MON 2 – VCF 1 | !Objetivo conseguido, el VCF es de Champions! Los aficionados del Café Mestalla analizan la victoria del Valencia CF ante el ???

El VCF consiguió el acceso definitivo a la fase de grupos de UCL a costa del Mónaco, que no pudo dar la vuelta a la eliminatoria. Así lo hemos visto en Café Mestalla.

JomiLavarías

Somos equipo Champions. Ayer acababa por fín la temporada 2014-2015 y lo hizo de la mejor manera posible. Metiéndonos en la próxima Champions League. Estaremos en el bombo, aunque bien podría decirse que el que casi nos hace un bombo fue Rizzoli. Arbitraje nefasto que a punto estuvo de echar por tierra todas nuestras aspiraciones. Ni perdonando a los franceses una expulsión con 0-1, ni convirtiendo en legales sus dos goles ilegales, ni alargando el partido seis minutos más…ni con todo eso pudo el italiano con el Valencia.

Del partido comentaré que hubieron tres mini partidos dentro del mismo encuentro. Unos primeros veinte minutos fantashticos, donde vimos un Valencia que salió a ganar, a mandar, a no dejar respirar al rival y donde debimos haber sentenciado la eliminatoria con un par de goles mínimo. Nuno, esos veinte primeros minutos nos marcan el camino.

Después se entró en una fase un tanto insulsa, pero que nos permitió tomar el control y donde veíamos que la cosa podía llegar a buen puerto sin necesidad de pasar apuros. sin problemas atrás pero tampoco llegando arriba. Esto duró hasta el minuto setenta. Este Valencia es el que estamos más acostumbrados a ver. Y que por supuesto, no enamora.

Y por último, los veinte minutos finales. Todos metidos atrás, colgados del larguero e incapaces de dar un pase de tres metros bien. Ahí se nos pudo ir la eliminatoria y las ilusiones al traste. Menos mal que supimos aguantar el tipo porque todos intuíamos que se nos iba el enfermo…

Varias cosas:

El Monaco era el coco y ayer parecía, según algunos, un equipo de empresa.

Negredo. A sus pies.

Enzo, Vezo y Mustafendi. Grandes

Afición. Sois cojonudos. Chapeau.

Enhorabuena a todos. Amunt.

Hoeman

El despertar resacoso y cachondo aventuraba lo que pasaría más adelante: tocaría enchufar el PATÍMETRO y correrse de júbilo una vez finalizado el encuentro. Partidos emocionalmente grandes que hacen perder tiempo de vida, aunque si es con este final, de forma muy gustosa. A todos los cenizos que imploraban la furia de Ares: el Valencia está en Champions. Sin Otamendi, pero con un portentoso Vezo.

El comienzo además de inmejorable, fue vital: ya que al marcar Negredo ese golazo hacía que el gol del Mónaco en Mestalla quedara compensado: necesitaban al menos 3 tantos para empatar la eliminatoria: dos goles, los dos que marcaron, no les servían. Los primeros 25 minutos fueron dominados claramente por los ches: mucha intensidad inicial que impedía al Mónaco llegar, los balones en largo de Maty eran bajados por Negredo, el torbellino Feghouli se imponía y llegaba con peligro, correcaminos Gayà hacía lo propio desde banda izquierda. A partir de entonces se notó el bajón físico valencianista, por una parte, y que el Mónaco quemaba los cartuchos: era imposible que aguantaran ese ritmo. Les acabó pesando en los instantes finales, donde se quedaron sin oxígeno y sin ideas, y el Valencia por fin pudo ejercer la pausa y el control. Sistema defensivo central prácticamente inexpugable con un Fuego estelar excelentemente secundado por Enzo Pérez, Mustafi y Vezo; y Parejo hasta que se le terminó la gasolina, a partir de entonces tuvo demasiados errores no forzados.

La alegría no es óbice para que obvie algunos detalles que pudimos observar:
a) Maty fue un Diego Alves 2.0 con mejor juego de pies (aunque abusando de los balones en largo): el fallo que propició el primer gol monegasco (tras falta a Gayà) mermó su confianza y cada centro lateral y falta cercana al área se convertía en un suplicio para el espectador.
b) Es entendible que Alcácer no se haga con los balones en largo de Maty, sí es más preocupante la falta de actitud y nervio que mostró: parece como si se hubiera «arodrigado», como si se creyera estrella: ¿Dónde quedaron aquellos desmarques? ¿Y la presión? Lo mínimo (y máximo) que la afición le debe pedir es que se deje todo, y en este partido, pese a la importancia del mismo, no fue así.
c) Lo importante era pasar y supongo que Nuno no quería perder ningún balón peligroso en propio campo, por eso el Valencia se saltaba en cuanto podía el centro del campo (Maty siempre siempre en largo), pero el equipo debe proponer mucho más en la elaboración porque tiene jugadores y calidad para ello.

jamacuco

Misión cumplida. Con mucho sufrimiento final pero el objetivo se ha conseguido. Un soberbio gol de Negredo al comienzo del partido ha servido para que el VCF vuelva a su lugar natural. Ojalá sea un nuevo renacer para el jugador madrileño, cuyas prestaciones hasta el día de hoy han sido muy pobres. Si en todos los partidos sale a jugar con la intención y calidad que ha demostrado en la primera parte de esta previa, los valencianistas estaremos de enhorabuena.

