Jomi Lavarías

Y por fin se cerró el incongruente mercado de fichajes. Incongruente porque es absurdo que con todas las ligas ya en marcha aún se puedan realizar transacciones de futbolistas. Hoy juego contra ti e igual la semana que viene juego en tu equipo. ¿Se puede adulterar más las competiciones?
En lo que al Valencia se refiere ha sido un mercado de fichajes bastante atípico. Tras la lamentable pasada temporada con la no clasificación para Champions, el famoso FPF saltó por los aires y hubo que soltar mucho lastre y vender tus «joyas» mas preciadas para poder contratar jugadores. Y el hecho de no querer precipitarse en esas ventas para tratar de sacar el mayor precio de venta posible ha hecho que el club estuviera maniatado prácticamente hasta el último de la pasada noche, aunque con las operaciones adelantadas, tan solo a falta de rubricarlas. Eso no quita que la planificación deportiva haya sido un desastre. Así ni se puede ni es forma de dirigir un equipo de fútbol.
Entre traspasos y cesiones, 17 bajas respecto a la temporada anterior. ¿De verdad a alguien le da pena que se hayan marchado todos esos futbolistas? Si tenemos en cuenta que los mejores jugadores del año pasado fueron los tres porteros (los mantenemos, y para mí es un error) a mi no me provoca ninguna desilusión que se hayan ido el resto. No voy a entrar en profundidad en el tema Alcácer, que es el caso que mas ampollas ha levantado, pero la mayoría sabéis que no era muy pro-Alcácer y que su marcha, deportivamente hablando, no creo que la vayamos a acusar en absoluto. Es más, aun no siendo nueves puros, tanto Nani como Rodrigo o Mina, incluso Munir,  nos van a ofrecer en el campo muchas mas variantes que las que ofrecía Francesc Alcácer. Movilidad, caídas a bandas, juego fuera del área…y quién sabe si más gol.

Y en cuanto a los refuerzos, prácticamente hemos renovado la defensa titular entera, que buena falta nos hacía. Pero insisto en una cosa, el hecho de tener fantásticos defensas no te asegura el éxito defensivo. Además de ello tiene que haber mucho trabajo detrás. Y de todo el equipo. De nada sirve tener a Garay – Mangala si por las bandas somos un coladero, si el centro del campo no es capaz de sostener las embestidas rivales o si la delantera no ejerce la presión arriba como corresponde. Y todo esto es trabajo. Pako, es tu turno ahora. El único pero, habernos desprendido de Vezo y no de Santos. Abdennour con un buen compañero de zaga puede mejorar su rendimiento notablemente, confío en ello. Lo de los tres porteros puede ser un problema. Deberíamos haber vendido a Alves o cedido a Ryan.

En medio campo las incorporaciones tanto de Medrán como de Suárez deberían ser positivas. Medrán es un muy buen futbolista por lo que hemos podido verle. Y además tiene llegada y buen disparo desde fuera del área. Creo que es una apuesta acertada de Suso que ojalá cristalice. En cuanto a Suárez le perdimos la pista cuando se marchó al Watford, pero el Suárez del Atlético molaba. Creo que va a jugar y mucho y quien lo va a agradecer de verdad será Enzo, que se va a ver un poco más liberado de trabajo.

Y arriba llegan Nani y Munir. De Nani siempre he pensado que era un jugador un pelín sobrevalorado. Me sorprendió para bien en la Euro, para ser sincero. Estuvo a un nivel muy alto. Si lo mantiene, en esta liga, se convertirá en un delantero peligroso tanto por banda como jugando de delantero centro. Respecto a Munir, es un futbolista que estoy seguro que a la grada de Mestalla le va a gustar. Nos gustan los jugadores rápidos y habilidosos, y Munir lo es. Y tiene gol. Sabe definir. A la contra es un jugador que nos va a venir de perlas. Yo habría traído otro jugador para la banda izquierda y me habría deshecho de Cartabia. Solo queda esperar que Rodrigo, el eterno «este año va a explotar», explote de verdad. Y no, no habría fichado ningún 9. Excepto Bakkali y Cartabia, cualquiera de los otros cuatro puede jugar ahí (Nani – Mina – Rodrigo – Munir) y lo que mas me gusta que durante un partido los supuestos tres de arriba pueden intercambiar sus posiciones.

