Jomi Lavarías

La crónica más dulce. De hecho es tan dulce que ni siquiera voy a hablar del partido porque con el pase conseguido a la final de Sevilla, once años después de la última, lo de menos es el partido. Me da igual si hemos jugado mejor o peor. Hoy solo valía el resultado. Hoy, más que nunca, soy resultadista.

No se nos podía escapar. Mucho tiempo, demasiado, sin saborear las mieles del éxito. Hoy es de esos días en los que todos nos acordamos de los que, desgraciadamente, ya nos están con nosotros. Desde allá arriba seguro que todos juntos estarán disfrutando de lo lindo de ver nuevamente a su Valencia en disposición de conseguir un nuevo título.

Yo además de todos ellos me acuerdo de los niños y los chavales jóvenes. La generación del gol de M’Bia ya tiene su final. Los niños, vuestros hijos, ya tienen su final. Ya era hora de que disfruten como los que ya tenemos una edad, que hemos disfrutado de bastantes finales y también, claro, nos hemos tragado sapos muy gordos y qué cojones, nos merecemos esta final. Ganarla ya sería la hostia.

Mestalla. Único. Cuando toda la afición vamos de la mano, nos olvidamos de guerras internas y follones, somos imparables. Y lo sabemos. Y cuando lo demostramos, el resto de España lo sabe. Y nos hacemos temibles.

Enhorabuena a todos. Nos vemos en Sevilla.

Amunt!


 

Peris

I l’últim dia de febrer, en la nit on es va fer l’acta fundacional del club fa cent anys, els jugadors actuals han fet riure, cridar i plorar a grans i menuts. Jugant com s’ha de jugar, aprofitant les fortaleses pròpies i minimitzant les del rival. De poc val tindre el 60% llarg de possessió si no demostres profunditat, joc ràpid i canvis d’orientació. I no és jugar bé, per molt que tingues la pilota. Jugar bé és la solidaritat defensiva, és la cobertura, és la permuta, és estar junts i bascular com una màquina perfecta. I, per això, els del 60% insuls van a vore la final per la tele.

No sabem que haguera passat si marca el Betis. Tampoc ho volem saber. Hui és la celebració i llevar-se pes de damunt. Esta nit es brindarà. I demà es tornaran a tirar els trastos al cap els que hui s’estaven besant. Els que deien que la temporada estava acabada contra els que no. Els periodistes que furguen perquè és rendiment per a les seues empreses i els que ploren de veres sense perdre professionalitat.

Sevilla, cap allà va el Valencia CF. A una altra final. Cent anys i fresc com una rosa. I que la guanye Marcelino, Uría i tot el cos tècnic.


Lobo

Emociones muy intensas anoche en Mestalla. El pase se empezó a gestar con un ambiente fervoroso, precioso y espectacular que intentaba contagiar y convencer al equipo de que la final era un sueño posible. Sin embargo salieron demasiado remisos para mi gusto, dejando al Betis manejar el balón a placer e intentando salir al contragolpe con poca fortuna. Ya sé que es la forma habitual de jugar, y seguramente la lógica tras el resultado en la ida, pero me pareció muy peligroso permitir que el Betis se nos echara tan, tan encima. Afortunadamente, aunque nuestros delanteros ni mucho menos el centro del campo estuvieron acertados y ni siquiera peleones para molestar un poco a Carvalho, Canales, Lo Celso y compañía, nuestra línea de atrás estuvo imperial y fue la que sostuvo al equipo y la eliminatoria. Pero mucho riesgo vi yo, demasiado, y confieso que lo pasé mal esa primera parte, porque de haber encajado un gol mi olfato me decía que los fantasmas de anteriores tragedias se nos habrían echado encima, la habríamos cagado y hoy estaríamos jodidos de verdad. Pero son los resultados los que dicen si las tácticas son buenas o malas, si las decisiones fueron o no correctas, y un gol de Rodrigo en el comienzo de la segunda parte, en una buena jugada de Piccini y Gameiro, hizo que la segunda parte fuera casi un paseo en barca y todas esas dudas y el mal rato inicial queden en anécdota.

Al final el VCF jugará la Final. Gracias al empuje de la grada, al buen trabajo en defensa de un majestusoso José Luís Gayá que merece el reconocimiento unánime y la Capitanía General con mando en plaza. De Roncaglia, que llegó por sopresa y está maravillando por su increíble adaptación y grandes prestaciones, un tío rápido, duro, determinado y seguro que no entiendo porqué no gustaba en Vigo. Y Jaume, que sin hacer mucho ruido ha conseguido acallar todas las críticas. Además también se puede destacar a Gameiro que va a más, a Rodrigo por el gol y a Wass por el trabajo. En la parte negativa el centro del campo. Coquelin tan voluntarioso como siempre pero un tanto perdido y fallón, y Parejo, que debe ser referencia pero empeña en ser intrascendente e incluso peligroso por sus dañinas parejadas que tienen que resolver sus compañeros y de las que hoy nadie se querrá acordar. Además de Guedes, tan hiperexcitado como poco resolutivo, y Wass que trabaja y lo intenta pero es muy limitado. Ellos fueron los menos destacados del equipo, pero esto también quedará en anécdota.

