Jomi Lavarías
Ya no recordábamos el sabor de la victoria, y por fin podemos observar una jornada de liga con cierta tranquilidad. A veces el fútbol es mucho mas sencillo de lo que pueda parecer. Hoy, a priori, la alineación que ha sacado Voro, con las bajas que se arrastraban, era la más lógica. Poner a cada futbolista en su posición natural y que cada uno hiciera lo que debía. Si a eso le añades actitud, presión y ganas de pelear cada balón, te encuentras con un equipo totalmente distinto a lo que veníamos observando.
Una línea defensiva de cuatro con eso, con cuatro tipos que se dediquen a defender y no con algún elemento que se dedica mas a mirar hacia arriba, y muchas veces mal, que a salvaguardar las espaldas. Buen partido en general de todos, incluido Aderllan, pese a que las tres primeras pelotas que ha tocado parecía indicar todo lo contrario.
En el centro del campo no hay mucho donde elegir, pero los tres que han salido han cumplido con creces. Hoy sí hemos visto un centro del campo recuperador, jugando el balon al primer toque con criterio y muy pocas pérdidas que a la postre en otras ocasiones nos han condenado. Mención especial para la irrupción de Carlos Soler que jugando fácil y sin complicarse para nada la vida se ha convertido en nuestra gran esperanza blanca. No deja de ser curioso que otro Soler, tras el que metió en un embrollo al club del que todavía no hemos sido capaces de salir, se haya convertido en nuestra máxima ilusión.
En cuanto a los tres de arriba suerte dispar para cada uno de ellos. Munir nefasto, el peor con diferencia del equipo, mientras Nani tiró de galones para ser la referencia en banda y Mina, batallador sin más, a pesar del gol de la victoria. ¿Algún día veremos al bueno de Santi acabar un partido sin problemas de calambres? Parece una utopía.
En resumen, partido controlado de principio a fin con una segunda parte en la que el árbitro pareció más rival que el propio Espanyol, que sin apenas merecerlo marcó su gol (hoy importaba la victoria, me da igual no haber mantenido la puerta a cero) pero que sirvió para que por fin el Valencia supiera gestionar los últimos ocho minutos para no pasar ningún apuro que hicieran peligrar los tres puntos.
Ojalá nuevamente el Espanyol nos sirva de trampolín para poder ir escalando posiciones.
Hoeman
Pues es un gustazo escribir con la victoria en el bolsillo y un buen partido del equipo, al que se le empieza a notar (nuevamente) la mano de Voro. La prima donna deshizo el trabajo previo que ahora intenta reconstruir, y por lo visto hoy, parece que va por buen camino. Además tuvimos la pizca de suerte defensiva que en otros partidos nos faltó. Mejoró la actitud de los jugadores, Mina jugó en su demarcación y marcó, Soler volvió a ser el che con más criterio del equipo, Montoya volvió a marcar y se trenzaron jugadas colectivos de altos vuelos. Si bien es cierto que por momentos dio la sensación de que los valencianos especulaban en exceso con el balón, como si estuvieran temerosos de atacar (y marcar) y faltos de confianza. También es cierto que no se pudo mantener la portería a cero.
Pero ahora mismo, ¡estamos contentos!
Pd. Zaza es jugador del Valencia, fichado en el mercado invernal (y lógicamente, no antes), las excusatios de Prandelli fueron milongas de actor de operetas. Como su Fuori en rueda de prensa. Y su obcecación en no contar con Carlos Soler por «inexperto».
Pd2. La perrona nos la tiene jurada. Las actuaciones arbitrales en Mestalla, por lo general, son bastante tendenciosas.
Drakul
No todos los domingos son malos para los valencianistas. Ya era hora de que nuestro equipo nos apoyará y permitiese un domingo de manta y película mala en el sofá, esbozando una sonrisa.
El Valencia ha conseguido la victoria tras completar los mejores 90 minutos de la temporada ante un Español ultradefensivo que solo quiso la victoria cuando era demasiado tarde. Voro ha conseguido enchufar a los jugadores y con esto ya ha hecho mas que sus antecesores. El equipo estuvo serio, casi no sufrió e incluso estuvo a punto de conseguir el imposible de dejar nuestra puerta a cero. Hubiera sido pedir demasiado, pero en serio, durante muchos minutos del partido mi mente buscaba la manera de darle forma, para esta crónica, a la sensación de alegría e incredulidad que habitaría en mi cuerpo si Diego Alves no se hubiera tenido que agachar a recoger el balón de dentro. Mejor que nos marcarán. No habría sido capaz de expresarlo.
