Jomi Lavarías
Victoria en partido sufrido, y visto lo visto en la primera mitad y algunas fases de la segunda parte, bien nos podemos dar con un canto en los dientes.
Porque hoy saltó a Mestalla el Valencia de fuera de casa. Sin tener el balón ni el control del partido. El Betis dominó en los primeros cuarenta y cinco minutos, eso sí, sin apenas crear peligro en nuestra área, demostrando por qué están donde están. A todo esto el Valencia se mostró como un equipo nada cohesionado entre sus líneas. Solo Kondogbia y Gabriel destacaban. Algo de Gayá y algo de Ferran. Y prou. Maxi desaparecido y Gameiro tan participativo como desacertado. Parejo tan solo apareció en el sorteo de campo entre capitanes. Gayà envió un churricentro al larguero en lo que fue la «ocasión» mas clara del Valencia.
¿Se puede salir después del descanso mas dormido aún que en la primera parte? Sí, se puede. Los primeros diez minutos de la segunda mitad fueron un calco, mas horrendo aún, de la primera parte. Fekir lazó al larguero en la ocasión visitante mas clara y ya se barruntaba lo peor. Pero Celades cambió el partido con un movimiento táctico, reordenando al equipo en algo parecido a un 4-1-4-1 y la cosa comenzó a funcionar. Con Guedes en la izquierda, mostrándose mas activo y recordando ya en algo al Guedes que esperamos, Soler al centro con Parejo y Kondogbia haciendo de enlace entre los centrales y el medio campo. Llegó el gol de Gameiro y el Betis se lanzó mas al ataque dejando espacios que el Valencia supo aprovechar marcando el segundo gol y llegando con mucho mas peligro. Afortunadamente, el gol bético llegó muy al final y quedó en anécdota.
Tres cambios y dos por lesión. Sigue la fiesta. Victoria que no tapa la crisis de juego del Valencia, pero al menos hemos sumado los tres puntos.
Amunt!
Sergi Calvo
No mereció ganar el Valencia aunque tampoco mereció perder y el Betis la victoria. Tal vez el empate, entonces, habría sido el resultado más justo por el juego y los merecimientos de unos y otros. Fue, eso sí, superior el Valencia en algunos tramos de partido, en particular cuando el equipo sacó el manual que mejor domina: esperar y salir con velocidad para golpear a la contra. Es el manual que gusta y en el cual el equipo se siente cómodo y debe (y puede) sustentar ahí su recuperación.
Una primera parte muy igualada en la que el gol pudo llegar por cualquiera de las dos partes pero tampoco sin demasiada claridad y una segunda parte en la que, en su inicio, el Betis pareció dispuesto y apto para liarla en Mestalla pero, tal vez contra todo pronóstico, el Valencia reaccionó y gracias al golazo de Gameiro, el equipo se encontró en el verde. Afortunadamente.
Lo malo parece perdurar: inconsistencia, falta de aptitud en algunos jugadores y desaparición completa de otros, endeblez en el estilo y otras hierbas, pero también supo mantener el intento de mantenerse a flote y aguantar sobre el campo un dato muy estimulante: invictos en Mestalla.
Más en la primera que en la segunda, se ha visto muy claramente quién está en las malas: Paulista, Kongdobia, Gayá y Ferrán. Tomen nota quien haya de hacerlo. Otros ni están ni se les espera. Buena segunda parte de Guedes, y de Soler, por el centro siempre entregado, sería las mejores noticias.
Bueno, tres puntos que vendrán, cuando, si por una de esas, el equipo recupera el pulso vital en el tramo más trascendental de la temporada. El dato de invictos en Mestalla es mucho más significativo de lo que parece y podría ser una base muy sólida de cara al sprint final.
Ojalá algo de tranquilidad, serenidad, sentido común y calma, dentro y fuera.
Lobo
Resultado final inmejorable en un partido malo, malo, malo del Valencia. Hombre, siempre es mejor que al revés, o que jugar igual de mal y acabar palmando. Pero los tres puntos no pueden ser el árbol que tape el bosque de un equipo roto, perdido y que por momentos no sabe ni a qué está jugando, si a fútbol o a la petanca.
La primera parte fue infumable. Defensa muy chapucera, por momentos esperpéntica exceptuando a Gayá, que también tuvo sus errores infantiles, y un medio campo inexistente salvo Kondogbia, que por muy pulpo que sea no tiene tentáculos suficientes para abarcar él solo todos los frentes que se le abren. Ferran quiso profundizar por su banda, pero no está tan brillante como en anteriores partidos, y como parece lógico los delanteros estuvieron completamente desasistidos y poco pudieron hacer salvo ayudar, o intentar ayudar a contener el vendaval bético que, afortunadamente, quedaba en nada a orillas del área de Cilllesen.
