jamacuco

No tiene sentido comentar los partidos del VCF. No juegan a nada, y realmente ya nadie le pedimos que hagan una virguería de juego; sólo queremos que ganen, que consigan un saco suficiente de victorias que nos hagan respirar. ¿Cómo? Es lo de menos, pero que lo hagan y cuanto antes por favor…

No es una cuestión ni de entrenadores ni de jugadores, al menos para estar tan abajo en la clasificación. Discuto con mi compañero @_hoeman sobre si tal o cual jugador debería estar dentro o fuera de la alineación; o de si Prandelli acierta más o menos que sus predecesores en el cargo; da igual… son fuegos de artificio. El partido real no se juega sobre el césped, se está jugando fuera, en la moqueta, desde hace ya muchos meses. Y su jugador franquicia disputa los partidos desde Singapur o quién sabe dónde sin saber muy bien si esto es lo que quiere o no, o qué es lo próximo que va a hacer….

En el verano de 2015 se cometió un error brutal; un error de soberbia; un error de listillo al que le suelen regalar bonitas palabras en los oídos para poder meter la mano en su bolsillo de forma disimulada (o descarada, quién sabe) y arramblar con todo. En verano de 2015 se dinamitó el club desde dentro, con chulería, con desdén… y la onda expansiva de esa deflagración ha llegado hasta nuestros días, arrasando con todo por donde ha pasado (organización deportiva y social, imagen de club, conexión con la afición, jugadores, periodistas, relaciones con instituciones deportivas y árbitros,….) y quién sabe si, como las malditas bombas de racimo que destrozan todo atisbo de vida de forma escalonada, augurando un peor final en forma de debacle absoluta.

El Sr. Peter Lim instauró una no-organización en el VCF, primando la cultura del lametón entre piernas y el amiguismo antes que la profesionalidad y el respeto a una institución cuasicentenaria con peso en la historia deportiva europea y que, además, cuenta con una efusiva y fiel afición. Hay gente que opina que eso de la organización no es importante, que no gana partidos, que lo importante es el balón y los resultados…. Creo que se equivocan. Como las peores enfermedades, de un pequeño foco de podredumbre es fácil que invada todo el organismo si la organización y los valores instaurados en la misma no son fuertes y adecuados. Y , como en la enfermedad, de repente, un día te das cuenta qué no sabes ni quién eres, ni dónde estás, ni lo que haces…Estamos perdidos

Un golpe del destino nos trajo a Prandelli; como un error no programado del sistema operativo, convirtiéndose en muestra de que hasta las flores pueden brotar en los vertederos. Y es que como un fallo en el “Matrix” montado por Lim y sus lacayos, Prandelli, entrenador contrastado sin condicionantes previos en Valencia y con independencia del DD en la sombra Mendes, dice en rueda de prensa (en dos días consecutivos) y, apuntando claramente a las políticas negligentes instauradas por el máximo accionista singapurés, que se llevan haciendo las cosas muy mal 2 años; que los valores instaurados en el club no son los adecuados; que el que no sienta la camiseta se vaya “fuori”….. Caretas fuera. Había gente con algunas dudas, otros con muchas, otros lo tenían totalmente claro…. Desde hoy y con el diagnóstico de un reputado profesional independiente no puede haber dudas: el proyecto de Peter Lim es un fiasco, una mentira, un tocomocho a la singapuresa…

Nadie lo tuvo tan fácil para hacer cosas importantes con tan poco como lo ha tenido Meriton y Peter Lim. Por lo tanto, o lo arreglan ya de verdad, de forma profesional y coherente, o como dice Prandelli, que se vayan “FUORI” del Valencia CF.


 

Hoeman

Una sonrisa pícara se dibuja en la cara del portero: sabe que va a parar el penalty y así su imagen pública no se verá perjudicada; como si sólo quisiera salvar el culo, le da igual que el equipo vaya perdiendo, no le importa que cada córner sea un suplicio porque no se atreve a salir del área pequeña (la mayoría de veces, no se aleja ni dos palmos de debajo del larguero) o que todos los balones salidos de sus pies hayan ido a parar al rival. Seguirá siendo el parapenaltys, además de un espantoso portero. Por actitud y aptitud.

