viene arriba y abajo rápidamente. Salimos de mestalla cantando e ilusionados después de meterle 4 al Sevilla y, ahora sólo soñamos con que el equipo no haga el ridículo con el calendario que tenía. Es un calendario exigente pero no hemos de olvidar que antes de todo esto ya flaqueamos en Eibar, Alavés, Las Palmas. Es muy difícil ganar. Y sinceramente creo que Marce tiene razón al afirmar que somos difíciles de ganar. Hace un año éramos muy fáciles de ahogar. Pero llevamos una dinámica muy mala. Estoy de acuerdo que coincide con Rodrigo y su bajón, quizás esperable porque está creciendo pero no puede cargarse el ataque de un Valencia. Creo que el equipo encaja más no por el déficit en la propia defensa si no más bien en el propio ataque. Atacamos poco y mal. De forma muy roma. Así es más fácil encajar. Nos damos cuenta que Guedes es un buen jugador que personalmente quiero el año que viene en mi equipo, pero Mestalla ha visto a gente mejor y no vale 70kilos. Me sorprendería no encajar gol el jueves y pasar a la final. Pero también tenemos que demostrar que estamos a la altura de este equipo y, por supuesto, a muerte con mi entrenador y equipo Que, más acertados o menos, sí me representan. Amunt chicos

  2. The moment that summed us was: Maksimovic had worked the ball infield, it got passed on to the left. Lato played it out to Gaya and sprinted into the penalty area. Lato had taken a man with him, Mina was in there, Zaza too and Maksimovic on the far post. Gaya paused, there was loads of space to his right, about 5 metres. Parejo was there, loads of space in front of him, he would have had time to take a touch and have room for a shot, his right foot and a skiddy pitch made this a real chance for the team. Gaya waited for him to make his move. The pitch had opened up. The chance was there for the taking.

    Parejo didn’t move. He rarely moves. He plays with his mind rather than his body. He transcends physical play and floats above it seeing everything. Which sadly isn’t as effective as actually playing physically. Gaya either smacked a cross out of play or had waited so long the cross was blocked (can’t remember, I was too busy saying nasty things about Parejo to really notice).

    Parejo pointed. He always points. Pointless pointing.

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