Un “dos a uno” sabe bien y tal vez esta semana podamos pasarla tranquilos sin la aparición pública de alguien que quiere rescatar a Peter Lim del Valencia, sin poner un euro, faltaría mas, encima de que le hacen el favor, querrá el de Singapur recuperar dinero…
Pero volviendo al partido, el mas completo del año a nivel colectivo, también lo ha sido a nivel individual. Gayá nos ha recordado un poco a aquel que nos maravilló hace dos años, Nani supo leer el partido y ejerció de veterano, Parejo mejora cuanto menos participa y participó menos gracias a la irrupción de Carlos Soler que es la nueva esperanza blanquinegra. El chaval parece un veterano que ha bajado a jugar con el filial. Juega tranquilo, la pide, la juega fácil, con la cabeza levantada… aunque desde el club se repite que hay que tener paciencia con él, no ilusionarnos con la posibilidad de tener un nuevo referente de la casa sería negar al fútbol su carácter irracional y maravilloso.
Lobo
Algo cambió en la psicología colectiva del pueblo de Mestalla. A ello ayudaron algunas iniciativas plausibles como la globotá, que aunque no salió del todo bien fue muy chula (a repetir, incluso hacerla una marca de la casa), los tuits de aficionados en los marcadores del estadio y la vuelta del pasodoble Valencia a la salida de los jugadores, como se ha hecho durante años y años. Pero esto es solo anecdótico, lo más importante y decisivo, sin duda, ha sido la salida del equipo. Intenso, luchador, responsabilizado, serio y por momentos brillante, llevando en volandas a una grada entregada a la causa sin reservas, y viceversa. Una primera parte mucho más que buena teniendo en cuenta de dónde venimos, en que el VCF desarboló por completo al ESP de QSF. El gol de Montoya en jugadón de equipo fue justo premio a tan buen juego, y seguramente corto.
Desgraciadamente el árbitro debió recibir un whatsapp de vete a saber quién y dedicó la segunda parte a joder todo lo posible al VCF, castigando con tarjeta cada falta local, lo fuera o no, y perdonando cada falta visitante por sistema. Incluso se permitió la desvergüenza de no sancionar al menos dos penaltis descarados en el área del Español que hubieran supuesto la tranquilidad para la parroquia en un partido que habría sido una apacible victoria local de no ser por él. Nada a lo que no estemos más que acostumbrados, aunque indigna igual.
Pero el VCF de Voro supo sobreponerse a tanta adversidad y ni con el gol in extremis visitante llegó a peligrar la victoria, por mucho que muchos temiéramos la conjunción de desastres habitual en los últimos minutos que tanto nos ha castigado. Tres puntos al fin que dan un pequeño pero imprescindible respiro. A ver si la dinámica cambia de una vez, que falta hace.
Toni Calatrava
¿Será esta etapa de Voro “La Nueva Normalidad”, que enunciaba Richard Ford en uno de sus últimos cuentos? Estoy bastante seguro que sí. El mundo del fútbol nos lo venden como algo de una enorme complejidad táctica, algo cuasicientífico solo al alcance de dioses del banquillo, cuando realmente se trata de colocar unos jugadores en el campo ocupando un espacio con cierta lógica, explicarle a cada jugador unos pocos movimientos en diferentes situaciones, y sobre todo que se lo CREAN y sean capaces de competir cada pelota, cada jugada, cada partido.
Viendo al Valencia de hoy parece increíble que llevará tres meses sin ganar (16 octubre en Gijón), pero es bien cierto que hace solo seis días parecía un serio candidato al descenso. Yo no lo llamaría una transformación, sino simple evolución: todos los jugadores han subido un peldaño sus prestaciones, la pelota circulaba bien, había un sentido en la presión al equipo rival, se ganaban las disputas, había anticipación … los jugadores se lo estaban creyendo.
