Hoeman

Todavía se puede dar por satisfecho el Valencia tras la segunda mitad realizada, donde renunció descaradamente (a excepción de alguna acción aislada) a atacar y por añadidura, ir a por el segundo gol, mientras Pellegrino se afanaba en introducir jugadores ofensivos, mandando la señal de que iba a ir a por todas. El partido estaba para cazar alguna contra, quizá con la salida de Guedes todo habría cambiado -muy flojo Cheryshev hoy-, mas entramos en el campo de la especulación. Sí es cierto que en la primera parte el Valencia estuvo serio y jugó mejor que el Lega, viéndose favorecido por un gol tempranero de Kondogbia (discutible, podría haberse pitado falta) tras saque de falta lateral de Carlos Soler. Empate justo, y por las sensaciones finales, bueno.


 

jamacuco

Oír las ruedas de prensa de Marcelino García Toral después de haber visto el partido jugado por el VCF debería contar como relato de ciencia ficción. Los sufridos guionistas televisivos y cinematográficos creo que lo incluirán en su gremio próximamente. Sus declaraciones no suelen ajustarse a lo vivido en los estadios donde jugamos, si no a lo soñado en su encorsetada imaginación. Hoy en Leganés, una vez más, un pobre, paupérrimo, VCF estaba ganando el partido hasta el minuto 88 tras un discutible gol de Kondogbia. Nosotros apenas habíamos tenido un par de ocasiones, una por parte, que asustaran a los pepineros. Sin embargo los pupilos de Pellegrino, sobre todo en la segunda parte, mordían y lo intentaban con sus medios: luchando, corriendo, presionando, buscando el error…. Nosotros sin embargo ejecutábamos las directrices de Marcelino de especular con el resultado, de perder tiempo (los minutos de Parejo eran para eso), de acularse y aguantar, de intentar aprovechar los contrataques (cada vez más escasos y sin efectividad)…

Al VCF le ha faltado contundencia una vez más. Le ha faltado acierto, una vez más. Le ha faltado ambición, una vez más. Cuando se llevan 15 empates en la temporada, la casualidad no es empatar, ni lo es por mala suerte, ni lo es por errores puntuales… Es claramente un fallo de sistema. Un error en los planteamientos de Marcelino partido tras partido.

El asturiano busca especular con el resultado. Un día desprecia la primera parte, otro día desprecia la segunda, en ocasiones monta la barraca en portería propia, en otras hace cambios incomprensibles. Se cree el rey del tacticismo… pero no lo es. Porque para jugar así tienes que ser tremendamente efectivo en las oportunidades que tienes. Y como no es así, tu juego naufraga. El rival siempre tiene oportunidades de mojar (es lógico, porque son profesionales y lo intentan de formas diversas); sin embargo el equipo no lo hace, y cuando quiere no puede porque no tiene contundencia. Además Neto (aunque no reconocido por el mister) vuelve a ser el mejor de tu equipo porque es el que te salva de la derrota. Y a pesar de esto, Marcelino sigue en su erre que erre y en su mundo ideal que ve desde el banquillo.

Un partido más y los objetivos en liga se alejan cada vez más. Pero nada… el próximo partido seguiremos insistiendo como predica el entrenador.

Amunt.


 

Lobo

Hasta las narices. Harto, quemado, decepcionado a más no poder, desesperado y enfadadísimo. El VCF de Marce ya no engaña. Parece que va, es un equipo sólido, trabajado, lo ves manejarse con solvencia, ocupando bien los espacios, a veces incluso siendo inteligente y mostrando cierto oficio, como hoy. Pero no, son todo fuegos de artificio, apariencias, engañifas. Un equipo bueno de verdad mata cuando puede hacerlo, machaca si ve la oportunidad y solventa los partidos sin tonterías. Si marca uno va a por otro, y otro, y si acaso cuando lleva tres se relaja un poco. Pero este VCF vive de chispazos y el resto del tiempo especula con descaro. Hay mala suerte a veces, cierto, pero la suerte se busca, y si te esquiva la domas. Pero tanta especulación es estúpida. Tantos empates no pueden ser casualidad sino síntoma. No perdemos, pero raramente ganamos, y es porque hay una falta de ambición tremenda, un absurdo fiarlo todo a la solidez defensiva, un conformismo lamentable, y algunos jugadores con una desidia incomprensible. Haces una primera parte primorosa dominando, sabiendo jugar y yendo a por ellos. Te sale bien, pero cuando marcas crees que ya vale, que no hace falta más. De ahí hasta el final a dormir. Y luego excusas, que si mala suerte, que si fuimos mejores, que jugando así ganaremos… Por excusas que no sea. Pero no ganamos. La Liga del Centenario está siendo simplemente ridícula. Y demos gracias por no estar abajo sufriendo para no caer a los abismos y que en Copa ha sonado la flauta, porque si no Marcelino estaría hace tiempo en su Asturias natal y en el paro.

En serio, hasta las narices de excusas, milongas y lloriqueos. Pura impotencia. Hasta las narices.


 

Ilustración del artículo vía valenciacf.com

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