Mi conclusión es que tenemos mejor equipo que el año pasado. Mejor dicho, mejores jugadores que el año pasado. Para hacer mejor equipo cuento con el trabajo de Pako. No tiene excusa. Y ya llevamos dos jornadas de retraso.


Toni Calatrava

Si hay una conclusión respecto a los movimientos de mercado del VCF en esta ventana veraniega ha sido la austeridad que ha dictado Peter Lim como directriz principal en todas las operaciones. Se ha venido aireando desde principios de verano desde la Dirección Deportiva, el encorsetamiento que el FPF suponía, circunstancia que ha sido dinamitada con la venta encadenada de tus tres principales activos deportivos (Gomes, Alcacer, Mustafi). Por desgracia, la lluvia de millones no ha hecho que el magnate singapurés haya abierto el puño, y nos hemos quedado a mitad de camino entre una regeneración ambiciosa y un simple reajuste lowcost de la plantilla.
Las buenas noticias han venido con las salida de muchos jugadores complementarios, cuyo ciclo o bien estaba acabado (Fuego, Piatti, Barragán, Orban, Negredo), o necesitan minutos para desarrollar su juego (Vezo, Rober). En el lado contrario, el descabezamiento de talento que se ha realizado, con la venta de los mejores jugadores de las defensiva, media y delantera. Un mensaje pernicioso para el entorno y especialmente para los jóvenes talentos de la escuela.
Ni rastro queda de aquella idea de que “No haría falta vender jugadores importantes”, la austeridad, que tan bien conocemos de otras etapas, ha llegado de nuevo. Desde mi punto de vista, vender jugadores importantes, no debe ser un tabú; pero es importante cuándo lo vendes y, sobre todo, no desprenderse de tanto talento en una única ventana de mercado. Para mí, se ha debilitado mucho el ataque, en beneficio de la defensa, y ha faltado un fichaje de mayor nivel a Suarez en el centro del campo.

PORTEROS
La línea con mayor competencia del equipo, incluso adelanto problemas por la igualdad y competitividad de los tres. Alves generará problemas si es suplente, para mí un activo tóxico. Mi apuesta es Ryan, el más completo de los tres.

DEFENSAS
El núcleo central de la zaga queda en buena situación con la llegada de un central con buen manejo y juego aéreo como Garay y el complemento de un central físico como Mangala. Abdennour debe competir con el francés (yo todavía espero algo más del tunecino), quedando Santos como cuarto central con un papel, esperemos, que residual.  Posiblemente Mangala sirva de “puente” a la llegada de Albiol una vez terminado su contrato en Napoles.
Los laterales presentan muy serias carencias defensivas: Cancelo, Gayà o Siqueira son jugadores de ataque, que no suelen tapar al nivel deseable bien sus bandas.

CENTROCAMPISTAS
La llegada de Suarez mejorará el equilibrio defensivo del equipo, aunque es un jugador con limitaciones en el manejo del balón y que no se despliega demasiado en su zona. Enzo y Parejo son jugadores de garantías, con Medrán apuntando a tener muchos minutos. La presencia de Soler es una buena noticia, el jugador con más proyección de la cantera.
Mi pregunta es: ¿Quién cubriría posibles ausencias de Suarez? Ninguno de los otros cuatro es defensivamente válido.

DELANTEROS
La gran incógnita del equipo, un ataque completamente nuevo, donde se mezclará la experiencia de Nani, con la juventud de Mina y Munir, que deben asumir la responsabilidad de marcar entre ambos 25-30 goles. En las bandas Rodrigo, Cartabia y Bakkali, no garantizan absolutamente nada. La línea más floja del equipo en mi opinión, sólo una explosión de alguno de los dos candidatos al “9” puede traer alegrías a Mestalla.  Confío en que los jugadores de segunda línea aporten goles, porque esta delantera no se caracteriza por un caudal goleador elevado.
Mi valoración final es que la plantilla está en un nivel de competitividad para pelear con Sevilla, Villareal y el resto de competidores en un cierto plano de igualdad; pero quedar por detrás del sexto tampoco me extrañaría.