Con solo 16 puntos en la mochila ser optimistas es un suicidio, pero posiblemente con un par de -necesarios- refuerzos y el sentido común de Voro, se pueda continuar escalando a zonas templadas y empezar a construir un equipo. Por lo visto esta mañana, hay 35.000 valencianistas que también están dispuestos a luchar con el equipo, sufrir con ellos y si se puede, ganar y respirar.
jamacuco
Hoy el VCF ha cambiado un poco la cara. Voro, una vez más, lo ha conseguido con su forma de gestión normal, cotidiana, aplicando la lógica más absoluta, colocando a cada jugador en su sitio y pidiéndole que haga aquello que normalmente sabe hacer mejor… Lo habitual cada vez que se ha hecho con las riendas del equipo y con buen resultado. La incógnita ahora es si será capaz de mantener esta dinámica durante el resto de temporada, más de 20 partidos. ¿Será Voro el entrenador que necesitamos y no lo habíamos descubierto? ¿Cuál es la razón por la que Voro ahora sí que quiere y otras veces no quiso salir de su rutinaria tarea de delegado? Los próximos partidos dirán, pero es justo reconocer la valentía de la decisión, su buena gestión del vestuario para un puñado de partidos pero, por contra, su nula experiencia en una larga temporada. Ojalá salga bien pero hemos de saber que hay un riesgo alto. La lógica (no sé si soy demasiado optimista…) impone que en poco tiempo se decidirá quién va a ser el Director Deportivo del club para un nuevo proyecto. A partir de ahí, veremos las decisiones que se adoptan al respecto.
En cuanto al partido destacaría varias cosas:
1.- El equipo, después de los goles (los dos a favor y el gol en contra) se ha mantenido tranquilo. No se ha ofuscado como en otros partidos. Los jugadores han sabido controlar la situación, dando lugar a posesiones bastante largas, y también ha sabido parar el juego en alguna ocasión.
2.- Las bandas han funcionado mejor. Gayà y Montoya han dado un paso atrás, y para bien. No están tan volcados en ataque, pero sin dejar de llegar a campo contrario cuando se necesitaba. Su trabajo ha sido bastante equilibrado y decisivo para el equipo.
3.- Soler es un buen jugador. Se podría decir que de presente, no de futuro. Pero calma. Es joven, aunque su madurez sobre el césped no le demuestre, y debe ir progresando poco a poco. No lo quememos antes de tiempo.
4.- El ambiente en Mestalla, sin ser el de las grandes ocasiones, sí que ha sido positivo y creo que ha ayudado al equipo. Es el camino a seguir.
5.- La nefasta actuación arbitral, una vez más. Meriton debe apuntarse también este fracaso en las instituciones deportivas como una muesca más en la culata de su revólver ya sin balas.
Mario Selma
No se llegaba a la enésima final con mucho ánimo festivo, pero en otro arranque de compromiso la hinchada se dedicó a fabricar durante la semana una atmósfera favorable, hercúleo esfuerzo por obviar la tabla mediante, que le libertase de toda responsabilidad por omisión o incontinencia irascible. Conjura. Todos a una. Una sola senda. Un único puerto. Incondicionalmente.
