Jomi Lavarías

Perder y perder y perder y perder otra  vez y perder y perder y perder otra vez…

Partido disputado, pero el Sevilla ha demostrado tener más plantilla, más jugadores y más calidad. Triste pero así es. Da la sensación que éste equipo no le va a ganar a nadie. Y no se le puede discutir ni la entrega ni la pelea ni la lucha, pero no damos para más. Y eso es lo verdaderamente preocupante. Cuando lo das todo y con lo que tienes no te llega ni para empatar pues es para echarse a temblar. Con la tontería llevamos 15 partidos y hemos sumado 15 pírricos puntos.

Se podrían hacer paralelismos con la segunda temporada de Marcelino, que a estas alturas llevábamos una puntuación parecido, pero es que las sensaciones son tan diferentes. En aquella ocasión el equipo llegaba y llegaba y llegaba, pero el acierto cara a puerta era nulo pero mantenías tu puerta a cero o casi a cero. Pero entonces había técnico. Y jugadores. Y plantilla. Y banquillo en el que apoyarte. Y sabías que a la mínima que las cosas se enderazaran el equipo iría hacia arriba, como así fue. Ahora hay la NADA.

Hoy, sin ir más lejos, la sustitución de Gayà ha trastocado al equipo. Ha sido retirarse Y salir Alex Blanco (Dios me libre de matar al chaval) pero no ha sido capaz ni una sola vez de cerrar su banda y se ha convertido en una autopista para los jugadores del Sevilla, en especial Suso.

La situación requiere de un volantazo. Y ya. Asusta pensar quién lo puede dar, pero es que hay que darlo si esto no mejora inmediatamente.


Peris

Disputat partit a l’hora de berenar on semblava que el Valencia CF amb amor propi més enllà de la qualitat podria sumar punts per seguir, a pas de formiga, continuant pujant en l’ànim. Nova variant tàctica de Gracia amb tres centrals que semblava ser més còmode en el moment l’equip s’ha estabilitzat. La possessió, de vegades una gran mentira, feia pensar un bon sac de carbó. I l’equip ha mantés la plaça bé fins que, en una errada impròpia al perdre una pilota en una treta de banda a favor, les mans de Jaume no han pogut sostindre l’empat que era una suma menor en lo matemàtic però bona en lo anímic. Malgrat el gol en el 82, sembla molta diferència entre este Valencia CF i este Sevilla FC. El treball que s’està fent als despatxos cal que fructifique en elements que sumen per reforçar una plantilla raquítica pels retalls i per no saber que fer.


 

jamacuco

Partido de realidad, de ver lo que hay, sin trampantojos que lo adornen. De forma parecida a como ocurrió hace unas semanas contra el Atlético, el VCF muestra sus carencias en todos sus ámbitos:

  1. La primera carencia es de planificación. No sé qué excusas se podrían inventar ahora los de Meriton, pero era algo más que obvio para todo aquél que fuera un mero seguidor de la actualidad futbolística que la plantilla era claramente insuficiente para hacer algo digno en la primera división. Si a eso se le añade el ninguneo arbitral de la Federación de Rubiales, las lesiones inoportunas, la COVID y la falta de inteligencia dentro y fuera del verde, tenemos lo que tenemos: un equipo al borde del abismo.
  2. Durante dos meses este equipo ha estado indolente ante la situación que ya era percibida. Por un lado el entrenador que pedía refuerzos y lo que hacían era debilitar la plantilla, queriendo en consecuencia huir de toda responsabilidad. Por otro lado los jugadores que salían al campo sin la necesaria concentración en muchos momentos de los partidos, cuando parecían rivales asequibles. Ahora, el último mes el equipo parece más empacado, más consciente, pero entre la dificultad de los rivales, la permisividad arbitral y las lesiones, no sumamos una victoria desde hace demasiado tiempo.
  3. Está claro que los principales culpables son los actuales gestores, pero creo que también hay que ver el tipo de jugadores de los que se ha ido llenando la plantilla y que no sé en qué momento y por quién se decidió que podían estar en el VCF. El fondo de armario del equipo deja bastante que desear (en cuanto a rendimiento y en cuanto a coste) y eso no es sólo fruto de esta temporada.

¿Hay tiempo de arreglar este desaguisado? Espero que sí. Primero es fichando unos cuántos jugadores, cuanto antes, que sumen desde ya. Segundo es tener todos conscientes que el objetivo de este año es no pasar apuros, y por ahora no vamos bien. Si este equipo se planta en las últimas 6 jornadas metido en el fango, no va a ser capaz de luchar a cara de perro como otros que sí que lo hacen habitualmente. Y tercero, el entrenador (y los jugadores de mayor peso) tiene que hacer funcionar mejor este equipo; sólo lo consigue en ciertos momentos. Hoy lo ha intentado con el cambio de sistema que no ha salido del todo mal, hemos tenido nuestras ocasiones, pero los errores individuales nos matan partido a partido. No se puede arrojar la toalla. Cierto es que luchar con Guillem Molina, Mangala, Yunus, Alex Blanco, Jason, Vallejo, Jaume (sí, todos a la vez sobre el campo) da cierto retortijón, pero no queda otra que apoyarlos emocionalmente y prepararlos física y tácticamente para luchar hasta el último minuto.

Amunt!!


 

Lobo

Disgusto grande el que llevo. Si a la mierda de planificación, a una plantilla mediocre a más no poder llena de jugadores impropios de primera, puede que hasta de segunda división, las continuas bajas de jugadores importantes, la dinámica, que no ayuda, y un entrenador demasiado timorato, si a todo eso sumamos que los putos árbitros se ríen del VCF un partido tras otro, pues poco se puede hacer. Entre unos y otros nos llevan al hoyo.

El VCF lo intentó con pundonor, demasiado encerrados y demasiado acongojados, pero siempre con ganas de pelear, tanto que de alguna manera consiguieron sacudirse el agobio y meter incluso un poco de miedo a un flojo Sevilla (para mi flojo flojo teniendo en cuanta las facilidades locales). Pero si las faltas las hacen ellos y las tarjetas son para nosotros, así todo el tiempo, solo cabe pensar que los árbitros han decidido castigarnos por sus cojones morenos. El maltrato arbitral, un mal eternizado cuando hablamos del Valencia, es demasiado incomprensible y doloroso. Nos tratan peor que a apestados. Como si en vez del Valencia fuéramos el Újpest Dózsa en un partido de entrene. Es inconcebible, es duro y es a propósito, persigue un propósito, no me cabe duda, este diferente criterio arbitral no puede ser casual un partido tras otro.

Y sí, todo en este VCF es criticable y discutible, pero que el VCF está jugando con otras reglas es para mi evidentísimo. A partir de ahí discutamos de lo que os dé la gana, pero cagadas propias aparte, la sensación de injusticia es demasiado dolorosa como para analizar otras cuestiones. A la mierda. Ojalá dejara de gustarme el puto fútbol y el puto VCF. Esto es insoportable ya.


 

 

 

La fotografía que ilustra el artículo es propiedad de www.valenciacf.com

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