Lobo
Dar por bueno un puto empate ante un candidato al descenso en un partido que habíamos calificado como final para MANTENER LA CATEGORÍA. Eso es el VCF hoy. Una mierda del tamaño de Asia.
Un equipo que no transmite nada. Que no sabe defender, que no sabe dominar, que no sabe contraatacar, que no genera juego ni sabe atacar más allá de esporádicos momentos de inspiración divina. Que da igual que se meta atrás o que intente controlar el juego. Todo es plano, blando, inofensivo, anodino, insulso, previsible, repetitivo y aburridísimo. Da igual que en algún momento se hilvane alguna jugada, antes o después alguno falla un pase sencillo, una apertura simple, un control. Da igual que los jugadores tengan más o menos experiencia o sean más o menos mayores, todos fallan por igual, todos parecen jugadores de regional. Da igual que intenten defenderse, la presión se hace mal y sin convicción. Da igual que pretendan ser incisivos y apretar arriba, nadie nadie regatear, nadie hace una pared, nadie la da y corre, nadie supera líneas, nadie ve agujeros. Es un solar gigantesco. Todos los rivales parecen saber tocarla, pasarla y correr más y mejor que los nuestros, todos. Y todos los rivales nos presionan igual porque saben que da frutos. Y todos los rivales marcan cuando deciden irse arriba. Y aún tienes que leer a algunos iluminados que el equipo está trabajado. Sí, trabajadísimo. Es inaudito que este personaje que ostenta el cargo de entrenador acabe la temporada repitiendo que hay que mejorar, seguir intentándolo y zarandajas. Y que quiere cumplir contrato dice, no me jodas.
En fin, que ver a este VCF es insufrible. Y aún así, ojalá este puto punto de mierda sirva para mantener la categoría. Joder.
Peris
Ho estan passant mal. Els jugadors. Almenys alguns. Per la vehemència en la celebració de Gayà. I en aquella de Gameiro, amb gest de malíccia i reafirmació de Guedes que es va quedar en no res. Podria fer-se la lectura d’una plantilla que pateix per no aconseguir les coses, qui sap si per tindre un entrenador que es pega tirs als peus constantment. Afortunadament, Guedes ha reviscolat en el moment just per a poder agafar-se a ell en l’àmbit esportiu i, en un futur, en l’econòmic. Afortunadament, per baix les coses estan molt pitjor que en el Valencia CF. Però encara no està fet. Si s’entra al fang, alerta, no està fet l’equip per a la terra enfangada.
Lamentable el partido hoy de los de Gracia. Los de Gracia que está luchando con todo y contra todos por convertirse en el más nefasto entrenador de nuestra historia.
No hay discusión, el Valencia sigue sin jugar a nada y el tiempo de las excusas hace tiempo que caducó. ¿Dominó el Valencia? Rozando lo justito en el mínimo exigible. Dominio que no vale como coartada… ¿tiros entre los tres palos hasta el 89’?
Pero no solo eso, es que ni tan siquiera ese supuesto y absolutamente estéril dominio fue duradero: el Alavés acabó la primera parte y la segunda, encerrando al Valencia y haciéndose el amo y señor del césped de Mestalla. ¿Reacción? Ninguna.
Dos cambios, dos. ¿Sabe Gracia que se ha ampliado el cupo a cinco?, el equipo asfixiado, desbordado… dos cambios, cero alternativas, delantero por delantero y cambio de posición de Guedes.
Lo de Guedes es para enmarcar. El único jugador que parece enchufado y desequilibrante, el único generador de amenaza para el rival… pues se le cambia de posición, arreglado. Guedes se diluyó como un azucarillo en su nueva e inexplicable posición y con ello cualquier posibilidad de romper la defensa del Alavés y esos misterios inescrutables del disparo a puerta posible.
El Alavés se adueñó del partido “vital” e incluso estuvo a un minuto de llevarse los tres puntos de no ser por el gol salvador de Gayà. En realidad, sin mirar con buenos ojos a nuestro murciélago el herido, creo que el Valencia no mereció ni el punto logrado in extremis.
La situación es muy preocupante: La permanencia no está en absoluto garantizada y el resto de equipos va a lanzar el habitual estirón del que se sabe al borde del abismo.
La cosecha de puntos en el momento clave de la temporada es paupérrima y muy preocupante y, sobre todo, la sensación es que el equipo, desde el banquillo particularmente, no da ninguna señal de tranquilidad.
El problema es muy serio. Muchos culpables, pero culpables absolutos todos que deben marchar lo antes posible.
¿Saben? ojalá me equivoque pero tiene toda la pinta que el equipo va a salir contra el Barça absolutamente derrotado de salida, como si ese partido no fuera con ellos ni tuvieran ninguna responsabilidad… excusas, excusas y más excusas….
Hasta las narices de esta m.
jamacuco
Que este equipo es una ruina no sorprende a nadie. Pero yo no puedo acostumbrarme a ver una actitud tan negligente por parte del entrenador y equipo directivo. Una lágrima de equipo, una sombra sobre el césped del vetusto Mestalla.
El equipo no juega a nada. En la primera parte no han chutado a puerta. En la segunda (aparte del gol anulado por el VAR) sólo al final, en el gol de Gayà. Incaceptable. Apenas han inquietado al rival, un equipo muy limitado pero que gracias al cambio de entrenador, el cual les ha insuflado mucha moral e ideas claras a sus pupilos, han podido incluso llevarse el partido. Los últimos minutos han sido lamentables. Es algo que cualquier joven aficionado lo ve, no es una cuestión de sesudos estudios y análisis. El entrenador ha vuelto a hacer la antigestión del resultado, de la situación, de la plantilla. Los cambios hechos por Gracia no es que no mejoren al grupo sino que lo empeoran. Descompensa al equipo mientras el rival va directo ya a los visibles y múltiples puntos débiles que inocentemente mostramos. El entrenador navarro es incapaz de sorprender, es incapaz de de hacer cambios tácticos o de posición de jugadores que doten a la escuadra de la capacidad de sorpresa. Desde hace muchos partidos funcionamos por arreones finales, por jugadas de pundonor y orgullo de un puñado de jugadores que siente la vergüenza, que sienten el ridículo que están protagonizando Javi Gracia y Meriton, cada uno a su nivel.
El punto sacado hoy en los minutos finales por Gayà es un milagro más. Un puntito que permite mantener cierta distancia agónica con los rivales que están en posiciones de descenso pero que es insuficiente para asegurar la permanencia, que de ninguna manera está asegurada dad la ineptitud que están mostrando TODOS.
Amunt!!