Y es que el VCF comenzó el partido de forma estelar. Los primeros 15 minutos fueron para enmarcar, de lo mejorcito visto en la época Nuno. Un VCF dominador, presionando la salida de balón del Mónaco, incisivo por bandas (sobre todo Feghoulí) y sin dejar hueco para el contrataque local. Parecía que iba a ser un plácido partido en el Principado. Hasta que una salida en falso de Ryan, previa al gol del empate (hubo falta previa que no vio el árbitro) hizo que le entrara cierta desconfianza al equipo, dando alas a los monegascos y empezando a ser demasiado timoratos cara al ataque. De todas maneras, se pasó la primera parte sin muchos aprietos. Cosa distinta a la segunda parte, en la que el VCF apenas pisó el área rival. Los cambios introducidos por Nuno no ayudaron al equipo a tener más la pelota y controlar un poco más el partido. El cambio de Negredo por Alcácer (prácticamente inédito en la media hora larga que estuvo) no hizo más que dar un aviso al equipo de que se tiraran atrás. La pareja de doble mediocentro formada por Fuego y Enzo funcionó muy bien hasta que empezaron a quedarse sin gasolina, mientras que Parejo un poco más adelantado, hizo lo de siempre: fallar infinidad de balones y no tomar las riendas del equipo sobre todo en los momentos difíciles. No le voy a discutir su profesionalidad, pero su falta de liderazgo y temple en el juego no es nueva, y cada vez resulta más exasperante. Eso sí, renovado está (y con una buena ficha) pues es uno de los elegidos de Nuno. Creo que se equivoca y era uno de los puntos a reforzar esta temporada con nivel «Champions». Aún quedan días, pero, ya he perdido la esperanza…

La defensa estuvo fenomenal con un líder indiscutible, Mustafi, mientras Vezo acompañó esta vez sin cometer fallos de bulto. Barragán y sobre todo Gayá también estuvieron bien, y en la primera parte salieron bien al ataque. Mustafi ya se ha convertido en uno de los líderes del equipo. Se nota y en cada partido queda más patente. Asume responsabilidades, habla con el árbitro y rivales, ordena a los compañeros… Si le traen un buen compañero podemos volver a tener un muro infranqueable en defensa.

Y finalmente el arbitraje estilo «europeo casero» perpetrado por el colegiado. Lamentable. Seis minutos de descuento, una agresión a Negredo con el codo que no fue ni sancionada con falta y los dos goles del Mónaco fueron precedidos de acciones antirreglamentarias. Nada nuevo bajo el sol, sobre todo en lo que atañe al VCF, pero nadie le pone solución.

Ahora sólo nos toca esperar el sorteo del próximo jueves, a ver si tenemos suerte con un grupo asequible y que nos permita soñar con retos mayores. Amunt.

Toni Calatrava

Es complicado analizar un partido tan cargado de emociones y tensión como el de anoche. Este tipo de eliminatorias se dibujan en la pizarra de los técnicos, pero acaban rotos por el empuje, los nervios y el deseo de obtener el premio.

El Mónaco apretó muy fuerte para obtener su premio, y con cierta fortuna, en dos ocasiones propiciadas en jugadas a balón parado, consiguió horadar la meta de Ryan. El sufrimiento entre el minuto 76 y 96 del encuentro fue enorme; pero más por el miedo al tercer gol monegasco que por peligro real.

Lo acontecido entre el inicio y el 2-1 no es complicado de resumir. Negredo hizo MAGIA nada más iniciar el partido, embocando una vaselina excelsa, tras una muy buena salida del equipo: muy fuerte en el juego defensivo, desplegado en campo contrario y llegando muy bien por la derecha con Fegho (enorme eliminatoria la del argelino). El empate llega en una jugada claramente ilegal  (falta a Gayà), entrando el choque en una zona templada con el VCF intentando controlar, y el Mónaco poniendo la intensidad al máximo.

Me pareció superior el Valencia de ayer al de la ida en Mestalla, tenía el plan mejor definido y un buen resultado en la mochila. Lástima el bajón ofensivo en la segunda parte, donde la falta de control de la posesión, un Alcácer de muy bajo perfil, junto a un desaparecido Rodrigo Moreno, favoreció el asedio rival.

