Existe, en el barrio de la Petxina de Valencia, un tesoro valencianista escondido. Al adentrarse en la habitación que lo contiene, uno descubre que, en realidad, no son los objetos preciosos que las paredes, a modo de cofre, protegen, sino que el verdadero tesoro rebasa la pequeña habitación y va mucho más allá de lo que los ojos pueden ver: El tesoro es el mimo, cuidado, cariño valencianista que contiene el corazón de José Ponce. No, no son las camisetas, carteles, recortes y demás memorabilia lo más valioso de la habitación: el verdadero patrimonio es la persona. Porque el gran e irreductible patrimonio de nuestro club no es su historia… son las personas que habitan en ella.
José Ponce es uno de los grandes y reconocidos coleccionistas de nuestro club. Hay otros, igualmente guardianes de nuestro patrimonio material. En el ámbito de las camisetas, José (@CamisetasVfc) comparte afición con otros más de gran nivel en sus colecciones: en Twitter aparecen como @ValenciaMemora, @oscarvlc95 o @jesusshirtsVCF. También hay especialistas en cromos, fotografías y otros objetos. Todos ellos constituyen un escuadrón, en primera línea de trinchera, en la batalla por la puesta en valor del legado recibido.
La habitación, o más bien, el arca que custodia su colección es bastante pequeña y están sus paredes recubiertas por carteles, pósters y material gráfico que, de por sí merece la pena analizar al detalle. En las estanterías y cajoneras se agolpan objetos que, cada uno de ellos, brilla con luz propia. Recortes de prensa añejos, insignias o copas del Rey originales (de las entregadas a jugadores) se agolpan ante la mirada atónita del “intruso” en el pequeño santuario.
En un doble perchero, ordenadas de manera más o menos cronológica, tenemos una radiografía muy completa de las equipaciones del murciélago: desde la pieza más antigua conseguida, de vieja rejilla, piezas Mont-Halt años 70, hasta la temporada actual. Todas ellas son “Match Worn”, lo que en terminología coleccionista significa que son camisetas de juego o llevadas (o preparadas) para algún partido de nuestro Valencia.
Hay joyas muy emotivas: Hablando de la simbólica Senyera, encontramos la primera de las vestidas en la Transición (Un partido ya relatado y conocido en el Bernabéu), la camiseta de Arias en la Final de Copa del 79 o más recientes como el estupendo re-diseño de Nike con dorsal de Roberto Fabián Ayala. También una Senyera muy vista por muchos en esta ciudad, con el logo y las letras de Ressy en el frontal a modo publicitario y que colgó muchos lustros en el escaparate de la desaparecida Deportes Arnau, regalo del propio Pipo Arnau quien ilustró a José para un magnífico artículo sobre la desaparecida y mítica marca Ressy. De los otros colores del murciélago también tiene buen fondo de perchero José: Negras, naranjas, azules (alguna pieza espectacular de Fernando Gómez) y también ese tono oscuro que se vistió aquella noche frente al Karlsruher y que después mutó a fucsia. En Blanco se puede seguir la línea de marcas que equiparon al Valencia: desde aquella blanca con rejilla para ventilar un poco el grosor de la tela, Mont-Halt, la llegada de Adidas en Heysel (Sin trozo de esparadrapo tapando la marca), y varios ejemplares de Ressy, Rasán y Luanvi como marcas valencianas en los años 80. Puma, Nike, Kappa, Joma y Adidas también han tenido su recorrido documentado y presente físicamente en un perchero que es, de por sí, un museo y una lección de historia y cariño hacia nuestro Valencia.
Café Mestalla: José… ¿cómo surge esto?, ¿por qué hacer un museo del Valencia?
José Ponce: Pues en principio y como aficionado del Valencia de toda la vida, igual que mucha gente, compraba algunas camisetas en la tienda, pero poco a poco me fue picando el gusanillo persiguiendo algunas camisetas que para mí, en mi vida como aficionado del Valencia, tenían una emotividad especial, sobre todo algunas camisetas de cuando yo era niño. En aquel tiempo no había tiendas y sólo existían o las que llevaba el jugador o las que salían del vestuario. La final de Copa del 79 fue mi referente y a partir de ahí, ya me lancé al coleccionismo más serio.
CM: ¿Cuál fue tu primera camiseta “Match Worn”?
Pues mi camiseta “fetiche” era una Senyera de los 70’s – 80’s, la primera que encontré fue en una web argentina, me la jugué pues era a distancia… manda dinero… a ver lo que te llega… pero salió todo perfecto. Una Senyera Adidas de principios de los 80. Luego me centré ya en la final de Copa del 79, todo lo que he podido conseguir de ese partido he intentado hacerme con ello. Conseguí la de Arias de esa final, luego una de Pereira de la Recopa contra el Nantes y, establecido contacto con un primer “proveedor”, pues ya he ido completando muchas más cosas, claro.
