En una mezcla de rabia y desolación se quedó el ánimo de todo valencianista. Ante la paupérrima imagen de todos y cada uno de los integrantes del Valencia, que pisotearon el valor sentimental del escudo, y con ello, se mearon en los aficionados valencianistas. Mientras muchos militantes lloraban por la falta de amor propio mostrada, fue el recién llegado Cheryshev (que durante el partido también se los tocó a dos manos) el que dio la cara ante la TV, y por añadidura, ante el propio aficionado. La cobardía y caradura de los jugadores de campo también era evidente una vez finalizado el encuentro. ¿Alguien me puede explicar el plan maestro del jeta de Neville aplicando una defensa estrictamente zonal en un deporte que no es el baloncesto, sin ningún atisbo de presión? ¿Se cree un adelantado a su tiempo o se piensa que entrena al puto Bury? Ya está bien de aguantar la tomadura de pelo de este sinvergüenza, que además de negado planteando partidos es chulo y prepotente. A beber cervezas a tu país. ¿Tenemos que aguantar la mofa de todos los culés (lo de seny i valors es como lo de Hacienda somos todos, un eslogan publicitario) dando entrada a Cheryshev con el partido imposible de remontar? Lo de señalar al imberbe Danilo cuando otros más veteranos como Rodrigo, Gomes, Parejo, etc. lo hicieron igual de mal o peor, cambiándole antes del descanso (si no fue por lesión), debería ser suficientemente aclaratorio de la calidad humana del técnico de Yuppi.

La falta de personalidad y de valentía de los jugadores tampoco tiene nombre ni perdón. A día de hoy, caliente como escribo esto, de la actual plantilla sólo tienen dignidad y decencia para continuar en este club los porteros, Enzo Pérez y Paco Alcácer. Si acaso añadiría alguno de los jóvenes como Santi Mina, que aunque desacertado, no se puede negar que siempre lo ha intentado. Otra incongruencia del vendehumo de Neville es haberse cargado al gallego tras la famosa rueda de prensa del espíritu de lucha, siendo Santi uno de los máximos exponentes de lo que según el analista inglés «es muy complicado de entrenar».

La desolación y la rabia aumenta leyendo algunos tuits de periodistas madridistas como Perico Morata o Nacho Cotino, gozándolo con alevosía ante la humillación sufrida.

Quizá el mayor problema estriba en que aparentemente, visto desde la lejanía, los que tienen que encontrar las soluciones no parecen tener ni puta idea de cómo, o más bien, no parecen tener constancia siquiera de que existen muchos problemas.

Y al que tenga la osadía de citar a Albelda como ejemplo de valencianista que recuerde cómo se alegró de la salida de Benítez, cómo demandó al club por 60 millones, cómo se arrastró durante tantos años antes de su retirada (era un cono, pese a sus carreritas tribuneras de ex-jugador), cómo se vendió a los mismos medios que un tiempo antes le insultaron y le tildaron de poco menos que asesino deportivo, cómo se alineó el fondo buitre Cerberus en la compra del Valencia.

Y aún así, en la derrota y en la enfermedad, seguimos siendo más valencianistas que nunca. Un sentimiento, una pasión, una forma de vivir.

No se borra de un plumazo.

 

jamacuco

No voy a comentar nada sobre el patético partido de anoche. No hay palabras para describir lo visto (humillación, táctica sinsentido, pasividad, negligencia, cobardía, vergüenza…) y desgraciadamente lo no visto (orgullo, tensión, valentía, valencianismo, fútbol…) Simplemente recordar que esta aciaga noche ya forma parte de la leyenda negra del valencianismo. No ha sido sólo una mala noche, un mal partido. La hecatombe en el Nou Camp supone el fracaso más absoluto de una forma de hacer; ya no hay paliativos, ya no hay excusas, ya no hay petición de una falsa paciencia….

Lo peor del partido no fue su resultado sino lo que destapa: la política del avestruz instaurada en el club. ¿Cómo van a dar la cara los jugadores dentro o fuera del campo, si no la dan sus dirigentes? Excepto las declaraciones de Suso García Pitarch, no hay nadie del equipo de gestión que haya abierto la boca. El club está descabezado, no sé sabe cómo toman las decisiones ni quién. ¿Las toma Lim? ¿Seguro? ¿Las toma sobrio, sereno, racionalmente? Si es así que lo diga y nos pida perdón y ponga soluciones, no amigos. Que reaccione ante el cráter que ha creado en el VCF. Ha puesto mucho dinero, sí, pero lo está tirando por la alcantarilla por colocar también a sus amigos, por no tomar ni una decisión acertada. Muy inteligente no parece…La imagen del club ha sido arrastrada por el fango en los últimos seis meses. Su inversión en el VCF ha sufrido mayor depreciación que su cartera de valores en la bolsa de Shangai. Y Ud, Sr. Lim, es el culpable principal.