Mario Selma

Pitido final a la ventana estival de transferencias. 7 entradas y 17 salidas. 24 movimientos registrados. Verano ajetreado en el que se da el enésimo lavado de cara a un plantel necesitado de cambios tras firmar la cuarta peor temporada de la historia. Con el ya típico -y menos original- anuncio a minutos del cierre para intensificar el ansia viva de una afición al borde del colapso. El resultado final dejó más satisfecha que decepcionada a la hinchada, conformando un roster con las siguientes particularidades.

PORTERÍA. Todo el verano retransmitiendo desde dentro que saldría uno de los tres guardametas, para acabar en el mismo punto de partida. Pero ahora con el interrogante de ver cómo se gestiona el bendito problema. Aunque por bendito que sea, deportivamente hablando, no deja de ser problema. La convivencia de tres cancerberos con fuerte carácter competitivo, si bien Jaume soporta con estoicismo el teórico rol de suplente, es una relación abocada al desencuentro. Antes o después el agua acabará buscando una salida. Siempre lo hace. La experiencia en este club confirma el postulado físico. Siendo el sobrio Ryan un perfil que engarza mejor con la propuesta ayestaranista, y Jaume un felino de paradas imposibles, a Alves (San Diego) no le retiro todavía la vitola de portero más fiable de la terna. Estamos, pues, ante la demarcación más completa de todas. Que juegue el que esté en mejor forma.

DEFENSA. El esperpento continuado que nos zampamos el curso pasado hacía inexcusable la llegada de defensas que remozaran la línea más débil. Dicho y hecho. 3 refuerzos. En teoría todos para entrar en el once tipo -lo que tocaba-. Se marcharon el intransferible y el que no aparecía en las quinielas y se han quedado los 2 que estaban en la primerísima lista de descartes. Otra muestra del tío vivo que ha sido este verano la confección de la plantilla. Llegan dos centrales de altura y un lateral resultón para intentar recomponer una zaga blandengue, abonada a la desconcentración e inadaptada al estilo de Pako. El anhelado Garay es el nuevo bastión sobre el que reordenar el caos y cercenar esta sangría de errores concatenados; experiencia, destacado juego pies, colocación e inteligencia son las credenciales que han convencido para soltar la morterada -2º central más caro en la historia del club-. Su binomio, ya desde el mismo anuncio y presentación, es un central poderoso, con anticipación y dominio aéreo, que presenta dificultades a la hora de sacar la pelota cuando le enciman. Sobre el papel son complementarios pero no sustitutivos; uno rol de comandante y otro de corrector. Aunque no sean zagueros especialmente veloces. Con una defensa adelantada y unos laterales que suelen vivir en un escalón superior, el peligro que conlleva unas espaldas desguarnecidas y el ojo avizor a los flancos será el examen para calibrar la solvencia e idoneidad de la nueva dupla franco-argentina. Es ahí donde la capacidad del entrenador entra en liza, la de trabajar para ensamblar las piezas como requiere todo entramado defensivo. Dos centrales de renombre no serán la panacea al desaguisado que hay montado actualmente en el equipo. Cuando no existe bloque la faena es importante. Mejores mimbres solo minimizan el ridículo y taponan la hemorragia, pero no cierran la herida. Por todo ello, hay mejora notable de la zaga, pero a expensas del toque Ayestarán.

