Sergi Calvo

Hay que respirar e inspirar muy profundamente antes de comenzar a escribir estas líneas que sirvan de crónica acerca de la horrorosa segunda parte del Valencia en Cornellá.

Primeros treinta minutos esperanzadores en los que el Valencia ganaba con aparentemente comodidad el pulso por la jerarquía del partido. Bien asentado con un sorprendente Diakhaby, un activo Kongdobia y Rodrigo haciendo su faena… sin embargo, es a partir de esa primera media hora de juego en la que el equipo comienza a desvanecerse, coincidiendo con un bajón de rendimiento de Kongdobia y ciertos desajustes tácticos que provocaron que los de Cornellá/El Prat dispusieran de buenas oportunidades que, si no acabaron con ventaja perica, fue esencialmente por el, una vez más espectacular, Neto.

Pero contra todo pronóstico, la reanudación ha sido testigo de un hecho casi inédito en la era Marcelino: una salida de vestuarios roma, desajustada y absolutamente inerte. Desajustes constantes con una presión arriba y una defensa demasiado retrasada, sin argumentos ofensivos, ni orden ni la necesaria contundencia atrás.

Y ha sido en esta segunda parte cuando, como si un episodio de Stranger Things se tratara, todas las virtudes y esperanzas de este Valencia centenario se han dado la vuelta en el “Mundo del revés”: groseros errores de Piccini en defensa, un Cheryshev absolutamente inoperante y un Batshuayi que parece más el ansiado pívot de kilos y zona en Valencia Basket que el crack mundial que se supone.

Y alguien que sujete el equipo: no voy a hacerlo, no voy a escribir la necesaria reflexión acerca del partido del capitán, motor, cerebro y alma del equipo… Pero esa reflexión es necesaria, fuera de pasiones filias y fobias, necesaria, muy necesaria, la reflexión sobre el liderazgo y la indiscutibilidad en este equipo. Es ahora.

Se avecina una semana muy importante, me atrevería a decir que clave: gestión, reacción, mesura y calma. Hace algunos años, la ruptura del proyecto vino por una explosión de vestuario motivada por las palabras de Djukic tras un partido igualmente horroroso. Marcelino debe manejar éste, su primer, tal vez, gran desafío desde que está en Mestalla. Es necesario ser inteligente pero igualmente es necesario tomar decisiones y rectificar… Es de sabios, enrocarse y encabezonarse sólo puede traer más lodo.

Luces: Tenemos un portero excelente, Neto ha hecho hoy, puede, su mejor partido en el club. Diakhaby mueve la manecilla hacia un buen Mangala. Rodrigo se mantiene en modo crack (¿por qué su sustitución?), Gayá, Soler, Wass y hasta el discutido Mina, mantienen, incluso en el infortunio, su carácter voluntarioso.

Sombras: Toda la euforia se encuentra ahora en ese “Mundo del Revés”, ojo, saber conducir ésto puede incluso ser positivo para el devenir de la temporada pero… por estos lares, somos muy expertos en hundirnos, más y más en la ira y la ruptura.

Calma y soluciones.

¿Sabremos?

 

Jomi Lavarías

Decepció. Partit que s’havia d’haver guanyat sí o sí i que fa que les bones sensacions de dilluns passat s’esborren de colp. Prompte, molt prompte, ha arribat la primera derrota del València esta temporada. Inesperada i dura derrota en el camp de l’Espanyol que ja et fa anar un poc a remolc i convertix el partit de la jornada pròxima en molt important per a les altures de temporada que estem. Una altra derrota no encendria les llums d’alarma però sí que seria preocupant no conéixer la victòria en lliga abans de la parada per seleccions.

I no va començar malament el partit, tot al contrari. Dominadors en totes les parcel·les del camp i en tots els aspectes del joc, però sense mosegar ni crear ocasions molt clares de gol, encara que sí amb acostaments a l’àrea perica. Però de moment els acostaments no són gols i l’Espanyol, poc a poc, es va anar acostant a la nostra àrea i cada presència per allí es convertia en ocasió clara. Un remat al pal, una boníssima parada de Neto (el millor hui, amb això queda tot dit), una altra bona parada a remat llunyà… i ací es va acabar el València. A partir d’eixe moment ja no varem ser dominadors de res. Partit descontrolat.

En la segona part l’equip va desaparéixer per complet. Tots i cada un dels futbolistes es van quedar en el vestuari i no van botar al terreny de joc. L’Espanyol, donant-se compte de la situació, es va fer l’ànim i l’amo i senyor del joc, desbordant al València, per les dos bandes i pel centre. Van ser dos gols però va poder ser algun més. Repàs dels pericos en tota regla. Res més a dir.

