Sergi Calvo

Soy de los que piensa que la expulsión de Rodrigo, ante la croqueta agonizante del jugador de Osasuna fue absolutamente desproporcionada e injusta.

Y soy de los que piensa que en determinados ambientes y circunstancias, ciertas decisiones arbitrales te sacan absolutamente del partido. El encuentro acaba en el 28′ y no hay nada más que decir.

Y soy de los que piensa que me gusta que gane el Valencia y que juegue bien.

Soy de los que piensa que mis jugadores son los mejores y confío en ellos.

Y siempre esperaré que nos levantemos y ganemos el próximo partido.

Y me han dicho que vivo en un mundo lleno de unicornios, en Narnia… y que estoy ciego por no pensar como otras personas.

Pero, sinceramente, prefiero vivir rodeado de conejitos de gominola que sonreír satisfecho cuando pierde el Valencia y pasarme el partido rajando ante todo aquello que reafirme mi opinión.

 

Si, sonreír satisfecho e hinchar pecho porque ha perdido el Valencia.

No puedo evitar sentir lástima por esas personas.

 

Debe ser terrible ser un AMARGADO.

 

Bona Nit i Amunt València!


Jomi Lavarías

No seré yo quien mate a Rodrigo por su expulsión del minuto 28, primero porque no es mi estilo y segundo porque nunca haré sangre de un jugador del Valencia. Pero para mí la expulsión es justa y evidentemente marca el resto del partido. Dos detalles que me parecen esclarecedores. Uno es que el futbolista ni protesta, y dos, creo, que el que ve muy bien la jugada es el linier y seguramente habrá visto la cara de Rodrigo cuando en un gesto innecesario, tras una jugada enmarañada, cae de espaldas y de forma antinatural suelta el codo de arriba a abajo buscando al jugador osasunista. Podremos discutir que si el Var entra en unas jugadas y en otras no pero para mí ese codazo de Rodrigo es absolutamente evitable. Y es que este equipo cuando no es una expulsión es un gilipenalti.

Dicho esto, creo que el equipo ni con 11 ni con 10 ha estado cómodo en el partido. Muy parecido al de Lille. Presión arriba del contrario, de la cual no sabes zafarte, y a partir de ahí ni sabes sacar el balón con fluidez ni eres capaz de llegar al área contraria con frecuencia. Al igual que en Lille, cazamos una contra rápida, haces el gol y ya. Se acabó todo el bagaje ofensivo.

Luego con 10 hombres el equipo completamente diluido. No ha sabido en ningún momento comportarse como un bloque y todos sabíamos que los goles caerían uno tras otro. Han sido tres, pudieron ser más. Al final el partido se convierte en un esperpento. Lamentable.

Vienen curvas.

Amunt!


Peris

En els últims tres partits, el Valencia CF ha patit tres expulsions. Justes les dos primeres i debatible almenys la de Rodrigo al El Sadar. Fins a eixe moment el Valencia CF es va mostrar amb certa consistència, cosa normal al ser els primers minuts. Després, feblesa mental i descosint-se a gran velocitat. Van ser seixanta minuts amb inferioritat. Massa per a un equip que sembla haver perdut per moments la rocositat mostrada temps arrere. No s’acaba de definir l’estil del Valencia. Per diverses circumstàncies, es cert. La classificació no espera i la dinàmica sembla perillosa. El més fàcil és assenyalar i riure’s de Correia i, de propina, comparar-lo amb Vidal. Però, a banda del portugués, jugador en creixement, pesos pesats de la plantilla mostren un fluix estat de forma. En qualsevol cas, l’any passat es tenien dos punts menys que ara i tampoc es jugava a les mil meravelles. Confiem en el despertar dels jugadors i que els Gayà, Kondogbia i Guedes tornen a tindre el protagonisme que d’ells s’espera. Ja no hi ha que lamentar-se. El Sevilla espera.


 

Lobo

El Valencia es un grande de España. Lo es sin duda alguna. Y merece, y debiera ser tratado con máximo respeto e incluso agradecimiento por ayudar a engrandecer esta Liga con su sola presencia, tanto al menos como a ATB, SEV, ATM, RM o FCB. En vez de eso es el equipo más maltratado, chuleado y ninguneado del fútbol español, al menos de entre los grandes. Y no lo digo yo, lo dice la historia y lo que cualquiera puede ver jornada tras jornada. Es el saco de las hostias, la putita de Federación y Liga, tratado por sistema con un descarado desprecio arbitral y mediático por el que un día vale una cosa u otra según convenga, siempre con ánimo de jodernos bien, lo que prácticamente sale gratis.

Maltratado también desde muchos medios locales, que en vez de hacer lo que hacen otros en Madrid o Barcelona, o sea, defender a capa y espada a los clubes de los que viven, se preocupan más de intentar tener razón siempre y restregarlo a la menor oportunidad, intentando condicionarlo todo para arrimar el ascua a su sardina. Y jodido incluso por su propia afición, parte de la cual no tiene problemas en reconocer que prefiere una derrota si va a servir para quitar al que no me da bola o no me cae bien. La hostia, vamos.

Así que, vale, podemos hablar de que el Valencia ayer hizo un partido de mierda, como tantos otros en los últimos años y en su propia historia, aunque a mi hasta la expulsión me estaba pareciendo un partido más que digno. Podemos asegurar que Rodrigo está justamente expulsado y dar con ello coartada para que sigan tratando como a los bufones de la Liga, o argumentar que Celades es muy malo o tal o cual jugador no vale. Y podemos ir el miércoles a Mestalla a montar un pollaco a ver si tiran al indio Anil, un gilipollas muy malote, no como algunos de los que le critican que son santitos e irán seguro al cielo valencianista. Podemos hacer lo que os parezca, pero o empezamos a respetar al club desde dentro y exigir que lo hagan desde fuera, o luego, cuando estemos en la mierda, no lloréis. A mi al menos no me lloréis. Porque si Lim está jodiendo al VCF a decir de muchos, no sé cómo llamar a lo que hacen desde Madrid y también algunos ‘desde dentro’.

Ya está bien.


 

La fotografía que ilustra el artículo es propiedad de www.valenciacf.com

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