Sobre el verde, un once equilibrado. Pero la sorpresa de la tarde no fueron los elegidos, sino la disposición y actitud mostradas. Impensable cambio, cuyo alcance podremos calibrar en unas semanas. Cuidado, tales brusquedades son las que rompen las rocas del desierto. Los de Voro practicaron un fútbol eficaz, con presión bien definida, gran posicionamiento, sin errores de bulto y hasta rachas de juego colectivo plausible. Tras muchos meses de sequía se pudo ver un equipo con todas las letras; una línea defensiva conjuntada, una medular asentada y reconocible y un ataque que, sin ser determinante tampoco, subió un peldaño su ferocidad. Más en el primer acto que en el segundo. Siendo en este donde se plasmó la comunión jugadores-afición, ese plus que les transfirió la confianza suficiente para saber afrontar los tiempos del partido y sortear la maldita piedra de siempre. Mestalla canalla, blasfemaban valenciólogos iletrados. Supieron contener y supieron sufrir, dos facetas innegociables en cualquier amalgama de futbolistas opositora a bloque. Resiliencia més que mai. Como no ha habido ningún jugador que haya descollado especialmente, ni ninguno que haya desafinado estrepitosamente, me permitiré la licencia de destacar lo que menos se ha destacado de Soler: su capacidad de eslabonar un mediocampo quebrado. Hacer posible lo imposible. Además de manera espontánea, diría que hasta cómodo. Carlos no ha dejado highlights que rular por YouTube, no ha logrado un índice recuperador aplastante, tampoco ha marcado, ni asistido, ni tan siquiera ha sido un elemento dominante en su parcela. Pero ha conseguido recobrar sentido a la hasta ahora nulidad centrocampista. Y eso tiene su valía. Enzo ha tenido un apoyo inmediato y Parejo su pareja de baile constructora y desatascadora, descargándole a ambos para mejorar sus versiones. Esa parquedad y simplicidad que imprime a sus intervenciones, aliñadas de calidad, criterio y solidaridad, nos señala a un jugador de altos vuelos. Especial. A ese clavo ardiendo, ya no por los años empollando su talento en casa ni por la tan cautivadora oriundez, hay que aferrarse con circunspección. Sin prisas ni presiones superfluas. Ha emergido un producto de la casa, un oportuno fichaje a coste cero -coste cero de verdad- al que hay que abrigar sin caer en la veneración. En ese equilibrio emocional residirá gran parte de su éxito, el de mantenerlo tocando tierra para no corromper su natural evolución y salto a la élite futbolística. Pelotero hay, ¿verdad Cesare?
Una última lectura. Se ha constatado que es compatible coligar, sin amontonarse, una denuncia firme contra la dirigencia y arropar al equipo sin efectos colaterales. Esa es la grandeza de esta masa social, la de hacer un uso responsable del derecho reivindicativo sin desvirtuar un ápice su función adyuvante. Pese a sambenitos demodé.
Arias4ever
Al igual que la temporada pasada, puede que el partido contra el Español resulte clave en el transcurrir de la temporada. Ojalá sea así y lo que se vio en la matinal del domingo no quede como un islote en un mar insulso y vulgar.
Por fin se pudo disfrutar del equipo; concentrado desde el pitido inicial, sin lagunas, jugando en campo del rival, sin conceder ocasiones. Cierto que el gol españolista avivó viejos fantasmas, pero más por las experiencias pasadas que por lo que se veía en el campo. En definitiva; un buen partido del Valencia. Posiblemente el mejor de la temporada.
Y para que esto ocurriera (entre otras razones), tuvo que funcionar el centro del campo. Parejo y Enzo tras unas actuaciones indignas y lamentables volvieron a ofrecer su mejor cara. Lo curioso es que esta mejoría vino propiciada por la aparición de Carlos Soler. No solo es lo que aporta a título individual el chaval, es que mejora a los que tiene al lado…y eso no lo hace cualquiera.
Evitemos caer en situaciones pasadas donde se encumbraba al primer jugador (más si era canterano), que pasaba por Mestalla. Disfrutemos a Carlos, veámoslo crecer, apoyémosle cuando tenga un mal día (lo tendrá), seamos felices. Ayer había gente en twitter cortándose las venas imaginando su venta . Tal cual.
Para terminar unas palabras sobre Voro. Un SEÑOR que tiene mejor medía de puntos conseguido que sus antecesores, un SEÑOR que después de haber dicho por activa y por pasiva que no quería entrenar al equipo…acepta por su amor al club. Bueno, pues ese SEÑOR aún tiene que leer que “ ha tragado”, “ que es facilón y por eso Meriton lo ha puesto” y cosas así.
A veces damos asco. Mucho .
Fantásticas crónicas.
Por fin vuelta a la ilusión y al sueño de recuperar la grandeza del club.
Amunt!!!!!
Mucho optimismo leo. El espanyol me hizo recordar por qué echamos a Quique: salió a empatar y a no proponer nada. Lástima que con media jugada nos hizo pasar los últimos 5 minutos pendientes del reloj.
Gracias!!!
Pues probablemente tengas razón, pero déjanos disfrutar por un día y ser optimistas, que el optimismo genera buen rollo y nos hace mucha falta!!