Si hay que destacar individualidades, los dos centrales notables, Fuego en su línea de equilibrar y sostener al equipo; y los que pueden ser los «fichajes» de este curso (junto a De Paul): Negredo a nivel TOP y un Enzo Perez que aparecía por todo el centro del campo, recuperando y entregando arriba.

Yo CREO.

Arias4ever

Del partido hablaré poco . Con sinceridad; desde el 2-1 me dediqué a realizar tareas importantísimas como; afeitarme, limpiar el arenero de los gatos, quitar vajilla del escurreplatos y cosas así.

Hasta ese momento todo iba ok. Un Valencia que salía a por todas y rapidamente se ponía por delante con un golazo de Negredo. Un equipo que dominaba, tenía ocasiones, etc.

Un centro del campo donde al fin Enzo jugaba donde tocaba y demostraba que no era tan descabellado pagar  25 k por él. Un Fuego que aguantaba, achicaba, ayudaba…y todas las acciones terminadas en «aba» que se necesitaban. Soso (al que gentuza como yo) decía que vendería por 10 miserables kilos….rompía a Kurzawa una y otra vez.

Todo iba estupendamente y hacía presagiar una noche placida, hasta que alguna duda de  Ryan, fallos del colegiado y errores  nuestros ( que los tuvimos), nos abocaron a un final agónico….que no fui capaz de ver . Lo siento.

Pero se consiguió lo que se buscaba; volver a  Champions y tener la opción de seguir creciendo. Ilusionarse con fichajes y ver como se desarrolla «el proyecto Lim» en unas condiciones óptimas . En definitiva cerrar 3 meses de angustias que han valido la pena. Espero.

Drakul

Los valencianistas viviremos mas años que el resto. Estoy seguro. Si algún día tenemos la desgracia de vivir una guerra, mientra los misiles caigan a nuestro alrededor y la metralla salpique a escasos centímetros de nuestra posición, nos mantendremos impasibles. Y cuando nuestro oficial alabe nuestros nervios de acero, le diremos sin inmutarnos -“Esto no es nada, mi sargento. Yo soy del Valencia y no sabe lo que he vivido”.

Esta clasificación para la Champions ha rozado la épica. Desde el atraco de San Mames al final de la temporada pasada, pasando por el mal partido de Almería que rescató Alcacer y llegando al partido de hoy, con dos goles en contra ilegales y dos expulsiones obviadas al rival. Porque sí, porque el Valencia tenía que llegar así a la gran competición continental, sufriendo a lo bestia.

El Valencia ha hecho un gran comienzo de partido, con un golazo de Negredo que es de esos que quedarán en nuestra retina. El centro del campo ha estado sublime. Enzo, Parejo y Javi Fuego han corrido, peleado, buscado la pelota, marcado el terreno… Sobresalientes durante la mayor parte del encuentro, aunque al final las piernas les pesaran por un gran esfuerzo. Enzo, tieso, tuvo que ser sustituido, y Parejo regaló las críticas a sus detractores. Pero no olvidemos que quien da lo que tiene, no está obligado a mas. Y ellos lo han dado todo hoy hasta la extenuación.

Así que al final sin Otamendi, pero con un gran Mustafi, un serio Vezo, un intachable Barragán y un extraordinario Gayà estamos en Champions League. A partir de ahora, a disfrutar y seguir sufriendo. ¡Esto no ha hecho mas que empezar!

Lobo 

Llevaba todo el día nervioso, inquieto, algo normal ante un partido de tanta trascendencia. Esperando que la ventaja de la ida fuera suficiente, pero también con la mosca tras la oreja por si el VCF hacía de esos partidus horribilis que todos recordamos. Me pongo mi camiseta naranja oficial y llega la hora. El equipo sale bien, mordiendo, a por ellos, con personalidad, a demostrar que es el VCF. Llega el golazo de Negredo y salto del sofá gritando y celebrándolo. Después el equipo sigue demostrando personalidad y ambición, incluso se falla alguna otra ocasión, y al fin me tranquilizo un poco, parece que han salido como toca y todo va a salir bien.

Entonces, por sorpresa, con apenas un cuarto de hora de juego, empiezo a ver cosas que no me gustan, pases en paralelo en vez de en profundidad, jugadores que corren hacia atrás en vez de hacia delante, regates sobre sí mismo para dársela al compañero retrasado… Qué pasa? Ya no vamos por ellos? Pero si están cagados! Si los tenemos contra las cuerdas!! Con sólo un gol ya nos conformamos? Si queda un mundo, por dios… El resto lo hemos visto todos. Una eternidad en la que el VCF ya no ha disparado a puerta y no ha hecho más que correr por el campo conteniendo como han podido las embestidas del Mónaco. Un fútbol especulativo y medroso, jugándose todo a la carta de aguantar y que sea lo que dios quiera.