Aunque a mi juicio, el principal responsable de la deblacle en el partido ha sido el entrenador, Cesare Prandelli, que como Diego Alves o Parejo, vive de su nombre, no de lo demostrado. ¿Sus resultados son mejores que los de Gary Neville o Pako Coelho? De Voro ya ni hablamos. Precisamente, Voro le entregó un equipo que consiguió ser competitivo a base de unidad defensiva y aplicar las nociones básicas del fútbol con cordura y esfuerzo. Cesare se ha cargado lo que granjeó el delegado valenciano. Para más inri, repite ad nauseam las declaraciones anteriormente escuchadas a Nuno, Neville y Coelho en rueda de prensa, como si no nos las supieramos de memoria. Podría chocar tras su raje del viernes, pero con la alineación presentada y sus comentarios post-partido queda claro que le apetecía montar un show. Tribunerismo en su máxima expresión. Paripé italiano. Más hechos y menos palabrería. Por si quedaran pocas dudas: señala al más débil (Fede) en lugar de a uno de los pesos pesados con su cambio antes del descanso. Fede lo estaba haciendo fatal, pero no era el único, ni mucho menos. El que nunca hace nada (Polit dixit), salvo maquillar a base de estadísticas, puede dar fe de ello. En definitiva: interpretación muy personal: hoy Cesare ha sido cobarde.

No me gustaría terminar sin hacer mención a los periodistas que ahora tanto ladran sobre Suso y en su día sólo emplearon halagos para con su persona: es labor de un periodista que se precie de serlo (rigor) investigar: si lo hubieran hecho con Suso, como mínimo, la acogida del esquirol no hubiera sido tan dulce. Suso ha quedado retratado, pero vosotros también.

Todo ello teniendo claro que el culpable de la situación del Valencia es Peter Lim.


 

Mario Selma

Cada vez se hace más cuesta arriba empezar el pospartido de cada fin de semana. Uno ya no sabe qué más analizar, ni cómo describir este sinsentido, ni qué hostias poner cuando ves el agua subir sin divisar vía de escape. Nos están desfalcando la mocedad futbolera -intangible que no está en venta- de la manera más angustiosa posible; gota a gota, metastatizando cada constante vital, como enfermo crónico sin gramo de esperanza. Una ristra inédita de cadáveres apilados en la fosa de la apostasía puede ser la mayor fechoría a perpetrar por la administración Meriton. Esa que anda tapada con la manta sin enseñar la pata, no vaya a ser que pillen un resfriado vírico de esos que pulula por el ambiente. No es tiempo de cagones, ni de seguir ocultos bajo la insolente incomparecencia. Son tan obtusos que ni se coscan que esa conducta es contraproducente al transmitir la pusilanimidad que les define. Si tú no te partes la cara, se la van a partir ellos. La endemia meritoniana cuyo antídoto monodosis aguarda a 7.000 millas -así parecen menos, eh Joseph-, desconociendo si primeramente está listo para suministrar -allá que van prestos los sin fronteras-, y segundo si contendrá antígenos suficientes para paliarla. Mientras tanto, en el tercer mundo valencianí resistiremos a la espera de la arcana panacea.

