Viajando en el tiempo hacia atrás.
Conversando con José Ricardo March.
Por Sergi Calvo.
Nuestras tareas laborales nos obligan a encontrarnos en un soleado mediodía en un punto casi intermedio de nuestras trincheras docentes.
Es una bonita alegoría. “Mediodía soleado” es un buen estado para definir todos los muchos y muy interesantes trabajos que, con motivo del Centenari de nuestro Valencia, han ido viendo la luz.
José Ricardo me envía un whatsapp, se retrasa 5 minutos… Al tener ya decidida mi comanda del menú, garabateo un pequeño guión para esta charla, aun a sabiendas de que no lo vamos a seguir en absoluto.
Con el primer plato y tras los cotilleos pertinentes de amigos comunes y una rápida radiografía del presente institucional, comienzan a aflorar las vetas históricas que tanto nos interesan y unen. Su magnífica “Aproximación a la Historia del Valencia” (Base, 2019) es la excusa para viajar al pasado y hacer memoria de la buena, la que solo cabe con el maestro March.
“Del orgullo y del recuerdo todo lo que puede salir es bueno” entonaba Alex al frente de Los Flechazos. Esa lección la tenemos bien aprendida.
Sergi Calvo: Pedazo libro has sacado, ¿eh? Estarás contento…
José Ricardo March: Pues estoy muy contento, la verdad. Era un libro que tenía muchas ganas e ilusión por escribir y el hecho de que una editorial, que además es de fuera de Valencia, me pida un libro así, divulgativo y general pero completo, de historia del Valencia, es una gran satisfacción.
SC: Y estarás contento con el resultado…
JR: Te diré que se parece mucho al libro que quería escribir. En el propio título hay una referencia clara a dos maestros, Martín de Riquer y Jaume Vicens Vives, que se acercaron a sendos universos (El Quijote y la historia de España) con voluntad aproximativa para trasladarlos de manera sencilla al gran público. Por eso, en mi “Aproximación” parto de esos mismos parámetros, con la voluntad de divulgar y hacer accesible la historia.
SC: Algo que ya has hecho, y muy bien en “Moneda al aire” y las “25 historias que quizá no conozcas”
JR: Creo que son libros complementarios a este. Desde las micro-historias narradas, en ocasiones desde una perspectiva imaginada (una entrevista o un participante ficticio en el proceso) a una historia global… Fíjate que una de las cosas que más me ha costado ha sido equilibrar, en contenido y extensión, los capítulos.
SC: Claro, es que hay épocas más oscuras de las que o no se sabe nada o el tratamiento es muy parcial o poco transversal.
JR: Y muchos estudios pendientes o por hacer. Por ejemplo, sobre el mandato de Luis Casanova.
SC: Es que de Luis Casanova no se cuentan muchas cosas: dificultades, amagos de dimisión incluso fallos de gestión…
JR: Debes tener en cuenta que muchas de las primeras historias del Valencia se escriben en torno a esa época y que además el mandato de Casanova está narrado por una prensa muy próxima al presidente. De Luis Casanova se habla, y con merecida justicia, de los primeros títulos o de la remodelación y ampliación del estadio, pero por ejemplo no se habla tanto del problema económico que se generó como consecuencia de su mandato. Su primera década es extraordinaria: el club, exhausto tras la guerra, se recupera como consecuencia de su gestión. Deportivamente, el Valencia gana sus primeros títulos importantes en los años cuarenta y pasa a dominar la España futbolística. En los cincuenta, sin embargo, la apuesta de la remodelación integral del estadio hace que el Valencia pierda, deportivamente hablando, el tren que marcan Real Madrid y Barcelona. Y luego están las circunstancias de la salida de don Luis del club, poco o nada claras. De Casanova se habla de fútbol y edificios pero falta por hacer un análisis social más profundo.
SC: Ten en cuenta que en aquella época la historiografía, no deportiva sino general, se basaba en grandes acontecimientos y gestas heroicas. En el fútbol: jugadores y resultados, finales y triunfos…
JR: Creo que al Valencia le falta una historia social. En “Aproximación” he intentado compensar algo el análisis. No he querido pasarme, porque no era el libro para hacerlo debido a su extensión y características, pero tampoco dejar de, por lo menos, sobrevolar el tema.
SC: La etapa de Casanova parece, como dices, que se condense en fútbol y edificios, delantera eléctrica y poco más. Incluso ahí hay que bucear un poco más: los cinco de la delantera eléctrica juegan muchos menos partidos juntos todos de lo que se cree.
JR: ¡Y marcan el 80% de los goles de su tiempo!
SC: Hay otras épocas oscuras en nuestra historia, por ejemplo, de los años 20 y 30 se conocen algunos nombres, tal vez la final del 34, pero muy poco más. A grandes rasgos, pasamos de un plumazo de Montes y Cubells hasta la Eléctrica…
JR: Tras Milego el Valencia es un caos administrativo. De hecho, el joven “Fecé” está a punto de desaparecer en varias ocasiones… y al mismo tiempo se clasifica para su primera final nacional.
SC: ¿Por qué esta oscuridad historiográfica?
JR: Ningún autor de los que luego han escrito libros sobre la historia del Valencia estuvo presente en la fundación del club. Por ello, la narración de los inicios es casi legendaria: con monedas al aire y romanticismos que forman una historia canónica en la que no aparecen muchos episodios de enorme interés. Historias que quedaron en los márgenes del canon y no se llegaron a desarrollar.
Llegan los postres y, como esperaba, no he abierto el folio plegado con las preguntas. Viajamos en el tiempo saltando de década en década y de tema en tema a velocidad de vértigo.
