Jomi Lavarías

Primera parte:

Aburrimiento, desidia, latazo, bostezos, gol legal anulado a Garay, peñazo, coñazo, sopor, penalti no pitado a Mina, más bostezos, infumable, apatía, tedio, gol de Calleri 1-0, tostonazo…

Segunda parte:

Entradas de Parejo, Rodrigo y Guedes, intensidad, presión, control, dominio, fluidez, penaltazo no pitado a Guedes (oh, novedad, ¿verdad UndiANO?), posesión, juego en campo contrario, gol de Rodrigo 1-1, ocasiones marradas.

Mal partido en líneas generales, pero resultado justo e incluso se pudo ganar. Y lo que más me preocupa, más allá de la sequía goleadora o falta de puntería arriba, es que desde el partido de Getafe los rivales llegando menos a nuestra portería que en los partidos anteriores, nos marcan siempre uno o dos goles. Hemos perdido cierta solidez defensiva coincidiendo con la lesión de Murillo.

Obligados a pasar en Mestalla.

Amunt!!


Lobo

Rodrigo y Guedes lo han arreglado un poco a base de pundonor y demostrando que sus suplentes están muy lejos en prestaciones puras. Pero, a ver, que tampoco era para dramatizar. En Copa del Rey siempre hay partidos en los que el rival teóricamente más fuerte se confía, se viene arriba, y el presuntamente más débil le busca las cosquillas e incluso a ratos le da una pequeña tunda. No es nuevo, pasó y seguirá pasando. Y más hoy ante un LPAL extramotivado por su nuevo entrenador y un VCF demasiado relajado por la falta del suyo y la seguridad del partido de vuelta. Porque hay que tener claro que el VCF podría haber palmado pero en ningún caso habría perdido la eliminatoria. Eso con Marce ya no pasa, gracias a los dioses. Así que, bueno, el partido ha sido malo, aburrido, pero era algo en realidad bastante previsible.

Lo que está claro es que el VCF ha perdido pegada y seguridad defensiva, y son cosas a recuperar urgentemente. Porque si bien la primera parte ha sido un truño, en la segunda aquél VCF de principio de temporada habría pulverizado a una UDLP bastante inofensiva que se ha dejado arrinconar de forma absurda, mostrando ser un equipo malo, malo, al que en Mestalla hay que machacar con contundencia. Así que venga, se acabó el partido, hay que mejorar y ya está, tampoco le demos muchas vueltas ni nos cebemos con nadie. Sigamos creyendo.


 

 

Ilustración del artículo vía www.valenciacf.es

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