Kang In, un futuro lejos del Valencia (a mi pesar)

El futuro de Kang In parece lejos del Valencia. La rocambolesca situación que lleva tiempo viviendo en el club unido al interés de grandes clubes, como la Juventus, parece que hacen imposible que una de las mayores perlas que ha salido de la cantera valencianista vaya a continuar aquí.

Escribo esto a raíz de la estadística del analista @iojavime sobre los resultados que obtiene el equipo con el 20 en el campo.

Realmente me resulta muy complicado entender que razones puedan haber para que en el peor Valencia en términos de calidad que podemos recordar, este jugador no se haya afianzado en el once. El dato frío evidencia que el entrenador está radicalmente equivocado en su trato con él. No ha sido capaz de mejorarle, ni de suplirle, ni, lo que es verdaderamente importante, involucrarle en el futuro del club. Y no, no me vendan la moto de que debería haber salido cedido como Silva. Silva salió cedido porque tenía a Aimar ocupando su sitio. Sin querer ser irrespetuoso con los jugadores que hoy juegan en esa segunda línea de ataque, están tan, tan, tan lejos de Aimar que sonroja el pensar que alguien siquiera pudo comparar la situación en voz alta.

Y bien, vale, pero es que entrenadores anteriores tampoco lo quisieron. Supongo que este es el argumento mas utilizado en su contra. En especial hablemos del mas importante, de Marcelino, el mejor entrenador de todos los que han pasado en los últimos tiempos. Creo firmemente que su salida del club tuvo mucho que ver con esto. Con Kang In y con Ferran. Tengamos en cuenta que los últimos 16 fichajes del tándem Mateu & Marcelino, salvo Maxi, fueron para reforzar la plantilla, la rotación, pero no el equipo titular. Ello provocó que jugadores de la cantera, como Kang In, Ferran o Lato sintieran que, si no valían ni como reservas, no fueran a tener sitio en este club. Marcelino y Mateu se equivocaron. Se debió gastar mas en menos jugadores, en titulares de verdad y dejar que el equipo suplente fuera de gente de casa con ganas de crecer.

Pero no vale, no se puede ni es justo echar las culpas a aquellos de la situación de hoy. Hace año y medio que no están aquí y la situación ha empeorado si cabe. Y es así porque el Valencia hoy carece del menor proyecto deportivo. El club no está organizado para que estos jóvenes valores puedan triunfar ¿Quién en el club se ha sentado con Gracia? ¿Qué figura puede hacer de engranaje entre la estrategia empresarial de la sociedad y la parte deportiva? Hace mucho que echo de menos la figura de alguien que pueda, al mismo tiempo, decirle a Gracia que se equivoca, a Anil que hay que invertir en un portero y a Kang In que el Valencia es club de fútbol muy grande. Siempre pensé que Fernando Gómez Colomer debiera ser ese hombre, pero a buen seguro que hay otros que podrían desarrollar esa función que hoy no ejerce nadie. Y ahí nos duele.

Entrenadores, directiva, seguramente jugador pero, ¿y el entorno? El entorno está a otras cosas. El nombre del surcoreano debería haber sido la primera, la segunda y la tercera pregunta de cada rueda de prensa en los nueve partidos en que no ha disputado ni un minuto y en los que hemos conseguido 3 puntos de 27. Ojo, 3 de 27. Es una estadística tan bestia que no merece ni comentario ¿Por qué no ha sido así? Pues creo que hay dos factores. Uno, las relaciones de anteriores equipos directivos con la prensa, con información regalada, que sigue haciendo que se utilice la ausencia de minutos del chaval para justificar a aquellos. El segundo es que sus ojos rasgados recuerdan demasiado a la propiedad. Ya sé que es una estupidez, que el chaval llegó al Valencia antes que Lim, pero de estúpidos está lleno el mundo.

Puede que sea tarde. Puede que ya no lleguemos mas que a rascar algún millón mas en su venta de este verano. Pero puede que no. Puede, ojalá, que Lim deje de una vez a alguien con un proyecto deportivo, con o sin dinero, pero con ideas claras. Que haya alguien, en quien el chaval pueda confiar y le convenza de que aquí le vamos a cuidar como futbolista. Que podemos llegar lejos con él y él con nosotros. Si no, en el futuro le veremos jugar la Champions desde nuestro televisor y recordaremos que estuvo aquí y no lo supimos aprovechar.