JR: El Valencia es un club que sirve como reflejo de su tiempo. Por poner un ejemplo, en los años 30 comparten directiva miembros de la DRV, conservadores, junto con activos del PURA, que era su gran rival en la Valencia de la República. Esta integración de las élites políticas y sociales en el mundo del futbol es una constante a lo largo del siglo. El Valencia se ha convertido en un vehículo en el que las clases dirigentes de cada etapa (republicanos de centro, de izquierda, militares, falangistas, regionalistas, liberal-conservadores…) han buscado estar representadas. El estudio de la historia del Valencia, en fin, no puede disociarse de su tiempo.
SC: ¿Qué personajes consideras “sobrevalorados” en nuestra historia?. Bueno… no sé explicar mejor lo de “sobrevalorado” pero me entiendes, ¿no?
JR: Mmmmmmm… Es muy difícil, puesto que aquí nos adentramos en el terreno de la subjetividad, de las filias y las fobias. Por cuestiones, reitero, meramente subjetivas (y que, seguramente, compartirá poca gente) creo que, por ejemplo, el Piojo López, asumiendo que su presencia fue muy importante en su momento, está algo sobredimensionado en nuestra historia. Realizo la misma lectura con figuras que gozaron del favor de la grada como Johnny Rep o Kily González. Y seré polémico. Tal vez Aimar, que siempre me pareció más bonito que bueno, sea un ejemplo de esa sobredimensión…
SC: ¡No! ¡A Pablito no me lo toques!… ¡Vaya con los “pibes inmortales”!.
JR: En Valencia siempre hemos tenido la fantasía en la comparación con Kempes. Eso pesa mucho.
SC: ¿Y personajes infravalorados?
JR: Aunque tengo que pensarlo, es probablemente más sencillo. Anton Fivébr, cuya importancia en nuestra historia es máxima, puesto que implanta una estructura profesional en el club y planta la simiente del futbol de cantera, o el Cubells entrenador. Héctor Cúper, con el que se ha sido tan injusto, o Ramón Leonarte, que hoy en día ni se recuerda y que, sin embargo, fue el responsable de la adquisición de los terrenos de Mestalla y la construcción del estadio, el creador de las secciones deportivas…
SC: ¿Si pudieses encontrarte cara a cara con un personaje de nuestra historia?
JR: Entiendo que hablas de los que ya no están con nosotros. Peris, claro. Vicente Peris es un titán. Sabía perfectamente lo que era el Valencia, lo vivió desde niño en su familia, atraviesa varias etapas muy diferentes hasta su muerte y su trayectoria y presencia son trascendentales. Además, Peris se preocupa especialmente por la memoria, por la cultura de club.
Asimismo, hablaría con Milego, cuya larguísima trayectoria le hizo estar en primera línea no solo en los inicios del club sino también en los setenta, cuando fue vicepresidente con Ros Casares. También me gustaría conversar con Arturo Tuzón, nunca tuve la oportunidad.
SC: Imagina que te ofrezco la posibilidad de descubrir un documento inédito del club…
JR: Sin duda algún escrito de esas épocas oscuras de nuestra historia y de las que hablábamos antes: un diario de los fundadores, de Pepe Llorca probablemente; actas del club durante la guerra, con Rodríguez Tortajada…
SC: Acabas de documentar y ampliar estudios sobre el viaje a México del club.
JR: Sí, y fíjate en qué momento y circunstancias. El Valencia de Luis Casanova y De Miguel va recuperando poco a poco a muchas personas, incluso a represaliados políticos, algo que no hicieron otros clubes durante el franquismo. Es evidente que el Valencia no es algo “normal”… el Valencia es mucho más.
SC: El leiv motiv del libro del Centenari era aquello de “la voluntad de querer llegar”. Si ahora nos contemplaran nuestros fundadores… ¿Dónde hemos llegado?
JR: El Valencia, pese a dificultades que hay que estudiar en profundidad, “llegó” muy pronto. Es evidente que el Valencia es el gran club de la ciudad desde el primer momento, y que no se me enfaden mis amigos del Levante, un club al que aprecio y respeto. El Valencia es un grande de España. Aglutina en torno al club a la sociedad civil valenciana. Tal vez el único debe es un prestigio europeo que, aunque ganado, no es reconocido lo suficiente.
SC: Algo que siempre me ha llamado la atención. Clubs con menos historial y palmarés son considerados grandes de Europa.
JR: Tal vez por la falta de continuidad. Entre las Copas de Ferias y la Recopa hay un tiempo importante de casi desaparición de la esfera competitiva internacional. Los 80 culminaron con el “Regreso a Europa” con Espárrago. Sin embargo, hubo muy poca continuidad o constancia hasta comienzos del siglo XXI, cuando la Liga de Campeones devuelve al Valencia al centro del escenario europeo. Y después deese fogonazo, nuevamente la oscuridad, con algún destello puntual. En esas estamos. Somos aficionados de un club grande de España y Europa por palmarés y trayectoria al que, paradójicamente, le falta ser considerado un grande del fútbol continental.
Se acerca el tiempo de apurar cafés. Hay que volver a la batalla cotidiana. Descendemos de nuestra máquina temporal y echamos una última mirada de reojo a “Aproximación”.
SC: ¿Y ahora qué? Si pudieras hacer un monográfico del Valencia, ¿qué tema escogerías para publicar ese próximo libro?.
JR: No sé… Quedan muchas historias por contar. En cualquier caso, quiero disfrutar de “Aproximación” y de “Moneda al aire”, que son los libros más recientes y de los que estoy muy satisfecho.
Volviendo a tu pregunta, seguramente el libro que más me gustaría escribir en este momento sería uno que abordara en profundidad la peripecia histórica del Valencia en la Guerra Civil.
Y ese libro… será.