Sergi Calvo
No puedo resistirme a comenzar esta crónica cafemestallera con el habitual “Había que ganar como fuera… y se ganó” y permítanme tirar de otro tópico fruto de la reflexión serena tras el partido: El Valencia jugó mucho mejor y mereció una victoria incluso más amplia que la de hoy, el pasado sábado frente al Girona.
¿Por qué vence hoy el Valencia? Pues la suma de varios factores: La ligera mejora de juego, hoy menos visible y evidente que el sábado pero es claro que el Valencia, hoy, ha sabido controlar razonablemente bien los tempos del partido y que, exceptuando un pequeño bajón tras el 1-0 (¿Miedo a empatar?), tras el liberador 2-1 y sobre todo con el tercero de Soler, supo nadar y guardar la ropa y guardar fuerzas para el partido liguero en Getafe. En segundo lugar porque la competencia futbolística de los suizos se limitó a una eficacia bastante notable en el impacto sobre tibias ajenas y muy poco más. Y a partir de ahí, una victoria cómoda (se hace raro escribir esto). Igual que se decía hace tres días que ese partido, en un contexto favorable no pasaría de anécdota, hoy, en ese mismo contexto, también la victoria de hoy sería un triunfo sin mucha historia que relatar.
Hay que destacar la importancia que tiene para este equipo la aportación de Guedes, que apenas al veinte por ciento ya es un jugador diferencial. Indiscutible es la aportación de un Santi Mina que aporta dos elementos fundamentales: una racha de esas de meter goles hasta con el trasero. En sequía goleadora y hundimiento estrepitoso de los delanteros fichados, los goles del gallego son agua de mayo y, en segundo lugar, frescura, coraje y ganas… contagiosas.
Una defensa ya cuajada y un centro del campo que da pasitos hacia su plenitud… son el camino a seguir. Y sobre todo, esperar que sople un viento más favorable.
Agarrémonos a este rayito de luz, a este baloncito de oxígeno para comenzar a salir de la tiniebla.
Pd. No voy a hablar de Soler, es posible que haya niños leyendo estas líneas y para ser justo, debería activarse el filtro infantil de contenidos. Lo de ese chico es porno, porno duro. Todos los grandes Valencia han tenido un gran 8.
Y el viejo codificador de Canal+ comienza a emborronarse.
Niños, a soñar,
juega Carlos Soler.
Peris
Quina sensació la de la victòria treballada. Satisfacció, amb el jugador que tot el valencianisme vol que siga la bandera els pròxims quinze anys, a un nivell molt alt. Amb un Mina dolç en això de celebrar gols. Deia a la crònica del partit de Copa contra el Ebro que el 22 blanc, com element alié a una dinàmica negativa, podia aportar frescor a l’equip. De moment, quatre gols en tres partits. I una repetició de l’onze inicial, un aspecte que cal remarcar perquè pot ser tinga una importància més gran de la que es puga pensar inicialment.
La cara és l’espill de l’ànima. I hui per hui, mentres poc a poc va tornant Rodrigo, l’ànima valencianista és Soler. I la seua cara al post-partit ho deia tot. Com un xic que s’ho passa pipa a l’hora del pati, regatejant amb un baló de paper de plata. Provocant que la grada siga com la cançó de Calamaro al primer gol «dándole mi vida a ese paravalanchas». Bramant Mina i Kondo el gol més desitjat per tots. Els dos minuts de pesimisme propis de la idiosincràsia valencianista davant el gol del Young Boys, neutralitzats per Mina i Soler. Soler i Mina. I Carlos, tancant amb pany i clau el partit per a presentar-se en societat, malgrat l’horari, a l’Europa Champions.
S’ha guanyat. Semblava difícil. I ho ha sigut. I a tots se’ns ha escapat un somriure de satisfacció. Contagiats pels somriures dels jugadors. Primer escaló pujat. Cal seguir aixina.
Lobo
El Valencia salió con ímpetu, queriendo tomar la inciativa y decantar el partido pronto. Pero estaban nerviosos, atacados, con muchas dudas, queriendo dominar pero temiendo fallar y cagarla. Se veía en cada pase, cada movimiento, cada apoyo. Pero casi por sorpresa llegó el gol de Mina en jugadón de Rodrigo y Soler. Y curiosamente todo se dio la vuelta. El equipo se tranquilizó pero se echaron atrás, ganaron confianza pero perdieron garra. En una de esas llegó el gol visitante. Y aunque de nuevo volvieron las dudas también reaparecieron las ganas y el empuje, aunque con muy poca profundidad. Muy extraño todo. Afortunadamente, en una jugada aislada con centro lateral, le cayó cerca el balón al sorprendente killer Santi Mina, que la mandó para adentro. Un pequeño milagro, porque de haber ido al descanso en tablas, el partido y la actitud habrían sido otros, probablemente, creo, peor y desde luego más peligrosos para el resultado.