En fin. Una final es algo grande. Más grande es ganarla, claro, pero por ahí se empieza. Ante el FCB las posibilidades son remotas, esa es la verdad, pero justo esa puede ser nuestra mejor baza. Si perdemos, sería previsible, aceptable y poco criticable a menos que sea de paliza. Pero si ganamos, ay si ganamos la Copa! Sería una fiesta grandiosa en el año del Centenario, un premio merecidísimo a esta afición tan sufrida y quizá el aldabonazo de salida para que el VCF vuelva donde debe, como lo fue aquella del 99. La oportunidad está ahí, cerca y lejos, y hay que intentar aprovecharla.

Por cierto. Que no me entere yo que en años sucesivos se vuelve a despreciar la Copa del Rey. Un título oficial no se desprecia jamás, sea el que sea. Los clubes deben luchar por títulos, esa lucha es la que te lleva arriba y te consigue el dinero y el prestigio para seguir escalando y contar con más posibilidades. Y solo la ilusión de conseguirlo ya es un premio al menos de consolación en temporadas tan duras como esta. Ver de nuevo al VCF pelear títulos aunque sean der los mal llamados ‘menores’, es un subidón de valencianismo como el anoche que hace mucha falta y es estúpido despreciar. No lo hagamos más, por dios, hay que luchar por todo. Perdón por el sermón y Amunt collons!!


 

jamacuco

Bien está lo que bien acaba. La clasificación del VCF para la final en nuestro año del Centenario se puede considerar un buen resultado para lo que estábamos viviendo, y certifica una comunión cada vez mayor entre equipo y afición. Está costando pero se está consiguiendo y posiblemente pueda ser base firme para futuras temporadas. Estoy seguro.

Si nos centramos en el partido estrictamente, el de ayer no fue muy diferente a lo que estamos viendo esta temporada: demasiado tacticismo por parte del entrenador que encorseta el juego del VCF y falta de contundencia. Afortunadamente en defensa ayer estuvimos sublimes, sin apenas conceder ocasiones claras a los rivales. Los centrales Gabriel y Roncaglia (parece que lleve en el club 5 temporadas) y los laterales Piccini (en crecimiento constante) y Gayà, un capitán en la sombra con un carácter cada vez más acusado, no tuvieron ni un fallo y dieron seguridad al equipo.

El centro del campo y el ataque pecan de lo mismo: demasiada pasividad, actitud contemplativa, tacticismo, pérdida de tiempo… La primera parte fue un ejemplo claro. Una más tirada a la basura, y que en tantas ocasiones, nos lo hacen pagar posteriormente por falta de acierto puntual en defensa o ataque

La segunda parte fue algo mejor, no mucho. En el único tiro entre los tres palos, el VCF marcó, con una jugada de cabezonería de Piccini, que hizo un gran partido, para Gameiro que cedió para que Rodrigo, en su sitio, fusilara a placer. Después poco más… y en eso debe mejorar el VCF, pues tuvo varias ocasiones para redondear la fiesta. Guedes estuvo muy fallón, como Cheryshev, Gameiro, Soler o Parejo. Si estuvieran un poco más centrados en los últimos pases, el VCF sería una apisonadora, pues en defensa somos un bloque casi innaccesible.

A destacar el ambiente: antes, durante y después. Como en las grandes citas, la gente se volcó y lo dio todo, olvidando rencillas y manías. Ese es el camino. Impactante en todo momento y ante los ojos de todo el mundo, y Waldo Machado tuvo su rincón en la celebración como no podía ser de otra manera.

Ahora toca disfrutar, independientemente del resultado. Sevilla puede ser, una vez más, una fiesta valencianista. Será difícil pero nada es imposible. Y ese es el espíritu que en todo momento nos debe impregnar y que jamás deberíamos olvidar.

Amunt València!!


 

 

Ilustración del artículo vía estadiodeportivo.com

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Un comentario en “VCF 1 – RBB 0 | Sí, sí, sí, volvemos a Seville!! Grandiosa noche para recordar en el viejo templo de Mestalla. Un ambiente increíble que sirvió para llevar el volandas al equipo hasta una final de Copa muy deseada. Estas son nuestras crónicas.

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