En la segunda Maxi, tocado, se quedó en el vestuario, salió por él Guedes y el dibujo cambió. Los primeros 5 minutos fueron de fuerte presión rival pero luego los locales pudieron espolsarse el agobio y comenzaron a cercar el área del gigante Robles. Así vino el golazo de Gameiro. A partir de ahí el partido se convirtió en un medio correcalles con fallos e imprecisiones por todas partes, hasta que, milagro, cayó el segundo obra de un enorme Parejo que lideró el equipo con mano de hierro y firmó un partidazo para la historia… No, perdón, ha habido un crucre de líneas, quería decir que fue obra de un lamentable Parejo que hizo otro partido desastroso que consiguió maquillar con ese gol importante que servirá a sus incondicionales para tapar todo lo demás y reírse de los que pedimos banquillazo para su ídolo de una santa vez. En todo caso fue un buen gol, hay que reconocerlo, y sí, nos dio la victoria. Y con ello el Betis se fue de vacío justamente, aunque en Sevilla se quejarán, parece que con toda razón, por un penalty no pitado al inútil de Wass, otro al que quisiera ver defenestrado de una vez, porque me pone nerviosísimo.
En resumen, victoria importantísima que nadie sabe muy bien cómo se ha conseguido, y chute de autoestima para un equipo con una tremenda crisis de juego que al menos en casa sigue invicto, que ya es. Veremos si en Vitoria no vuelven a mostrar la cruz.
Por cierto, bastante gente en Mestalla pese al miedo de contagio del coronavirus. Yo he sido listo, no he respirado en todo el partido, así que estoy a salvo. Creo.
Y otro por cierto. Los que la querían liar hoy tendrán que seguir esperando. Una pena. Pobrecillos, no hay manera de que se lleven una alegría en casa.
jamacuco
Mal ambiente, mal juego y victoria justita del VCF en Mestalla. En un entorno cada vez más espeso y pestilente, el VCF se quedó con los tres puntos en juego y gracias. El equipo entrenado, aún, por Celades, apenas propone juego, y sólo aciertos puntuales o pequeñas rachas de escasos minutos mantienen el sombrajo en Mestalla sobre un desierto de ideas tanto en el césped con un inoperante capitán, como en el banquillo con un colapsado equipo técnico, como en la moqueta con un mudo y siempre inquietante Meriton o en el maravilloso entorno, tan presto a poner cientos de millones de euros para calmar los cánticos de los ingenuos que lo piden.
La primera parte fue una oda a la nada en el fútbol, con Don Daniel Parejo como máximo exponente. Quizás Gayà fue el único en dar la cara, que cada vez que sale de una lesión parece volver en una versión mejorada en la que irá por la 7.3 desde que debutó. Para mí el verdadero capitán y alma máter que debería tener el equipo. Se mereció algún gol de alguno de los chuts que hizo a puerta.
En la segunda sí que ocurrieron cosas, pero casi más a favor del Betis que del VCF. Un balón al larguero fue quizá el acicate para que los valencianistas se entonaran unos minutitos y consiguieran un buen gol de Gameiro desde la frontal y con rosca buscando el palo contrario. Clave en esa reacción fue el cambio del sistema a un 4-1-4-1 con un Soler por el centro, batallador, presionante y dando la cara aunque sin brillo. Siempre en mi equipo. La lástima es que duró poco, muy poco, como la confianza que tiene el grupo en su propio juego. El Betis achucó un poco pero sin acierto, aunque Cillessen quiso dar emoción a la tarde con varias salidas a por uvas que no tuvieron consecuencias. Afortunadamente vino un segundo gol del VCF en las postrimerías del encuentro. Gol de Parejo, para tapar por tropecientos partidos más de inoperancia alabada incansablemente por sus «groupies». El gol final del Betis en otra muestra más de la falta de control que tiene el equipo de los momentos claves de los partidos, mera anécdota, aunque empaña un poco más la pésima imagen dada por el VCF en este 29 de Febrero y que se perderá en el tiempo como lágrimas en la lluvia. (Gracias Ridley). Lágrimas que en poco tiempo muchos derramarán/derramaremos si no cambia pronto la cosa.
Amunt!!
Dani’s goal was very nicely taken. My highlight of his play though was, and I am guessing the manager’s too since he changed the formation soon afterwards to relieve Dani of all need to do anything, when Betis broke soon after half time. Just after a 15 minute rest. As Betis sped away Valencia’s players sprinted back. Dani started 10 metres ahead of the referee. He finished 20 metres behind the referee. The referee showed more fitness, effort and desire to be back in position than our captain. We have a problem.