Molt de treball encara per aconseguir consistència i seguretat darrere. De moment, dos partits i tres gols encaixats. I molt de treball per part d’alguns jugadors per a recuperar la forma física i competir amb un mínim de garantíes.

Amunt!

Peris

Déiem la setmana passada que l’empat ni feia campió al València ni el baixava a Segona. Doncs bé, potser amb esta derrota, dura i poc comprensible, la depressió s’instal·le en Valenciastán. Venim d’una temporada, la passada, amb una ratxa brutal de tretze jornades sense perdre. I en esta, a la segona, galtada amb la mà oberta. Amb un primer temps on si es va fer acte de presència amb una sensació de control, la segona part va ser per a oblidar. La pilleria de Granero tirant arrere la pilota per a obtindre la corda justa per al gol i la pájara de Piccini, porta dos de dos, van acabar per decantar el partit per als pericos de Rubí. Este València ha de tindre clar en el cap que enguany, a part de la història que porta l’escut, va a requerir no baixar mai els braços ni relaxar-se en excés. Perquè ja no és sorpresa que torna a tindre múscul i caixet. Desconeguts Kondogbia i Parejo, berenats per un Marc Roca del que cal començar a seguir, nul·litat absoluta pels flancs laterals, gens de profunditat per part dels laterals, excepte un parell de moments de Gayá i una parella de centrals que se les va veure i desitjar per a parar a un Borja Iglesias que va fer el que porta fent en totes les categories inferiors, marcar.

En definitiva, ningú va a regalar res al València enguany que hem tornat. Toca amarrar-se els cordons ben fort en una temporada que es preveu molt exigent.

 

Hoeman

¿Fue tan malo el partido como la sensación que ha dejado? La respuesta breve es no. El Valencia dominó con relativa brillantez los primeros 30 minutos del partido; con Kondogbia y Parejo turnándose a la hora de escalonarse tanto desde el juego con posesión como a la hora de descolgarse para hacer la presión; Rodrigo cayó continuamente a banda derecha mientras Soler se iba hacia adentro a distancia intermedia entre los mediocentros y éste; Gayà llegaba con facilidad a la frontal e incluso línea de fondo adversaria (sin efectividad). Fueron minutos muy buenos donde, si aplicamos el mismo rasero del árbitro para pitar la falta que concluyó con el gol de Granero, debería haberse pitado penalty. Bien es cierto que en los restantes 15 minutos el equipo sufrió defensivamente (a balón parado nuevamente, sobre todo un palo y posterior mano salvadora de Neto). Rodrigo otra vez el mejor, destacando la inoperancia ofensiva de Parejo, empeñado en excederse en el sobeteo del esférico.

La intención del Valencia en la segunda parte fue la de morder: robar arriba rápido vía presión agresiva y coordinada; el mayor problema es que falló la coordinación: rara vez la línea defensiva acompañaba esa presión, dejando una suculenta distancia entre los centrocampistas y ellos mismos, cualquier pelotazo en largo del Espanyol se convirtió en una situación de peligro para los pericos, alguna vez incluso en igualdad numérica. Una magnífica falta de Granero decantó la balanza… y más despropósitos. Empezando por el abotargamiento de Piccini, al que, incomprensiblemente lentorro, le ganaron la partida individual en un balón largo que en última instancia remató Borja Iglesias a la red. Dos partidos y dos errores crasos que cuestan sendos goles: además, ofensivamente -en teoría su punto fuerte- está aportando bien poco: parece será un fichaje fallido de Marcelino. Con la imperiosa necesidad de remontar llegaron los cambios de Marcelino, dejaron destellos Gameiro y Batshuayi, pero hubo poca clarividencia y mucha previsibilidad a la hora de atacar. Sin Rodrigo (sustituido), siempre parece más difícil. Habría que preguntarse para qué quieres dos laterales ofensivos si después no sacas beneficio de ello, por qué Parejo saca TODOS los golpes francos (y juega todos los minutos), a qué se debe el temor de los defensas a adelantar las líneas para estar en consonancia con la presión ejercida arriba, o el motivo por el cual Murillo no va ni convocado. Aun así debemos tener en cuenta que sólo es una derrota.

 

Jamacuco

Empiezo esta 5ª temporada de Café Mestalla con un partido muy desafortunado por parte del VCF en Cornellá.

Ha sido el primer partido del equipo que he visto con mayor atención desde que empezó la pretemporada; esto de que cada vez empiece antes este circo no lo llevo muy bien. Y vaya fiasco!!

