Jomi Lavarías

Condenados a sufrir hasta el final. Como se preveía y nadie deseaba, encaramos los últimos cuatro partidos con el agua al cuello y siendo un manojo de nervios, porque así afrontaremos el partido contra el Valladolid, con los nervios a flor de piel. Veremos si este equipo, los jugadores, están capacitados para afrontar esos partidos que quedan con un mínimo de garantías para sacar un mínimo de 2-3 puntos que nos permitan jugar la próxima temporada en primera división. El entrenador ya sabemos que capacitado no está.

El partido de hoy sabíamos que muy posiblemente lo perderíamos. Así y todo, con cambio de táctica incluida, se jugó una primera mitad aseada, con ocho tíos metidos en el área pero que con el paso de los minutos mas o menos se equilibró y ya no fue tanto un monólogo del Barça como nos temíamos. El inicio de la segunda fue ilusionante, con el gol y dos ocasiones clarísimas. Pero llegó la mano de Lato y el empate. Y se acabó el partido. Este equipo al mínimo golpe se va a la lona. En diez minutos nos desarboló el rival y puso el 1-3 que casi daba por finalizada la contienda. Y gracias a que el Barça se dedicó a sestear. El golazo de Soler solo puso algo de emoción al final. El entrenador, en su línea habitual, aportó la friolera de cero soluciones.

El partido contra el Valladolid sí es una final. Mucho más importante que ganar un título.


 

Lobo

Otra derrota, esta más esperable ante un FCB que se juega la Liga y que juega mil veces más que el VCF a todo, a atacar, a dominar, a presionar, a defender, a contragolpear y en el balón parado. Con el inútil de Gracia hay pocas esperanzas de ganar a los colistas, así que a los líderes es una quimera. No he visto entrenador más incomprensible en mi vida, así que no intento hacerlo más.

El VCF salió a sobrevivir y esperar un golpe de suerte. Y sobrevivió en la primera parte, y el golpe de suerte llegó. Después, la nada. El FCB se echó encima definitivamente y en 5 minutos 3 goles. Errores por todas partes y nadie parando la sangría. porque tras el gol y los tres en contra Gracia no hizo nada, bueno, sí, sacar a su Gameiro del alma, y ya. Ah, y a Oliva, que oxigenó un poco el medio campo y quizá fue clave para que Soler pudiera irse arriba y marcar ese golazo. Por lo demás es un entrenador incapaz de cambiar un sistema, una dinámica, corregir errores o ver lo que necesitan los partidos. Un inútil de manual por encima de inútiles como Neville o Ayestarán.

Na, no tengo ganas de escribir. Esta tempora empezó mal con la falta de fichajes, siguió peor con la rémora que es Gracia, y está acabando fatal. Con que no acabe como el rosario de la aurora, yo ya me conformo.


 

Peris

Un partit dels d’abans, amb gols, accions emocionants i un resultat que deixa a les clares que les quatre jornades que queden van a ser de tot menys tranquil·les. En altres circumstàncies, la dinàmica del Valencia CF donaria per estar mosquejat pel resultat, per no poder arribar a objectius europeus. Ara, fa mirar amb preocupació, sense acabar de respirar amb calma. Matemàticament ja està fora de places europees. Només queda que els comptes facen el mateix per no ser dels tres de baix. És molt complicat que passe, però millor no pensar-ho.


 

Pues hoy el Valencia jugó a algo y solo eso ya es motivo de parabienes para los nuestros, el guión es el de un clásico Valencia – Barcelona: Esperar atrás, arrimaditos y patapúm para arriba. Es legítimo y no pasa nada, gustará más o menos pero al menos hemos jugado a algo. Hasta ahí.

  1. Yo creo que Lato puede ser un competente lateral izquierdo pero… ¿central?… ¿en serio? Imposible así mantener un rigor solo asequible a los mejores del mundo, el error, no menos vergonzante, era esperable.
  2. El rendimiento de los jugadores es, en bloque, paupérrimo… pobrísimo, ni un jugador está a su nivel… pero el obcecamiento en mantener a algunos elementos es desesperante, hay que dividir con urgencia los que suman cero y los que suman en negativo.
  3. Alguien debería decirle a nuestro entrenador que la normativa esta temporada permite CINCO cambios. Correia ha acabado cojo (salía de una lesión) otros jugadores han estado todo el partido totalmente desbordados o han llegado, directamente al tramo final con el higadillo en la punta de la lengua… Tres cambios: uno por lesión y los otros dos en el minuto 78.
  4. El cambio de Diakhaby es por Lato, protagonista de una variante táctica que, con el 1-2 deja de ser útil… ¿Por qué mantenerlo? ¿Por qué no cambiar ahí el sistema? ¿Por qué no refrescar el equipo?

Y lo peor es la sospecha de que frente al Valladolid volverán a jugar once, a ponerse ahí, a hacer acto de presencia y a rezar para sacar un puntito que nos ayude a sobrevivir. Sobrevivir… ojalá.


jamacuco

Gracia es el entrenador de la nada. Sus planteamientos suelen aportar eso, nada. Y la nada es lo que se suele conseguir.

El VCF ha salido al partido con la novedosísima táctica del murciélago, es decir, colgarse del larguero. Todos encerrados en el área y sin salir. Parece ser que eso es lo que han entrenado con, ojo, Lato de central.  El Barcelona ha tenido ocasiones clarísimas y casi desde el minuto 2 se podía haber caído esa maravillosa táctica al suelo. No por defender por acumulación, si no porque no había plan para ganar, o al menos para marcar goles y ponérselo difícil al Barça. El partido, en esta primera mitad, se fue diluyendo en aburrimiento.

La segunda empezó igual. Sin embargo un golpe de fortuna en un saque de esquina el VCF se adelantó por medio de Paulista. Sin embargo a partir de ahí los errores valencianistas comenzaron a caer. Primero un inocente penalti de Lato, más tarde un centro lateral dejando entrar sólo al rematador y en tercer lugar una gran ejecución de falta de Messi.

Ante esta situación el imperturbable Gracia no hizo cambios, excepto el de Diakhaby por Lato, desaprovechando esa circunstancia para cambiar el esquema de juego cuando el VCF ya perdía. Los primeros cambios de jugadores y sistema, dos, los hace en el minuto 75. Inaceptable.

El golazo de Soler parecía que podía insuflar espíritu de remontada al VCF quedando más de 10 minutos, pero claro, sin cambios sin directrices claras por este inefable entrenador, es imposible. El equipo estaba reventado.

Soler, Cilessen o Guedes han completado un buen partido. Paulista, Wass o Guillamón también. Sin embargo es muy lamentable el juego de Maxi Gómez, incomprensible una vez más su permanencia sobre el terreno de juego los 90 minutos. De igual manera Racic o Lato (sin jugar en su puesto, eso sí) tampoco han estado a la altura.

Nada más. Poco se podía sacar cuando la dirección técnica es tan corta de miras y lo cede todo a la voluntad de sus futbolistas, faltos de un claro liderazgo en el banquillo.

El partido de la semana que viene es clave contra el Valladolid. Una victoria sentenciaría esta temporada asquerosa. Pero… ¿y si ocurre una derrota? El vértigo nos puede consumir. Lamentable.

Amunt!!


 

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