Y una vez conseguido el objetivo la mayoría lo interpreta con la tremenda lógica de la clasificación, muy comprensible, en serio. Pero yo lo he pasado realmente fatal, he pasado una hora que no le deseo a nadie, me he enfadado muchísimo y soy incapaz de conformarme con el pase a la fase de grupos sin criticar la mierda de calificación que ha hecho el VCF de Nuno. Igual quien escribe es mi hipertensión y mañana me arrepiento de lo escrito, pero me da igual, ser honrado y decir lo que pienso es lo que hago habitualmente.

La retórica de ‘hay que saber sufrir’ me parece eso, retórica y palabrería. Lo que hay que saber es jugar los partidos para no convertirlos en un cara o cruz que afecta a las coronarias de muchos aficionados. Lo que hay que hacer es jugar una eliminatoria de tanto calado encomendándose a algo más que la suerte. Lo que hay que hacer es demostrar personalidad y ambición todo el partido, no solo lo suficiente para marcar un gol. Lo que hay que hacer es saber replegarse o dominar, cada cosa cuando toca. Lo que no se puede hacer es, por momentos, el ridículo. El Mónaco es un buen equipo, sí, y para mi ha merecido mucho más. Esto, que a muchos les enfadará, es un trago amargo para el que escribe, que esperaba que el VCF de Nuno, en su 2ª temporada, con nuevos fichajes y mucho tiempo de preparación de esta previa, fuera un equipo más hecho y más consistente.

En fin, no sigo porque escribiría una novela y solo voy a ganar enemigos. Resumiendo, que hemos entrado en UCL, de puta madre, que soy tan valencianista como el que más y cuando se me pase el cabreo me alegraré tanto como el que más. Pero me gustaría que mi VCF, este nuevo VCF del que espero mucho, fuera algo más que esta cosa tan pobre y limitada.

Mario Selma

Estar citados para mañana tarde, y no el viernes, es la buena nueva de este último trienio. Nos dejó tan enjutos esta sequía de las estrellas que el «regreso a nuestro lugar natural» -la frase de la noche-, que indefectiblemente debe ser la exigencia mínima para el VCF, supo a gloria pura. Un descanso que se había ganado a pulso esta afición.

En cuanto al choque, precedido de unas horas cargadas de nervios y tensión in crescendo -había muchas fichas en juego-, nos arrebató todo el mal fario flotante una sacada de sable de ese Negredo que compramos a precio de crack. El coitus interruptus de su divorcio con el gol se materializó de la manera más artística posible, mostrándonos la plasticidad del fútbol con una acción de bella factura que dista a un buen delantero de un gran delantero. Porque, como todo en la vida, hay diferentes tallas para vestir las cosas, y Álvaro calza XL, si bien es casi preceptivo que en la ilusionante temporada otoño-invierno venidera se emperifolle y haga desfilar los atuendos, todavía con hedor a alcanfor, de su armario. Salvando la mala salida de Ryan, la velada bautizó a un Vezo que ha rayado a buen nivel y suma otra muesca europea, consagró a Mustafi como eje, antes copiloto, de la zaga y el tándem Fuego-Enzo, maizena a cascoporro, abre un nuevo horizonte en la bisagra mediocampista. Pudimos disfrutar del argentino, más licencioso sin la bola de pivote a cuestas, pisando la banda y área contraria como hizo allende e indicaba su currículo. La eliminatoria de Sosó malquista a quienes (mal) venderían al internacional argelino por cifras de melón por abrir -joven promesa sin experiencia- con quienes valoran su diferencial granito de arena en una banda coja y poco profusa sin el ‘8’ rasurado. Moreno, el Rodrigo al que no le terminan de salir las cosas, lleva un agosto de altibajos y siempre acaba en azucarillo antes de hora. Debería subirse al tren de los fichajes caros con rendimiento aplazado (ese al que Enzo y Negredo se acaban de montar en plena marcha) si no quiere añadir otra temporada aciaga que le despierte en la inopia del fútbol.

Con la clasificación y la necesaria millonada a la buchaca, el proyecto Meriton no se desvía de su autoimpuesta ruta, ahora le toca ir consumando el resto de hitos marcados, puesto que el aficionado, una vez celebrado el ansiado retorno a punto cero, meterá otra marcha más en su innata exigencia. Esto es el VCF, y aquí no hay relax por inercia, hay hambruna de éxitos deportivos, sin olvidar la sostenibilidad económica-financiera prometida, que en nada la deuda diferida será otra losa a la mochila durante los próximos años. De momento, el ‘Zadok the Priest’ retumbará seguro en Mestalla en 3 ocasiones y, con todas sus connotaciones, esa es la primera batalla ganada de la temporada, y de paso el primer caramelo tóxico que le quitamos de la boca a los agoreros que afilaban su guadaña.

La preciosa fotografía que ilustra el artículo es propiedad de @valenciacf