Peris
Una llàstima que l’alegria dels gols de Maxi i Kang In, dos de les grans esperances de la parròquia, es difumine amb una segona part llastimosa que fa que un empat a tres siga tristor. La salsa dels gols feta amargor. Aquella esperança del nou plantejament de Celades prometia molt en acabar els primers 45 minuts. I es va descosir en els segons 45 de tal manera que podrien haver-te fet un quatre si les ganes de fer gol de Mata n’hagueren sigut menys.
Coses bones: els gols de Maxi. El gol de Kang In i el geni que ha mostrat, encarant-se amb Damián.
Coses males: les lesions, la feblesa defensiva, l’absència de Guedes, al que cal recuperar urgentment, el VAR i el seu lamentable ús i no ficar restriccions a la cesió de Jason.
Confiem en els jugadors, recents campions. Ells són els que poden tornar a fer somriure a Mestalla.
Lobo
Es la segunda vez que tengo la impresión de que Celades no sabe reaccionar tras las correcciones del entrenador rival al descanso y los consecuentes cambios. Tras la inesperada remontada de la primera parte, por lo contundente, todo hacía pensar que la segunda sería poco menos que un paseo en barca. Pero qué va. Bordalás tiene a su equipo muy hecho, y sabe lo que hace. Un Getafe que jamás escatima una falta cuando es necesaria y que cuenta con la permisividad arbitral para no acabar los partidos con 8 jugadores, pero que también sabe presionar y morder en el ataque y hoy ha pasado poco menos que por encima de nuestro medio campo. Esa es la clave. El 4-3-3 de Celades no puede funcionar con un medio campo que flaquea tantísimo en la canalización, en el que solo Kondo cuando está bien es capaz de meter un buen pase o romper líneas, mientras Coquelin se dedica a echarle huevos y poco más y Parejo a perder una bola tras otra y embrollar más que aclarar el juego, como en sus peores tiempos. Así mal vamos. Así pocos balones le van a llegar a Maxi, que demuestra ser un auténtico killer pero no puede hacer milagros si no le llegan balones al área. Aunque para muchos tenemos en Parejo al mejor centrocampista del mundo mundial, yo probaría a quitarlo, al menos a retirarlo cuando ha perdido la 5ª bola fácil seguida. Y reorganizar un equipo que solo puede mejorar sin el caos que genera. Pero claro, es que le tengo manía. No sé qué opinará Kondogbia que ha acabado muerto tras una primera parte bastante buena, aunque es cierto que luego ha arriesgado demasiado y Celades le ha mantenido en el campo de forma incomprensible.
Seguramente la endeblez del medio campo explica en parte que se haya esfumado la solidez defensiva, y que el Getafe se nos haya echado encima con tanta facilidad sin que nadie haya puesto soluciones, ni en el campo ni fuera.
Y lo del penalty… Es increíble que el otro día a Wass se lo pitaran y esta vez no. Inexplicable. O solo explicable por razones denunciables. Yo por lo pronto creo que el Valencia debería hacer una queja pública y formal, porque es tan evidente que solo pueden darnos la razón.
Sergi Calvo
Diferente guión, diferente desarrollo de los acontecimientos, diferentes actores y tramas pero mismo final: la misma amargura y el mismo empate de siempre en Mestalla contra un rival que se debe derrotar y otros dos puntos que vuelan del coliseo valencianista. Es un hartazgo importante lo que se siente al salir por los vomitorios del viejo Luis Casanova. La misma sensación de rabia y frustración… lo de siempre.
Diferente guión esta vez, al menos: Una montaña rusa de partido que comenzó (y esto no es novedad) con un Valencia ausente, dormido y flácido. Tardó casi 20 minutos el equipo en atravesar la línea de centro del campo. Para entonces ya el marcador mostraba 0-1 y la sustitución de Gameiro lesionado.
Sin embrago el equipo reaccionó de la mejor manera concebible: un final de la primera parte repleto de raza, carácter y chorro de goles en la portería del Getafe. Maxi Gómez salió a cazar osos e hizo buenas presas en la batalla a muerte con la dura defensa madrileña y, para más alegría de la parroquia valencianí, el estreno goleador de la joya de la corona, el coreano Kang In.
Muchas emociones para enfriar en el descanso. El Valencia no salió mal en el segundo tiempo hasta que, de una manera estrepitosa, se vino abajo. La terrible pérdida de Kongdobia, salvada in extremis por Jaume, pareció hundir al equipo, que, inexplicablemente, desapareció por 20 minutos del verde. El Getafe hizo lo que quiso, marcó dos pero bien podía haber marcado cinco o seis. A partir de ahí, el Valencia hizo lo que pudo por salvar la hemorragia pero ya era tarde y las dudas y el crono fueron lastre letal para los de Celades.
