Juan Martín Querol Rodríguez

He tenido un “Déjà vú”. Este partido lo he visto muchas veces esta temporada, demasiadas, cuando enfrente tenemos a un “viejo zorro” de entrenador, sufrimos y mucho. Y lo hacemos porque saben de nuestra fragilidad mental como bloque, de ahí que nuestro cuerpo técnico haya fiado nuestra salvación a los partidos en Mestalla, como vengo manteniendo desde el día del Cádiz.

Esta vez no fue un balón parado, sino otro producto “Made in Paterna” del que nació la jugada que canceló la posibilidad de sellar matemáticamente nuestra permanencia en la categoría. El Mallorca vive de la Pareja Kang In Lee – Muriqi. El Valencia CF no tiene esos referentes, lamentablemente.

La palabra especulación lleva implícito un alto componente de riesgo, riesgo que es “aceptado” con el fin de conseguir beneficios. El problema del Valencia CF es qué, cuál funambulista en el alambre de la permanencia, un mal paso puede tirar por tierra todo el trabajo realizado con anterioridad. Ahora sí, contra el Español es una FINAL a tumba abierta, asumiendo todos los riesgos y sin medir las consecuencias.

No quisiera desaprovechar estas líneas sin hablar de todo lo extradeportivo que ha rodeado al Valencia CF tras la VICTORIA ante el Madrid. Estos días han sido duros para la mayoría de nosotros, muy duros, nos han acusado de cosas que la gran mayoría no somos, y nos han sancionado, presuntamente claro, en base a dudosas pruebas y procedimientos a los que las palabras “SEGURIDAD JURÍDICA” les viene muy pero que muy grande en opinión del que escribe estas líneas.

“Schadenfreude” es una palabra alemana que hace referencia al placer experimentado por algunos ante la desgracia ajena de alguien. RECUÉRDENLA, a muchos de los que hoy nos desean el mal se les va a convertir en un boomerang.

NO LA OLVIDEN.


 

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