Jomi Lavarías

Tan sufrida como importante victoria por 2-1 ante el Alavés esta tarde. Partido, por momentos, muy flojo del Valencia, que no termina de carburar como seguramente deseará Celades.

La primera parte ha estado totalmente controlada, ante un muy débil Alavés. El gol de Maxi, en la única que ha tenido, debería haber dado la confianza necesaria para afrontar la segunda con el ánimo de marcar el segundo gol cuanto antes y finiquitar el encuentro. Pero no. La segunda parte, entre que ellos han dado un pasito adelante y nosotros hemos dado un «pasazo» atrás, ha sido muy decepcionante. Ocasiones para los vitorianos que no han empatado de milagro. El apagón valencianista se tornó algo más luminoso con el apagón de Mestalla. Entre la oscuridad ambiental y el cambio introducido por Celades que conllevaba un sistema novedoso, el equipo volvió a igualar las tornas y pasó nuevamente a controlar el partido, aderezado con el gol de penalti por parte de Parejo que parecía sentenciar el partido.

El gol del Alavés al final fue anecdótico, pero llevó el sufrimiento a la grada ante un posible nuevo  empate ante un rival muy flojito.

Imperial Coquelin, que le salvó el culo unas cuantas veces a un impreciso Parejo. Bien Maxi haciendo lo que se le pide a un delantero, que meta la que tenga, y buen Jaume Costa afianzándose en el lateral. Por contra flojos el ya mencionado Parejo, Ferran desaparecido y Wass que no ha dado una.

Y ahora parón que vendría muy bien si Celades dispusiera de la plantilla al completo, pero internacionalidades mandan.

Amunt.


 

Peris

El futbol administratiu només és bonic si guanyes. I hui ho ha sigut. Administratiu. Però el patiment venia en el preu de l’entrada. L’equip no entén encara els automatismes tàctics de Celades, buscant replegar-se amb dos migcentres per a conservar el botí. Sense més, tres punts al mornell per a tindre tranquilitat de cara a la parada de seleccions.


 

Sergi Calvo

Por si a alguien le interesa: ganó el Valencia.

Un partido algo inestable, donde los de Celades dominaron la posesión e intentaron ir, poco a poco, asumiendo los reajustes del equipo. Defensa muy floja y una sala de máquinas con un Parejo que recuerda al de sus peores tiempos. Aún así fue el Valencia muy superior al Alavés y esta vez la fortuna se alió con los de blanco y negro. Cuando peor estaba el equipo y mostraba los primeros síntomas de caída del sistema y desaparición lo que se fundió fueron los plomos de Mestalla, un tiempo muerto que vino como anillo al dedo a los locales que recuperaron algo de aliento, un poco, para acabar con vida el encuentro.

Probó Celades una variante táctica que medio funcionó: músculo en el centro con Diakhaby repartiendo estopa. No sé decir muy bien si funcionó o no pero, al menos, se pude decir que el andorrano intenta ofrecer variantes tácticas en el partido.

Excelente e imperial Coquelin y muy buenas sensaciones la de Maxi, un delantero de verdad, por el que, al menos quien esto escribe, no apostaba en absoluto pero que está demostrando de la mejor manera que, tal vez, estaban mis dudas equivocadas.

Ganó el partido un partido que habitualmente empataba, tres puntos en Mestalla, parece poca cosa, pero son muchos… ojalá vuelva a ser la suma de tres en tres lo habitual.

Tiempo para reajustar y hacer una mini pretemporada y descanso en lo deportivo y tiempo que se adivina convulso en lo institucional.


 

 

 

Ilustración del artículo vía www.valenciacf.es

 

 

 

 

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