¿Cambios tardíos? ¿Deficiente preparación física? ¿Groseros desajustes tácticos? El caso es que el partido deja incógnitas más que preocupantes para el futuro. Igual que frente al Leganés, al final incluso el punto es de agradecer, pues el Getafe bien pudo hacer el cuarto (y el quinto y el sexto) mientras los nuestros luchaban por al menos encontrar algo de oxígeno para no morir ahogados entre el oleaje.
En el ámbito de los detalles, citar el aceptable debut de Correia, que puede ser, bien trabajado, un útil lateral. El oficio de Jaume Costa, tan necesario en guerras como ésta y la utilidad también de Maxi Gómez cuándo de echarle bemoles al asunto se trata. Por el contrario, si lo más preocupante y urgente ha sido el desastre defensivo y la desaparición del equipo en largas fases del partido, hay que reflexionar sobre el muy mal momento de jugadores necesarios y desequilibrantes como Guedes o los groseros errores, puntuales pero groseros de Kongdobia. También alabar la actitud y el mensaje de galones y brazaletes del capitán Parejo pero no así el muy flojo partido del jugador Parejo.
Soy de los que piensa que los errores arbitrales no son anécdota y que lejos de no dejar ver la realidad, condicionan esa realidad de una manera significativa. A nadie sorprendió el marrullero planteamiento del Getafe sobre el césped, pero sí que sorprende y genera ya preocupación el desastre del VAR en esta campaña: Goles que tardan minutos en confirmarse y decisiones arbitrales que muchas veces no son contundentes esperando que, desde la pantalla, se confirmen elementos que no quedan claros ni aún con varios ojos atentos. Se leerá que el clarísimo penalti en el 89 en el área del Getafe no debe distraer nuestro análisis. No, no es así, si el fútbol son detalles y fortuna en muchas ocasiones, el escandaloso penalti no señalado, ni aún con el VAR, no puede minimizarse. Seguramente el Valencia no merecería la victoria hoy, pero de victorias no merecidas están las salas de trofeos llenas. Penalty, clarísimo, expulsión y la posibilidad de, desde los 11 metros, cerrar la montaña rusa con un final feliz. Inexplicable y preocupante la gestión de estos asuntos.
Empate que genera la misma amargura que las habituales y pertinaces pérdidas de puntos en Mestalla y que además, lleva, en la mochila, un saco de nuevas dudas que se presentan en el devenir de una temporada que se presenta incierta y preocupante.
Jomi Lavarías
Dudas, dudas, muchas dudas deja este equipo y su entrenador tras lo visto hoy en Mestalla contra el Getafe. Los dos partidos jugados en casa contra el colista y hoy han convertido el encuentro de Stamford Bridge en un espejismo, lamentablemente.
Un correcalles, así podríamos definir el partido. Comienzo acarajotado, una costumbre ya, en la que antes de que se cumpliera el minuto 1 ya nos habíamos comido una jugada de estrategia, con algo de fortuna por parte de ellos. Hasta el minuto 30, incapaces de cruzar el medio campo, hasta que en una jugada aislada, Maxi, hoy suplente, caza un balón en el área y lo emboca. Diez minutos de locura, el Getafe pierde el sitio y vuelve a marcar Maxi y Kangin. 3-1 al descanso, demasiado premio para los merecimientos de unos y de otros.
La segunda parte comenzó casi como la primera, con un Valencia sin tener totalmente controlado el partido, mientras el Getafe cometía muchas imprecisiones también. Ahí fue donde el equipo y el entrenador no estuvieron inteligentes. Debió ser el momento de defender el 3-1, de hacer que se jugara poco a fútbol. Un error de Kondogbia propició una ocasión muy clara de Maksimovic. Y a partir de ahí, se acabó. La hecatombre. Vino el seguno. Vino el empate. Y más ocasiones azulonas mientras nosotros éramos máquinas de perder balones. Celades sin reaccionar. A su vez los jugadores se iban cayendo. Lesión de Kondogbia, que unida a la de Gameiro, llenan la enfermería. Físicamente el equipo era un adefesio. Y no se perdió de puro milagro. En casa JAMÁS debes dejar escapar un partido con 3-1 a favor. Si no eres capaz de ganar con ese resultado, muy complicado se me hace pensar a quien puedes ganar.
Mención aparte el VAR. Escandaloso penalti no pitado. No sirve de excusa, pero hombre, lo que es, es. Increíble que no se haya señalado. Increíble y raro, muy raro.
Amunt.
Ilustración del artículo vía www.valenciacf.es
En casa JAMÁS debes dejar escapar un partido con 3-1 a favor.
Bien dicho Jomi Lavarías.
J A M Á S