Peris
Jomi Lavarías
Hoy había que ganar sí o sí y no se ha perdido de milagro. Este equipo no termina de carburar. Todo lo que parecía que se había mejorado en las últimas jornadas se ha desvanecido por completo. Un nuevo empate, y ya son siete en nueve jornadas, que lo único que hace es ahondar en la crisis valencianista, porque estamos en crisis, ¿no?
Crisis de resultados, crisis de remates a puerta, crisis en todo excepto atrás, que al menos la defensa sí parece aguantar el tipo, pero claro si fallas en todo lo demás pues empatar parece casi un triunfo.
Hay que revertir la situación cuanto antes. El Leganés era el equipo propicio para ello, para iniciar la escalada sumando de tres en tres, pero la incapacidad valencianista se ha manifestado de nuevo. No somos capaces de meter goles, ni los delanteros ni la segunda línea, que ni está ni se le espera. De medio campo hacia arriba este equipo es una ruina. No robamos balones arriba que nos permite poner en aprietos al equipo contrario. Para mí es la gran diferencia respecto a la temporada pasada. Luego ya los futbolistas llegados en verano ninguno está dando el resultado esperado. Y los futbolistas que el año pasado marcaron las diferencias esta temporada parece que resten mas que sumen. Nos las prometíamos muy felices, pero…
Destacar, porque además se lo merece por el año que lleva a Gayà. Partidazo inconmensurable el suyo. Incansable arriba y abajo, echándose por momentos el equipo a la espalda. Y ese NO es su papel, es papel de otros. Soler y Coquelin junto al de Pedreguer, lo único salvable.
El martes, otra oportunidad para despegar. No la desaprovechemos.
Amunt!
Sergi Calvo
Acaba el partido en Mestalla. Llueve bastante y toca un pequeño sprint hasta cubierto, cogido de la mano de mi pequeño. No hemos traído chubasquero, ni paraguas y la capucha de la chaquetilla de chándal hoy va a tener jornada breve pero intensiva.
Escucho la radio distraído, pensando en mis palabras guía para la crónica en cafemestalla.com. Difícil hoy encontrar palabras sosegadas y certeras, fuera de fanatismos y dignas de una crónica como merece el lugar y el lector. Entonces, como un regalo, nuestro capitán, jugador que ya define una época y un Valencia, encuentra las palabras adecuadas; lástima no poder grabar las declaraciones ni tener libreta (no tengo las manos libres para escribir) para poder citarlas textualmente. Son las palabras de nuestro capitán, el jugador que, repito, da nombre a una época: El Valencia de Parejo: “Gran partido”, “merecimos ganar”, “muchísimas ocasiones”, “domino total”, “tras el gol del Leganés no nos vinimos abajo y reaccionamos muy bien”… y después “Confianza en el equipo”, “estoy muy tranquilo”.
Gracias capitán, he propuesto a los comunity managers de la web que recuperaran estas palabras para que sean la “crónica invitada” hoy. Una firma de lujo, nuestro capitán. Si así lo han hecho, entonces sirva este inicio de crónica como reafirmación y potencia de éste verbo que a todos representa y que, desde luego, sirven para apaciguar los ánimos y tranquilizar a una afición que espera ansiosa una explicación o palabras de consuelo.
Empezó el partido el Valencia con cinco minutos de declaración de intenciones, nada de dar el balón al rival (no sabría qué hacer con él un equipo más que justito y discreto) sino empujar y dominar. Bien. Y a los cinco minutos el partido queda servido: dominio pero sin ocasiones. Ninguna.
Defendiendo por el centro los pepineros, asumiendo Coquelin la guerra y la pluma ante la inhibición (millonésima) del capitán y motor. Y dejando que el ataque del Valencia se estrelle en bandas, entre imprecisiones y centros inofensivos frente a una defensa formada por torres que otra cosa no, pero que tienen el manual defensivo de centros y contundencia bien aprendido.
Es muy cierto, los delanteros no están. Rodrigo es un drama, Batsuhayi ya es jugador mofa de pleno derecho y Gameiro falla 11 de 10. Piccini es otro drama, en ataque y defensa y vamos a otra de las más grandes obviedades del Valencia actual: sin electricidad no hay luz… y la electricidad en este equipo se llama Gonçalo y se apellida Guedes. Pero poderemos reparar cuantas piezas queramos, si la unidad central, el motor, falla, será un esfuerzo inútil, una queja que no lleva a ningún lugar.
Ya no sirve de nada que la defensa haya encontrado (mientras dure el argentino físicamente) una dupla de garantías, que Coquelin haya vuelto extraordinariamente bien y que Soler y Gayá estén ya afónicos de reclamar, con hechos, ser quienes pongan nombre al nuevo Valencia que quiere nacer.
Porque ni la épica vale ya. Si no somos todos, al final nos quedamos solos unos pocos: Paulista, Coquelin, Gayá, Soler deben estar bien hartos de partirse la cara por otras estrellitas que no son ni fugaces: son irrelevantes y circunstanciales.
Es preocupante porque el sabor empieza a ser amargo. Todo está en manos de Marcelino: acabó el crédito, él decidirá compañeros de travesía. Que tenga cuidado, de sus decisiones depende que el viaje no acabe en el precipicio.