Si el club está descabezado, el vestuario está destruido. Dudo que haya 11 jugadores comprometidos con el proyecto. Cada uno con sus razones, pero pocos hay que tiren del carro. Y alguno de los que tira, no tienen la calidad o el físico para arrastrar a los demás. El error Gary Neville (no hay otra forma de llamarlo) no va a ser capaz de levantarlo. Ahora ya es imposible. El esperpento de alineación y su nula capacidad de motivación del grupo deberían haber sido suficientes para que estuviera de patitas en la calle, por mucha amistad o admiración que le tenga Lim.

El próximo domingo contra el Betis el VCF juega una final. Todo pinta que va a fracasar estrepitosamente, lo que va a dejar al equipo al borde del precipicio. Meriton ha puesto mucho dinero en el club pero no ha puesto ni un gramo de cordura y creo que la soberbia le está matando. Desde mi punto de vista el próximo partido en Mestalla es la fecha límite para la reacción, en el césped y en los despachos. Si no, pintan bastos.

Mario Selma

Dirigencia. Seven-Zero, Meriton. Pongan el calificativo que más les alivie a un acto inenarrable, porque si Lim quería pasar a la historia de este nuestro club, su proyecto deportivo 1.1 ya ha escrito uno de los renglones más oscuros para los anales del Valencia. Una humillación así, que subleva a cualquier valencianista del mundo, no puede quedarse sin consecuencias, no puede quedarse en palabras de disculpa por parte de recién venidos y en un mísero comentario en una red social -sustituyendo la cara y voz de un portavoz que no existe y acentuando el tétrico episodio de vacío institucional-. Como si aquí no pasara nada o fuera algo habitual en un club de este calibre. ¿Pero esto qué es?, ¿en qué quieren convertirlo? Si Suso no tiene la autonomía suficiente para siquiera plantear a los de arriba el cese del míster -no es todo el problema, pero tampoco la solución-, al menos que no haga un Rufete y se trague el sapo, y a continuación abandone el club por dignidad -esa gran olvidada- del cargo que ostenta.

Plantel y entrenador. Cuando ni el portero es salvable -primera vez en el curso- de la quema de anoche, poco análisis queda por hacer. Emerge solo, como el mañana. Lo peor del chorreo y vendaval culé es que, además de la imagen de equipo roto regalada a todos los meridianos del planeta y convirtiéndonos en el hazmerreír de turno, solo es el broche a una dinámica advertida con semanas de antelación por todos menos por quien tiene el bastón de mando. Y nada genera más impotencia y rabia que eso. Los quebrajosos jugadores patearon, pero no al rival, sino al escudo, de manera insultante. Porque poder se puede perder, de hecho era lo esperado, pero jamás por incomparecencia competitiva. Ultrajando las siglas VCF. El escapismo recurrente cuando toca salir a que te partan la cara, dado que en el césped solo se la parte un argentino, es vergonzoso, impropio del club al que representan. Para katanear contratos unilateralmente. Neville, el peor entrenador en números -se dice con ligereza, pero tiene su miga-, a la pregunta pertinente por naturaleza en toda crisis de resultados, responde con un displicente «next question». Next tú, Gary, que deberías haber presentado tu dimisión irrevocable incluso antes de sentarte en sala de prensa a contarnos tralarás. Hazle un favor a todos; regresa a casa y termina tus prácticas sin poner en peligro a una de las empresas de tu socio.

Afición. Los grandes sufridores, los únicos que están dándole la gravedad necesaria a la dinámica que puede desembocar en tragedia. Los que de verdad tienen patente de corso para repartir críticas sin límite. Eso sí, cuando lo hagan, háganlo con un poco de criterio, dado que focalizarlo todo en sus batallas, en sus luchas de razón, en sus fobias particulares, solo hacen que desmerecer sus denuncias, a la par que vestirlos de bultos tendenciosos. Por último, en las referencias a imágenes nostálgicas, que nos llevan al tópico de cualquier tiempo pasado fue mejor, cargadas de leyendas e improntas épicas, en esas épocas también hubo algún sonado palo que sonrojó nuestros días. Si evocamos, evoquemos todo, que ayer no nos desvirgamos en esto de ridiculizarnos. Pero que sirva para algo, no solo para flagelarnos y practicar la antropofagia che.

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