El equipo comenzó bien, dando una gran imagen de superioridad. Pero nada. Un espejismo. El aplastante dominio y las buenas combinaciones en delantera, sobre todo por bandas, no se vieron premiadas con el gol… porque tampoco es que se intentara mucho. Desgraciadamente, y para mi sorpresa, el equipo parte con las mismas carencias (o quizá más) que las que mostró el VCF en ciertos periodos de la pasada temporada (diciembre-enero y final de la temporada). Faltó contundencia en las áreas, en ambas. Y sigue faltando control del tempo del partido. Además, fue más patente que nunca la extraña vara de medir que utiliza Marcelino para elegir su alineación y sus cambios.

Empecemos por arriba. A falta de Guedes (porque viene, no?) la delantera es la parte más reforzada. Sin embargo la falta de pólvora es más que evidente. Mina, lo de siempre. Rodrigo es un crack, pero no puede hacerlo todo y cubrir la parte creativa del equipo que el «supuesto capitán» declina hacer a pesar de la benevolencia que recibe del entrenador y cierto entorno. Soler y Wass por bandas son buenos jugadores pero no lo hacen en su sitio, sobre todo si no se ven bien acompañados por los medios centros. Y para finalizar, falta que el mediocentro ofensivo apoye más la línea de ataque y aparte de dar pases reiterativos, tome la iniciativa de CREAR JUEGO, de LIDERAR EL EQUIPO EN MOMENTOS DIFÍCILES y de TIRAR A PORTERÍA. Kondogbia lo intenta, pero no puede hacerlo todo.

En cuanto al área propia seguimos siendo poco contundentes. No suele haber errores graves (Hola Piccini… ponte las pilas ya!!) pero el equipo de Marcelino no da seguridad en defensa y mucho menos en centros cruzados. Si bien los goles hoy han venido de falta directa y de un error grosero del lateral, discrepo en la apreciación de Marcelino en cuanto a que el Espanyol no generaba peligro. Al contrario. Desde el minuto 30 de la primera parte es lo único que hacían los periquitos, mientras que el VCF se hundía cada vez más en la intrascendencia absoluta.

Los cambios no ayudaron en nada. Más bien empeoraron. La salida de Wass, que estuvo gris pero muy activo, desarmó al equipo (Cheryshev apenas tocó balón en 30 minutos); Gameiro mejoró en algo de chispa a Mina (tampoco era difícil); y Batshuayi se mostró fuera de forma, y más si lo comparamos con el sustituido Rodrigo que a día de hoy es el motor, alma y verdadero capitán del equipo. Con un Soler muy desfondado, Marcelino ha dejado a un cada día más paupérrimo y adormecido Parejo como conductor de juego para remontar…. Inaudito.

En resumen, un mal VCF y un mal Marcelino. Tiempo hay de mejorar, pero no mucho. Que aprieten!!.

Amunt.

 

 

Ilustración del artículo vía valenciacf.com

Un comentario en “RCDE 2 – VCF 0 | Primera derrota en Liga Una pillería perica y un horror defensivo certifican la primera derrota en la liga del Centenario. Así lo hemos visto.

  1. We missed Garay as the man who starts the play, I know it is the Captain who starts the play but the Captain usually starts the play by passing to Garay who then actually starts the play. I think he also helps the right back defend.
    The Captain did make one great pass to Soler on a counter. Soler though lacks the pass of Guedes so needed to make another pass outside the area which was to Mina who was 5 metres away from where he can get the ball and be a danger so the move broke down.
    The Captain kept letting his man go which resulted in pressure on our defence. Marcelino is obviously aware of this because he is picking two wide men who will track their runners and who feel more comfortable working more centrally, which seems bizarre – to pick a line up to counter a weakness of the first man on the team sheet which then means we have 2 players out of position and a lack of pace out wide.
    We lost the midfield so Marcelino took off a striker who just like the starter didn’t get a kick because we had lost the midfield. It was a weak substitution.
    We are a team of giants and for the last 15 minutes took short corners and free kicks, either the Captain is an idiot who shouldn’t be taking them or we haven’t worked on set pieces.
    Diakhaby looked good, Rodrigo was our threat, Kondogbia was below his best but was trying, Gaya needs to get back to hitting a specific place without thinking and the strikers need to attack that space, this needs working on. Batsuayi’s link up play looks good and as though him and Rodrigo could work well together which hasn’t happened yet, he doesn’t yet look sharp in front of goal. Soler deserves a chance in his best position next to Kondogbia.
    We appeared to want to press but only did it in 2s or 3s and allowed them an easy out ball.
    Their young midfielder looked head and shoulders above the most underrated midfielder in the world who should have gone to the World Cup and has been wanted by Barcelona every year since 1953 so he must be one hell of a player…
    We really need Guedes just to give the opposition some choices to make in terms of how they defend, without him we are pretty passive and predictable at the moment with only Kondogbia or Rodrigo a threat.

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