Lobo
No sé ni qué pensar. Estoy perdido, muy desconcertado. Por una parte entiendo lo que dice Marcelino, que creo que pretende blindar a la plantilla temiendo que el mal rollo se instale en el vestuario. Reconozcamos que él no puede ser culpable de que algunos jugadores no se muevan, no corran, no las metan, no acierten pases fáciles, pierdan duelos, no se desmarquen o sean incapaces de ver un buen desmarque. Por otra parte suya es la responsabilidad de poner o mantener a unos jugadores u otros, aunque en este caso la vueta de las selecciones hayan condicionado demasiado el once. Lo cierto es que el equipo es incapaz de acabar los contraataques cuando juega a las carreras y todavía más incapaz de doblegar a cualquier equipo que se enciera y les obliga a jugar ataques estáticos y elaborados. Elaborados por quién? Pues eso, por nadie. Solo hay empuje, pases sin mordiente, delanteros desasistidos que acaban dejando de mostrarse, en general una absoluta falta de creatividad. Lo cierto es que ahora son muy consistentes en defensa, pero totalmente inocentes en ataque. Las estrellas del equipo, presuntamente, son Parejo, qué decir, Rodrigo, que este año parece aquel de siempre, Kondo, que hoy no ha estado pero ha bajado un tanto el nivel, y Guedes que cuando parecía coger ese nivel, se lesionó. Los recién llegados para mejorar la eficacia arriba no funciona ninguno, ni Wass, ni Batshy, ni Gameiro. Demasiados hándicaps.
Aún así es increíble esta improbabilísima racha de empates, que en algún momento acabará. Pero temo que si dura más esto irá a peor, y no a mejor. Veremos si el equipo tiene coraje o se deja ir. Mientras tanto solo cabe creer y apoyar en lo posible.
jamacuco
Esto no funciona. Y lo más problemático es que el que dirige el vestuario, no lo ve. Y su capitán encima dice que no es justo, que hemos jugado bien y que hemos tenido muchas ocasiones…. Warning, Warning… las alarmas deberían estar sonando por todo el recorrido de la acequia de Mestalla.
El VCF volvió a perpetrar un juego ramplón, a ritmo de liga de Residencias de la tercera edad, sin profundidad en los pases y como único recurso ofensivo el centro a la poblada área pepinera. Dos semanas de parón y la mayoría de jugadores titulares que se habían quedado a entrenar parece que lo olvidaron nada más oler la húmeda hierba de Mestalla. ¿Por que se entrenó algo y se preparó algo, no Marcelino? Lo digo porque como en rueda de excusas (@SankaVCF dixit) casi no pones un pero, que tuvimos nuestras «ocasiones», que apenas nos llegan y dices que no nos tienen tomada la medida… entiendo que este partido es el que preparaste, no?
Si la primera parte fue pasiva al máximo, sin alma ni juego rápido que desbordara al Leganés, la segunda parte empezó peor. Pellegrino parece que animó a sus pupilos a que se atrevieran un poquito más, y fue lo que hizo. Ni los cambios ni la supuesta variación del encorsetado 4-4-2, aunque no así el juego del equipo, viró el rumbo. Incluso durante algunos minutos el Leganés controló el partido, aunque no fuera con posesión, pero sí por rapidez en sus salidas, cosa que casi nos cuesta la expulsión de un inapetente Garay con un codazo al defender la carrera de un contrario, y que tan solo la ceguera del árbitro y del VAR evitó. Sin embargo a los pocos minutos corrigió pitando un estúpido penalty del argentino, que estaría pensando en cómo hacerse el pelo en vez de adelantarse al control del delantero, al que le pegó una buena patada a destiempo. Gol, minuto 71 y las ideas seguían en la cabeza de Marcelino, porque sobre el césped, ni una.
A partir de ahí, desesperación, prisas y un aparente dominio pero estéril. Ni un córner bien sacado, ni una jugada de estrategia, ni una buena combinación de los jugadores…. El portero madrileño casi se hace un café y se fuma un puro ante la cada vez más patente inoperancia valencianista. Parejo, en su minisegundo de inspiración por partido y por eso jamásde losjamases lo quitará Marcelino, tuvo un atisbo de arrancada por medio y se llevó a un par de defensas, abriendo el hueco al lateral Gayà, que con un fuerte tiro en la esquina del área ayudado de un rebote, hizo que el balón lamiera el interior de las redes. Menos mal.
Y ya está, algún apretón en los últimos 8 minutos, dando apariencia de algo que no era y que permitió al capitán, con memoria de pez, decir sus bonitas declaraciones de final de partido.
Cabreada y preocupada. Así está la afición valencianista, señor Marcelino, aunque no le pitara. Solo el pundonor de Gayà, Soler, Coquelin y Paulista se salvan de la quema en este horrendo partido. Falta mucha intensidad, anticipación e ideas. ¿Falta algo más, Marcelino?
Amunt
Ilustración del artículo vía valenciacf.com
Everyone: «The centre of midfield isn’t providing any energy or creativity.»
MGT: «I’ll change the forwards.»
Everyone: «The midfield still isn’t working.»
MGT: «I’ll change the right back.»
Everyone: «The midfield still isn’t working.»
MGT: «I’ve done all I can to fix the problem of the midfield.»
Everyone: «Have you? You could change the formation or drop Parejo.»
MGT: «But then the midfield wouldn’t work, it wouldn’t provide any energy or creativity.»
Everyone: «The midfield isn’t providing any energy or creativity.»
MGT: «I’ll change the forwards and the right back, there is literally nothing else I can do.»
Everyone: «Try dropping Parejo or a new formation playing to the squad’s strengths.»
MGT: «But if I did that then there wouldn’t be any creativity & the midfield wouldn’t work.»
Everyone: «…»
You’re right.
That’s the way Marcelino’s brain is working on. So the team plays always that way. Sadly,no solutions nearby so far.