Peris
Jomi Lavarías
Durante la primera hora de partido estaba pensando que en cuanto llegara a casa iba a buscar el contrato que me une con Café Mestalla para buscar alguna cláusula, que seguro la tiene, que dijera que en caso de partido aburridísimo y malo de solemnidad me eximiera de hacer crónica sin penalización por parte de mis compañeros cafeteros.
Porque hasta la expulsión, ríigurosísima, de su lateral derecho, el partido estaba siendo un codazo absoluto. Por momentos hasta estaba cerca el gol escocés en alguna de sus aproximaciones. Gol nuestro desde luego no se barruntaba, pues en esos primeros 30-35 minutos ni siquiera hemos chutado a portería. Algo habrá que hacer desde el cuerpo técnico porque a este equipo le cuesta barbaridades chutar a portería, incluso en ocasiones en las que es lo mas normal chutar a gol y no querer meterse en la portería contraria con el balón.
Pero a partir de ahí, en ese momento en que se nos ha aparecido St. Patrick en forma de expulsión, la cosa cambió. El Celtic acusó el golpe y bajó considerablemente su rendimiento, que estaba siendo bastante mejor que el que vimos en Celtic Park la semana pasada. Y a su vez el Valencia se hizo el ánimo e incluso pudimos habernos ido al descanso con algún gol. En la segunda siguió la misma tónica y era cuestión de tiempo que el gol llegara, como así fue tras un gran pase de Parejo a Wass para que este asistiera de cabeza a Gameiro, que prácticamente solo tuvo que empujarla. De ahí al final poca cosa más. Minutos para Kang In, que a punto estuvo de marcar el 2-0 casi al final.
La nota negativa la puso Garay con su lesión, cuando estaba en un muy buen momento de forma. Una pena.
Y poco más que añadir de este partido. He conseguido hacer la crónica sin emplear la palabra «Trámite» que muy probablemente será la palabra mas empleada para definir este partido… mierda, al final la tuve que poner, joer.
Amunt!
Lobo
2 partidos en 1. Lo cierto es que casi todos esperábamos poco menos que una pachanga con victoria fácil para los nuestros. El partido de ida y la pobre actuación de los escoceses no indicaba otra cosa. Y qué narices, supongo que nos merecemos de tanto en tanto, un festival de goles y buen juego, algo que vemos poquísimo en Mestalla últimamente, Por eso generó bastantes dudas y cierta inquietud que los locales salieran tan adormilados, destensados, indiferentes, y los escoceses dominaran casi a placer el partido, eso sí, sin generar demasiado peligro. Y por eso hasta se escucharon algunos silbidos cuando, por momentos, parecía que las cosas se podrían complicar. Pero en esas el árbitro decidió expulsar por segunda amarilla, justa pero quizá algo rigurosa, a un jugador visitante que sinceramente no conozco. Y todo cambió, el partido se dio la vuelta como un calcetín. Los escoceses quedaron muy tocados, aceptando que sus pocas opciones se desvanecían casi definitivamente, y los valencianistas comenzaron a empujar casi por inercia ante la bajada de brazos rival. De ahí hasta el final el partido fue el habitual del VCF ante un equipo encerrado, empuje, dominio, mucho cambio de juego rondando el área, pero nada más, incapacidad absoluta para encontrar vía para penetrar la muralla, pocas ocasiones, y esas pocas, marradas. Hasta que Wass acertó a encontrar la espalda por su banda, Parejo lo vió y puso un centro con la tensión precisa para que el danés cabeceara al corwzón del área y Gameiro rematara como pudo. Gol, y eliminatoria acabada.
Mereció sin duda pasar el VCF, pero mucho más tendrá que hacer a poco que nos toque un rival más duro que este Celtic que tiene más nombre y afición que equipo. Pero oye, a ver si nos cae un equipo flojito y podemos seguir pasando rondas sin mucho esfuerzo.
Ilustración del artículo vía valenciacf.com