Tras celebrar la arenga arrancaplausos, y los Ave Cesare y fuori fu-o-ri trenditopiqueando el finde, me gustaría pausar el reloj de la efervescencia ante tal necesaria rajada y poner el foco precisamente en el emisor. Ese licencioso Prandelli dándonos el gusto de escucharle de su propia boca aquello que sufrimos cada jornada, que nos abre las carnes. Merecido se lo tenían los niñatos, estrellitas y falta de amor propio de estos jugadores. Pasa que esta ralea se encuentra bajo la jurisdicción del rejoneador, es su responsabilidad directa meterlos en cintura y escarmentar posibles episodios de indisciplina actitudinal. No lograrlo ni hacerlo, para terminar bramando en el Media Center dedo acusador mediante, es síntoma de habérsele ido de las manos y no tener atado en corto al vestuario. Quizá sea tarde. Personalmente no he apreciado cambio bastante en la predisposición de los suyos desde su llegada hasta ahora que justifique este duro viraje en el discurso. Que recalco, sobrar no sobra. Dos meses de estadía me parece suficiente bagaje para analizar su trabajo y, por ende, exigirle más. Mucho más de lo plasmado hasta el momento. No ha abortado la sangría, no se aprecia mejoría global, ni siquiera por líneas, no hemos captado ni una sola jugada de estrategia, su pizarra no sirve para imponerse a rivales, levantar partidos o sostener ventajas, no está sacando petróleo a sus pupilos -lo de potenciarlos ya para otro día-, algunas decisiones son muy cuestionables y otras directamente han repercutido negativamente en el transcurso de los encuentros, llegando incluso a involucionar la herencia rudimentaria -pero más efectiva- de Voro. En definitiva, no se nota su mano, la de un entrenador contrastado. Más allá de los números, con los que tampoco cuenta desde un prisma resultadista que le ampare. Por ello, se puede aplaudir el arranque fuoribundo del italiano, pero que el árbol mediático no tape su labor al frente de una plantilla, al margen de su notoria descompensación y falta de calidad, no acorde al lugar clasificatorio que ocupa ni al irresoluto juego que desprende en todas y cada una de sus contiendas.

Casi termino la nota sin hablar del cuero y el verde. Sin mencionar ese saco de naranjas que representa Santos, el bajón silencioso de Alves, un Abdennour sin metro en LaLiga, un Cancelo coladero atrás e inoperante arriba, un Mario Suárez que ni chicha ni limoná -rescatamos para la ocasión el término ‘nadacampista’ del Tino Costa-, la intrascendencia de un capitán que maquilla sus horas más bajas con asépticos aportes, la desesperante solubilidad de Medrán, el Fede dilapidador -a ver cuándo se ve en otra de estas, le preguntaremos a Del Bosque-, y la mediocridad de una dupla atacante incapaz de siquiera tomarle medidas a su par, como boyas en el Pacífico. Solo el tardío debut de Carlos Soler  y sus dos pinceladas proyectaron un rayo de luz en este tenebroso Valencia. Del que nadie se salva. Nadie es nadie.


 

Ilustración del artículo vía www.valenciacf.com

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2 comentarios en “RSOC 3 – VCF 2 | Superados Prandelli no logró voltear la actitud de los jugadores, que fueron a remolque de los vascos en todo momento

  1. Hecho de menos la opinión de otros habituales en este blog.
    Les doy la razón en algunos aspectos. Ustedes mismos difieren de si Prandelli puede cambiar algo o es parte de la horrenda función. Me pregunto yo, qué clase de profesional no quedaría reducido a esperpento por el propio sistema. Me sorprende que un buen entrenador como Prandelli, sea en el Valencia, tan malo como Nuno. Como dice la canción Cambalache, «todo es igual, nada es mejor».
    Sinceramente no sé cuál es el problema, ¿tiene la culpa Parejo de que nadie se desmarque ni se ofrezca para dar un pase? ¿Alguien se ofrece? No, pero pienso que no debería jugar más, que se tiene que ir. Como ven, todo son contradicciones.
    Prandelli dio un discurso que hablando claro, me la puso bien dura. En el 11 no hay ni un mísero cambio. ¿Pones a los que no sienten la camiseta para que la sientan? No entiendo nada.
    Hablan de Voro, que es el único que recupera la cordura al equipo. Recuerdo que Voro alinea a ños mismos » capos de siempre «. Parejo Nani Alves Mario Suarez.
    No es amor a la camiseta. No huevos. Ni haber sido del Valencia de pequeño. ¿Es simplemente orgullo. A alguien le duele perder la dignidad y devaluarte jornada tras jornada?
    En fin, qué puta mierda.

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