En la segunda parte el equipo salió dormido, como tantas veces ya esta temporada, algo a corregir de forma imperiosa. Pero hay que agradacer a los Dirty Young Boys que, aunque han dado mucha leña, no se encerraran en su área sino que buscaron ir hacia delante e incluso dominaron en muchas fases el juego. Y aunque el árbitro les ha permitido cortar cada contragolpe con faltas, al final, en un desdoble muy bueno de Soler que Rodrigo vio muy bien, llegó el gol de la tranquilidad. A partir de ahí los suizos se vinieron bastante abajo, y aunque habría venido bien una goleada, bien está la victoria sea como sea.
Por fin ganó el equipo en su feudo, por fin los aficionados pudimos disfrutar del los goles y el resultado aunque no tanto del juego del equipo, que tuvo muchos altibajos y poca brillantez. Pero qué narices, ganamos, seguimos vivos y a todos nos viene bien un chute de optimismo. Como punto de apoyo para coger impulso, puede valer. Y ahora a ganar en Liga de una santísima vez. A por el Geta!!!
Jomi Lavarías
Victoria necesaria para seguir vivos en Champions. Hoy sí hubo acierto cara a puerta y las pocas oportunidades generadas fueron transformadas. Lo que es el fútbol… hoy quizás el equipo, ganando, dejó peores sensaciones que el sábado pasado ante el Girona perdiendo. Faltó fluidez bajo mi punto de vista. Incluso se jugó demasiado tranquilo. Creo que esta tarde el Valencia debía haberse desmelenado ante un rival manifiestamente inferior. Ni tan siquiera cuando los suizos se quedaron con diez fuimos capaces de asediarles y tratar de marcar más goles. No sé, no me gustó mucho el Valencia. Se mereció ganar y se ganó, pero faltó pasión, ilusión.
Muy destacados Coquelin y Rodrigo pero sobretodo Santi Mina y Carlos Soler. El gallego, siempre partiendo como último delantero, a base de esfuerzo y ganas sobrepasa a los delanteros que en teoría tiene por delante. Mucho van a tener que sudar tanto Batshuayi como Gameiro (inexplicables los pitos a su salida) para desbancar a Mina. Soler hoy se doctoró en Europa. Todo lo hizo bien. Asistió y marcó un golazo. Pero lo que más resalto de él, calidad a raudales aparte, es su generosidad en el esfuerzo. Futbolista que cuando pierde el balón baja a defender como un diablo. Y cada día rinde mejor en banda cayendo hacia dentro. Está llamado a marcar una época si se queda con nosotros muchos años.
Hoy las palabras mas pronunciadas serán «punto de inflexión». Yo no sé que supondrá esta victoria, pero espero que traiga tranquilidad y que el sábado en Getafe el equipo muestre más seguridad en sí mismo y se traiga los tres puntos.
Aún queda mucho por mejorar.
Amunt!
jamacuco
Por fin una victoria en Mestalla. Importantísima y que nos hace mantener opciones de pasar a Octavos de final.
El juego del equipo no ha sido bueno, pero esta vez sí, la efectividad cara a puerta ha sido mucho mayor. Los suizos, más leñeros que el abuelo de Heidi, se han dedicado a dar estopa todo el partido. Un único expulsado me ha parecido poco para los merecimientos helvéticos.
Este partido ha consagrado a Soler como un jugador TOP en Europa, si es que alguien no lo tenía aún claro. Este sí que ha dado una masterclass. Jugando por la derecha es capaz de dar combustible a todo el equipo, además de juego, centros y goles. Mina también está en estado de gracia. Sigue siendo el jugador torpón de siempre, pero la puntería la tiene afinada. Sus ganas de ganar, su lucha constante, su juego en pro del equipo ha dado sus frutos en un doblete.
Sería injusto si no destacara a Coquelin. Una vez más, desde la aparición hace unas semanas de su lesión, se ha convertido en uno de los motores del equipo. Además ofrece calidad en su juego y es capaz de mover el balón. Kondo sigue gris, pero su presencia es imprescindible por su desgaste en toda la parcela central. Gayà está haciendo la mejor temporada, demostrando una vez más su madurez futbolística en muchos aspectos y Wass no lo hace mal como carrilero ofensivo. Guedes lo intentó, pero no estuvo fino. Al igual que Rodrigo, que parece estar un poco más entonado al menos en juego y movimientos con y sin balón.
Ojalá esta sufrida victoria, porque ha sido sufrida, no nos engañemos, pueda cambiar la inercia del equipo. El VCF no acaba de controlar los partidos, aún poniéndose en franquicia pronto. Pero bueno… esto ya pasaba el año pasado aunque se olvidó por la gran pegada que demostró la delantera. Sigo esperando algo más de este entrenador y un proyecto deportivo hecho a su medida.
Amunt
Ilustración del artículo vía valenciacf.com