CM: Por lo que dices de “proveedor”… tu colección es impresionante, ¿Cómo se consigue encontrar todo este patrimonio que anda por ahí desperdigado?
JP: Cada uno tenemos nuestros “camellos”, en mi caso tengo varios buenos contactos que localizan camisetas o lotes, generalmente de ex futbolistas que guardan suyas propias o cambiadas. Me avisan cuándo creen que tienen algo interesante e intento no dejar pasar las oportunidades que surgen.
CM: Pero hay más coleccionistas… ¿Cómo os lleváis entre vosotros?
JP: Muy bien, de hecho nos encontramos muchas veces y admiramos y respetamos mucho nuestras colecciones mutuas…
CM: ¿Os habéis “pisado” alguna vez?
JP: No, no… somos muy respetuosos con nuestros respectivos “camellos”. Me encanta cuando Albert (Valencia Memorabilia) o Jesús (Jesusshirts) por ejemplo, consiguen una buenísima camiseta. En el fondo prefiero que una camiseta así del Valencia esté aquí que no en un desván en Holanda o en una caja en un garaje en Alemania.
CM: Imagino que muchas camisetas estarán perdidas para siempre, sorprende un poco que sus dueños (Jugadores) no le hayan dado el valor que tienen, ¿verdad?
JP: Muchos ex jugadores no sabían ni lo que tenían… en aquellos tiempos no se les daba ningún valor y muchas camisetas que hoy serían joyas desparecieron para siempre. Cuando alguno de ellos descubre una de esas cajas llenas de polvo en el trastero… Hoy muchos ya se han dado cuenta de lo que tienen y alguna cosa va apareciendo.
CM: ¿Qué valoras más, la emotividad o la antigüedad de la camiseta?
JP: Pues en realidad todo. Al nivel en que me he metido, obviamente la antigüedad es un valor, si alguna se pone a tiro, pues voy a por ella. Pero también, como aficionado del Valencia que soy, no puedo ser muy objetivo (lo que para un coleccionista no siempre es lo mejor…) y a veces si hay alguna camiseta que me llama mucho desde lo emocional pues….
CM: No te puedo pedir que me digas cual sería tu objetivo, porque sería dejarte “al descubierto”, claro…
JP: (Risas) claro, claro… pero hay muchos, no sólo una. Tengo una lista muy clara y muy presente y voy a hacer lo que pueda por conseguirla…
CM: ¿Y cuál es tu “espinita”?
JP: Bueno, espinita… no es exactamente una espinita, pero desgraciadamente tenía un proyecto y una ilusión que no pudo hacerse realidad: había localizado la camiseta de Kempes de la final de Copa del 79 y mi sueño era que, en el partido de leyendas, Kempes saliera con ella puesta…
CM: Hubiese sido un momento impresionante… ¿Qué pasó?
JP: Pues que su propietario no aceptó, claro. Mira que lo intenté pero no hubo manera… una lástima.
Hablamos de ilusiones compartidas: Un museo que recoja de una manera atractiva y didáctica nuestro gran patrimonio.
JP: Estaría encantado de que alguna camiseta mía estuviera allí. Porque yo sé que es mía y lo que hacemos, en realidad, lo hacemos para que no se pierda nuestro patrimonio que es lo mejor que tenemos.
Y mirando de reojo a la habitación donde duermen en la oscuridad aquellos objetos que una vez estuvieron en el centro de los focos y de las ilusiones de nuestros corazones valencianistas, José Ponce reflexiona en voz alta una de las más grandes verdades de nuestro Valencia.
JP: Es evidente que deportivamente no podemos competir de manera constante con los grandes transatlánticos. Podemos ser muy fuertes e indiscutiblemente grandes pero nos equivocamos si pretendemos ir cara a cara con esos equipos de continuo. Nosotros no podemos fichar a Messi ni tenemos 12 Copas de Europa. En el periodo de tiempo del mejor Valencia de la Historia, el Madrid, al que presumíamos haber “humillado” ganó una Champions…
Deportivamente hay que hacer las cosas bien y como siempre han funcionado… pero sí que hay algo en lo que sí que nos podemos comparar con esos clubes y cara a cara: nuestra historia, nuestro relato, nuestro patrimonio.
Ahí sí que podemos mantenernos de pie sin avergonzarnos ante nadie.
Así es: mantener el orgullo por el legado recibido, ponerlo en valor, conservarlo y enriquecerlo es nuestro deber como valencianistas.
Memoria y orgullo… para el porvenir.
Para Café Mestalla por Sergi Calvo.