MEDIOCAMPO. Para 2 competiciones y 3 vacantes mi número de centrocampistas siempre fue 5. Y esos son los que hay. El debe reside en el rol que considero de mayor peso para lograr ese nuevo isósceles de equilibrio; el mediocentro defensivo. Y ahí solo encuentro uno entre los 28. Mario Suárez se me queda corto. La navaja suiza Enzo solo es un parche como ‘6’, y me inquieta disponer de un solo especialista en la biela defensa-mediocampo. Mi tocayo puede cumplir ahí con suficiencia si recobra parte del nivel que le llevó a la Roja. Por contra, la riqueza de matices que tenemos en los interiores, con Parejo, el capitán, Medrán y Soler, es bastante esperanzadora. La incorporación del ex Getafe dota de llegada y descaro a la medular, un recambio refrescante -por hacer aún- de características diferentes al cerebro Parejo y al Enzo catalizador. Con la puntilla de Soler, un treintañero encerrado en cuerpo de juvenil. Quizá lo más cercano al ’10’, pero en pleno rodaje y todavía por desflorar. Por tanto, centro del campo variado, escaso en el puntal y con incógnitas por resolver conforme avance la temporada.

DELANTERA. Partimos de la premisa de un cambio de estilo, ni mejor ni peor, simplemente diferente. Se prescinde del 9 puro para apostar por polivalencia y dinamismo. La connotación es que dejas de disponer de una referencia ofensiva como tal, con todo lo que ello conlleva, y se te presenta el reto de concertar una tripleta atacante con perfiles de evidente similitud. El dato negativo a priori es la ausencia de un solo delantero con registros anotadores mayores de los que se han marchado. El «trueque» Alcácer-Munir podría tomarse como una declaración de intenciones; el torrentí -ya te vale Paquito no hacer referencia expresa al VCF en tus declaraciones en feudo culé- era una pieza destinada al desperdicio. Un compromiso para el míster, que no veía manera de sacarle partido a sus elevadas -pero muy específicas- cualidades bajo su libreto de juego. Inamovible por cierto, según lo visto hasta el momento. Contamos con 3 segundos puntas -Nani ha perdido esa explosión de antaño para adquirir otras facetas del oficio- y un delantero -Munir- como arsenal ofensivo, donde recaerá toda la responsabilidad del gol. No son rematadores al uso, ratones de área ni hacen del balcón de esta su hábitat natural, sino que transitan sin corsé alguno. Esto tiene su punto, como despistar marcadores desde la simple verticalidad agitadora -combinaciones y diagonales- y estratégica permuta de posiciones, pero necesita ser correspondido con eficiencia perforadora para que la idea madre cobre sentido alguno. No basta con proponer, adentrarse y llegar. Hay que matar. Otro aspecto a comentar es que también han quedado aniquilados los extremos clásicos, optando por la efervescencia a pierna cambiada -Bakkali y Fede-, confiando el grueso de los centros a los laterales. Profusos y profundos como los quiere Pako. En definitiva, se dispone de una buena delantera, con la atracción de verlos sincronizados, con la duda de su capacidad goleadora y la cohabitación de jugadores demasiado parejos, sin alternativa para virar el plan-A en partidos atascados.

En términos generales se ha reforzado la plantilla, hay argumentos para pensar en luchar por los objetivos y se ha logrado mejorar algunas salidas -otras están por ver-. Lo que sí se ha dado es que se han cubicado los deseos del entrenador para centrar los esfuerzos en hacerle llegar materia prima a su gusto. Y con ella, con alguna carencia diluida por el camino y una pretemporada trastocada, Pako debe hacerse notar. Su pizarra, su don, su identidad. Ya va siendo hora de catar el café y dejarse de sobrecillos. No tienen ocasión más propicia para edulcorar esta amargura.

El broche final lo quería hacer sobre Suso y su afán por camuflar la más mínima grieta sobre su planificación deportiva. Que las hay y muchas, algunas entendibles atendiendo a las especiales circunstancias y tiempos de algunas salidas precursoras de otras entradas. Pero no, echa mano de su libreto léxico para decirnos que Garay y Mangala eran «primeros target», ya que decir que eran las primeras opciones -no serlas no les hace peores, conste- hubiese quedado bastante laughable. Llegan por obra y gracia del repudiado Jorge, salvándole el culo sobre la bocina y adecentando su faena global de secretaría técnica precaria por número, obsoleta por mecanismos y con pasado tentacular de acuerdo a los movimientos, consumados e intentonas, registrados. Las «gracias» públicas a Mendes no son para menos. Bienvenido al círculo, Jesús Vicente.

 


 

 

Ilustración del artículo vía www.valenciacf.es

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